sábado, 28 de febrero de 2015

SUICIDIOS POLÍTICOS EN LA ARGENTINA

Jorge Mariano Mitre (1852-1870)


Jorge Mariano Mitre fue el cuarto hijo de los seis que tuviera el matrimonio de Bartolomé Mitre con Delfina de Vedia. Desde la adolescencia mostró que tenía dotes para recorrer con éxito el campo de la literatura. Hijo del Presidente de la República, de muy buena posición económica, incipiente poeta y literato era reconocido por la crítica y por la sociedad. La vida le sonreía y le auguraba un futuro auspicioso.

Al llegar Sarmiento a la Presidencia en 1868, nombra al general Wenceslao Paunero, íntimo amigo de Mitre, como embajador plenipotenciario ante Brasil. Bartolomé Mitre le solicitó a Sarmiento que incorporara a su hijo en la comitiva, decisión que no fue para nada del agrado de Jorge Mariano. Ya antes de partir, dejó cartas a sendos amigos, despidiéndose con un terminante e inexplicable “Parto para siempre”.

En Brasil, el joven Mitre en una de las reuniones sociales entabló relación con una señorita brasileña. De común acuerdo quedaron en verse, pasando la noche en el dormitorio de la joven, cuya domicilio se hallaba a pocas cuadras de la delegación. El plan de los enamorados se vio frustrado por una criada que escuchó ruidos sospechosos en la alcoba. El padre de la dama denunció lo ocurrido ante el Ministerio de Negocios Extranjeros de Brasil y se generó un entredicho diplomático, quedando Mitre detenido.
A la mañana siguiente, Paunero logró ponerlo en libertad y con buen criterio, decidió alejarlo del lugar del conflicto mandándolo a Buenos Aires.

El hecho en poco tiempo estaba destinado a quedar en el olvido, sin embargo, el joven Mitre, adoptó la peor de las opciones. La noche anterior a su viaje de regreso se mató de un balazo en la sien, colocando a sus pies un retrato de su padre. El suicidio ocurrió a las tres de la tarde del 17 de octubre de 1870, en la habitación 12 del “Hotel Dos Estrangeiros”

Leandro Nicéforo Alem (1842-1896)


Hijo de un almacenero federal rosista, fusilado, colgado en una horca y exhibido al pueblo tras la derrota de Rosas, Leandro conoció la pobreza absoluta junto a su familia. Pero no impidió que, gracias al gran esfuerzo de su madre, pudiera realizar los estudios secundarios e ir a la Universidad.

A los 19 años se unió a las filas de Mitre, para luchar contra Urquiza, y poco después también participó en la Guerra del Paraguay, siendo herido en Curupaytí.

A los 27 años, finalmente recibido de abogado, logró ser incluido en las listas de diputados nacionales del autonomismo. Fracasó en dos oportunidades, pero alcanzó a ingresar a la legislatura provincial en 1872. En sus discursos no cejaba en llamar a la defensa del sufragio universal. Formó junto a Mitre y otros ilustres la Unión Cívica Radical que se convirtió en un partido de oposición al régimen.

Durante la década del 90 tuvo serias diferencias con su sobrino Hipólito Yrigoyen, que junto con derrotas electorales lo deprimieron profundamente y llevaron a un cansado, enfermo y deprimido Alem a tomar una trágica decisión. El 1º de julio de 1896, en una tarde lluviosa y desapacible, Alem citó a sus principales correligionarios a su casa. Alrededor de las nueve de la noche, les dijo a sus amigos que salía para hacer un trámite. Partió con su ropa oscura, la galera algo caída sobre los ojos, el poncho de vicuña y el bastón. En el saco, como siempre, el revólver. En la calle lo esperaba un coche. Al cochero le ordenó que lo llevara al Club del Progreso. Fueron sus últimas palabras. No se sabe si el cochero era sordo o estaba distraído, pero lo cierto es que no escuchó el disparo fatal. Para la historia quedaría su insigne “Qué se rompa, pero que no se doble”.

Leopoldo Lugones (1874-1938)


Lugones una de las plumas más brillantes de la literatura argentina, incurrió por varios géneros poéticos, influenciado por Ruben Darío y más tarde adquiriendo estilo propio y cultivando la poesía narrativa. En la prosa ensayó varios acercamientos fantásticos que pueden considerarse precursores de los mejores relatos de los que abordaron este complejo género, como Horacio Quiroga, Jorge Luis Borges, uno de sus grandes admiradores, y Julio Cortázar.
Así como realizó giros sustanciales en la literatura, también realizó cambios drásticos en sus ideas políticas. De firme partidario de la ideología socialista fue virando paulatinamente hacia la derecha hasta llegar al fascismo. 

Lejos quedaron los tiempos de su amistad con José Ingenieros y otros socialistas y sus columnas en el diario La Vanguardia. Su contacto con hombres del ejército donde compartía el deporte de la esgrima, lo llevaron a enunciar su famosa frase “ha llegado la hora de la espada”, tomada al pie de la letra por el general Félix Uriburu de neto corte fascista, que derrocó en forma violenta al gobierno de Hipólito Yrigoyen.

Las consecuencias fueron devastadoras para la Argentina en todos los órdenes, ya que inauguró la llamada Década Infame cargada de corrupción y fraude electoral y constituyó un pésimo antecedente de pérdida del respeto por las instituciones, para instaurar dictaduras militares que claudicaron sistemáticamente ante los intereses de Estados Unidos.

El 19 de febrero de 1938, Lugones apareció muerto en el recreo El Tropezón situado en una de las islas del Tigre después de haber ingerido cianuro mezclado con whisky. Como sucede con la mayoría de los suicidios fueron varias las especulaciones sobre la causa que lo llevó a esta decisión. Para Borges fue una muerte por amor, ya que Lugones se había enredado sentimentalmente con una adolescente llamada Emilia Cadelargo. Esta pasión otoñal fue duramente combatida por Polo Lugones su hijo, un psicópata sádico que introdujo la picana eléctrica en el país y se pasó años en los sótanos del edificio de la Policía Federal torturando a radicales y otros opositores a la dictadura.

El amor frustrado, el haber engendrado a un hijo asesino y la profunda decepción de haber apoyado a un golpe militar que resultó deletéreo para el país, son elementos lo suficientemente válidos para quitarse la vida.

La dinastía de los Lugones fue trágica, su hijo el psicópata terminó suicidándose, su nieta Pirí, mujer inteligente y respetada en los círculos literarios y que consideraba a su padre un asesino, fue muerta durante la última dictadura acusada de montonera, por la misma picana que introdujo su progenitor. Años antes, su hijo Alejandro se suicidó a los 21 años igual que su abuelo y su bisabuelo.

Lisandro de la Torre (1868-1939)

Lisandro de la Torre, fue el político que enfrentó en soledad la corrupción y los negociados de la década infame. En un principio de su vida política participó activamente en la formación de la Unión Cívica Radical, pero tuvo enfrentamientos con el personalismo de Hipólito Yrigoyen al que acusó de anteponer a los intereses del país y del partido, sentimientos pequeños e inconfesables.

Su indignación con este personaje fue tal que lo retó a duelo. De la Torre era experto en esgrima, mientras que Yrigoyen tuvo que contratar a un profesor para la ocasión. Sin embargo, el más afectado por la contienda fue de la Torre quien terminó con múltiples heridas, varias de ellas en la mejilla. A partir de entonces se lo conoció con la barba blanca que lo caracterizó en forma definitiva.

Se acercaban las elecciones nacionales de 1916 y todo parecía indicar que el triunfo sería para los radicales. De la Torre se propuso crear una alternativa política de centro derecha. Así nació el Partido Demócrata Progresista.

Cuando se le otorgó el monopolio de los transportes de la Capital a una corporación inglesa, De la Torre denunció el acuerdo en el Senado por escandaloso y promovió el debate.
"El gobierno inglés le dice al gobierno argentino ‘no le permito que fomente la organización de compañías que le hagan competencia a los frigoríficos extranjeros’. En esas condiciones Argentina ni siquiera es un dominio británico, ya que Inglaterra no le impone a sus colonias semejantes humillaciones, porque éstas administran sus propias cuotas. No sé si después de esto podremos seguir diciendo: "al gran pueblo argentino, salud"

Dos años más tarde, en mayo de 1935, acusó por fraude y evasión impositiva al frigorífico Anglo. Aportó pruebas que comprometían directamente a dos ministros de Justo: Duhau, ministro de Hacienda y Federico Pinedo, ministro de Economía cuyo bisnieto también llamado Federico es actual diputado del PRO.

Las denuncias hicieron evidentes las conexiones del gobierno con otros negociados. El nivel de las discusiones en el senado fue subiendo de tono hasta que se decidió hacer callar a De la Torre. Un matón del Partido Conservador, atentó contra la vida del senador y mató a su amigo y compañero de bancada Enzo Bordabehere quien se interpuso entre el sicario y De la Torre.

Todos estos episodios fueron demasiado para De la Torre quien muy apesadumbrado presentó su renuncia al Senado. Lentamente, comenzó a despedirse de sus allegados y de sus cosas más queridas hasta que, al mediodía del 5 de enero de 1939, puso fin a su vida disparándose un balazo al corazón.

Víctor Guillot

Durante el gobierno del presidente Ortiz, en plena Década Infame, el gobierno adquirió terrenos en El Palomar para la ampliación de instalaciones militares. El precio de la compra estaba sobrevaluado con la complicidad de los verdaderos propietarios. La partida respectiva había sido aprobada por el Congreso, en el presupuesto del Ministerio de Guerra, a cambio de sumas de dinero a diputados radicales y al presidente de la Cámara de Diputados y de la Comisión de Presupuesto. Uno de estos diputados era Víctor Guillot.
El senador conservador, Benjamín Villafañe, enemigo acérrimo del radicalismo ,hizo la denuncia que estalló en los periódicos el 16 de mayo de 1940.

Se constituyó una Comisión investigadora presidida por Alfredo Palacios, quien confirmó la participación de los diputados involucrados. Víctor Juan Guillot, que fue victimario y víctima de un proceso de descomposición política, tenía compromisos económicos generados por una relación amorosa. Abrumado por la vergüenza, se quitó la vida el 23 de agosto de 1940, cuando aún no había cumplido 41 años. Su muerte no fue honrosa pero sí honesta y según el historiador Osvaldo Bayer, Guillot había sido "uno de los más brillantes legisladores radicales".

Juan Duarte (1914-1953)


El 9 de abril de 1953, el mayordomo de Juan Duarte lo encontró muerto en su residencia de la calle Callao. Estaba arrodillado junto a su cama en camiseta y calzoncillos. A su izquierda en el suelo un revólver Smith & Wesson calibre 38. Sobre una mesita había una carta dirigida a Perón donde explicaba su decisión. El caso se rotuló como suicidio, pero las pericias no cerraban para esa hipótesis.

El hecho es que “Juancito” una vez designado secretario de Perón por la influencia de su hermana Eva, llevó una vida de vorágine descontrolada, propia de un inmaduro convencido de tener total impunidad. Había adquirido una inmensa fortuna y trasnochaba con conocidas actrices. Las críticas se multiplicaron tras la muerte de Evita y a la salida de un acto en el Teatro Colón, la actriz peronista Malisa Zini se acercó al presidente y, a los gritos, le recordó que lo rodeaban muchos corruptos. Perón la citó a la residencia de Austria y allí la Zini le dio un detallado informe. El 8 de abril, Perón habló por radio: "Irá a la cárcel hasta mi propio padre si es ladrón", clamó. Todo el mundo entendió que se refería a su cuñado. Duarte escuchó el discurso en su coche, mientras volvía a su departamento de Callao, y supo que todo había terminado.

Alberto Nisman (1963-2015)


El fiscal Nisman estaba a cargo de investigar el caso AMIA y para cumplir con ese propósito recibió amplia colaboración de tipo económico y de personal por parte del gobierno de la presidenta Cristina. Sin embargo, durante su gestión no hizo progreso alguno, circunstancia que fue denunciada en varias oportunidades por los familiares muertos durante el atentado. Se sabe que tenía estrecha relación con la CIA, con el Mossad y con la embajada de los Estados Unidos. 

También tenía un aceitado contacto con el mandamás de la SIDE, un oscuro sujeto llamado Stiuso, de muy bajo perfil, hasta que la presidenta Cristina lo defenestró junto con la cúpula de la ex SIDE y pasó a tener notoriedad. 

Seguidamente surgió de improviso Nisman interrumpiendo sus vacaciones en Europa para recorrer todos los medios del monopolio Clarín, diciendo que traía un dossier con elementos que probaban que la presidenta Cristina y el canciller Timerman habían interferido con la investigación del caso AMIA. El lunes 19 de enero tenía que presentarse en el Congreso para sostener su denuncia, pero en el transcurso de pocos días se comprobó que era un mamarracho sin sustento alguno.

El fallo del juez Daniel Rafecas, que desestimó esa denuncia por insolvencia jurídica total, ha sacado a la luz otro escrito de Nisman hallado en la caja fuerte de su oficina, en los que el fiscal elogiaba a la presidenta argentina en su estrategia sobre la causa del atentado a la mutual judía AMIA. Firmados entre diciembre y enero pasados, esos escritos son la contracara de la denuncia que Nisman presentó a mediados de enero, cuatro días antes de aparecer con un balazo en la cabeza en su piso de Buenos Aires.

Lamentablemente para el gobierno, Nisman no llegó a enfrentarse con los diputados ya que su cadáver fue encontrado en el baño de su domicilio el domingo18. Hasta ahora las pericias señalan muerte por suicidio, pero desde que Nisman hizo la denuncia se montó una campaña mediática para desestabilizar al gobierno de una ferocidad que no tiene antecedentes en la historia del periodismo argentino. Como se trata de un año electoral, la oposición, en una actitud suicida para la democracia, se plegó activamente.

A todas luces se trataba de un golpe blando para debilitar al gobierno de la presidenta Cristina y retrotraernos a la década ultraneoliberal del 90. El tema recién comienza y es de largo aliento.


Alejandro Jasinski. Leandro N. Alem. El Historiador. http://www.elhistoriador.com.ar/biografias/a/alem.php

Leopoldo Lugones. Biografías y vidas. http://www.biografiasyvidas.com/biografia/l/lugones.htm

Pistas para interpretar el suicido de Leopoldo Lugones. Clarín 18/02/1998.
Gabriela Cabezón Cámara. Leopoldo Lugones y los suyos: una tragedia argentina. Clarín 14/06/2014.

Felipe Pigna. Lisandro de la Torre. Biografías. El Historiador. http://www.elhistoriador.com.ar/biografias/d/de_la_torre.php


Juan Duarte: un antihéroe argentino. La Nación 30/11/1997.

Alicia Dujovne Ortiz. Eva Perón. Ediciones Aguilar 1995.


Raul Kollman, Irina Hauser. No hay un solo elemento de prueba. Página 12, 27,/02,2015.

domingo, 22 de febrero de 2015

LAS MIRABALES


Rafael Leónidas Trujillo forma parte de la triste y siniestra serie de gobernantes-dictadores, a quienes Washington y el Pentágono cuando se refieren a uno de ellos, lo hacen con la famosa frase: “es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”. Trujillo fue el producto de Estados Unidos, surgido de la Guardia Nacional, institución creada por el país del norte, cuando invadió con sus marines la República Dominicana en 1916. 

Dentro de la Guardia Nacional, Trujillo hizo una carrera meteórica en el escalafón militar, a tal punto que cuando las fuerzas norteamericanas se retiraron físicamente, aunque no económicamente, del país, lo dejaron a cargo del gobierno.

                              Rafael Leónidas Trujillo (1891-1961).

Mediante elecciones fraudulentas, se mantuvo en el poder durante 30 años y su régimen, uno de los más sangrientos de América se basó en tres pilares: el anticomunismo, la represión a toda oposición y el culto a la personalidad. 

Durante un par de décadas tuvo su apogeo, logrando incluso firmar un concordato con el ultraconservador Papa Pio XII. Fue una época de carta blanca por parte de Washington y con la iglesia de su lado en que aprovechó para amasar una de las mayores fortunas del mundo.

                       Pío XII y Trujillo cuando firmaron el Concordato en 1954

En este contexto histórico, tres mujeres enfrentaron el poder ilimitado de “Chapita”, así llamado por su afición a las condecoraciones y medallas. Su actuación las convirtió en heroínas y mártires. Me refiero a las hermanas Mirabal, conocidas como las Mirabales. La última de ellas Dedé, recientemente fallecida el 1 de febrero de 2014, no forma parte de esta historia porque no se involucró en política y no luchó contra el régimen de Trujillo, lo que le permitió sobrevivir. En rigor las Mirabales fueron tres: Patria Mercedes, Minerva y María Teresa, nacidas en 1924,1925 y 1926, respectivamente. Sus padres fueron Mercedes Camilo y Enrique Mirabal, hacendado y comerciante de buena posición económica.


                                               Patria Mercedes, Minerva y María Teresa

El calvario de las Mirabales tiene fecha de inicio precisa: el 12 de octubre de 1949, cuando toda la familia fue invitada a un baile organizado por Trujillo en el palacio de un hacendado adicto al régimen. Existían evidencias de que el dictador había puesto el ojo en la belleza de Minerva, pero rechazar la invitación podía traer serias implicancias y el grupo familiar no tuvo más remedio que asistir.

Parte de lo que trascendió en aquella fiesta es leyenda. La versión extrema se da en la película “En el tiempo de las mariposas”, una excelente biografía novelada que muestra que durante la escena del baile, Trujillo le acarició las nalgas a Minerva, interpretada en el film por Zalma Hayek, y ella reaccionó aplicándole una sonora bofetada frente a todos los invitados. La versión moderada relata que Minerva fue descortés con el dictador y le solicitó que “dejara tranquilo a ese joven inteligente y preparado que era Pericles Franco”, por entonces su novio y militante contra el régimen, solicitud que molestó profundamente a Trujillo.

Al día siguiente de la fiesta, un senador del régimen se presentó a casa de Enrique a indicarle la necesidad imperiosa de que enviara un telegrama a Trujillo disculpándose por haber abandonado la fiesta con su familia por "motivos de salud". Aun así, Enrique fue detenido ese mismo día y trasladado a la Fortaleza Ozama en Santo Domingo.

Seguidamente, Minerva, varias de sus amigas y su madre fueron también detenidas y trasladadas al Hotel República, en la misma ciudad, donde permanecieron bajo arresto domiciliario. Las prisioneras fueron investigadas sobre las posibles relaciones de Minerva con miembros del Partido Socialista Popular y, particularmente, con el dirigente comunista Pericles Franco. Minerva y sus dos hermanas tenían contacto con esta agrupación que actuaba en la clandestinidad. A ellas se las conocía con el seudónimo de “Las Mariposas”.

Un riguroso espionaje se ejerció sobre la familia y dos años más tarde fueron nuevamente encarceladas y esta vez el encierro duró tres semanas. Enrique Mirabal fue sometido a numerosas humillaciones y presiones económicas que lo demolieron física y psíquicamente, causándole la muerte a sólo 4 años de aquella fatídica fiesta.

A pesar del espionaje y de la inestabilidad en que vivían, dos de las Mirabales Minerva y María Teresa, desarrollaron carreras universitarias en Derecho y Arquitectura, respectivamente. Minerva se recibió con honores, pero Trujillo no le otorgó el diploma, impidiéndole ejercer la profesión. Durante ese período, Minerva contrajo matrimonio con Manuel Aurelio Tavares y María Teresa, lo hizo con Leandro Guzmán, ambos militantes izquierdistas. Por entonces, las Mirabales estaban fuertemente involucradas en el movimiento 14 de junio que se había organizado para derrocar a la dictadura.

Los últimos años de la década de los cincuenta fueron de inquietud social en toda América Latina. La caída de varios dictadores y el triunfo de Fidel Castro en Cuba levantaron la esperanza de cambios profundos en el continente. En 1960, el régimen hacía agua por los cuatro costados y en su desesperación el dictador aumentó los arrestos y las torturas a las cuales no escaparon las Mirabales y sus esposos.

Posteriormente, por presiones internacionales de la OEA y de la Iglesia local, que ahora se oponía al régimen, las Mirabales y otros militantes fueron liberadas, pero sus sentencias de muerte estaban selladas. El 25 de noviembre de 1960, Minerva, María Teresa y Patria Mercedes, partieron de nuevo hacia Puerto Plata a visitar a sus maridos presos. Para tal ocasión contrataron un jeep, pues la carretera elegida era difícil y se encontraba en mal estado.

En el camino de regreso fueron interceptadas e introducidas violentamente en una camioneta. Las llevaron a un descampado donde fueron asesinadas a garrotazos y sus cadáveres fueron introducidos en el jeep que fue despeñado en un barranco para simular un accidente. El asesinato de las Mirabales tuvo enorme repercusión en la sociedad dominicana y precipitó la caída del régimen.

A partir de 1960, el gobierno de los Estados Unidos consideró que Trujillo no solo había dejado de ser beneficioso, sino que ya era contraproducente, y le soltó la mano.

                     El abrazo de dos sabandijas: Richard Nixon y Trujillo

El martes 30 de mayo de 1961, a las 9:45 de la noche, en el km 9 en la carretera de Santo Domingo a San Cristóbal, el auto en el que viajaba, fue ametrallado en una emboscada por un operativo organizado y armado por la CIA. El imperio había cambiado de táctica, los desembarcos de marines se habían convertido en procedimientos demasiado burdos.

El 25 de noviembre fue proclamado Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1999, a propuesta de la República Dominicana con el apoyo de 60 países.

Mi País. Biografía. Las hermanas Mirabales. http://www.jmarcano.com/mipais/biografia/mirabal3.html

Herberth Perez. Historia de las hermanas Mirabal. http://www.heberth25.tripod.com/id16.html

German Marte. Las Hermanas Mirabal: tres mariposas que desafiaron a Trujillo y dieron sus vidas por la libertad. El Día, 25/02/2014.



domingo, 15 de febrero de 2015

LA ABUELA DE GAUGUIN


Aún aquellos que no muestran interés por la pintura y rara vez o ninguna, incursionaron por alguna galería de arte, saben que existe un pintor llamado Paul Gauguin, el artista del postimpresionismo que ingresó en la historia pintando, descaradamente para su época, los esbeltos cuerpos desnudos de piel morena de las mujeres de la Polinesia.


                      Paul Gauguin. Autorretrato

Gauguin era un exitoso agente de cambio para la empresa Bertin de la Bolsa de París, y llevaba una vida burguesa y acomodada junto a su esposa dinamarquesa y sus cinco hijos. De pronto quedó impactado por la escuela de los impresionistas, se dio cuenta que su verdadera vocación era la pintura y abandonó, hogar, familia y un futuro próspero y holgado, para perderse en la Polinesia Francesa, fascinado por la cultura simple y sabia de los naturales de aquellas islas del Pacífico.

Me atrevo a sugerir, que el impulso vital que se generó en Gauguin y lo proyectó a una vida miserable, pero también a la posteridad, se lo transmitieron los genes combativos de su abuela, Flora Tristán, a quién rara vez se la nombra en las biografías del pintor. Flora perteneció a esa dinastía de obstinados inconformes, fanáticamente persuadidos de que la aberrante y equivocada sociedad en que vivían podía ser mejorada. Fue una rebelde que se opuso tenazmente a la injusticia social, a la situación totalmente relegada de la mujer y a la explotación laboral.

Flora nace en París en 1803 de la unión matrimonial entre el próspero hacendado peruano Mariano Tristán y la francesa Anne-Pierre Laisnay. Este casamiento se realiza en el exilio y por razones políticas absurdas, no fue considerado legal y por lo tanto, Flora es hija bastarda, estigma que la perjudicará en el futuro. Esta credencial de hija ilegítima, ella la reivindica con insolencia, años más tarde en su libro: Peregrinaciones de una paria.

Durante su infancia fallece don Mariano, y Anne-Pierre y su hija, son despojados de sus bienes que pasan a la familia Tristán en Perú. Flora se ve obligada a trabajar para mantener a su madre y se desempeña como colorista en el taller del pintor y litógrafo André Chazal. Ella tiene 17 años y es atractiva, vivaz e inteligente y Chazal enamorado le propone ser su esposa.

Para la joven, el matrimonio resulta una catástrofe que la perseguirá durante años, ignora que será relegada a ser una simple productora de hijos sin voz ni poder de decisión en el hogar. Su esposo se aparece por las noches apestando a vino para copular con Flora, sin prolegómeno alguno. Por su parte, Chazal desconoce la fuerte personalidad de la muchacha, quién después de 4 años de vida asqueante y monótona, rompiendo todos los códigos de la época, tiene el coraje de escapar de la casa con sus dos hijos Ernest y Aline, la futura madre de Gauguin.

               Flora Tristán (1803-1844)

Durante un lustro, las crónicas pierden el rastro de Flora, sólo se sabe que vive miserablemente escapando de su esposo y de la justicia y que Chazal logra quedarse con el hijo varón. Finalmente, consigue contactarse en forma epistolar con un hermano de su padre en Lima, quién periódicamente le envía dinero, hasta que en 1833 se embarca desde Burdeos hacia el Perú. En la travesía, que dura seis meses fue naciendo uno de sus obras principales: Peregrinaciones de una paria, un texto pionero en la defensa de los derechos de la mujer y una crítica despiadada a quienes vivían de la esclavitud. Prácticamente es un diario de su viaje y estadía en Perú, país que recién comienza su historia de república independiente, aunque las instituciones, los prejuicios y formalismos de la Colonia se conservan casi intactos. El diario es un despiadado retrato de aquella sociedad feudal y violenta, de fuertes contrastes sociales y raciales y donde la religión, sus obispos y conventos son un verdadero cepo para todo tipo de progreso.

Paradójicamente, observa que las limeñas gozan de una libertad superior a las mujeres de París, pero lo que más le impacta a Flora es doña Pancha, la esposa del presidente Gamarra, apodada La Mariscala, porque es el poder detrás del trono. Vestida de soldado y a caballo, había participado en todas las guerras civiles, luchando hombro a hombro con Gamarra y cuando éste se ausenta, lo reemplaza con una eficacia que empalidece la figura de su esposo.

Francisca Zubiaga y Bernales, más conocida como "Doña Pancha"

Flora vive muy bien durante ocho meses con su familia paterna, aunque no consigue herencia alguna, pero en compensación, regresa con un bagaje de ideas para luchar por la emancipación de la mujer.

En París, adquiere gran popularidad por el éxito de su libro Peregrinaciones de una paria, que le permite introducirse en los círculos sociales, literarios e intelectuales. El diario que también relata intimidades de su matrimonio, contribuye a ponerle fin al calvario que Flora arrastra con Chazal, quién cegado de celos y de envidia por la posición adquirida de su ex mujer, intenta matarla en plena calle hiriéndola con un arma de fuego. El caso se hace público y es condenado a veinte años de trabajos forzados.

Flora está en condiciones de ser una destacada socialista de salón, como George Sand, que siempre miró a esta advenediza por encima del hombro, pero ella percibe que los cambios sociales que anhela, no se conseguirán frecuentando los salones parisinos. Esto la impulsa a colaborar en publicaciones importantes, como la Revue de Paris, L'Artiste y Le Voleur. Promueve una sociedad para prestar ayuda a las mujeres forasteras que llegan a París, firma consignas pidiendo la supresión de la pena de muerte y envía a los parlamentarios una petición en favor del restablecimiento del divorcio.
Visita Londres y en 1840 publica Promenades dans Londres, una feroz diatriba sobre el lado oscuro de la Revolución Industrial y su burguesía capitalista, con todas sus miserias, especialmente los niños que trabajan 14 horas diarias por una paga miserable. Pero también se nutre de las luchas obreras y los movimientos de reivindicación con sus marchas y reuniones clandestinas. Las impresiones que trae de Inglaterra, la impulsan a escribir un coherente programa socialista bajo el título La Unión Obrera. El tratado, formó años más tarde, parte de la biblioteca personal de Karl Marx. Varios académicos sostienen que la frase “proletarios del mundo uníos”, del Manifiesto comunista, Marx la tomó de Flora Tristán.

Trabajadores infantiles semi esclavos en minas de carbón

Su casa en París es frecuentada diariamente por obreros y dirigentes gremiales, y sus salidas son a fábricas, a imprentas para publicaciones proletarias y a celebrar reuniones, muchas veces de encrespadas discusiones, enfrentando a quienes objetan sus convicciones. La muerte la sorprende el 14 de noviembre de 1844, cuando sólo tenía 41 años mientras estaba formando organizaciones obreras.

Flora fue quizás la primera feminista y una luchadora por una sociedad más justa. Para el establishment de la época era una subversiva y si hubiera aplicado sus actividades en la Argentina de los años de plomo, habría sido la primera en desaparecer. Lo que engrandece aún más su figura, es que incursionó decididamente en territorios que hasta entonces eran dirigidos y organizados por hombres.-

Mario Vargas Llosa. La odisea de Flora Tristán.

Marisa Avigilano. La paria. Página 12, Suplemento Las 12, 07/02/2104.

Dominique Desanti. A woman in revolt. The New York Times 28/11/1976.


Mario Vargas Llosa. El paraíso en la otra esquina. Alfaguara, Buenos Aires 2003.

domingo, 8 de febrero de 2015

LA DIGNIDAD DE JORGE CÉPERNIC

En su viaje a China, la presidenta Cristina firmó una serie de convenios, que en su conjunto, constituyen el intercambio comercial más importante en la historia de la Argentina. Esta gestión ha sido bastardeada y minimizada por la prensa hegemónica y la sumisa oposición, fieles a los designios de Washington que observa preocupado como la mayor potencia del mundo se mete en su patio trasero. Entre los numerosos proyectos figura la presa hidroeléctrica “Jorge Cépernic”, personaje bastante olvidado, razón por la cual aprovecho esta circunstancia para reivindicar su memoria.

                        La presidenta Cristina durante su gestión en China

La Patagonia rebelde
El niño tiene 6 años, edad en que ya los recuerdos más fuertes quedan grabados en la memoria en forma indeleble. Ante sus ojos pasan los ataúdes de obreros fusilados y también ve el desfile de los vencedores, marchando orgullosos por Río Gallegos. Corría el año 1921 y se acababa el episodio de la matanza de peones en la Provincia de Santa Cruz. Después de semanas de huelga, los estancieros lograron convencer a Hipólito Yrigoyen de que había que terminar con los revoltosos. El presidente le dio órdenes ambiguas al Teniente Coronel Benigno Varela, dejando a su libre albedrío la forma de terminar con el conflicto. Varela optó por la forma más violenta y a los prisioneros, que fueron más de cuatrocientos, los hizo fusilar.
Décadas más tarde Jorge Cépernic la prestaría a Osvaldo Bayer una información invaluable para escribir la historia de estos episodios.

                             Teniente Coronel Benigno Varela

De chacarero a militante político
Cépernic hijo de padres croatas nació en 1915 en Río Gallegos y más tarde su familia se trasladó a una pequeña estancia, llamada La Rosita, en el sur del río Santa Cruz. Ya adulto se enroló en las filas del peronismo atraído por la devoción que los obreros y peones del campo tenían por Juan Domingo Perón, a quién veían, y no se equivocaron, como el líder que les devolvería la dignidad que nunca tuvieron.

Cuando vino la autotitulada "Revolución Libertadora", designó como gobernador del territorio de Santa Cruz al Capitán de Fragata Alejandro Galarce, quien cumplió a rajatabla la política represiva de los militares golpistas, es decir una feroz desperonización que incluyó la expulsión laboral de cientos de empleados y obreros, muchos de los cuales fueron al presidio de Magdalena. Como suele suceder cuando se pretende borrar por decreto y sanciones a un líder popular, lo único que se consigue es el fenómeno opuesto. En el caso de Cépernic, el bombardeo a Plaza de Mayo y la sangrienta represión de la Liberadora lo transformaron en un activo militante peronista.

En el verano de 1966 el periodista y escritor Osvaldo Bayer, se presentó ante Cépernic en su pequeña estancia de Santa Cruz. Bayer se había propuesto escribir la historia de los trágicos episodios de 1921 y le habían recomendado que se contactara con Cépernic quien conocía en profundidad la historia de la provincia. Se entabló una estrecha amistad y Cépernic le dio toda su colaboración trasladándolo en su Fiat 600 a lo largo de varias estancias donde aún vivían testigos de aquellos acontecimientos, peones que en las huelgas de entonces eran niños lo que los salvó de los fusilamientos a manos de Varela. Toda la información obtenida, Bayer la plasmó en su libro La Patagonia Rebelde.


                          Jorge Cépernic (1915-2010) a la edad de 90 años

Gobernador de la provincia de Santa Cruz
Cépernic inició su militancia en la resistencia peronista y el general, desde su exilio lo propuso como candidato a Gobernador de la provincia y cómo único jefe del partido en Santa Cruz. El 11 de marzo de 1973, Cepernic aplastó en las urnas encabezando el FREJULI. Él era un hombre de izquierda y gobernaba una provincia con una enorme desigualdad en la distribución de las tierras. Los tres más grandes latifundios eran propiedad de empresas británicas y una de sus primeras medidas como gobernante fue subdividirlos. Fue una lucha contra los molinos de viento, donde ni siquiera Perón lo ayudó, alegando que el gobierno no disponía de fondos para pagar la expropiación. El proyecto de Cépernic fracasó y además quedó definitivamente rotulado como izquierdista y procomunista. 

Incluso el propio Perón le llamó la atención explicándole que el peronismo era una tercera fuerza. La derecha peronista rechazó a Cépernic quien perdió poder político, Perón que ya era un anciano decadente falleció delegando el poder a Isabel, una mujer de pocas luces, que ejerció una presidencia virtual dominada por el siniestro Lopez Rega quien fue la antesala de la peor época de la historia argentina.

Filmación de la película “La Patagonia rebelde”
En los 16 meses que duró su gobierno, Cépernic tuvo la oportunidad de brindarle amplia colaboración a la filmación de La Patagonia Rebelde. Cuando el director del film, Héctor Olivera, decidió llevar a la pantalla los sucesos patagónicos basados sobre el libre de Osvaldo Bayer, Cépernic obtuvo un préstamo del Banco de Santa Cruz para cubrir parte de los gastos de la producción. Permitió filmar en las estancias que habían pasado al Estado y facilitó que los cadetes de la policía santacruceña actuaran haciendo de soldados del ejército represor. También consiguió que la Juventud Peronista de Santa Cruz aportara los extras necesarios.

Durante la producción de la película, Cépernic recibió una nota del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas pidiéndole que frene de inmediato la filmación. El gobernador se trasladó inmediatamente en el avión provincial al Calafate donde estaban reproduciendo la matanza de obreros en la estancia “La Anita”. Habló con los productores, con Bayer y con el director Héctor Olivera, estimulándolos a que siguieran adelante porque él no pensaba interrumpir el trabajo. Les sugirió que terminaran rápido con los exteriores y continuaran el resto en Buenos Aires, donde ya nadie los podría parar. También lo llamaron desde el Ministerio del Interior para preguntarle: “¿Quién había dado el permiso para filmar allí las huelgas patagónicas de 1921?”

                               Afiche de la película La Patagonia rebelde

Cada vez más el peronismo se iba dividiendo en dos tendencias. Una de derecha, con López Rega como conductor, y la otra de izquierda, con los gobernadores de Mendoza y Santa Cruz. La división se profundizó hasta que el 8 de octubre de 1974, la presidenta María Estela Martínez de Perón intervino la provincia de Santa Cruz, desalojando al gobernador Cépernic.

Tras su derrocamiento permaneció detenido junto con su familia en su propia estancia cercana a El Calafate, donde fueron custodiados por tres policías. Una madrugada Cépernic escapó por la ventana y a caballo se dirigió hasta la comisaría, en donde esperó por el comisario y le exigió ser trasladado allí para que su familia no siguiera siendo víctima de la continua vigilancia de quienes lo custodiaban.

Finalmente, Cépernic, ya sin cargo, pasaría a fundar el Partido Auténtico y el 29 de agosto de 1976, la dictadura militar de Videla lo pondría preso. Mejor suerte tuvo el brillante elenco formado por Héctor Alterio, Federico Luppi, Luis Brandoni y Pepe Soriano que lograron escapar y marcharon al exilio.

Cépernic pasó seis años de cárcel en el penal de Magdalena, en condiciones inhumanas. Cuando fue liberado de la prisión, le preguntó al jefe de la cárcel: “¿Por qué me han tenido tantos años preso?”. Y el militar le contestó: “Porque usted, siendo gobernador, permitió la filmación de La Patagonia Rebelde en territorio de Santa Cruz”. Seis años de cárcel por permitir que el pueblo argentino tuviera la oportunidad de ver la que está considerada como una de las mejores películas producidas por el cine nacional.

Alberto Amato. Falleció Jorge Cepernic, un viejo símbolo de Santa Cruz. Clarín, 20/07/10

OPI Santa Cruz. Organización Periodística Independiente. Murió el ex gobernador Jorge Cépernic. 19/07/2010.

Miguel Ángel Azuberría. Una historia del peronismo en Santa Cruz.


Osvaldo Bayer. Un hombre de mano abierta. Página 12, 25/10/2014.