sábado, 14 de mayo de 2011

Pakapaka



Pakapaka en quechua significa “jugando a las escondidas” y es una creación televisiva para el público producida por el Ministerio de Educación de la Nación.
A diferencia de los demás programas que vienen en su mayoría de los Estados Unidos y Japón, Pakapaka está diseñado por argentinos. Por lo tanto, se refiere a nuestra idiosincrasia con lenguaje propio que no es el portorriqueño ni el mejicano con términos y frases que no corresponden a nuestra forma de hablar ni de pensar.
En Pakapaka no hay personajes extraterrestres, ni destructores de la humanidad, ni monstruos perversos ni superhéroes, como ocurre con los programas foráneos.
Uno de los objetivos principales de Pakapaka es crear una programación de alta calidad dirigida al público infantil que respete los derechos humanos de los niños y niñas, que estimule su creatividad e imaginación, que promueva la diversidad y la inclusión y que despierte el gusto por el conocimiento.
Otro dato de Pakapaka y que dista mucho de ser menor, es que carece totalmente de publicidad y este es un concepto revolucionario que lo diferencia aún más de los otros programas infantiles.
El problema de la publicidad dirigida a los locos bajitos, además de estimular el deseo de consumo, es el enorme bagaje que ofrece de bebidas, galletitas y otros alimentos, que en su mayoría, forman parte de la comida chatarra que conduce a la obesidad.
En los últimos 20 años, el sedentarismo que produce la televisión en la población infantil junto con el consumo de estos alimentos, son parte de las causas del alarmante crecimiento de la tasa de obesidad en este grupo etario.
Sin embargo, Cablevisión, que es una de las tantas empresas que pertenecen al monopolio Clarín, en un acto de flagrante violación a la libertad de expresión, se niega a incluir el programa de Pakapaka.
Cuando la semana pasada vino la comisión de la SIP presidida por su presidente Gonzalo Marroquin, varios periodistas le informaron sobre el tema de Pakapaka. También le preguntaron si conocía otro país en el mundo donde sólo dos diarios fueran los dueños absolutos del papel. También le informaron de periodistas que perdieron su trabajo por no bajar la línea impuesta por Magneto, el CEO de Clarín. También le dijeron que Clarín se resiste a cumplir la ley de radiodifusión aprobada por el Congreso.

Gonzalo Marroquin, nervioso e incómodo no encuentra respuestas ante los comentarios y demandas de Victor Hugo Morales

Seguramente Marroquin sabía todo esto, pero no estaba preparado para dar respuestas y dio una imagen patética porque no pudo responder a todas estas inquietudes y reclamos. Finalmente agobiado, incómodo y molesto, se excusó mencionado otro compromiso y se retiró con el rabo entre las piernas, dejando muchas preguntas sin respuestas.
Porque Gonzalo Marroquin vino con un libreto ya programado para victimizar a los diarios Clarín y La Nación, desacreditar al gobierno y señalar con todo desparpajo e hipocresía en una nota posterior dirigida a la presidenta Cristina, de que “la SIP estaba muy preocupada por las amenazas y controles que el gobierno argentino estaba ejerciendo sobre la libertad de prensa”.

Otro duro momento para el Director de la SIP ante las preguntas de la periodista Cynthia Ottaviano.

Gonzalo Marroquin con su deber, que fue defender una vez más los monopolios que manejan la información en América Latina. Para eso está la SIP, no para reclamar por los 11 periodistas asesinados en Honduras bajo el gobierno de Lobo que siguió al golpe cívico militar que derrocó al legítimo presidente Zelaya. Menos todavía para que Cablevisión incluya el programa de Pakapaka.

1 comentario:

  1. Hay que ver más Paka-paka. ¡Bien argentino! Así nuestros hijos, sobrinos, nietos vuelven al español rioplatense y dejan de ir por la vida diciendo: "Los neumáticos del autobús parecen balones."
    Muy buen post!

    Vanesa

    ResponderEliminar