viernes, 25 de noviembre de 2016

PERÓN Y LOS JUDÍOS

Gran parte de este artículo se basa sobre la entrevista que realizó la periodista científica Verónica Engler al historiador israelí Raanan Rein, uno de los investigadores extranjeros que más ha publicado sobre el peronismo en las últimas décadas. Otra fuente de información fue la entrevista que Radio Jai (la radio judía) le hizo al periodista Daniel Blinder.

El mito antisemita
Un mito clásico de la política y de la historia argentina y que aún persiste fuertemente arraigado en algunos círculos de intelectuales y politólogos de neto corte antiperonista, es el concepto de que Perón era antisemita, por no decir nazi o fascista. El mito se generó cuando asumió la revolución del 43 con las sucesivas presidencias de los generales Ramírez y Farrell, cuyos gobiernos se mantuvieron neutrales durante la Segunda Guerra Mundial, pese a la presión de los Estados Unidos. Es indudable que entre los componentes de este grupo del golpe militar, había simpatía por Alemania e incluso por el nazismo.

El entonces coronel Perón estaba a cargo del Ministerio de Guerra, la vicepresidencia y la Secretaría de Trabajo y Previsión. Los decretos y leyes emitidos durante su gestión provocaron el rechazo de las grandes corporaciones y de los terratenientes que vieron afectados sus intereses.

Después de los episodios del 17 de octubre de 1945, Perón inició su campaña política hacia la presidencia de la Nación y la oposición en bloque se aglutinó alrededor del embajador norteamericano Spruille Braden. El rótulo de antisemitismo que pesaba sobre los hombros de los integrantes de la revolución del 43, fue aprovechado y acentuado al paroxismo contra Perón y el principal gestor fue el propio Braden.

Spruille Braden, embajador de Estados Unidos en Argentina se entrometió en forma obscena e ilegal durante la campaña electoral de 1945. Hacer click para ver  Spruille Braden http://elmordazblog.blogspot.com.ar/search?q=braden

Integración de las comunidades
                                                      Raana Rein

Raanan Rein, historiador israelí que ejerce la vicepresidencia de la Universidad de Tel Aviv en Israel, estudió en forma exhaustiva la relación entre Perón y los judíos y los resultados de sus investigaciones derrumban como un castillo de naipes el mito del antisemitismo peronista.

El peronismo enfrentó el concepto liberal del crisol de razas según el cual los inmigrantes tenían que dejar de lado sus rasgos culturales y transformarse en argentinos. El movimiento jerarquizó los derechos grupales y las distintas etnias fueron reconocidas como argentinas y se respetaron sus lazos con sus países de origen, o sea que fueron legitimados por parte del Estado.

A diferencia de la derecha argentina, que al hablar de la doble lealtad puso en cuestión la argentinidad de distintos grupos de inmigrantes, sobre todo de los judíos; el peronismo no consideró una contradicción entre la argentinidad de los inmigrantes judíos y sus lazos con el sionismo o el Estado de Israel. Perón llegó a decir en algún discurso que un buen judío argentino debe apoyar el Estado de Israel. Esta conducta fue extendida a todas las demás comunidades.

Es importante recordar que la Constitución Nacional de 1949, propiciada por el peronismo, fue una de las primeras del mundo en imponer una cláusula contra la discriminación y el racismo siguiendo en este caso los lineamientos de la Declaración de los Derechos Humanos votada en el recinto de Naciones Unidas un año antes. El artículo 28 de la constitución de marras, establece que “La Nación Argentina no admite diferencias raciales”.

El gobierno peronista ante el estado de Israel
Cuando se decidió la creación del estado de Israel en la ONU en 1948, el gobierno se mantuvo neutral, pero después, se plegó al resto de los países de América latina en establecer relaciones diplomáticas. El embajador argentino en Israel Pablo Manguel, de origen judío, destacó que en1949 la Fundación Eva Perón envió alimentos, medicinas y frazadas en gran cantidad al pueblo israelí que por entonces se debatía entre el hambre y el desarraigo. También señaló que se le otorgaron amplias facilidades a los judíos que huían de la Europa de posguerra y que casi siempre llegaban sin documentos. Y seguirá diciendo Manguel, que “EE.UU. no permitió la entrada de un buque que había partido de Chipre repleto de exiliados judíos y que Evita no solo los recibió sino que se preocupó por darles trabajo”.

                          Pablo Manguel con Juan Domingo Perón

Cuenta el periodista Roberto Bardini que “En 1946, durante el gobierno peronista, por primera vez en la historia argentina se otorgaron días libres a los soldados conscriptos judíos para que pudieran celebrar sus fechas religiosas. Un año después, se instituyó la primera Feria del Libro Judío, actividad que continuó durante décadas.

En 1948, se creó Nueva Sión, el Instituto Judío Argentino de Cultura e Información y la Cámara de Comercio Argentino-Israelí; en 1949 llegó el primer Embajador de Israel a la Argentina, y en 1951, Golda Meir visitó Buenos Aires abrazándose con Eva Perón, por la labor realizada en favor del Estado de Israel. El fructífero intercambio entre esa colectividad y el gobierno nacional sumó dos nuevos hechos en 1951. El 19 de junio, el Presidente de Israel, Dr. Chaim Weizmann obsequió una biblia antigua a Perón como gesto agradecido por la solidaridad de su gobierno con el Estado de Israel y el 5 de julio de ese año, una delegación de la colectividad israelita visitó a Perón en la Casa Rosada para apoyar públicamente su reelección presidencial.

Raana Rein asegura que hubo mucho más antisemitismo durante los gobiernos conservadores, que incluso tenían una fuerza de choque: la tristemente célebre Liga Patriótica.


        Golda Meir, entonces Ministra de Trabajo de Israel con Eva Perón.

Judíos destacados dentro del peronismo
En la búsqueda de información Rein observó con sorpresa que a principio de los años 40, el principal sindicato obrero era la Unión Ferroviaria, cuyo secretario general era el judío Rafael Kogan quien puso todo su apoyo para la campaña del entonces coronel Perón. Lo mismo hizo Ángel Perelman, quien fue primer secretara general de la Unión Obrera Metalúrgica, junto con otros judíos que tenían puestos claves en distintos sindicatos.

En 1907 llegó a Buenos Aires proveniente de Ucrania, Israel Zeitin, que en idish significa “tiempo”. Más tarde adoptó el seudónimo de César Tiempo y fue uno de los más destacados intelectuales judíos. Fue injusta y deliberadamente relegado al olvido por la prensa hegemónica y los intelectuales judíos antiperonistas como Eliascheff, Aguinis y Kobladoff.

                             César Tiempo

César Tiempo en su juventud se enfrentó a Hugo Wast (Gustavo Martínez Zubiría) quien a través de su cargo de Director de la Biblioteca Nacional hacía gala de su antisemitismo. Por entonces, la comunidad judía lo consideró su principal defensor, lo erigió como héroe y lo invitaba a todos los eventos. Sin embargo, cuando aceptó el cargo de director del suplemento cultural del diario La Prensa, que había sido expropiado por el gobierno peronista, se convirtió en una especie de paria. 

Durante su gestión, el suplemento cultural del periódico le dio acceso a muchos más escritores judíos que los que escribieron en el diario La Nación en 50 años. A César Tiempo se le cerraron todas las puertas cuando asumió en 1955 la dictadura militar. En 1973 salió del anonimato para ejercer la dirección del teatro Nacional Cervantes. Fue un prolífico escritor, poeta y dramaturgo y escribió capítulos del libro Cultura Ciudadana que debían estudiar (en forma obligatoria), los alumnos de los colegios secundarios durante el régimen peronista.

La OIA
La Organización Israelita Argentina (OIA), fue creada durante la primera administración de Juan Domingo Perón y fue de hecho la sección judía del Partido Peronista. Siempre se la consideró como constituida por un grupo de marginales dentro de la comunidad, que buscaban una oportunidad para jugar un papel más protagónico. Algunos de ellos lo eran, pero muchos otros entraron porque se identificaban con el concepto de justicia social, con las políticas económicas y sociales del gobierno o porque respaldaban y formaban parte de un movimiento que tenía un apoyo mayoritario en la Argentina.

Es interesante destacar que cuando la OIA celebró un evento importante en 1953, más de cien instituciones judías adhirieron, esto parece significativo. En algunas instituciones judías, como el Hospital Israelita, la OIA tenía una importancia crucial. Uno de los datos que incluyo en el libro, y que hasta ahora nadie conocía, es el hecho de que el mismo presidente de la DAIA, Ricardo Dubrovsky, se afilió al Partido Peronista.

¿Facilitó el peronismo el ingreso de nazis a la Argentina?
Durante el primer gobierno de Perón ingresaron numerosos alemanes al país. Algunos simplemente escapaban de una Alemania devastada, también había muchos simpatizantes nazis, e incluso criminales como Eichmann, Mengele, Ante Pavelic y Priebke. Perón no fomentó su inmigración y tampoco se preocupó en controlar mejor el ingreso en las oficinas de migraciones, pero eso era casi imposible. Todos arribaron con pasaportes falsos, la mayoría con la ayuda de la Iglesia Católica. No en vano a Pío XII se lo llamó el Papa de Hitler. También participaron otros altos prelados del Vaticano como el cardenal Humberto Siri o el arzobispo yugoeslavo Krunoslav Draganovic.



                                      Krunoslav Draganovic

La única solución habría sido, inmediatamente terminada la guerra, impedir el ingreso de todo alemán durante 2 años. Perón no tuvo la audacia de adoptar esa medida, tampoco ningún otro país lo hizo.

Verónica Engler. Los judíos del peronismo. Página 12, 24/08/2015.
Raanan Rein. Oficialistas de hoy, herederos de la OIA. Perfil.com. El observador. 26/04/2015.
Luciano Stilman. Las prioridades de Israel no siempre coinciden con los judíos argentinos. Dela Cole.com.
Roberto Baschetti. El peronismo nunca fue antisemita. Publicado marzo de 2009 en: http://www.robertobaschetti.com/pdf/EL%20PERONISMO%20NUNCA%20FUE%20ANTISEMITA.pdf
 Daniel Blinder. El peronismo y los judíos. Radio JAI, 06/07/2007 http://www.radiojai.com.ar/online/notiDetalle.asp?id_Noticia=31063

6 comentarios:

  1. Solo un agregado a tu nota. El tristemente célebre Hugo Wast le prohibía la entrada al gran poeta Jacobo Fijman,
    por su " apariencia de vagabundo ".
    Cabe recordar que Jacobo "vivía " en el Borda pero con autorizacion para sus salidas. Salidas que se dirigian a
    Bibliotecas, Exposiciones pictóricas y escultóricas (poco se conoce sobre su propia obra pictórica) y Salas de musica.
    Me permití reenviar tu nota y tu blog a dos queridos amigos.
    Abrazo y mis respetos a tu Familia

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  2. Así es, recuerdo la frase atribuída a Perón: "El antisemitismo es piantavotos... ´ Pero también es cierto que entre los componentes del movimiento peronista, había grupos como la Alianza Libertadora Nocionalista, que eran real y profundamente antisemitas. Recuerdo el diario Crítica, propiedad del monopolio periodístico que apoyaba a Perón publicando todos los días en su primera página alguna foto del presidente de los EEUU, Harry S. Truman y poniendo en el pie sistematicamente "Harry Solomon Truman".
    ¿Y años después no se escuchó acaso en las calles de BsAs el cantito que decía: "Se va a acabar, se va a acabar la sinagoga radical"? Lo menos que se puede decir es que Perón y el peronismo cultivaron ciertas veces una pequeña ambigüedad.

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  3. Muy buena nota!!, que permite ir largando la tan enquistada idea del antisemitismo de Perón, ciertamente avalada por la tolerancia con los crimenales nazi. No puedo en este momento articular de qué modo, pero debe haber sido un motivo fuertemente político.Ricardo , raramente saludo tus notas, pero las leo, me parecen buenísimas en documentación, variedad, hermosa escritura y me desburran.Sos admirable en la fuerza de tu deseo!!!. Un beso. Edith.

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  4. Muy interesante el artículo.
    Meditando sobre la situación de post guerra (empujado por los comentarios sobre la "connivencia" de la Argentina con los Nazis, comentarios que uno a veces recibe viviendo en el extranjero) yo había llegado a una conclusión parecida.
    Mi análisis personal coincidía con este artículo.
    Ahora tengo además fundamentos de investigadores, lo cual me da cierta felicidad porque lo mío no eran más que conjeturas.

    Muy bueno Richard!
    Abrazos desde Amsterdam

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  5. Oswaldo C de Maryland28 de noviembre de 2016, 14:56

    Muy bueno tu ensayo sobre Perón y los judíos. Algún día tienes que considerar la publicación de un libro con tus blogs más populares.

    En cuanto a Pio XII, el apodo de "Papa de Hitler" no tiene base histórica. Aún más, Pio XII secretamente apoyó (o por lo menos no se opuso) el plan del atentado de asesinato de Hitler por los generales alemanes

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  6. Libro y artículo se basan en querer ver a Perón con ojos positivos y minimizar o evitar críticas a su filonazismo. Mas ayuda que a Israel dió Perón a su amigo Franco, boicoteado por Europa y EE.UU despues de la guerra, enviando un puente aéreo con trigo, maíz y carne vacuna. Perón apoyó y protegió a la Alianza Libertadora Nacionalista, que ponía bombas y amenazaba por igual a socialistas, comunistas y colegios judíos. Es históricamente innegable el que trajó masivamente a los nazis perseguidos o no, se pronunció en contra de los juicios de Nurenberg, y no es casualidad que la flota de ultramar y submarinos nazis de todos los mares del planeta se fueran a rendir al puerto de Mar del Plata. César Tiempo fue un besamanos de Perón, y renegado por buena parte de la comunidad y de la intelectualidad como Judenrat. Por último Perón creó secciones de la policía como Orden Social u Orden Político, para perseguir opositores al mejor estilo nazi. Junto a las opiniones de Manguel, otro pichicho de Perón, que busquen las de gente del Mossad que buscaban nazis en Argentina, que quieren reinventar la historia con revisionismos. La Casa del Pueblo, los archivos del Diario La Vanguardia, que tenían otra versión de Perón, fueron quemados por los peronistas. Solo quedaron datos para investigar favorables al dictador.

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