miércoles, 28 de diciembre de 2011

EL PEÓN DE CAMPO

                               La cosecha. Camile Pissarro

Hasta 1944, el peón de campo se encontraba en una situación de dependencia respecto de sus patronos estancieros que, en muchos aspectos se asemejaba a los esclavos que cosechaban el algodón en las estancias sureñas del país del norte antes de la guerra de Secesión. Había, sin embargo algunas diferencias, al peón de nuestras pampas no solían marcarle la espalda a latigazos, no lo vendían y en muchas ocasiones hasta tenía la ventaja de abandonar a su patrón.

Por lo demás, las similitudes eran abrumadoras: trabajaba de sol a sol, su paga era miserable, carecía de servicios sociales, vivía en chozas paupérrimas donde la vinchuca hacía estragos y minga de jubilación.



En 1944, el entonces coronel Perón, quién se encontraba a cargo de la Secretaría de Trabajo y previsión, creó el estatuto del peón. Como era un gobierno de facto, no pasó por el Congreso, de lo contrario hubiera sido cajoneado, aunque era imposible que a los gobiernos liberales de la época se les ocurriera ni siquiera borrachos, sacar un estatuto que mejorara las condiciones de los peones de sus estancias.
Yrigoyen, pese a que tenía más prurito social, tampoco lo hizo. En realidad es difícil saber que pasaba por la cabeza de ese enigmático personaje que no supo evitar la masacre de los obreros de la estancia La Anita en la Patagonia.

Aquél estatuto del peón del 8 de octubre de 1944 contaba con los siguientes artículos: inembargabilidad de los salarios; pago en moneda nacional; salarios mínimos; descansos obligatorios; alimentación y alojamiento en condiciones de higiene adecuadas; provisión de ropa de trabajo; asistencia médico-farmacéutica; vacaciones pagas; estabilidad laboral e imposibilidad de despido sin justa causa.

Sería ocioso aclarar, que a partir del momento en que se promulgó el estatuto, si alguna remota duda les quedaba a los hombres de pensamiento liberal sobre aquél, hasta entonces ignoto coronel, dicha duda se disipó de inmediato.

No se puede soslayar la respuesta que dio por entonces La Sociedad Rural Argentina. Nos remite a los bandos medievales dictados por algún señor feudal en los tiempos de Carlomagno. El comunicado, singular pieza de insensibilidad social, decía entre otras cosas:
El trabajo del campo por su propia índole, fue y es acción personal del patrón. Este actúa con frecuencia con los peones en la labor común, lo que acerca a las personas y establece una camaradería de trato, que algunos pueden confundir con el que da el amo al esclavo, cuando en realidad se parece más bien al de un padre con sus hijos. En la fijación de los salarios es primordial determinar el estándar de vida del peón común. Son a veces tan limitadas sus necesidades materiales que un remanente trae destinos sociales poco interesantes.”

Desde entonces, todos esos sectores se transformaron en el enemigo y quedaron agazapados a la espera de la oportunidad para derrocarlo. El momento se dio en 1955 y hay que admitirlo, favorecido por los numerosos errores que Perón venía cometiendo durante su segundo mandato.

La autotitulada “Revolución Libertadora”, revocó el estatuto del peón, las cosas volvieron a la normalidad y muchos terratenientes suspiraron aliviados.

Ningún gobierno civil, peronista o radical de la democracia, tuvo la gentileza o decisión de reponer el estatuto del peón.
El 22 de diciembre de 2011, el Senado convirtió en ley el nuevo régimen del trabajador rural. Fue casi por unanimidad. Sesenta y ocho votos positivos contra uno negativo, que llevó la firma de Carlos Menem.

La norma recupera varios derechos de los peones del campo e incorpora a este sector dentro de la Ley general del Contrato de Trabajo. Por otro lado, fija que las remuneraciones no podrán ser menores al salario mínimo, prevé horas extra, descanso semanal, condiciones adecuadas de higiene, seguridad y vivienda para los más de 900.000 peones rurales.
Además, se pone fin al concepto de jornada laboral de sol a sol, al fijarse como límite las ocho horas diarias y las 44 horas semanales y se crea un nuevo régimen previsional, a partir del cual los trabajadores podrán jubilarse con 57 años y 25 años de aportes.

El punto más polémico fue la eliminación del registro de peones (Renatre), manejado por el gremio que preside el pistolero Gerónimo “Momo” Venegas –un aliado del duhaldismo– y las patronales del campo. Debido a este registro estéril, llevado con deliberada desidia, el 60% de los trabajadores del campo estaba en negro, la tasa más alta en el mundo laborar de Argentina.

Era previsible que el órgano oficial de la Sociedad Rural Argentina, es decir el diario La Nación, en su editorial del 24 de diciembre de 2011, criticara la nueva ley diciendo :”La sanción del estatuto del peón muestra una faceta adicional de intervencionismo oficial en desmedro de intereses privados.”. Acto seguido defiende al Momo Venegas quién nunca movió un dedo por la situación laboral del peón de campo.

Ahora será el Estado quien lleve adelante el control de los trabajadores de este sector. El peón del campo ha recuperado su dignidad.


domingo, 25 de diciembre de 2011

LA VIRTUD DE LA PRUDENCIA

Diagnosticar la enfermedad de un paciente es un hecho cotidiano que se repite millones de veces, en consultorios, reuniones médicas, ateneos y conferencias.

En ciertas ocasiones aseverar un diagnóstico en el lugar inapropiado y con referencia a un paciente muy particular, puede ser peligroso e incluso costarle la vida al médico, aún al más famoso y prestigiado de su época.
El médico era el Dr. Vladimir Bekhterev y el paciente se llamaba Iósif Vissariónovich Dzhgashvili, más conocido en los textos de historia y de política como José Stalin.

En la época en que ocurrió el episodio que a continuación relato, Bekhterev se encontraba en la cumbre de su fama. Indiscutiblemente estaba considerado el mejor psiquiatra de la Unión Soviética y sus publicaciones científicas eran leídas por los especialistas de todo el mundo. Era uno de los pocos investigadores que dominaba con solvencia dos disciplinas como eran la psiquiatría y la neurología a las cuales aportó numerosos descubrimientos. Un reconocido anatomista llegó a afirmar que: “Sólo dos personas conocen los misterios del cerebro: Dios y Bekhterev.

                                       Vladimir Bekhterev
Hoy día en que los investigadores más destacados publican a lo largo de su vida un promedio de trescientos a quinientos trabajos científicos, Bekhterev llegó a escribir 700 artículos que fueron reproducidos en las mejores revistas del mundo occidental. También publicó 10 libros.

Además, Bekhterev tenía inquietudes sociales que lo llevaron a incursionar en política en varias oportunidades, ejercicio que suele ser peligroso en cualquier época de la historia de Rusia. En 1905 fue arrestado por una conferencia que dio en Kiev donde criticó algunas reformas del Zar. En esa ocasión el poder fue magnánimo con él ya que sólo estuvo entre rejas unos pocos días. Esta suerte no se repetiría décadas después pese a la fama y prestigio que había alcanzado Bektherev.

En diciembre de 1927 tuvo lugar en Moscú el primer congreso de Neurología y Psiquiatría de la Rusia Soviética y Bektherev en el pico de su notoriedad fue invitado como presidente honorario. Antes de salir de Leningrado, su lugar de residencia, para dirigirse a Moscú, recibió un telegrama del Departamento Médico del Kremlin para que concurriera a la brevedad.

José Stalin, secretario general del partido comunista, concentraba un poder que pocos estadistas habían logrado a lo largo de la historia. Por entonces, Stalin era un megalómano, un paranoico y tenía un fuerte complejo de persecución. Las purgas, asesinatos y deportaciones estaban en su apogeo y los gulags rebalsaban con prisioneros políticos.

El otro problema de Stalin es que tenía cierto grado de atrofia e inmovilidad en la mano izquierda, dolencia que arrastraba desde la infancia. El destacado neurólogo Kramer había examinado al dictador y pidió una interconsulta con Bektherev y este fue el motivo del telegrama.

Bektherev llegó tarde al congreso y cuando le preguntaron la razón de su retraso comentó que venía de atender a un paranoico con una mano atrofiada. Los espías de Stalin pululaban en todas partes, incluso en los eventos científicos y el desafortunado comentario de Bektherev no pasó desapercibido.

El 23 de diciembre después de la apertura del congreso, como suele suceder con estos eventos, sus autoridades organizaron un programa en el Teatro Bolshoi. En el intervalo, dos desconocidos se aproximaron al palco de Bektherev y lo invitaron a tomar bebidas y postres en el buffet. A su regreso del espectáculo se dirigió al domicilio de un colega que le había ofrecido su casa. Pronto comenzó con vómitos violentos y su salud se deterioró rápidamente. Se presentaron unos médicos, que no fueron los que solicitó la esposa, siguieron con atención el caso y diagnosticaron gastroenteritis aguda y, además, se tomaron el atrevimiento de revisar todos sus papeles.

Al día siguiente Bekhterev falleció y no se autorizó la autopsia. Su nombre fue borrado de la Unión Soviética y recién con el advenimiento de Khurshev se lo reivindicó y se lo reconoció como el gran neurólogo de Rusia. Se imprimieron estampillas en su memoria y se erigió un monumento en el sitio donde yace su cuerpo en el cementerio de San Petersburgo.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

REVISIONISMO HISTÓRICO



Se acaba de inaugurar el Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego, cuyo objetivo, según su director Pacho O’Donnell es revisar la historia liberal escrita por Bartolomé Mitre y Vicente Fidel López, nuestros historiadores fundacionales. El instituto no se propone desplazar ninguna orientación ni cátedra historiográfica, sino debatir con altura y, así, llegar a coincidencias y disidencias.

La actividad del instituto es ad honórem en todos sus miembros y no representa ningún gasto para el Estado.
Rápido de reflejos, el diario La Nación ya sacó varios editoriales y sus espadas comentaristas se apresuraron a denostar este emprendimiento. Observemos los comentarios:
  • Se pretende una interpretación maniquea de la historia, según la cual sus protagonistas se dividen en "absolutamente buenos" y "absolutamente malos.
  • Carece de historiadores formados.
  • El revisionismo es un movimiento que ha pasado a la historia de la historiografía.
  • La propia iniciativa es una exhibición de primitivismo intelectual.
  • La deformación del pasado ha estado en la base de muchas tragedias humanas, sobre todo las que se desencadenaron por las miserias del nacionalismo, tan familiares a la visión revisionista.
  • La explicación tal vez resida en que lo que se busca desde el Poder Ejecutivo Nacional es falsear los hechos del pasado para servir al discurso oficial. Todo indica que se pretende generar, mediante un producto "enlatado", una historia sesgada y falsa.
Esta andanada de metralla del diario La Nación y los embanderados en las corrientes clásicas del liberalismo en la historia, no sólo están indignados sino alarmados, casi espantados ante la suposición de que se cambie el esquema rígido que armaron con mentalidad aporteñada, liberal y europeizante. Odian el pluralismo y consideran que son los únicos con autoridad para escribir la historia.

Ellos, oportunamente se silenciaron o fueron cómplices de las censuras, las persecuciones, la devastación educativa y universitaria, pretenden mantener incontaminada la hegemonía histórica que encerró en el olvido gran parte de nuestro pasado.

¿Sacaron los diarios Clarín y La Nación algún comentario crítico cuando la dictadura quemó miles de libros al mejor estilo del 1984 de Orwel?

Empecemos por el principio. La historia que nos enseñaron en la escuela es totalmente incompleta. De Bolívar sólo sabemos que luchó exitosamente contra los españoles en Venezuela y Colombia y que se reunió en Guayaquil con San Martín a puertas cerradas. De la revolución mejicana, ni palabra como tampoco lo más elemental de la historia de Brasil.

Pasemos a la Argentina; de Castelli y Alberdi, poco sabemos y muy ocasionalmente se cita la oposición que sufrieron durante sus campañas San Martín y Belgrano desde el gobierno de Buenos Aires.

Artigas, un gaucho salvaje que se opuso a los porteños “iluminados”. El combate de la Vuelta de Obligado, que fue mucho más importante que el de San Lorenzo por sus consecuencias, merece a lo sumo dos renglones en los libros de historia escolar. No tuvimos la oportunidad siendo alumnos de disfrutar las extraordinarias aventuras de Bouchard el corsario que tanto ayudó a San Martín en la independencia del Perú.

                      Carpani: Combate de la Vuelta de Obligado

Todos oímos hablar de Tupac Amaru y sabemos que lo descuartizaron por rebelarse al colonialismo español, pero desconocemos las razones y también ignoramos que llegó a poner en jaque a todo el imperio colonial en América del Sur.
Por lo tanto, la historia que recibimos es absolutamente incompleta, sesgada y engolada y se justifica plenamente que sea revisada.

El argumento de que en el instituto no hay historiadores es falso, por otra parte ni Mitre, ni Vicente Fidel López, ni la mayoría de los que escribieron la historia argentina, cualquiera fuera la corriente en que se encasillaron, habían cursado licenciaturas de historia en facultad alguna.
De que el Poder Ejecutivo busca falsear los hechos para ponerlos al servicio del discurso oficial, es un vaticinio prejuicioso del diario de los Mitre.

Quizás por no analizar históricamente el catastrófico préstamo que la Baring Brothers le otorgó a Rivadavia, es que se repitió el error a manos de engendros como Martinez de Hoz y Cavallo.

Quizás también por no estudiar a Alberdi en profundidad es que tuvimos la tragedia de los golpes militares que postergaron al país durante décadas. Recordemos uno de sus pensamientos: “Dad ejército a los pueblos que no tienen enemigos ni necesidad de hacer guerras y crearéis una clase que se ocupará de hacer y deshacer gobiernos. El ejército degenerará en clase gobernante y el pueblo en clase gobernada o sometida.”

                                                              Juan Bautista Alberdi

sábado, 17 de diciembre de 2011

Papel Prensa

Desde el inicio de la era K, los diarios La Nación y Clarín junto con su constelación de más de 200 medios de información, se colocaron sistemáticamente en la vereda de enfrente. Con persistencia se dedicaron a resaltar la parte del vaso que está media vacía, mientras desestimaban o ignoraban la mitad media llena. El diario Clarín incurrió incluso en información falseada en numerosas oportunidades.
La causa de este comportamiento es esencialmente ideológica por seguir el gobierno K políticas sociales, con mayor participación del Estado en la salud, la educación y la mejora de la situación socioeconómica de vastos sectores de la población relegados tras décadas de gobiernos neoliberales.
O sea que hasta ayer, la diferencia que ubicaba en veredas enfrentadas a estos medios de la era K, se remitía al terreno de la ideología. Con el tema de Papel Prensa, la situación se volvió intolerable para estos medios, porque ahora les van a tocar el bolsillo, tema altamente sensible e irritante para cualquier empresario.
Por eso es que en este momento, toda sus energías están orientada a defender sus intereses económicos y de poder. Las plumas y corifeos del periodismo adictos a La Nación y Clarín, trabajan a destajo produciendo cotidianamente editoriales que claman contra el avasallamiento de la libertad de prensa, sofisma que no resiste ningún argumento.
Frases como “pretensión de controlar la palabra”, “mordaza a los medios”, etc, están a la orden del día.
Pronostican que el gobierno tendrá el control total de los medios al apoderarse de Papel Prensa, cuando ellos mismos dijeron tiempo atrás que quién controla Papel Prensa controla los medios. Es decir que durante más de 30 años hicieron eso: controlaron los medios.
Después de apoderarse de la empresa, con el aval de Videla y mediante apremios ilegales (eufemismo de tortura), aplicados a Lidia Papaleo de Graiver, la dueña del paquete accionario, los señores Magneto y Bartolomé Mitre lograron el monopolio del papel en la Argentina.

               La vidua de Noble brinda con Videla la adquisición de Papel Prensa

No existe en el mundo ningún diario que sea dueño del 99% del papel que se produce en un país. A partir de entonces, el directorio de papel prensa se dedicó a extorsionar a los demás diarios vendiéndoles el papel a un costo superior y con esa maniobra lograron cerrar o apoderarse de 46 diarios de las provincias. Ni la SIP ni ADEPA hicieron el menor reclamo contra este avasallamiento mafioso, tampoco importaron los asesinatos de 14 periodistas en Honduras y de otros más en varios países de América latina.
Ahora claman a tambor batiente, acusando al gobierno de atentar contra la libertad de prensa. Tanto la SIP como ADEPA son instituciones que por sus trayectorias abocadas a defender sólo a las corporaciones mediáticas, están profundamente desprestigiadas. La SIP huele a CIA y es más una institución al servicio del gobierno de los Estados Unidos que a la protección de la libertad de prensa en América.
Considerando que tanto en ADEPA como en la SIP sus directorios están conformados por los dueños de las cadenas informativas, su función totalmente distorsionada, consiste exclusivamente en defender a estos monopolios mediáticos.
EL hecho real es que desde que Clarín y La Nación rapiñaron Papel Prensa, causaron un enorme daño a la información en Argentina. Influenciaron sobre el cándido e incompetente De la Rúa para que pusiera a Cavallo como ministro de Economía y presionaron sin éxito al gobierno de Kirchner para colocar sus alfiles en lugares estratégicos del gobierno.
El directorio de Papel Prensa cuyos miembros ejecutivos tienen sueldos de más de cien mil pesos mensuales y ocultaron sistematicamente los balances de la empresa, jamás pusieron un peso en inversión de nuevos equipos o de ampliación de la fábrica.
Que quede claro: estos señores no están defendiendo la libertad de prensa, están defendiendo el control absoluto del papel y sus abultadas ganancias.

Bartolomé Mitre y Magneto

miércoles, 14 de diciembre de 2011

EL REY DEL FIRULETE


Las calles de Almagro, de Boedo y del Abasto; los patios con parra y piso de tierra, y aquellos primeros reductos urbanos, donde se impuso el baile del tango, fueron algunos de los territorios a veces imprecisos de un personaje de leyenda. Había nacido el 14 de febrero de 1885 cerca de la esquina de Boedo e Independencia. No era buen mozo, “pintón” como se decía entonces, incluso tenía el rostro algo picado de viruela y tenía cierto aire de compadrito peinado a la gomina. Para quién no lo conocía y lo veía por primera vez en los bailongos de Buenos Aires, podría resultar un personaje olvidable, uno más en el montón, hasta que prendido a su compañera empezaba a desglosar con sus pasos el ritmo de la orquesta. Se hacía un silencio sólo roto por el quejido de los bandoneones y los asistentes contemplaban fascinados al rey del firulete.



Entonces su figura adquiría una prestancia y un refinamiento que lo transformaban en un ser celestial. Porque por sobre todas las cosas bailaba el tango como los dioses. Se llamaba Ovidio Bianquet y de chiquilín rompió un vidrio de una pedrada en el barrio del Abasto.

Cuando la “cana” cayó a su casa la madre salió y dijo: “Mi hijo es buenito”, pero el cana entendió Benito y en el expediente de denuncia de la comisaría quedó rebautizado como Benito Bianquet.

No sería ese su nombre definitivo, ya adolescente solía propasarse con algunas vecinitas del barrio y su padre terminó diciendo “Mi hijo es un cachafaz” y desde entonces se lo conoció bajo el apodo de El Cachafaz.

Comenzó a bailar de chiquilín en sus tiempos libres, cuando terminaba su trabajo de pintor de brocha gorda. En 1911 ya era lo bastante buen bailarín y lo suficiente entrador como para dejar de pintar paredes y pronto se consiguió una protectora que lo llevó a Estados Unidos y a España. Después de aquel viaje al exterior comenzaron los certámenes y concursos y El Cachafaz se fue imponiendo a los grandes bailarines de entonces.

Concurría con suma frecuencia a los bailes del Olimpo donde no se le cobraba entrada, porque era una verdadera atracción; cuando él bailaba la concurrencia entusiasmada le formaba rueda y él se floreaba a gusto haciendo derroche en las figuras del típico tango de arrabal.

En 1913 brilló en el concurso del Palace Theatre y en 1914 ganó el certamen que el barón De Marchi organizó en el Parisien. Cuentan los memoriosos que el Cachafaz sin hacer caso a las recomendaciones del reglamento, que obligaba a bailar “sencillo”, empezó a tirar cortes y figuras sorprendiendo al público y a influyentes mujeres, como María Roca, la esposa del Barón De Marchi, que lo contrató como profesor.
Fue De Marchi quien lo introdujo en la high life para que impartiera lecciones de tango a doña Zelmira Gainza de Paz y a don Matías Sánchez Sorondo, entre otros. Ya considerado un maestro en el arte del corte y la quebrada, enseñaba para algunas damas de la alta sociedad en un salón del Teatro Olimpo, en Pueyrredón 1463, donde se cotizaba cobrando 50 pesos la clase. Las señoras ricachonas querían ponerse a tono con el tango, que hacía furor en Europa, y sus maridos empresarios, políticos y terratenientes, le siguieron el paso. Entre sus alumnos no faltaron senadores, diputados, ministros y embajadores. 
Su biografía incluye un fugaz viaje a París, a donde fue para bailar en El Garrón, pero no resistió el clima y regresó a los dos meses.
Teniendo en cuenta el radio de acción del Cachafaz con predominio en la zona del Abasto, era imposible que su vida no se cruzara con la de Carlos Gardel. El Cachafaz solía asistir a los lugares en que cantaba el Zorzal y deben haber sido numerosas las noches de café donde platicaron juntos, especialmente en el bar de la esquina de Talcahuano y Corrientes.



Murió en su ley, en un salón de baile de Mar del Plata el 7 de febrero de 1942. Dejó anécdotas, un tango que lleva su nombre, de letra mediocre pese a que lo escribió Villordo, pero de música bellísima. También aportó al 2 x 4 nuevos giros, firuletes y quebradas que enriquecieron la música porteña y hace que quién lo baila entre en un mundo sin retorno. Algunos sostienen que el actual tango de escenario, ese de compleja coreografía, tango for export, se inspiró en los pasos y figuras del Cachafaz.

Otro legado del gran bailarín, es el alfajor que se está poniendo de moda y que lleva su nombre y es sabroso y tentador como dejarse llevar por esa vivencia intransferible del cuerpo de seguir los compases de un tango.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Argentina 2001 y Grecia 2011


En el mensaje de ayer en el Congreso, verdadera pieza de oratoria como pocas veces se escuchó en ese recinto de la Cámara Baja, la presidenta Cristina deslizó una frase de carácter medular: “He venido a gobernar para los 40 millones de argentinos y no para las corporaciones”.
Al embanderarse en este concepto, la Presidenta  mostró que se encuentra en las antípodas del pensamiento y decisiones de los gobernantes europeos, varios de ellos miembros o ex miembros de bancos de inversión, compañías de seguros, fondos de pensión y fondos especulativos y que en su conjunto forman el paquete denominado “mercados”. Paquete que es más peligroso que una bomba nuclear.
Definitivamente, no existe en el seno de la Unión Europea la menor voluntad de plantarse de cara a estas instituciones para resolver la crisis. Sucede que gobernantes y primeros ministros le temen a los mercados que mueven cifras de dinero casi 100 veces superiores al que mueve la economía real (empresas de bienes y servicios).
Estos organismos, no sólo suelen equivocarse, sino que juegan un rol execrable y perverso. Ordenan a los gobiernos planes de austeridad, recortes y ajustes que llevan a un mayor endeudamiento, desocupación y pobreza en la sociedad.
El pueblo griego, uno de los más afectados por estas medidas y que sufrió la humillación de un primer ministro obligado a renunciar por las decisiones de Sarkozy y de Merkel, ve un futuro sin salida. “Siempre pasamos períodos difíciles y logramos salir adelante, pero esta vez nos arrebataron la esperanza” Esta frase de una gerente de pequeña empresa es un denominador común en el pensamiento de todos los griegos.
En Grecia, los salarios se redujeron hasta un 40%, aumentaron los impuestos y se crearon otros con títulos curiosos como: impuesto de solidaridad y tasas sobre el petróleo y gas natural.
De aquí a 2015, alrededor de 120.000 empleados serán puestos en “reserva” como plan de saneamiento drástico de reducción del personal. Los jubilados cobran con atraso sueldos miserables y no pueden buscar, si es que la encuentran, salida en otros empleos porque está prohibido.
El presupuesto en salud pública fue recortado un 40% y pronto se suspenderá la entrega de medicamentos a pacientes con enfermedades crónicas.
Los cuadros de depresión están a la orden del día y la tasa de suicidios aumentó un 25%. Se multiplicaron el trueque, las ollas populares y los sin techo.
El premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz, en su paso por Buenos Aires, con mínima repercusión de la corporación mediática, dijo una frase contundente: “Europa no aprende la lección de Argentina” y acto seguido agregó: “Europa y el euro van camino al suicidio”.


                                   Joseph Stiglitz

En 2001 los argentinos también considerábamos que nos habían robado la esperanza, era la época del “que se vayan todos”. Entonces en el 2003 apareció un flaco algo desgarbado, informal, con un ojo torcido y cuyo apellido no sabíamos como se escribía. En su discurso de ascensión al mando dijo: “no voy a dejar mis convicciones en la puerta de la Casa Rosada”. Unos cuantos pensaron que sería una fanfarronada más, considerando que el último presidente elegido por el voto popular, antes de su precipitada fuga en el helicóptero, tuvo tiempo para pedirle perdón telefónicamente a las autoridades del FMI por no poder cumplir sus planes de ajuste.
Pero el flaco no le tuvo miedo ni a los mercados ni al monopolio mediático que estaba a su servicio y aplicó un giro copernicano al rumbo de la Argentina.
Cristina continuó y profundizó el plan de recuperación moral, económico, cultural y científico  que hizo que hoy los argentinos hayamos recobrado la esperanza.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

FÚLMINE

El 26 de noviembre pasado, la periodista Susana Viau escribió una nota en el diario Clarín contra la gestión de Aerolíneas Argentinas. Nota que debe estar cerca del medio centenar de comentarios descalificantes que el periódico de Magneto viene dedicando a nuestra aerolínea de bandera.
La columna es bastante extensa, pero podemos resumirla diciendo que quién la lee llega a la conclusión de que la empresa es desastrosa, sus imberbes directores incapaces, un caldero de conflictos entre los distintos gremios y una lástima que la maneje el Estado cuando bajo la gestión de Marsans, andaba muy bien. Un descaro total, cuando todos sabemos cómo fue destruida por ese grupo español.
La nota de Viau terminaba comparando la empresa con American Airlines, un ejemplo de eficiencia. Según la periodista, a diferencia de Aerolíneas que produce déficit, American Airlines constituye un negocio redondo (sic). Una línea comercial en plena expansión que está aumentando el número de rutas dentro de los Estados Unidos.
Cuarenta y ocho horas después, sólo 48 horas después de publicada la columna de Viau, American Airlines, entró en bancarrota, se declaró en quiebra y en suspensión de pagos. La periodista fue Fúlmine, aquél personaje clásico de Divito de la revista Rico Tipo, cuyos comentarios o su presencia producían resultados catastróficos.


Sin embargo, la nota de Viau también nos muestra la ligereza y el desconocimiento con que estos periódicos elijen un tema y comienzan a martillarlo sistemáticamente, hasta que habiéndose demostrado con el tiempo que las cosas no eran como vaticinaban, abandonan el asunto y atacan por otro flanco.
Sorprende que tanto el diario La Nación como Clarín y su constelación de canales y radios que nunca criticaron la gestión de Marsans, que desmanteló y desintegró Aerolíneas, se esfuercen con denuedo en desacreditar a nuestra línea de bandera.
Personalmente creo que hay dos razones, una es ideológica y la otra es política. Respecto de la primera, estos medios siempre han detestado que el Estado controle o sea dueño de empresas, concepción exasperante para quienes sostienen los estandartes del neoliberalismo. Al estado hay que achicarlo al máximo, es el principio de esta política y por eso simpatizan tanto con Macri.
La segunda razón, es obviamente un ataque al gobierno y no se trata de un tiro por elevación sino de una embestida directa ya que para Cristina el tema de la recuperación de Aerolíneas es prioritario. El fracaso de Aerolíneas sería por lo tanto un naufragio importante en la gestión del gobierno.
En su empeño por desacreditar a la empresa estos medios caen continuamente en la desinformación e incluso la mentira. Un ejemplo reciente fue una denuncia de Clarín de que un avión de Aerolíneas estuvo a punto de colisionar con otro de American Airlines en el estado de Florida.
La empresa desmintió categóricamente la noticia calificándola como falsa y señaló que los procedimientos de aterrizaje fueron los habituales y los aviones nunca estuvieron en riesgo de colisión. Si esto hubiese ocurrido, los organismos pertinentes hubieran investigado el caso, pero el episodio ni siquiera fue analizado por NTSB (Junta de Accidentes).
Se trata de una mentira peligrosa y taimada del diario Clarín para generar incertidumbre y desconfianza en los usuarios de aerolíneas.
Otro crítico de Aerolíneas es el ex piloto y cineasta Enrique Piñeyro que en otros tiempos denunció valientemente las causas del accidente del trágico vuelo de LAPA. Mecanismos inconfesables hicieron que Piñeyro se volviera en fiscal acérrimo de la gestión de Aerolíneas. Recientemente en uno de los canales del monopolio criticó que para ir de Bariloche a San Martín de los Andes, en lugar de poner vuelos directos, había que hacer triangulación con Neuquén. Quizás Piñeyro tiene ómnibus-fobia, ya que la distancia entre ambas ciudades es de sólo 158 kilómetros y hasta se puede hacer en bicicleta si uno es joven y deportista.
En lugar de hacer ese comentario extravagante, podría haber dicho que desde 2009, Aerolíneas Argentinas inauguró 5 vuelos semanales entre Neuquén y San Martín de los Andes y que es política de esta gestión multiplicar los vuelos interprovinciales y evitar tener que recalar en Buenos Aires.

                                                                     Enrique Piñeyro

A partir de allí, Piñeyro dejó de ser para mí un personaje creíble, pero pasó a ser un individuo no respetable cuando comparó el movimiento la Cámpora con las huestes de López Rega, declaración que le valió una lluvia de críticas y de la cual aún se debe estar lamentando.
De la misma forma en que se debe estar lamentando Susana Viau sobre su nota en Clarín. American Airlines podría haber esperado unos meses antes de entrar en quiebra y no a 48 horas de tu nota ¿Verdad Susana?


domingo, 4 de diciembre de 2011

PROFESOR, NOS RETIRAMOS

“Profesor, nos retiramos” y acto seguido varios alumnos se levantaron y abandonaron el aula. Estos sucedió el 2 de noviembre de este año en el estado de Massachusetts y más precisamente en la cátedra de economía de la Universidad de Harvard.

Le dejaron una nota con el siguiente texto: “Hoy estamos abandonando su clase, como expresión de nuestra desconformidad con el sesgo que usted impuso en el curso. Sesgo que afecta a los estudiantes, a la Universidad, y nuestra sociedad en general. Un estudio académico legítimo de la economía debe incluir una discusión crítica de las ventajas y los defectos de los diferentes modelos económicos. Sus clases no incluyen las fuentes primarias y rara vez se cuenta con artículos de revistas académicas y tenemos muy poco acceso a aproximaciones económicas alternativas. “

 

En la carta los alumnos señalaban que los graduados de Harvard juegan un papel importante en las instituciones financieras y en la conformación de las políticas públicas a nivel mundial. Si falla la Universidad de Harvard a la hora de equipar a sus estudiantes con una comprensión amplia y crítica de la economía, su influencia perjudicará el sistema financiero global. Los últimos cinco años de crisis económica han sido prueba suficiente de ello.

La carta concluye: “Nos estamos retirando de su clase para protestar por la falta de discusión de la teoría económica básica y para dar nuestro apoyo a un movimiento que está cambiando el discurso estadounidense sobre la injusticia económica (Occupy wall street). Profesor Mankiw, le pedimos que considere seriamente nuestras inquietudes y nuestro abandono de la clase”.

 

¿Quién era el receptor de esta dura lección?

Gregory Mankiw, además de ser profesor universitario en Harvard, es un líder de opinión a nivel mundial en economía. Formó parte del comité que asistió a George Bush y su libro Principios de Economía está dentro de los best sellers sobre esa disciplina.

 

                                                               Gregory Mankiw

 Mankiw es un defensor de los desplazamientos empresariales hacia países de mano de obra barata (offshore company), mecanismo que llevó al desempleo a grandes masas de trabajadores y transformó las que otrora eran ciudades pujantes en pueblos fantasmas. Esto lo vimos Alicia y yo con nuestros propios ojos cuando visitamos Schenectady en el estado de Nueva York en 2001, ciudad en la que hicimos el internado en 1963. En aquél entonces, la planta de la General Motors daba empleo a 50.000 personas (la mitad de la población). Decidió trasladarse a otro sitio para reducir costos laborales y hoy día en Schenectady, las casas están abandonadas y las calles se encuentran desiertas. Pasaron décadas desde que se retiró la General Electric y la ciudad aún no pudo recuperarse. No es la única en los Estados Unidos que sufre estos avatares a manos de un capitalismo carente de la menor sensibilidad social.

 

       Calle de Schenectady, 1963                   Calle de Schenectady 2003

 

La incapacidad de las universidades actuales de formar economistas críticos y sensatos responde a factores perversos que ponen a estos centros de estudio al servicio del sistema capitalista en su fase neoliberal. La crisis en la enseñanza de una economía crítica e integral, es producto de la pérdida de identidad e independencia de las universidades que se transformaron en rehenes de los intereses de las corporaciones y por la demanda del mercado. Se las ha presionado directa (o indirectamente) a convertirse en empresas educativas con la misión de formar economistas dispuestos a colaborar con el modelo neoliberal que mantiene a la mayor parte de la humanidad en la exclusión y la pobreza.

 

Desde hace décadas, quienes gobiernan los Estados Unidos olvidaron las reflexiones de Thomas Jefferson, el tercer presidente de ese país, quién con una clarividencia asombrosa se expresó en 1802 de esta manera:
“Pienso que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que ejércitos enteros listos para el combate. Si el pueblo americano permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos y todas las instituciones que florezcan a su alrededor, privarán a la gente de toda posesión. Primero por medio de la inflación, enseguida por la recesión, hasta el día en que sus hijos se despertarán sin casa y sin techo sobre la tierra que sus padres conquistaron”.

Thomas Jefferson (1743-1826)