viernes, 26 de abril de 2019

LAS CIENTÍFICAS Y EL ELUSIVO PREMIO NOBEL



Desde que en 1895 Alfred Nobel, el descubridor de la dinamita, estableció el Premio Nobel en las disciplinas de literatura, paz y ciencias duras, se otorgaron hasta la fecha 844 galardones de los cuales 52 corresponden a mujeres, lo que equivale a un magro 6,16%. Todavía subsisten panegiristas que aún pretenden sostener que el cerebro del sexo femenino está menos desarrollado que el del hombre. Estos cavernarios ignoran olímpicamente que a la mujer se le dieron muchas menos oportunidades y les impusieron toda clase de obstáculos para orientarse hacia la ciencias, el arte y la literatura.
            El mandato paterno era, y todavía lo es, que la mujer está destinada a las tareas hogareñas, que obviamente incluyen la maternidad y el cuidado de los hijos. Las luchas y movimientos feministas y la evolución de las sociedades avanzadas, hicieron que estos prejuicios y costumbres se relajaran en un grado importante, lo que impactó favorablemente en un aumento sustancial de mujeres que recibieron el Nobel. Es así que en los primeros 50 años del siglo XX fueron galardonadas 12 mujeres, mientras que en los últimos 50 años que cubren el período 1968-2018, lo recibieron 37.
            Existen casos en que a las científicas, sus compañeros masculinos les hicieron una zancadilla y las excluyeron del mérito que merecían y el comité del Nobel tampoco se inquietó por realizar las averiguaciones correspondientes. Aquí me voy a referir a dos descubrimientos realizados por científicas que además, forman parte de los más importantes hallazgos en la historia de la ciencia que son: en física la fisión nuclear y en fisiología y medicina la estructura molecular del ADN.

                                     Lise Meitner
             Lise Meitner nació y se educó en Viena y a la edad de 28 años se radicó en Berlín donde fue ayudante de Max Planck, el creador de la física cuántica y de las leyes de la termodinámica. Fue profesora de física en la universidad de Berlín y en el Kaiser Wilhem Institute de Química.                  Paralelamente integró un grupo de trabajo junto con los químicos Otto Hahn y Fritz Strassmann. Los tres tenían la ventaja de ser políticamente compatibles dado que eran antinazis, lo que permitía que en aquellos años de la dictadura de Hitler se pudieran desempeñar en armonía. De otra forma hubiera sido imposible. La única diferencia era que Meitner era judía, pero eso tenía sin cuidado a sus compañeros hasta que el antisemitismo en Alemania se volvió intolerable.



                          Lise Meitner (1878-1968)

            Meitner estaba interesada en los experimentos en Roma de Enrico Fermi y sus discípulos que se dedicaban a bombardear con neutrones (partículas elementales del núcleo de un átomo), las moléculas o elementos de la tabla periódica. Después de numerosas experiencias de laboratorio, Meitner y sus colaboradores descubrieron que el uranio sometido a este procedimiento se descomponía en bario y kryptón, pero lo más importante es que esta reacción generaba una fantástica cantidad de energía equivalente a un millón de veces superior a una masa similar de dinamita. Además, el fenómeno de división del uranio también liberaba nuevos neutrones que a su vez impactaban sobre otros núcleos produciendo, en fracciones ínfimas de segundo, el fenómeno denominado reacción en cadena.
            Por entonces, ninguno de los tres investigadores imaginó la aplicación práctica de lo que Meitner bautizó como “fisión nuclear”: la fabricación de la bomba atómica y con fines pacíficos las usinas eléctricas termonucleares.
            En los primeros años del régimen nazi, Meitner no fue molestada debido a la fama que la rodeaba, pero pronto tomó conciencia de que el ambiente se había vuelto irrespirable y para preservar su salud mental y física, emigró en 1938 a Estocolmo. Desde allí mantuvo un intenso intercambio epistolar científico con Hahn y en varias de sus cartas le sugirió ideas y correcciones a sus investigaciones.              En la Alemania de Hitler no podían figurar judíos en las publicaciones de las revistas científicas. Cuando Hahn dio a conocer el descubrimiento de la fisión nuclear, acuciado por el miedo omitió incluir a Meitner, pero también hubo en su reprochable comportamiento el afán de oportunismo para sobresalir y destacarse. Pocas semanas después, ella publicó en la revista Nature un informe completo de la fisión nuclear, pero el comité del Nobel le adjudicó el premio a Hahn, quien cosechó los laureles, la popularidad y la fama.
            Meitner se radicó en Inglaterra donde siguió investigando, fue invitada a participar en el proyecto Manhattan de elaboración de la bomba atómica, pero se negó porque le angustiaban las consecuencias del empleo bélico de la fisión nuclear. Además, sus principios éticos le impedían formar parte de la producción de una herramienta cuyo poder destructivo era incalculable.
Falleció en Cambridge a la edad de 90 años y fue sepultada en el cementerio del condado de Hampshire en el Reino Unido. En la lápida que identifica la tumba, su sobrino Otto Frisch compuso la siguiente inscripción: «Lise Meitner: una física que nunca perdió su humanidad».

                                   Rosalind Franklin
El ácido desoxirribonucleico o ADN era conocido desde los tiempos en que Darwin escribiera el revolucionario libro El origen de las especies y de que Mendel publicara sus leyes de la herencia, pero se desconocía cuál era su importancia y función en las células. Diversas investigaciones realizadas en las siguientes décadas confirmaron que el ADN era el material genético y por lo tanto el encargado de producir la innumerable cantidad de enzimas y proteínas que contienen las células y son esenciales para su funcionamiento. 
          También se sabía el complejo contenido de moléculas del ADN, pero se desconocía como estaban entrelazadas para desarrollar tan importante función. Era por lo tanto imprescindible dilucidar su estructura molecular en el espacio. Varios grupos trabajaron en forma separada y simultánea. Uno de ellos pasó a la historia y sus integrantes recibieron el Premio Nobel, pero hubo una investigadora que tuvo participación crucial en el desarrollo de la estructura del ADN y que muy injustamente fue relegada al olvido.

                      Rosalidn Franklin (1920-1958)

Rosalind Franklin nació en Londres el 25 de julio de 1920 y provenía de una familia judía, religiosa y filantrópica que produjo profesores, intelectuales y parlamentarios y por sobre todo a Rosalind. Estudió física y química en la universidad de Cambridge y conoció y colaboró con numerosos investigadores en distintos proyectos, pero el que más le interesó fue la cristalografía y la difracción de los rayos X cuando atravesaban la materia viva.
Entre sus contactos merece mencionarse a Adrienne Weill, una refugiada francesa del nazismo quien además de ayudarla con el francés, contribuyó con el aporte de sus ideas. La segunda Guerra Mundial había comenzado y Rosalind fue voluntaria como guardia de ataques aéreos y organizó patrullas para atender a las personas afectadas por los bombardeos.
Finalizada la contienda mundial marchó a París invitada como becaria en un laboratorio del estado, donde perfeccionó sus técnicas de cristalografía. Como cada sustancia produce un patrón propio, esto le permitió identificar muchos compuestos inorgánicos.
A su regreso a Inglaterra recibió una beca para trabajar en el King’s College de la Universidad de Londres. Uno de los investigadores era Maurice Wilkins con quien tuvo frecuentes roces sobre diferencias en las hipótesis de trabajo, pese a lo cual ella mejoró las investigaciones de Wilkins. Los avances que hizo Rosalind sobre la molécula del ADN la llevó a establecer que tenía una estructura helicoidal de doble hélice y la fotografió, la famosa fotografía número 51.
Paralelamente en el Laboratorio Cavendish de Londres el dúo de investigadores James Watson y Francis Crick, venían trabajando al mismo ritmo que Rosalind y Wilkins lo hacían en el King’s College. Watson hizo una visita a Rosalind, pero ella en ese momento se encontraba ausente. Fue atendido por Wilkins quien luego de un intercambio de ideas con Watson, le mostró a éste, sin autorización de Rosalind, la fotografía número 51. El patrón de manchas de la imagen, le permitió a Watson y su socio Crick demostrar que la molécula del ADN está constituida por dos cadenas enrolladas una alrededor de la otra, como una escalera caracol comunicadas entre sí por puentes o peldaños. Nació así la famosa doble hélice que actualmente se observa en todo tipo de diseños.

         Ácido desoxirribonucleico (ADN)

Fue la fotografía número 51 de Rosalind, la que les permitió a Watson y Crick acelerar su investigación y presentar al mundo científico el más importante hallazgo de las biociencias y quizás de todas las ciencias. El ADN contiene secuencias que son los genes, de los cuales hay miles y cada gen codifica (contiene la información) para producir una determinada proteína. Por eso también se la llama la molécula de la vida.
Rosalind falleció de cáncer en 1958 cuando solo tenía 37 años. Cuatro años más tarde, el Premio Nobel fue compartido entre Wilkins, Watson y Crick por el descubrimiento de la estructura molecular del ADN, su participación esencial en el funcionamiento y reproducción celular y la preservación de todas las especies vivas.  
   Molestó a muchos investigadores que no se hiciera mención de Rosalind Franklin, cuyo aporte fue la base científica de las ulteriores experiencias de los galardonados con el Premio Nobel.
            
Ruth Lewin Sime. Lise Meitner and the Discovery of Nuclear Fission. Scientific American, January 1998, pags. 58-63.
José L. Fresquet Febrer. Rosalind Franklin. Universitat de València. Febrero, 2017.
Laura Valdéz, Silvia Álvarez y Alberto Boveris. ADN, estructura y daño oxidativo. Antioxidantes y Calidad de Vida, número 12, noviembre 1996, vol 3, número 12. 


martes, 16 de abril de 2019

CONFESIONES DE UN GÁNSTER ECONÓMICO



             
                      
                                                John Perkins

Gran parte de este artículo está basado en el Libro de John Perkins: Confesiones de un gánster económico (Confessions of an economic hit man). En este fascinante testimonio, John Perkins relata su particular trayectoria personal, de servidor obediente del imperio a defensor apasionado de los derechos de los oprimidos. Discretamente seleccionado por la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense y puesto en la nómina de una firma internacional de consultoría, estuvo en Indonesia, Panamá, Ecuador, Colombia, Arabia Saudí, Irán y otros países estratégicamente importantes del planeta. El libro está escrito en primera persona asumiendo el comportamiento de haber sido un gánster, ahora arrepentido.
Existen 2 formas de conquistar y colonizar una nación: por las armas o por la deuda. Los asesinos económicos son los primeros en crear este infierno global y trabajan de muchas maneras diferentes. Identifican a un país que tiene recursos que las corporaciones codician, por ejemplo petróleo que es el elemento más requerido. Entonces se concreta un gran préstamo a través del Banco Mundial o una de sus organizaciones hermanas como el FMI, pero el dinero nunca va realmente al destinatario sino a las grandes corporaciones para fabricar proyectos de infraestructura, como parques industriales, puertos, obras que benefician a unas pocas personas ricas en ese país y a las corporaciones, pero no ayudan a la mayoría de los habitantes.
Finalmente, la población y el país entero quedan agobiados por una deuda gigantesca que resulta impagable, lo cual es parte del plan. Entonces es el momento en que estando en posición de fuerza establecen las reglas y dicen: nos deben muchísimo dinero y no están en condiciones de devolverlo, la alternativa es que nos vendan su petróleo a un precio muy razonable, pero también queremos construir una base militar en vuestro país, o pueden enviar tropas en apoyo a las nuestras en algún lugar del planeta, como fue en Irán. Las exigencias continúan: deberán votar en la Naciones Unidas y en los foros internacionales para que se privaticen los servicios de energía eléctrica y de agua corriente que serán vendidos a empresas norteamericanas.
De esta manera la deuda se refinancia con aumento de los intereses. El país terminará vendiendo a corporaciones extranjeras recursos como los servicios sociales, incluyendo sus sistemas educativos y sus aseguradoras, lo que constituye un triple o cuádruple aniquilamiento.
Cuando fallan todas estas medidas de soborno ante estadistas que se muestran incorruptibles, es el momento de actuar de los chacales que eliminan políticamente y de ser necesario físicamente, al estadista rebelde.

                                   Irán


                       Mohammad Mossadegh (1882-1967)

Este método tuvo su debut en los años 50 cuando Mohammad Mossadegh fue elegido democráticamente en Irán como primer ministro y considerado una esperanza para la democracia en Oriente Medio y en el resto del mundo, a tal punto que fue designado el hombre del año en la revista Times. Una de sus primeras medidas fue decretar la nacionalización de la Anglo-Persian Oil Company, porque le pagaba magras regalías al estado. El decreto fue aprobado por el Congreso y el Reino Unido amenazó con enviar su flota y elevó sus quejas ante la Corte Internacional de la Haya. Mossadegh realizó una histórica defensa de los derechos de Irán sobre su petróleo y frenó la decisión de la Haya.

                        Kermit Roosevelt (1916-2000)

La alternativa era una invasión militar, pero se optó por enviar a Kermit Roosevelt, presidente de la recién fundada CIA quien viajó a Irán con una valija repleta de dólares con los que sobornó a civiles y militares para derrocar a Mossadegh. El intento fracasó, pero Roosevelt no se desanimó, llevaba en sus genes las agallas y sueños imperiales de su abuelo “Teddy”. Respaldado y financiado por las corporaciones petroleras organizó un segundo complot. Pagó a turbas de maleantes que tomaron las calles e infiltró agentes provocadores entre las filas comunistas. En un clima de hostilidad creciente y con el levantamiento de una parte del ejército liderado por un sobornado general, Mosaddegh cayó. Fue reemplazado por una dictadura monárquica que puso en el poder al sha Reza Phalevi. Todas las medidas progresistas de Mossadegh fueron anuladas y él fue encarcelado. Murió 15 años después ya en prisión domiciliaria.
Las grandes corporaciones se entusiasmaron con el resultado del  operativo que les resultó sumamente económico y generó la idea de manipular países con una nueva metódica. Roosevelt llevaba una tarjeta de la CIA y si hubiera sido atrapado las ramificaciones habrían sido graves. A partir de entonces se tomó la decisión de utilizar consultores privados que trabajan para las grandes compañías y canalizan el dinero a través del Banco Mundial o del FMI.

                                 Guatemala

                                   Jacobo Arbenz (1913-1971)

Cuando Arbenz se transformó en el presidente de Guatemala, el país estaba totalmente sometido a los intereses de la United Fruit de los Estados Unidos que se había apoderado de un extenso territorio de 250.000 hectáreas cultivables, de las cuales solo el 15% estaban en producción. Allí la empresa imponía sus propias leyes y se había transformado en un estado dentro de otro estado (hacer click aquí para ver Operación Éxito) 

Arbenz hizo una reforma agraria para quitarle a la empresa territorio que tenía improductivo y entregárselo a los campesinos. A través de la CIA se desató una campaña de información masiva a la población de Estados Unidos y el congreso para convencerlos de que Arbenz era una marioneta soviética, cuando en realidad ni siquiera tenía relaciones diplomáticas con aquel país.
Con apoyo de militares locales fácilmente comprables se produjo un golpe castrense respaldado por la aviación y desembarco de marines de Estados Unidos y Arbenz fue derrocado. Castillo Armas, el militar que encabezó la rebelión se constituyó en presidente y estableció una dictadura que revirtió todas las medidas de Arbenz.

                              Ecuador
                         

                                 Jaime Roldós (1940-1981)

Ecuador fue regido durante muchos años por dictaduras locales afines a los intereses de los Estados Unidos. Totalmente desgastadas tuvieron que dar paso a elecciones democráticas y Jaime Roldós fue proclamado presidente. Una de sus principales metas fue que los recursos del país, como la rentabilidad del petróleo, debían volcarse para beneficio de la población. La medida no fue del agrado de las corporaciones petroleras que enviaron sus consultores privados para sobornar con una generosa suma de dinero a Roldós con el objeto de que diera marcha atrás con sus pretensiones nacionalistas. Roldós se mostró insobornable y poco tiempo después murió en un accidente aéreo en 1981. Se especula que fue una maniobra del Plan Cóndor orquestada por la CIA que coordinaba las dictaduras militares de Brasil, Chile y Argentina.

                                      Panamá


                           Omar Torrijos (1929-1981)

Omar Torrijos, el presidente de Panamá fue uno de los favoritos para ser eliminado por las grandes corporaciones. Cuando estas quisieron sobornarlo y corromperlo, se dieron cuenta que aquel hombre era incorruptible y tenía claro que Estados Unidos había explotado a Panamá y exigía el traspaso del canal a su país (hacerclick aquí para ver El Canal dePanamá) 

           Según Perkins, Torrijos había reunido a su familia para informarle que él creía que sería el siguiente Jaime Roldós, pero ya no le importaba su suerte porque había renegociado el canal con el presidente Jimmy Carter para que fuera devuelto a Panamá. Murió en un dudoso accidente aéreo el 31 de julio de 1981 durante la primera presidencia de Ronald Reagan quien junto con su vicepresidente George Bush se habían opuesto enérgicamente a la entrega del canal. Hay fuertes sospechas de que no fue un accidente sino que explotó una bomba camuflada como grabador que había sido introducida por la CIA en el avión.

                               Venezuela
                        Hugo Chávez (1954-2013)

En 1998 Hugo Chávez fue electo presidente de Venezuela y nuevamente el tema del petróleo volvió a surgir como causa de discordia y enfrentamiento con los Estados Unidos ya que Chávez sostenía que el petróleo debía ayudar a los venezolanos más que al país del norte. Hizo aprobar por el Congreso la Ley de Tierras, la de Hidrocarburos y la de Pesca que afectaba intereses de terratenientes y de los Estados Unidos.
En 2002 la CIA montó un golpe de Estado muy similar al que hizo Roosevelt en Irán. Pagó dinero para que grupos de personas hicieran levantamientos y piquetes callejeros que fueron agrandados hábilmente por los medios televisivos. Chávez fue derrocado durante un período de pocos días, durante los cuales algunos canales de televisión y varios medios informativos desarrollaron enormes esfuerzos para consolidar el golpe de Estado que finalmente fracasó. Desde entonces la CIA orquestó una campaña a nivel internacional para desacreditar a Hugo Chávez sin lograr sacarlo del poder. Fue el cáncer el que lo mató el 5 de marzo de 2013, dejando el gobierno a su sucesor Nicolás Maduro.

                                        Iraq


                                       Sadam Husein (1937-2006)

Iraq es el ejemplo perfecto de cómo funciona todo el sistema cuando los sobornos son inútiles. Sadam Husein era un dictador despiadado y psíquicamente inestable, pero eso no le importó a los Estados Unidos, cuando le dieron apoyo militar en forma de guerra estratégica satelital, helicópteros y armamento durante su guerra contra Irán en el período 1980-88.
En 1990 Husein invadió Kuwait y esto ya afectaba intereses petroleros de la empresas norteamericanas, obligándolo a retirarse de los territorios conquistados. La llamada Guerra del Golfo duró un año y fue encabezada por ese país junto con otras naciones, pero para acabar con la rabia era necesario matar al perro. La alternativa que se empleó para eliminar a Sadam Husein fue mediante la contratación de chacales para asesinarlo. No fue fácil, el dictador tenía una guardia permanente que lo protegía y métodos de seguridad que otrora había aprendido de la CIA. Como seguía siendo un elemento conflictivo lo acusaron de poseer armas letales, cuya existencia nunca se comprobó.
Entonces se produjo una intromisión directa de fuerzas de los Estados Unidos en Irak con destrucción de ciudades y muerte de un número considerable de habitantes. Fue una operación costosa, pero muy redituable, especialmente para la empresa Halliburton, una corporación que posee más de 300 firmas subsidiarias y está distribuida en 70 países. Dick Chenney, consejero de Halliburton y el vicepresidente de mayor poder en la historia de los Estados Unidos, se las arregló para que Halliburton consiguiera las licitaciones y reconstruir Irak. Terminada la gestión de Bush, Chenney se retiró de la empresa con una indemnización de 36 millones de dólares.
Irak es una muestra de las 3 etapas del procedimiento: los gamgsters económicos que inicialmente fallaron en sobornar a Hussein, los chacales que también fallaron en eliminarlo y finalmente los militares que invadieron Irak, capturaron a Hussein y lo ahorcaron.
Lo más trágico es que gracias a los medios, la mayoría de la población de los Estados Unidos y del mundo, ignora cómo se llevan a cabo estas operaciones. El país es un imperio, sin embargo el presidente no es el emperador, fue elegido democráticamente y gobierna durante un período limitado,  carece del poder de los emperadores romanos y debe justificarse ante el congreso. El verdadero emperador es la “corporatocracia”, un grupo de individuos que manejan las grandes corporaciones del país, controlan los medios y son los verdaderos emperadores. También controlan a los políticos porque financian sus campañas.
El objetivo principal de la corporatocracia es maximizar las ganancias, sin importar el costo social o ambiental que producen. Este proceso utiliza la deuda, el soborno y en última instancia el derrocamiento de un gobierno, siempre con el apoyo de militares cipayos vernáculos, o levantamientos populares, orquestados por una masiva campaña mediática. Una vez con el país bajo control, las medidas que se adoptan son:
·         Devaluación de la moneda, permitiendo la compra de empresas locales por las corporaciones depredadoras a una fracción del valor original.
·         Recortes de fondos a los programas sociales, normalmente, educación, salud e investigación.
·         Privatización de empresas del estado.
·         Liberación del comercio anulando toda restricción a las importaciones.
Para implementar estas medidas, las corporaciones se valen del Banco Mundial y del FMI, ambas manejadas por los Estados Unidos.
El caso de Argentina es singularmente trágico y patético. Los sicarios económicos que llevan adelante el plan son los propios titulares del gobierno, es decir la mafia de Macri y su gabinete. Pertenecen al privilegiado y pequeño sector social que se beneficia con las maniobras, lo que facilita enormemente la concreción del plan. Además, los gerentes de las corporaciones ingresaron al gobierno y defienden los intereses corporativos desde dentro del poder, lo cual a su vez asegura el éxito del plan, porque están en ambos lados del mostrador.
Para la corporatocracia imperial, este es el método ideal. No tuvo que hacer ningún esfuerzo, ya que el propio gobierno local, elegido democráticamente por los incautos que lo votaron, es quien entregó en bandeja la soberanía. 

John Perkins. Confessions of an economic hit man. Penguin USA.
Alberto Rozanski. Los sicarios del presidente. El País 29/06/2008.
M Martorell. Sadam, el hombre que se creyó Saladino. El Mundo.es
Juan Martínez Ahrens. El último secreto de la CIA en el golpe de estado en Irán. El País 23/06/2017.

domingo, 7 de abril de 2019

EL POLIFACÉTICO FÉLIX WEIL



El astuto y visionario Herman Weil
Herman Weil, el padre de Félix, era un judío alemán de humilde origen que hizo una buena carrera en una empresa agrícola de Mannheim, el centro del comercio cerealero de Alemania. En 1888, cuando Herman tenía 20 años, la empresa lo envió a la Argentina para evaluar un beneficio con la especulación financiera, pero la empresa se fundió, Herman logró comprar sus restos y en 1889, el año en que Félix nació, fundó Weil Hermanos & Cía. Fue un momento crucial, porque con la crisis quedó interrumpido el flujo de capitales desde Inglaterra hacia la Argentina. Si bien la situación era muy difícil, también era una gran oportunidad. 
        Hasta ese momento el país tenía un comercio deficitario y entonces se dejó de importar productos agrícolas, en particular trigo, y Argentina se fue transformando en un gran agro exportador. El comercio de granos quedó acaparado por Weil Hermanos & Cía junto con Bunge & Born, constituyéndose en las corporaciones más importantes del país. La especulación, el ingenio y la explotación a los arrendatarios permitieron que pudieran competir muy favorablemente en el mercado internacional.

Félix Weil y la escuela de Frankfurt
             En los comienzos de la década de 1920, Herman envió a su hijo Félix a Alemania para que terminara sus estudios secundarios y universitarios en escuelas alemanas y para que hiciera contacto con importadores locales de granos con el objeto de expandir el emporio de la familia.

                               Félix Weil (1898-1975)

              Lo que menos se imaginaron tanto su padre como el propio Félix fue que aquel joven de 22 años, que hasta entonces se codeaba con la oligarquía porteña, abrazaría la ideología comunista alejándose totalmente de la clase a la cual pertenecía en Argentina.
            Terminada la Primera Guerra Mundial y con el Kaiser fuera del poder, Alemania había ingresado con fuerza en la democracia y los distintos partidos estaban en plena efervescencia. Félix pronto simpatizó con las ideas de Marx y Lenin, hizo contactos con filósofos y pensadores especializados en marxismo como Friedrich Pollock, Max Horkheimer y poco después con el destacado filósofo y sociólogo Herbert Marcuse. 
                             Herbert Marcuse (1898-1979)

            Gracias a la iniciativa y el aporte económico que realizó Félix, el grupo fundó en 1923 la Escuela de Frankfurt, la principal institución de pensamiento e investigación social, económico y filosófico de carácter marxista internacional. Esta estructura ejerció enorme influencia en los movimiento estudiantiles de 1968 y constituyó objeto de numerosos estudios. Fue la escuela de Frankfurt la que en 1972, hizo todas las gestiones posible para que la emblemática activista Angela Davis, profesora de filosofía de la UCLA, no fuera condenada a la silla eléctrica durante la administración de Nixon. Hacer clik aquí para ver ANGELA LA INDOMABLE

                              Angela Davis (1944-)

           Se da aquí la singularidad que el gran impulso del comunismo a nivel global, lo dio un mecenas argentino cuyo padre integraba la elite agroganadera de los grandes terratenientes de la pampa húmeda, motivo por el cual recibió el mote de “bolchevique de salón”.
            En Alemania Félix no solo logró que su padre lo ayudara a financiar la Escuela de Frankfurt y su causa revolucionaria, también realizó otros emprendimientos, como participar económicamente en la difusión y distribución de El Acorazado Potemkin, la obra maestra de Eisenstein. Fue mecenas del pintor George Grosz, del cual se hizo amigo y de la escuela del teatro, llamado político, de Erwin Piscator, que junto con Bertold Brecht revolucionarían la dramaturgia alemana.
              En el aspecto literario, solventó el funcionamiento de una de las editoriales más notables del ambiente alemán: la Editorial Malik, pero nunca olvidó a la Argentina sobre la cual, años más tarde y viviendo en Estados Unidos, escribió un libro que puso al descubierto la explotación de los terratenientes y determinó que, a partir de entonces, la oligarquía vernácula se esforzara para mantenerlo en el anonimato.
             Junto con estos aspectos académicos, filosóficos y literarios, Félix era consciente de que era joven y adinerado y no perdía ocasión de organizar y participar en fiestas, donde abundaba el champan, mujeres jovencitas y placeres voluptuosos, a tono con los años locos de la entreguerra.
Todo marchaba sobre ruedas hasta que en 1931 la nube oscura del nazismo comenzó a cernirse amenazante sobre Alemania. Félix olfateó el peligro, portaba dos estigmas inaceptables para los nazis: era judío y comunista. Ese mismo año volvió a la Argentina.

Los años en Argentina
          De regreso en el país no percibió que estaba gobernado por un sistema corrupto que la historia bautizó como la década infame. Entabló relación con Federico Pinedo, el ministro de Hacienda del gobierno de Justo y pensando que lo máximo que se podía hacer en la Argentina para el desarrollo del socialismo, era difundir el impuesto a los réditos y las formas de intervención del Estado en la economía.
            Participó de muchas polémicas, incluyendo un fuerte entredicho con Lisandro de la Torre, quien decía que la Unión Soviética y la Alemania nazi eran lo mismo. Por entonces en Alemania el nazismo cerró la Escuela de Frankfurt y los integrantes que lograron escapar se dirigieron a Estados Unidos. Félix se reunió con ellos en 1935 y se radicó definitivamente en el país del norte.

El engima argentino
             Sin embargo, nunca se olvidó de su país de origen y fue entonces que escribió El enigma argentino. El libro fue reeditado en 2010 durante la gestión de Horacio González, ex Director de la Biblioteca Nacional y repasa gran parte de nuestra historia hasta 1940.


                 Portada de la edición El enigma argentino de Félix Weil

            Lo más destacado de esta obra es la descripción de la descarnada e infame desigualdad establecida por los patrones de estancia con sus obreros o arrendatarios. Describe las distintas maniobras especulativas que permiten explicar la renta agraria argentina en su relación con la europea. Las grandes corporaciones de granos unificaban criterios para explotar al máximo a los agricultores que se encontraban indefensos ya que aquellas poseían los elevadores de granos y la cadena de exportación. 
          Félix los señala como estafadores que fijan los precios de las cosechas entre ellos y juegan a la suba o a la baja para pagar menos o para vender la producción a mayor precio. También describe la oposición persistente que realizó este grupo de poder para impedir la industrialización del país y encasillarlo en la producción de materias primas.
          El libro menciona los levantamientos de los campesinos como el del Grito de Alcorta que ocurrió durante la abundante cosecha de 1912, al comprobar los chacareros que luego de pagar las deudas, nada quedaba para ellos.              Los agricultores que eran arrendatarios, no tenían acceso a los créditos, a diferencia de los agricultores canadienses que sí eran propietarios y se manejaban en cooperativas.
            Este libro desmitifica el halo de progreso y abundancia con que la historia clásica se ha referido a la generación del ochenta y las primeras décadas del siglo XX.
Realiza una fuerte crítica de la Sociedad Rural Argentina, cuyos objetivos precisos son: desarrollo y crecimiento de la ganadería y de la agricultura en manos de un reducido grupo de terratenientes, fomento de una economía basada esencialmente en la producción de materias primas y oposición a todo régimen de gobierno que afecte sus intereses.
            No debe sorprender que tanto su autor como la obra fueran prácticamente desconocidos. Ha sido un acierto que la Biblioteca Nacional lo haya reeditado y que Mario Rapaport, investigador del CONICET repase en su libro Bolchevique de salón, la vida y la obra de Félix Weil.
           En el momento actual en que Argentina se desintegra bajo el régimen ultraneoliberal de Mauricio Macri, el libro de Félix Weil tiene más vigencia que nunca. 

Félix Weil. El enigma argentino. Biblioteca Nacional. Colección Los Raros.
Bolchevique de salón. Vida de Félix J. Weil, el fundador argentino de la Escuela de Frankfurt, de Mario Rapaport.
El granero del mundo. RADAR Libros, 04/01/2015.

Javier Lewkowicz. La historia del bolchevique de salón. Página 12, 28/10/2014.

Mario Rapaport. De la Feria de Frankfurt al regreso de un olvidado: Félix Weil. Página 12, 21/12/2010.