sábado, 3 de marzo de 2012

DOS DISCURSOS


El discurso de Macri en el inicio de las sesiones de la Legislatura duró 15 minutos, el de Cristina más de 3 horas. El primero no tenía nada que decir, mientras que la Presidenta tenía material de sobra sobre lo realizado y sobre lo que hará. Ambos discursos son la expresión de dos gestiones que se encuentran en las antípodas.

                      Macri durante su discurso en la Legislatura

Macri ignoró su gestión tanto pasada como futura. Suponemos que algo hizo entre los estrechos espacios de tiempo en que no estuvo viajando. Sin embargo, nada, absolutamente nada. La hipótesis es que su asesor, el inescrupuloso Duran Barba, le recomendó que directamente empezara su actividad de campaña para el 2015. Un poco adelantado, el inoperante gestor de la ciudad quiere posicionarse como el único candidato opositor en condiciones de enfrentar a Cristina o su sucesor/a en las futuras y por ahora lejanas elecciones.
Sin ponerse colorado dijo que hubo inversiones record en hospitales y escuelas, pero no mencionó cifras ni precisó cuales fueron los establecimientos escolares beneficiados, simplemente porque no existieron tales inversiones.
Por lo tanto, su pobrísimo discurso se limitó a criticar al gobierno, cayendo en furcios como cuando dijo “Señora Presidenta hágase cargo de la ciudad”, cuando en realidad quiso decir “Hágase cargo de la seguridad de la ciudad”. El subconsciente lo traicionó. Necesitó leer para una conferencia de 15 minutos, con ese estilo torpe que lo caracteriza como si tuviera una papa en su boca concheta que su foniatra hasta ahora no pudo resolver.
Macri utilizó una vez más la catástrofe del Once y los 51 muertos para beneficio político, pero ya a esta altura el recinto se transformó en un gallinero donde varios legisladores cansados de que les anulara más de 100 leyes le echaron en cara los vetos y otros temas. Hubo respuestas a los gritos por parte de legisladores macristas y finalmente el acto terminó con un cóctel para edulcorar la penosa reunión.
Hubo muchas críticas al discurso, pero quizás la mejor fue la del diputado de Proyecto Sur Adrián Camps quien expresó: “Pensé que nos íbamos a enterar de los proyectos para este año. En cambio nos encontramos con un discurso de campaña. Me parece que el estadista está ausente del imaginario de Macri”.
El blindaje mediático del jefe de Gobierno, léase Perfil, La Nación y Clarín, se encontró ante la incómoda situación de cubrir un acto totalmente vacío de contenido. Era imposible hacer una nota y consternados los directores de estos periódicos se deben haber comunicado entre ellos ¿Qué hacemos? Seguramente se preguntaron. Finalmente, elucubraron una estrategia: no mencionar el discurso de Macri, como si no hubiera existido y para equilibrar la balanza pusieron toda la energía de sus comentaristas en criticar el discurso de Cristina.
Por su lado Cristina se despachó durante 3 horas barajando estadísticas con solvencia que no deja de sorprender y tocando los temas más diversos, acudiendo solo ocasionalmente a los papeles.


                      Cristina en el Congreso, al término de su discurso
Personalmente me pareció una disertación excelente como solo lo logran los estadistas más fogueados. Mi única objeción es la ausencia de autocrítica respecto de la complaciente actitud del gobierno con los concesionarios de los ferrocarriles y varios conceptos sobre el paro docente que no fueron acertados.
La exposición tuvo muchas partes interesantes, pero hubo dos que no se pueden soslayar. La respuesta a la negativa de Macri de no hacerse cargo de los subtes, una verdadera pieza de brillante ironía aplaudida y festejada por la audiencia donde prácticamente atomizó con sus argumentos al jefe de la Ciudad.
El otro tramo del discurso fue cuando Cristina se dirigió al juez Baltasar Garzón, quién hasta entonces, con bajo perfil había pasado desapercibido en uno de los palcos. La Presidenta le rindió un cálido homenaje de reivindicación y reconocimiento por su lucha contra las dictaduras. Un desagravio ante la afrenta a la que fue sometido por el tribunal supremo español. El gesto tuvo repercusión internacional, especialmente en los diarios de América Latina y de España. Todos los presentes se pusieron de pie y mirando a Baltasar Garzón le brindaron un aplauso caluroso. Hubo pocos diputados que permanecieron sentados, eran las bancas pertenecientes al PRO, a ellos los derechos humanos los tiene sin cuidado.

           El Juez Baltasar Garzón en el palco en momentos en que es homenajeado

2 comentarios:

  1. Coincido en mi opinión sobre los dos discursos.
    Aunque no lo fueron. Uno fue un balbuceo estúpido y el otro una brillante pieza oratoria, aún con cierto desacuerdo personal en el tratamiento de algunos temas, detalle menor.
    Excelente el homenaje a Garzón.

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