sábado, 10 de marzo de 2012

LONGEVIDAD

La primera vez que escuché el nombre de Jeanne Calment fue hace unos años en un congreso médico sobre radicales libres y antioxidantes, donde el tema del envejecimiento es ineludible. Jeanne nació en el pueblo de Arlés Francia, de donde nunca se movió. Sus padres y hermanos eran longevos aunque nunca llegaron a los 100 años. El esposo de Jeanne, su hija y su nieto murieron relativamente jóvenes por una intoxicación alimentaria, una neumonía y un accidente de moto, respectivamente.

                        La joven Jeanne a los 20 años

Cuando en 1990 se cumplió el centenario de la muerte de Van Gogh, varios periodistas visitaron Arlés para recabar anécdotas interesantes sobre el genio de los girasoles quién fascinado con la gente y la campiña arlesiana pintó alrededor de 300 óleos del pueblo y sus alrededores. Fue entonces que descubrieron a Jeanne quién les contó que a los 10 años asistió al funeral de Víctor Hugo y que 3 años después tuvo oportunidad de conocer personalmente a Vincent. En esa ocasión Van Gogh fue a la fábrica de su tío para adquirir varias telas. Lo describió como un hombre huraño, desaliñado y en fin francamente desagradable. A pesar de que fue un hecho que conmovió al pueblo, no hay registro de que Jeanne relatara el episodio de la oreja del pintor luego de su pelea con Gaugin.

                                  A la edad de 60 años

Los periodistas no creyeron que la viejecita de pelo nevado que estaba delante de ellos tuviera 110 años y menos cuando Jeanne les dijo que hasta hace poco tiempo pedaleaba su bicicleta. Además, la anciana caminaba perfectamente y vivía sola sin ayuda de nadie. Agreguemos a esto que durante la entrevista, Jeanne fumaba un cigarrillo mientras les confesaba que el hábito lo tuvo toda su vida. Jeanne seguiría fumando hasta los 114 años en que abandonó el pucho porque no veía bien para prenderlo y se cansó de pedirle a otros que lo hicieran por ella.
                                   A los 114 años


Los vecinos aseguraron la longevidad de Jeanne, pero había que confirmar su fecha de nacimiento ya que a esta altura para los periodistas, el tema de Van Gogh había pasado a segundo plano. Se dirigieron en tropel al registro civil de Arlés y cuando el empleado les trajo del depósito el tomo polvoriento correspondiente a 1875 encontraron en las amarillas páginas escrito con elegante caligrafía el dato que buscaban “Siendo el 22 de Febrero de 1875, se apersona el señor Nicolas Calment, carpintero de barcos, de 37 años de edad quién declara que su esposa Marguerite Gilles, de 37 años de edad dio a luz una hija llamada Jeanne Louise Calment, quién nació el 21 de febrero de 1875.”

Los hombres de prensa recogieron más datos de interés, como el contrato que Jeanne le firmó al escribano André Francois Raffray, donde éste se comprometió a pagar una suma mensual de 2500 francos hasta la muerte de Jeanne y a partir de esa fecha la propiedad pasaba a sus manos. Esto ocurrió en 1965 cuando el escribano frisaba los 45 mientras que la “incauta” Jeanne ya tenía 90. Cuando Raffray murió de cáncer a los 75 años ya había pagado ciento ochenta mil francos, más o menos el doble del valor de la propiedad. Su viuda le tuvo que seguir pagando a Jeanne un par de años más.

Finalmente, el 4 de agosto de 1997, a la edad de 122 años y 164 días Jeanne Calment decidió que era tiempo de abandonar este mundo. Nos dejó una evidencia científica importante: que la expectativa máxima de vida de la especie humana puede alcanzar los 122 años, pero…¡Que soledad!

                                                            Última foto a los 122 años

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