viernes, 2 de diciembre de 2016

GRANMA

Después del intento fracasado de tomar el cuartel Moncada en 1953, Fidel Castro fue condenado a 15 años de prisión, pero gracias a una amnistía fue liberado a los 22 meses. Lejos de abandonar el proyecto revolucionario, se dirigió a México para reorganizar el movimiento que pasó a llamarse 26 de julio, la fecha del intento de asalto contra el Moncada.

                     Fidel Castro detenido después del asalto al Moncada

En México, estaba esperándolo su hermano Raúl quien le presentó a Ernesto Guevara, que junto con otros cubanos había escapado de Guatemala como consecuencia del derrocamiento de Jacobo Arbenz. Hacer click para ver Ernesto en Guatemala

En sus primeras conversaciones intercambiaron impresiones sobre Latinoamérica, discutieron planes, estrategias y expresaron sus anhelos. Fidel le solicitó unirse al Movimiento 26 de Julio y Guevara aceptó de inmediato. A partir de ese momento se transformó en el Ché.
Los preparativos para la invasión, incluyeron adiestramiento físico, manejo de armas, práctica de tiro, escalamiento de montaña, lucha libre y técnicas de supervivencia. Una clandestinidad más rigurosa y el rumor de un infiltrado en sus filas, llevó a los cubanos y al argentino a apresurar los preparativos para la invasión del país. La cita sería la noche del 24 de noviembre en Tuxpan, Veracruz a bordo del Granma (abreviatura de grandmother).

                                El Granma

La nave adquirida era un yate sin mástiles que escasamente superaba los 13 metros de eslora por 4,76 metros de manga. Estaba condicionado para albergar una tripulación máxima de 10 a 12 personas, pero se embarcaron 82, y desde el momento en que zarpó, Fidel ya había establecido las categorías de mando y los pelotones con sus respectivos jefes.

El 25 de noviembre de 1956 en medio de una fría lluvia y un cielo encapotado, zarpó la embarcación deslizándose por el río Tuxpan hasta alcanzar el mar abierto. La aventura era totalmente descabellada y las posibilidades de éxito inciertas por no decir nulas, pero Fidel era un imprescindible y los personajes de esta categoría no miden desigualdades sino que las enfrentan.

Aquella nave, lenta y pesada debía atravesar la distancia que los separaba hasta llegar a Cuba. Sobrecargada en exceso, cualquier tormenta fuerte podía hacerla zozobrar. Debían amarrar en el sitio establecido de la costa cubana donde los esperaban algunos miembros para asistirlos con apoyo logístico. Si todo esto se cumplía tenían que sumergirse en la selva montañosa y aplicar la táctica de guerra de guerrillas hasta alcanzar la estrategia establecida. Esta consistía en derrotar al ejército de Fulgencio Batista constituido por miles de hombres con armamento moderno provisto por Estados Unidos y con apoyo aéreo.

Nadie hubiera apostado un centavo por el éxito de aquellos hombres que además estaban pobremente armados. Ni siquiera contaban con el factor sorpresa, la noticia de la partida de la embarcación se había filtrado y llegado a los servicios de inteligencia del dictador Batista. Solo los impulsaba una fuerza de voluntad increíble y una confianza absoluta en la victoria. Al salir Fidel había sentenciado: “si parto llego, si llego lucho y si combato gano”.

Durante la travesía se demostró la cohesión y solidaridad que había en el grupo emanada de la voluntad férrea del comandante. Habían logrado el primero de los objetivos que tenían por delante: eludir la vigilancia de los guardacostas mexicanos. 

Ya en pleno océano, pero próximos a llegar al punto de desembarco, una gigantesca ola sacudió la embarcación que escoró peligrosamente y cuando se enderezó vieron que uno de los vigías había caído al mar. La noche era cerrada y con un fuerte oleaje, pero Fidel ordenó detener la marcha para rescatarlo. Estuvieron más de una hora buscándolo con las linternas y a medida que el tiempo pasaba la tripulación iba perdiendo las esperanzas de salvarlo. Fidel no se rindió y ordenó continuar la búsqueda haciendo que la nave realizara un giro más abierto hasta que escucharon la voz apagada del náufrago y lograron subirlo a bordo.

Poco más tarde divisaron las luces del faro de Cabo Cruz, pero los datos de la zona no coincidían con los de la carta náutica y decidieron seguir un trecho paralelo a la costa hasta que de pronto el Granma encalló a dos kilómetros del lugar donde debieron haber amarrado. Fidel ordenó el desembarco inmediato y alejarse lo más rápido posible del barco antes de que lo detecten. Eran las 7 de la mañana del 2 de diciembre y habían navegado durante 7 días. Dos días más de lo previsto y con el ejército de Batista alertado y esperándolos.

No podían haber elegido un lugar peor, la zona estaba llena de pantanos donde se hundían hasta la cintura. Horas después cayeron en la emboscada que les preparó el gobierno. Solo 12 sobrevivieron, entre ellos Fidel y su hermano Raúl, el Ché y Camilo Cienfuegos.

             El pequeño grupo subiendo la Sierra Maestra

Esa noche Fulgencio Batista pudo dormir tranquilo, los partes del frente le informaron que los revolucionarios habían sido diezmados, solo unos pocos habían logrado escapar para refugiarse en Sierra Maestra. Mañana, pensó Batista, anunciaré a la población que Fidel Castro ha muerto.

Dos años después de táctica de guerrillas, el minúsculo grupo había sumado ochocientos combatientes, entre campesinos y soldados desertores, todos imbuidos de idealismo, convicción y coraje. Del lado opuesto había un ejército de 70.000 hombres, más el apoyo aéreo, pero desmoralizado que no sabía para que luchaba ni contra quién lo hacía.

El 1 de enero de 1959, los “barbudos”, entraron triunfantes a La Habana y cambiaron la historia.


                    Fidel, su hermano Raúl y el Ché, entrando en La Habana.

WikiMexico. México y el Ché Guevara. http://www.wikimexico.com/articulo/mexico-y-el-che-guevara

Fidel Castro. Encyclopaedia Britannica, tomo 2, pag 940-941. Chicago 1995.

4 comentarios:

  1. Oswaldo C de Maryland2 de diciembre de 2016, 11:09

    Muy bueno el relato del heroísmo revolucionario, Ricardo. Inicialmente fue Fidel muy admirado en EEUU. Desafortunadamente después cambio la orientación política de Cuba a una dictadura comunista que esperamos cese pronto.

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    1. Yo visité Cuba poco tiempo después que cayó el sistema soviético y los cubanos la estaban pasando muy mal por el bloqueo de Estados Unidos y errores propios de régimen. Me llamó la atención que todos tenían educación terciaria y perfecto estado de salud, algo que Estados Unidos no ha logrado.
      Castro optó por un régimen dictatorial porque no se pueden hacer cambios drásticos para mejorar el estado socioeconómico de la población por la vía democrática, dentro del dominio geopolítico de Estados Unidos. Así lo demostraron las experiencias de Arbenz en Guatemala y de Allende en Chile.

      Abrazo

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    2. tu cronica, Ricardo, tan imprescindible como este puñado de luchadores! muchas gracias!!

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  2. Gran Leccion de historia y por sobre todo PATRIOTISMO

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