sábado, 31 de marzo de 2012

SUTER, MILLONARIO Y PORDIOSERO

Sacramento, es la capital del estado de California, el más pujante y poderoso de los Estados Unidos. Su población apenas supera el medio millón de habitantes y es la séptima ciudad de ese estado. Sin embargo, todas crecieron gracias a Sacramento, o mejor dicho a un solo individuo, el aventurero John Suter, el hombre más rico del mundo y también uno de los más miserables.
Suter desembarca en el puerto de Nueva York en 1834, fugado de Europa donde se lo busca por negocios fraudulentos, falsificación y robo. Su prisa es tal por escapar de la justicia que en cuanto juntó un poco de dinero se embarcó en el Havre abandonando a su esposa y sus 3 hijos.


                                         John Suter

En Nueva York realiza toda clase de trabajos, legales e ilegales, incluso se desempeña como dentista y tabernero. De Nueva York se traslada a Missouri donde finalmente se establece y gracias a su versatilidad para afrontar cualquier actividad se transforma en agricultor llegando a ser dueño de una pequeña granja. Pero el temperamento inquieto de Suter no está hecho para permanecer indefinidamente en un lugar. Delante de su hacienda pasa un desfile continuo de traficantes de pieles, cazadores y aventureros que relatan historias fascinantes del lejano oeste.
Suter vende todo, compra carros, caballos y unos cuantos búfalos y se dirige al oeste. En el camino pierde hombres que lo abandonan, mujeres que sucumben y búfalos que escapan o son comidos por la hambrienta caravana.
Después de mil peripecias y ya en California recorre a caballo el valle de Sacramento y lo ve tan fértil que decide asentarse allí. Se presenta ante el gobernador de Monterrey y consigue que le otorguen por 10 años, una vasta concesión de tierras. Fue un trámite rápido, en aquellos tiempos había que poblar esas zonas tan ricas y las transacciones se llevaban a cabo sin dilaciones ni formulismos.


Suter recordando su origen suizo, llama al lugar Nueva Helvecia. Orillando el río Sacramento se dirige a la tierra prometida a caballo con un rifle en bandolera y seguido por una enorme caravana de peones, decenas de carros con provisiones, enseres y armas, ganado lanar y búfalos.
La tierra es fértil y pronto rinde sus frutos y muchos labradores, abandonan las misiones vecinas y engrosan Nueva Helvecia. El éxito es gigantesco, los sembrados rinden el 500% de su beneficio y Suter se convierte en el proveedor de todos los veleros que hacen escala en California.
                        La ciudad de San Francisco en el siglo XIX

Planta también árboles frutales que son los hoy famosos frutales del estado. Suter es inmensamente rico, posee cuentas en bancos de Estados Unidos, Inglaterra y Francia. Ahora tiene 45 años y se acuerda que hace 14 dejó una familia en Europa y la hace traer.
Todo marcha sobre ruedas, se lo considera el poseedor de una de las mayores fortunas del planeta, hasta que un aciago día de enero de 1848 se presenta ante Suter su carpintero. El hombre está excitadísimo, las palabras le salen a borbotones, Suter manda cerrar la puerta de la oficina a su secretario y queda solo con el carpintero. Éste extrae de una pequeña bolsa un puñado de arena del canal que se estaba construyendo y entre la arena, la tierra y los guijarros, brillan unas piedritas de áureo metal.
Al día siguiente Suter hace secar el canal e investiga la arena del fondo. Basta coger un cedazo, sacudirlo y las pepitas de oro surgen ante los ojos asombrados de los presentes. Suter, aventurero nato, se da cuenta inmediatamente que aquél no es un filón aurífero cualquiera, el oro está al alcance de la mano como nunca. Les hace jurar guardar el secreto a los presentes y regresa a la estancia. Mientras cabalga, los pensamientos desbordan su cabeza, sabe que su riqueza puede aumentar en forma fabulosa, pero no está tranquilo. Su olfato de buen conocedor de los seres humanos le anticipa un futuro trágico.
Efectivamente, ese día marca un punto de inflexión irreversible en la vida del magnate. El dato se filtra, dicen que fue una mujer y la noticia estalla en la colonia, en el país y en el mundo. De la misma forma que los conquistadores españoles trescientos años atrás enajenados por el oro diezmaron civilizaciones y arrasaron ciudades, hordas de individuos de toda calaña invaden las tierras de Suter. Son los buscadores de oro, que sólo conocen la ley del revólver, alud salvaje que destroza sus campos, su ganado y su vivienda. No hay fuerza del orden que los pueda contener y en pocos días el hombre más rico del mundo se transforma en mísero mendigo.

                                                                Buscadores de oro

Estamos en el año 1850, California fue sustraída a México y ahora es parte de los Estados Unidos. Sutter se presenta a los tribunales con sus títulos de propiedad reclamando la devolución de sus tierras, la expulsión de miles de colones que usurparon sus propiedades y cifras millonarias en concepto de indemnización. En un proceso que es histórico en los anales de la justicia del país, Suter gana el litigio y por fin después de semanas, desciende triunfante la escalinata de los tribunales.
Su alegría le dura pocas horas, se produce un motín en San Francisco, los miles de usurpadores buscan al juez para lincharlo, queman el palacio de justicia y destruyen totalmente la nueva granja que Suter había reconstruido en una zona aledaña. Uno de sus hijos muere asesinado, otro se pega un tiro para evadir la horda que venía a matar a toda su familia. Suter logra escapar milagrosamente.
                
Por las calles de San Francisco deambula un pordiosero con el cerebro desquiciado, de los bolsillos sobresalen los títulos de sus propiedades y camina penosamente, rondando siempre el palacio de justicia. Finalmente, en 1880, un ataque cardíaco pone fin a todas sus miserias. Hoy en día, una calle de la ciudad de San Francisco y un condado de California llevan el nombre de quién fuera el fundador de Sacramento y el hombre más rico de su tiempo.

miércoles, 28 de marzo de 2012

24 DE MARZO


Quienes suponen que la dictadura iniciada el fatídico 24 de marzo de 1976, fue sólo un golpe de criminales lunáticos uniformados para eliminar la guerrilla y los llamados elementos subversivos, tienen una información simplista e incompleta.
En primer lugar, el sector de fuerzas armadas que participó en el movimiento designado bajo el ambiguo rótulo de “proceso de reorganización nacional”, no se limitó a los militares. Éstos, sólo fueron el instrumento de un proyecto bien programado por un amplio grupo de civiles con el tácito apoyo de la jerarquía eclesiástica, el silencio y la aprobación de los dos principales diarios del país y la permisividad de los Estados Unidos.
La formación rudimentaria y distorsionada con la que egresan de las escuelas militares los hombres de armas de la Argentina, los hizo presa fácil de ideólogos perversos que los utilizaron como herramienta para sus siniestros propósitos. Estos señores, no tuvieron participación activa en la carnicería desatada por las fuerzas armadas y hábilmente supieron quedar al margen del peso de la justicia.
Aquí se pone en evidencia por lo tanto el falso concepto que tienen muchos argentinos de que el objetivo de la dictadura fue eliminar a la guerrilla. Cuando la dictadura se apoderó del gobierno, los distintos movimientos armados que ocasionaron los numerosos atentados que padeció la sociedad, estaban prácticamente aniquilados. La sanguinaria Triple A de López Rega, los combates en Tucumán y otras acciones de las fuerzas armadas, los habían diezmado.
Terminar con la guerrilla fue la excusa que se le vendió a la ciudadanía, que dicho sea de paso, en su mayoría suspiró aliviada al ver terminado el desgobierno de Isabel de Perón. La verdadera razón del golpe cívico militar fue implantar un esquema de economía neoliberal a ultranza con fuerte repercusión negativa en todos los estratos de la sociedad.
Para lograr eso había que generar miedo, más que miedo terror, había que silenciar todos los medios de información independientes y poner en marcha una gigantesca maquinaria propagandística sobre las virtudes y bondades del nuevo régimen.
Es por eso que el mayor número de desaparecidos se produjo entre los obreros, los dirigentes sindicales, los delegados de las fábrica y los intelectuales. Con la política económica de Martínez de Hoz de abrir las importaciones sin restricción y combatiendo la industria nacional, se logró que en un año se cerraran 20.000 fábricas y casi medio millón de obreros quedaron fuera del circuito laboral.


                      Sin pan y sin trabajo. Ernesto de la Cárcova

Y no fue sólo eso, hubo 604 liquidaciones de compañías –siderúrgicas, textiles, bancos, entre otras–, donde se aplicó la metodología de obligar a sus dueños a vender o transferir acciones, e incluso llevar sus empresas a la quiebra por presión, bajo tortura. Eduardo Saiegh, dueño del Banco Latinoamericano (BLA), fue secuestrado el 31 de octubre de 1981 y durante la semana que duró su cautiverio fue obligado a liquidar su banco. Otro tanto le pasó a la viuda de Graiver con Papel Prensa.
Los salarios de los que aún conservaron sus puestos de trabajo se redujeron el 30%. En 1974 los trabajadores tenían una participación en las ganancias del 44%. Cuando se derrumbó la dictadura en 1983, dicha participación se hallaba en el 22%.
Con el beneplácito de los empresarios, se establecieron centros de detención de obreros y dirigentes gremiales en fábricas como Ford, Techint y Loma Negra. En Ford, el primer día del golpe desaparecieron 25 obreros y cuando más tarde se intentó una huelga fue reprimida ferozmente. De Techint, donde Martínez de Hoz fue su presidente, desaparecieron 400 trabajadores.
Las fábricas bajaron las cortinas porque para sus dueños era mucho más redituable poner el capital en la bicicleta financiera que en ampliar y mantener la planta enfrentando la avalancha de los productos importados.
Ni siquiera el campo, sector tan caro a la Sociedad Rural Argentina que recibió a Videla con entusiastas ovaciones, se salvó de la plaga bíblica desatada por la dictadura. Argentina venía fabricando 20.000 tractores por año para el agro y cuando terminó el proceso la cifra se había reducido a 3000.
Cuando asumió la democracia en 1983, los argentinos fueron despertándose del letargo en que habían sido sumergidos. Las atrocidades de los años de plomo, una letrina de inmundicia atroz quedó al descubierto. Nos enteramos de 30.000 desaparecidos, 364 campos de concentración, cientos de bebés robados a sus madres después de ser torturadas y asesinadas y prisioneros arrojados con vida al mar: Como dijo Sábato que formó parte de la CONADEP, investigar los delitos de la dictadura “fue un descenso a los infiernos”.


Este 24 de marzo hubo más participación que nunca, la mayoría ciudadanos que cuando terminó el proceso aún no habían nacido o eran niños. Nuevas agrupaciones y partidos se incorporaron a los actos y Plaza de Mayo explotó de gente, lo que me hace creer que nuestra sociedad goza de buena salud.

domingo, 25 de marzo de 2012

MARCÓ DEL PONT Y EL BANCO CENTRAL



“¡No sabés con quién te metés, tendrías que haber hablado primero conmigo!”, fueron las palabras intimidatorias de Martín Redrado (el Golden Boy como solía llamarlo Neustadt), a Mercedes Marcó del Pont cuando en 2007, siendo entonces diputada nacional, pretendió modificar la carta orgánica del Banco Central (BC).

El proyecto era ampliar los objetivos de la institución que hasta entonces se limitaban a uno solo: el control de la moneda. Según ese esquema, el presidente del BC se sentaba sobre las reservas y determinaba que eran intocables, si el Estado necesitaba dinero debía solicitarlo afuera a tasas altísimas, mientras tanto, las reservas sin cumplir utilidad alguna permanecían inamovibles. La reforma del BC hecha por Cavallo había transformado a la institución en un Estado dentro del Estado.

                       Mercedes Marcó del Pont, presidenta del BC

El proyecto de Marcó del Pont pretendía sacar al BC de su función ortodoxa monetarista y transformarlo en una entidad con utilidad para la sociedad. Es decir que podrá dictar políticas para mantener la estabilidad financiera, el desarrollo económico con equidad social y el empleo.
También si el Estado lo requiere le facilitará dinero, que eventualmente le será devuelto. Sobre este punto se volcaron con toda su furia los economistas neoliberales, algunos políticos y por supuesto los diarios La Nación y Clarín.

Se manejaron con slogans ominosos y fatídicos: “es la medida más siniestra de la historia” dijo en tono trágico Pinedo, diputado del PRO. “Es un zarpazo para hacer caja,” aseveró el muñeco Prat Gay de la Coalición Cívica. Dicho sea de paso, este señor en un programa de televisión manifestó con cara de mármol y sin ponerse colorado que si el Estado necesitaba dinero tenía que endeudarse con créditos, pero jamás recurrir a las reservas del BC y, para despejar toda duda, agregó “no es desacertado endeudarse”.

Ahí quedó al descubierto el motivo de la gran resistencia de estos economistas a la reforma del BC: se les arruinó el negocio de lobistas ante el FMI y otras entidades financieras. Prefieren que el Estado saque un crédito a tasas desorbitantes antes que utilizar las reservas.

Cuando el gobierno de Cristina le solicitó a Redrado utilizar los fondos del BC para pagar un préstamo, el Golden Boy, se tornó caprichoso e inflexible. Cristina de un puntapié lo proyectó a la estratósfera desde la cual Redrado, muy enojado escribió un libro, que nadie le compró, llamado “Sin Reservas”. Él y otros vaticinaron que con el dinero utilizado del BC para pagar el préstamo, la institución quedaba descapitalizada. Una vez más, sus vaticinios no se cumplieron, en menos de un año los fondos no sólo se habían recuperado sino que habían aumentado.

                                                          Martín Redrado

La postura de estos señores es perversa, porque saben que si el gobierno pide un préstamo tendrá que pagar tasas altísimas como consecuencia del puntaje que otorgaron al país las calificadoras de riesgo, territorio dominado por las firmas Standard and Poor’s, Moody’s y Fitch. Según estas instituciones, estamos como en Grecia. Sin embargo, las calificadoras no se destacan por su rigurosidad metodológica. Fueron activos partícipes del crecimiento de la burbuja de las hipotecas subprime cuyo estallido provocó el comienzo de la actual crisis internacional. Horas antes de la caída del banco Lehman Brothers, las agencias lo continuaban calificando con la nota más alta (AAA), similar a lo acontecido con Enron previo a su gigantesca quiebra.

La frase repetida hasta el cansancio por los detractores de la reforma del BC fue: “el gobierno necesita el dinero para hacer caja”. La palabra “caja” resonó en los recintos como un eco interminable y amplificada por los medios del monopolio Clarín y los comentaristas del diario La Nacion.
El periódico de los Mitre, que vio con suma preocupación como la reforma se encaminaba fatalmente a su aprobación, atacó el proyecto con virulencia a través de sus periodistas y las editoriales. Entre los comentarios rescato el siguiente: “la reforma de la carta orgánica del Banco Central le otorgará al gobierno tanto poder de intervención en la economía, como en pocos países del mundo.”

La Nación oculta que uno de esos “pocos países del mundo” es Estados Unidos hacia el cual, el diario guarda particular afecto. A solicitud de la Casa Blanca, la Reserva Federal inyectó miles de millones de dólares al sistema financiero para que no quebraran las entidades bancarias, algo que ni Italia, ni España ni Grecia pueden hacer porque no se lo permite el sistema del euro, y así les va.

El 22 de marzo, bien entrada la madrugada, el Senado transformó en ley por 42 votos a favor, 19 en contra y 2 abstenciones la reforma de la Carta orgánica del BC, desplomando una nueva barrera del neoliberalismo.

miércoles, 21 de marzo de 2012

RECURSOS PRESCINDIBLES


George Pentelow ingresa a la empresa a la que considera suya y en la que viene trabajando desde hace más de 20 años. Sonríe satisfecho ante el decorado y los objetos que le son tan familiares en el gran hall de entrada. La empresa representa la mayor parte de su vida, tanto como su propia familia ¿o quizás más?

Sale del ascensor en el cuarto piso. Tiene que recorrer un largo pasillo hasta donde está su oficina pasando por diversos cubículos donde se encuentran los empleados que dependen de su área. Comienza a percibir un ambiente extraño, algunos con la mirada fija en sus computadoras simulan no haberlo visto. Otros lo saludan con rostro circunspecto, como si alguien del grupo hubiera sufrido un accidente, aunque ninguno se acerca a darle explicaciones.

George Pentelow está muy inquieto, aunque trata de disimularlo. Piensa para sus adentros que no es posible, pero un mazazo de realidad lo golpea al llegar a la puerta de su oficina donde brilla por su ausencia el letrero con su nombre. Trata de abrir la puerta y no puede, mira desolado a su alrededor y ve que varios se han parado de sus asientos y lo observan consternados. Finalmente, uno de los más antiguos se aproxima y lo toma del hombro. “George, pensé que ya te lo habían dicho”, hace una pausa para tomar coraje y finalmente casi en un susurro le dice ”George, they fired you”.

Todos hemos visto en la pantalla escenas como estas. Al principio nos sorprendieron, con el tiempo nos acostumbramos y aprendimos que en los Estados Unidos, este procedimiento inclemente y despiadado es habitual.

George Pentelow sabe que nadie va a interceder por él y ni soñar con un movimiento de solidaridad de quienes durante años fueron sus colaboradores y compañeros de trabajo. Ha dejado de ser importante, ya no pertenece al mundo laboral y su status se precipitó a un abismo de donde sólo saldrá si consigue otro empleo.

George Pentelow se considera un fracasado, un “looser”, porque la sociedad en la que se desenvuelve, absolutamente individualista, le enseñó que los triunfos y especialmente los fracasos son el resultado de la habilidad o de los errores del propio individuo, nunca del sistema.

En la Argentina no era así, que a un tipo lo dejaran “cesante” era un término que se escuchaba muy ocasionalmente y el implicado pasaba a transformarse en un sujeto repugnante, una lacra indeseable. Porque para que a uno lo echaran tenía que haber cometido un desfalco o un delito vergonzoso.

Entonces, vinieron las políticas neoliberales de la mano de economistas como Cavallo, Martínez de Hoz, Alsogaray y toda esa caterva de la escuela de Chicago. Los despidos pasaron a ser moneda corriente, ya no era necesario ver una de Hollywood y tampoco tenía ningún valor haberse puesto en cuerpo y espíritu la camiseta de la empresa. Habíamos entrado en la globalización y particularmente en la Argentina, dentro del neoliberalimo más descarnado.

Alguien dijo que un desocupado está en situación más degradada que la del esclavo, porque éste pese a su situación humillante, está dentro del sistema y es un elemento productivo. El desocupado no existe, es una entelequia amorfa, o peor aún, constituye una carga.

En varios países de Europa la crisis está golpeando durísimo, lanzando diariamente a la calle a empleados, obreros, profesionales y ejecutivos, pero la infección no está siendo tratada con antibióticos sino con nuevos gérmenes patógenos. En el cargo de primeros ministros, en el manejo de la economía y en la presidencia de bancos se han encumbrado sin elección de por medio y digitados por poderes ajenos a la sociedad, ex funcionarios de Goldman Sachs.

                                            Sede central de Goldman Sachs en Nueva Jersey

Goldman Sachs es uno de los grupos de banca de inversión y valores más grandes del planeta. Actúa como asesor financiero para las compañías más importantes y muchos gobiernos y los grandes magnates son sus clientes a quienes ofrece todo tipo de asesorías. Es enlace primario en el mercado de seguridad del Tesoro de los Estados Unidos y maneja la riqueza de las personas más influyentes del mundo.

La empresa está marcada como una de las responsables en fomentar y encauzar la crisis para beneficiar a los sectores ricos. En 2010 La Comisión de Valores de los Estados Unidos acusó a Goldman Sachs de fraude por las hipotecas subprime. También es responsable a través del entonces presidente del Banco Central de Grecia, Lucas Papademos, de la crisis financiera en ese país, porque ayudó a esconder el déficit de las cuentas griegas durante el gobierno conservador de turno.

                                   Lucas Papademos

Papademos, impuesto por Sarkozy y Merkel, dado Grecia ya no tiene soberanía, es ahora quién manejará la economía destruida de ese país. Difícil que este burócrata revierta la alarmante tasa de suicidios de Grecia cuya principal causa es la pérdida del trabajo.


                                    Mario Draghi

A cargo del Banco Central Europeo, se encuentra Mario Draghi, ex vicepresidente de Goldman Sachs en Europa y para “levantar” la alicaída economía italiana ha sido puesto al frente del gobierno, Mario Monti, ex asesor de Goldman Sachs.


                                      Mario Monti

En la historia de la humanidad siempre hubo períodos donde una potencia tenía la hegemonía suficiente para imponer sus decisiones en el mundo. Ahora existe un imperio económico intangible que no tiene territorio, ni fuerzas armadas, ni poderío industrial propio, pero está gobernando el primer mundo. Lo hace entre bambalinas o sin pudor, posicionando a sus hombres en puestos claves que pontifican, toman decisiones y aplican políticas sociales restrictivas. Porque los intereses de los pueblos no son los de Goldman Sachs y casos como el de George Pentelow ahora son la regla y no la excepción.

domingo, 18 de marzo de 2012

AFGANISTÁN ¿REGRESO SIN GLORIA?

El hombre abandonó de madrugada la base militar de Zangabad, llevaba uniforme de combate y estaba fuertemente armado. El hombre es el sargento Robert Bales de las fuerzas de ocupación en Afganistán. Hace más de 10 años que sirve en el ejército de los Estados Unidos y completó múltiples misiones en Irak. Presenció y participó en todas las miserias y crueldades de la guerra y hace tiempo que perdió la capacidad de discernir entre el bien y el mal. 

Entró en el poblado y empezó a descargar su ametralladora, sus blancos eran civiles, la mayoría niños y mujeres. El no hizo diferencias, carece de sentimientos y ya no pertenece al mundo de los seres racionales, es más bien un psicópata, como muchos de sus camaradas.

Después de haber masacrado a 16 afganos, pensó que Rambo no lo hubiera hecho mejor, consideró que era suficiente y regresó a la base. Ahora está preso en una base militar de Kansas, porque los uniformados del imperio tienen el privilegio o prerrogativa de someterse a tribunales de su país.

Episodios como los del sargento Bales pululan en el historial de las fuerzas de ocupación norteamericanas en Medio Oriente, muchos son ocultados y los que salen a luz son juzgados con suma benevolencia.



 El soldado norteamericano va a la guerra sin convicción, a pelear en tierras lejanas cuya ubicación geográfica recién acaba de conocer, a invadir naciones que nunca representaron una amenaza para su país y a enfrentarse con un enemigo que lucha por su supervivencia, su idiosincrasia y su integridad territorial.

Es por eso que después de la segunda guerra mundial, Estados Unidos no ganó un solo conflicto bélico, pese a que utilizó todo su arsenal sofisticado para mantener su cosmovisión de poder imperial.

La guerra de Corea fue a duras penas un empate, con el agravante de que consolidó a una potencia comunista con misiles nucleares. Viet Nam fue una derrota vergonzosa después de enfrentar a un país subdesarrollado y agrícola que carecía totalmente de fuerza aérea y naval.

Hasta aquí, el objetivo del imperio fue frenar el avance del comunismo. En las guerras posteriores, como la del Golfo, la de Irak y la de Afganistán la estrategia fue y es el control de los depósitos de petróleo, vital para un país que consume el 40% de la energía mundial.

En estos conflictos, los Estados Unidos dejaron países devastados y en completo desorden. Actualmente le preocupa poder salir algo airoso de la ciénaga en que se metió, llamada Afganistán.

Juan Gelman en Página 12 del 19 de febrero hizo una recopilación basada en las investigaciones del teniente coronel Daniel Davis de las fuerzas armadas de los Estados Unidos. Las notas originales fueron publicadas por el Armed Forces Journal –único medio estadounidense de información independiente sobre cuestiones militares.
                             Teniente coronel Daniel Davis

El teniente coronel Davis dijo que lo que ocurre en Afganistán no tiene nada que ver con la información sesgada que recibe el pueblo de los EEUU. Esto se debería al papel distorsivo jugado por los medios más importantes en ese país y a que los periodistas que no siguen la línea del Pentágono se les niega el acceso a la información.
A partir de 2002 y con motivo de formar en la opinión pública una imagen favorable a la guerra con Irak, el Pentágono armó una fuerza de adoctrinamiento constituida por 75 oficiales retirados que se pasearon por todos los medios informativos para ir creando un clima favorable al conflicto. Este esquema finalizó en 2008 por diversas denuncias, pero se elucubraron otros métodos propagandísticos.
Según Davis, todos los comandantes destinados a las intervenciones militares en Medio Oriente, declararon públicamente que tenían la estrategia correcta y que los resultados pronto estarían a la vista. Algo que nunca ocurrió.
Petraeus, el actual comandante de las fuerzas en Afganistán, está empantanado en el barro de su propio desorden y no vislumbra ninguna luz que indique la salida en el túnel para que los Estados Unidos se retiren airosos. Las razones son varias:
Comenzando por la parte histórica, desde la guerra Anglo-Afgana en 1839, diversas fuerzas europeas trataron de domesticar a las tribus locales, retirándose con el sabor amargo de la derrota. Los afganos están convencidos que son invencibles y esto que caló hondo en el espíritu de sus fuerzas no es un tema menor y sólo se les puede cambiar la mentalidad derrotándoles, algo que hasta ahora parece estar fuera de alcance.
El otro aspecto es que nada es posible en Afganistán sin el flujo constante del apoyo logístico que le brinda Pakistán y hasta que esa colaboración no se interrumpa, no se ganará la guerra.
La corrupción del gobierno títere talibán alcanzó niveles que superan las normas culturales aceptables. Es ilusorio intentar pactar y recibir colaboración de las actuales autoridades.
Las fuerzas locales armadas y adiestradas por los Estados Unidos llamadas Afghan National Security Forces (ANSF), están lejos de ser rival que pueda enfrentarse a los talibanes, su capacidad operativa es mínima.
Finalmente, todos estos años le dieron a los talibanes la oportunidad de conocer la táctica y estrategia de las fuerzas norteamericanas.
El teniente coronel Davis termina su informe diciendo: “no podemos pretender triunfos resonantes, pero nuestros generales y líderes tienen la obligación de informar a la ciudadanía lo que realmente está pasando”.
Es posible que se repita la historia de Irak y también es posible que el teniente coronel Davis no tenga mucho futuro en el ejército de su país y difícilmente alcance en el escalafón, el grado de general.

miércoles, 14 de marzo de 2012

PAGNI Y PEPE O LA NACION Y CLARÍN

Los diarios La Nacion y Clarín fueron cómplices de la dictadura no sólo evitando criticarla sino también justificando su accionar y en esto, el diario Clarín fue más explícito. Se trató de una devolución de favores al gobierno de Videla que les facilitó la entrega de Papel Prensa a precio regalado y después de extorsionar y torturar a la viuda de Graiver, principal dueña de las acciones de la empresa.
Tanto La Nacion como Clarín hacen esfuerzos cotidianos para no demostrar su nostalgia por el proceso militar que finalizó en 1983. Les molesta hasta la exasperación de que en el gobierno haya algunos cargos ocupados por hijos de montoneros, pero sobretodo les irritan las medidas que vienen tomando los K de ir rompiendo la cosmovisión neoliberal ortodoxa que durante décadas se introdujo como un cáncer en la economía y en la sociedad argentina.
El control al abuso del manejo de Papel Prensa y la reforma de la Carta del Banco Central fueron sendas estocadas a fondo que les llegó a lo más íntimo de sus partes vitales y desde hace días salpican con slogans, descalificaciones y pronósticos fatídicos, a las medidas del gobierno y a sus miembros.

El lunes 12 superaron el límite más allá del cual se cae en la indignidad. Pagni en su columna mostró vetas de antisemitismo en su afán por descalificar al viceministro de Economía, Axel Kicillof usando expresiones como: ““hijo de psicoanalista, bisnieto de un legendario rabino de Odessa”, una “genealogía” que lleva dentro suyo, vaya uno a saber por qué, “una sucesión de dogmáticas”. Lo tilda de marxista, aparentemente porque en alguna oportunidad leyó a Marx, cuando todo economista lo ha leído durante sus estudios.
Como dice Ricardo Foster: “No hay inocencia en el lenguaje y mucho menos la hay en las intervenciones públicas de quienes, desde los medios de comunicación, construyen, con palabras y argumentos prolijamente elegidos, posiciones fuertes en torno de la realidad nacional. Escudándose en la libertad de opinión, reintroducen, entre nosotros, anquilosados argumentos y muletillas provenientes de los días oscuros de la dictadura o extraidos de arcones cubiertos de telarañas de la derecha ultramontana y antisemita”. Ver artículo completo
Dos días después, el editorial de La Nacion trató de justificar, con su suntuoso estilo, los dichos de Pagni, buscando argumentos que no alcanzaron para purificar la insidiosa y rastrera nota del comentarista. Una vez más recurrió al remanido latiguillo de atentado contra el periodismo toda vez que la presidenta los denuncia. El periodismo debe asumir que no es intocable y puede y debe ser criticado cuando sobrepasa límites de credibilidad o entra en la agresión personal.
Por su parte, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas mostró su preocupación por la nota de Pagni y La Nación estuvo bien en publicarla: "La comunidad judía argentina observa con preocupación la utilización por parte del periodista Carlos Pagni, del diario La Nacion, de la ascendencia rabínica del actual viceministro de Economía, Axel Kicillof. Resulta sorprendente que dicha descripción, utilizada para desestimar al funcionario, se asocie al carácter «dogmático» de la tradición rabínica, cuando cualquier estudioso de la cultura judía sabe que el debate y las diferentes interpretaciones son lo más usual de la tradición hebrea. En este sentido, el artículo de Carlos Pagni, aparecido en el matutino LA Nacion, referido al parentesco rabínico de Kicillof, aparece como mínimo equívoco o partícipe de un posible desliz discriminatorio", afirmó Aldo Donzis titular de la DAIA.

                                                             Aldo Donzis

La nota de Carlos Pagni, al menos tiene el mérito de tener estilo literario de cierto nivel, mientras que la de Osvaldo Pepe del diario Clarín, es burda, cargada de odio y recurriendo al catálogo de palabras que tanto escuchamos durante los años de la dictadura. Un diario que pretende cierto nivel no puede incluir comentarios propios de tabloides y pasquines amarillos sensacionalistas. ¿O será quizás que el diario Clarín ya entró en esa categoría?
Quién tenga estómago de leer esta lamentable nota puede hacer click aquí

                                           Osvaldo Pepe

sábado, 10 de marzo de 2012

LONGEVIDAD

La primera vez que escuché el nombre de Jeanne Calment fue hace unos años en un congreso médico sobre radicales libres y antioxidantes, donde el tema del envejecimiento es ineludible. Jeanne nació en el pueblo de Arlés Francia, de donde nunca se movió. Sus padres y hermanos eran longevos aunque nunca llegaron a los 100 años. El esposo de Jeanne, su hija y su nieto murieron relativamente jóvenes por una intoxicación alimentaria, una neumonía y un accidente de moto, respectivamente.

                        La joven Jeanne a los 20 años

Cuando en 1990 se cumplió el centenario de la muerte de Van Gogh, varios periodistas visitaron Arlés para recabar anécdotas interesantes sobre el genio de los girasoles quién fascinado con la gente y la campiña arlesiana pintó alrededor de 300 óleos del pueblo y sus alrededores. Fue entonces que descubrieron a Jeanne quién les contó que a los 10 años asistió al funeral de Víctor Hugo y que 3 años después tuvo oportunidad de conocer personalmente a Vincent. En esa ocasión Van Gogh fue a la fábrica de su tío para adquirir varias telas. Lo describió como un hombre huraño, desaliñado y en fin francamente desagradable. A pesar de que fue un hecho que conmovió al pueblo, no hay registro de que Jeanne relatara el episodio de la oreja del pintor luego de su pelea con Gaugin.

                                  A la edad de 60 años

Los periodistas no creyeron que la viejecita de pelo nevado que estaba delante de ellos tuviera 110 años y menos cuando Jeanne les dijo que hasta hace poco tiempo pedaleaba su bicicleta. Además, la anciana caminaba perfectamente y vivía sola sin ayuda de nadie. Agreguemos a esto que durante la entrevista, Jeanne fumaba un cigarrillo mientras les confesaba que el hábito lo tuvo toda su vida. Jeanne seguiría fumando hasta los 114 años en que abandonó el pucho porque no veía bien para prenderlo y se cansó de pedirle a otros que lo hicieran por ella.
                                   A los 114 años


Los vecinos aseguraron la longevidad de Jeanne, pero había que confirmar su fecha de nacimiento ya que a esta altura para los periodistas, el tema de Van Gogh había pasado a segundo plano. Se dirigieron en tropel al registro civil de Arlés y cuando el empleado les trajo del depósito el tomo polvoriento correspondiente a 1875 encontraron en las amarillas páginas escrito con elegante caligrafía el dato que buscaban “Siendo el 22 de Febrero de 1875, se apersona el señor Nicolas Calment, carpintero de barcos, de 37 años de edad quién declara que su esposa Marguerite Gilles, de 37 años de edad dio a luz una hija llamada Jeanne Louise Calment, quién nació el 21 de febrero de 1875.”

Los hombres de prensa recogieron más datos de interés, como el contrato que Jeanne le firmó al escribano André Francois Raffray, donde éste se comprometió a pagar una suma mensual de 2500 francos hasta la muerte de Jeanne y a partir de esa fecha la propiedad pasaba a sus manos. Esto ocurrió en 1965 cuando el escribano frisaba los 45 mientras que la “incauta” Jeanne ya tenía 90. Cuando Raffray murió de cáncer a los 75 años ya había pagado ciento ochenta mil francos, más o menos el doble del valor de la propiedad. Su viuda le tuvo que seguir pagando a Jeanne un par de años más.

Finalmente, el 4 de agosto de 1997, a la edad de 122 años y 164 días Jeanne Calment decidió que era tiempo de abandonar este mundo. Nos dejó una evidencia científica importante: que la expectativa máxima de vida de la especie humana puede alcanzar los 122 años, pero…¡Que soledad!

                                                            Última foto a los 122 años

miércoles, 7 de marzo de 2012

EL RETORNO DE LOS CIPAYOS

Florencio Varela fue un poeta y escritor destacado que se vio obligado a emigrar a Montevideo en 1829, poco después de la derrota del General Lavalle, el militar que fusiló al gobernador de Buenos Aires, Manuel Dorrego. Dicho sea de paso, se trató de un asesinato sin juicio previo hecho a un patriota de bien. Lavalle, “el sable sin cabeza”, como lo denominó la historia, fue inducido por un grupo de unitarios entre los cuales estaban los hermanos Florencio y Juan Cruz Varela.


                               Florencio Varela (1807-1848)
                                
Dentro del núcleo de los emigrados políticos en Montevideo, por la tiranía de Rosas, Varela fue uno de los hombres de mayor talento. Desde que Lavalle se puso en campaña con el apoyo de Francia para derrocar a Rosas, él era el hombre de pensamiento y de acción de la Comisión Argentina, cuyo encargo principal era proveer de recursos al Ejército golpista.

En 1843 fue enviado a Inglaterra por el gobierno colorado de Montevideo en carácter no oficial pero con la misión especial de que el Gobierno británico tomara parte en los negocios del Plata mediante la invasión por medio de una flota. Misión que desempeñó sin conseguir el resultado que se esperaba.

Dos años después, Inglaterra, en defensa de sus intereses, invadió el Río de la Plata, episodio que fue festejado por Varela. Claramente dejó por escrito su entusiasmo con la llegada de la flota anglo-francesa y propició la separación de la Confederación Argentina de Paraguay, Uruguay y la creación de una república mesopotámica con la unión de Entre Ríos y Corrientes.

Hasta aquí llegamos con las actividades de este “patriota” tan ensalzado por los historiadores clásicos. Florencio Varela tenía todo el derecho de combatir a Rosas con su pluma y con sus actos, Rosas era un dictador, mientras que un hombre de pensamiento liberal como Varela no podía tolerar la falta de libertad y el control absoluto de los medios de expresión que ejercía el gobernador de Buenos Aires.

Sin embargo, Florencio Varela perdió la brújula cuando ofuscado por el odio hacia Rosas se puso del lado del bloqueo francés y de la invasión anglo-francesa que culminó con la batalla de la Vuelta de Obligado. Es difícil predecir que hubiera pasado si las dos principales potencias extranjeras hubieran logrado su cometido y como sería el diseño del mapa actual de la Argentina, seguramente con un par de provincias menos.

Florencio Varela no supo diferenciar estas circunstancias, cuando en el mejor de los casos, debió haberse mantenido prescindente, porque fuerzas extranjeras estaban invadiendo su patria. Pero, cargado de inquina y aborrecimiento en lugar de actuar como político opositor a la dictadura rosista, se transformó en embajador plenipotenciario de Gran Bretaña.

En estos días una mezcla de intelectuales, periodistas y escritores variopintos, de calibre muy desparejo, juntaron sus cabezas para redactar un comunicado a favor de la autodeterminación de los isleños de Malvinas. Son 17, en el grupo hay un escritor destacado como Kovadloff, periodistas como Eliaschev que asombró por una nota totalmente bizarra sobre el bicentenario y el voluble señor Lanata que hoy forma parte de las plumas adictas al CEO Magneto. También engrosa el grupo Fernando Iglesias, ex diputado y mediocre escritor y periodista. Todos odian a los K, pero en el caso de Iglesias alcanza un estado obsesivo compulsivo.

       Eliaschev                                     Kovadloff                       Lanata         Iglesias

Este grupo considera que hay que respetar la autodeterminación de los “kelpers”, que es lo mismo que decir que las Malvinas son inglesas. En su odio irracional hacia el gobierno han perdido la brújula y adoptaron una actitud tan cipaya como la del Florencio Varela de la historia.

Cuentan con el apoyo de los diarios La Nación y Clarín. El diario de Magneto lo hacer por pura confrontación con el gobierno, en cuanto al diario de los Mitre además de su posición acérrimamente contraria, lo hace por ideología. Desde sus orígenes, hace ya más de 100 años, el periódico siempre simpatizó con Inglaterra y defendió sus intereses en el Río de la Plata.

Debemos admitir que tiene una línea coherente. Cuando la Rubia Albión perdió peso en el contexto internacional y fue reemplazada por los Estados Unidos, el diario La Nación pasó a representar los intereses del país del norte, pero nunca perdió su cariño por Gran Bretaña que ahora vuelve a resurgir como la amante olvidada.

El grupo de los 17, apoyado por estos dos diarios, va a contramano de la historia, de las demás naciones de América latina, de toda la clase política argentina y de la inmensa mayoría de los ciudadanos. Y lo peor de todo es que va a contramano del país.

sábado, 3 de marzo de 2012

DOS DISCURSOS


El discurso de Macri en el inicio de las sesiones de la Legislatura duró 15 minutos, el de Cristina más de 3 horas. El primero no tenía nada que decir, mientras que la Presidenta tenía material de sobra sobre lo realizado y sobre lo que hará. Ambos discursos son la expresión de dos gestiones que se encuentran en las antípodas.

                      Macri durante su discurso en la Legislatura

Macri ignoró su gestión tanto pasada como futura. Suponemos que algo hizo entre los estrechos espacios de tiempo en que no estuvo viajando. Sin embargo, nada, absolutamente nada. La hipótesis es que su asesor, el inescrupuloso Duran Barba, le recomendó que directamente empezara su actividad de campaña para el 2015. Un poco adelantado, el inoperante gestor de la ciudad quiere posicionarse como el único candidato opositor en condiciones de enfrentar a Cristina o su sucesor/a en las futuras y por ahora lejanas elecciones.
Sin ponerse colorado dijo que hubo inversiones record en hospitales y escuelas, pero no mencionó cifras ni precisó cuales fueron los establecimientos escolares beneficiados, simplemente porque no existieron tales inversiones.
Por lo tanto, su pobrísimo discurso se limitó a criticar al gobierno, cayendo en furcios como cuando dijo “Señora Presidenta hágase cargo de la ciudad”, cuando en realidad quiso decir “Hágase cargo de la seguridad de la ciudad”. El subconsciente lo traicionó. Necesitó leer para una conferencia de 15 minutos, con ese estilo torpe que lo caracteriza como si tuviera una papa en su boca concheta que su foniatra hasta ahora no pudo resolver.
Macri utilizó una vez más la catástrofe del Once y los 51 muertos para beneficio político, pero ya a esta altura el recinto se transformó en un gallinero donde varios legisladores cansados de que les anulara más de 100 leyes le echaron en cara los vetos y otros temas. Hubo respuestas a los gritos por parte de legisladores macristas y finalmente el acto terminó con un cóctel para edulcorar la penosa reunión.
Hubo muchas críticas al discurso, pero quizás la mejor fue la del diputado de Proyecto Sur Adrián Camps quien expresó: “Pensé que nos íbamos a enterar de los proyectos para este año. En cambio nos encontramos con un discurso de campaña. Me parece que el estadista está ausente del imaginario de Macri”.
El blindaje mediático del jefe de Gobierno, léase Perfil, La Nación y Clarín, se encontró ante la incómoda situación de cubrir un acto totalmente vacío de contenido. Era imposible hacer una nota y consternados los directores de estos periódicos se deben haber comunicado entre ellos ¿Qué hacemos? Seguramente se preguntaron. Finalmente, elucubraron una estrategia: no mencionar el discurso de Macri, como si no hubiera existido y para equilibrar la balanza pusieron toda la energía de sus comentaristas en criticar el discurso de Cristina.
Por su lado Cristina se despachó durante 3 horas barajando estadísticas con solvencia que no deja de sorprender y tocando los temas más diversos, acudiendo solo ocasionalmente a los papeles.


                      Cristina en el Congreso, al término de su discurso
Personalmente me pareció una disertación excelente como solo lo logran los estadistas más fogueados. Mi única objeción es la ausencia de autocrítica respecto de la complaciente actitud del gobierno con los concesionarios de los ferrocarriles y varios conceptos sobre el paro docente que no fueron acertados.
La exposición tuvo muchas partes interesantes, pero hubo dos que no se pueden soslayar. La respuesta a la negativa de Macri de no hacerse cargo de los subtes, una verdadera pieza de brillante ironía aplaudida y festejada por la audiencia donde prácticamente atomizó con sus argumentos al jefe de la Ciudad.
El otro tramo del discurso fue cuando Cristina se dirigió al juez Baltasar Garzón, quién hasta entonces, con bajo perfil había pasado desapercibido en uno de los palcos. La Presidenta le rindió un cálido homenaje de reivindicación y reconocimiento por su lucha contra las dictaduras. Un desagravio ante la afrenta a la que fue sometido por el tribunal supremo español. El gesto tuvo repercusión internacional, especialmente en los diarios de América Latina y de España. Todos los presentes se pusieron de pie y mirando a Baltasar Garzón le brindaron un aplauso caluroso. Hubo pocos diputados que permanecieron sentados, eran las bancas pertenecientes al PRO, a ellos los derechos humanos los tiene sin cuidado.

           El Juez Baltasar Garzón en el palco en momentos en que es homenajeado