martes, 24 de septiembre de 2013

LIMA

De nuestro reciente viaje a Lima hay varios temas que merecen ser destacados. No es mi intención transformar el relato en un informe turístico, ya que cualquier guía lo puede hacer mejor y en forma más acabada. Los aspectos que seguidamente señalaré son los que al menos para nosotros resultaron relevantes.

Comenzaré por el casco antiguo de la ciudad que conserva construcciones que datan de fines del siglo XVI. Hay partes muy pintorescas y otras tienen aspecto casi sórdido, que se asemejan a los alrededores de la estación Constitución en Buenos Aires, pero con la diferencia de que la ciudad es sumamente limpia, mientras que nuestra capital, entre la desaprensión de los porteños y el mediocre servicio de limpieza, ofrece en algunas zonas, un aspecto definitivamente sucio. Se destaca el interés de los municipios por tener plazas y bulevares impecables con abundantes y exquisitos adornos florales.

                                       Adornos florales de Miraflores

   Plaza San Martín, con la estatua ecuestre del Libertador y una de las más bonitas

El transporte merece un capítulo destacado por su condición anárquica y su amplia y pintoresca gama de medios. En el tope de calidad se destaca el Sistema Metropolitano que cuenta con ómnibus articulados de gran capacidad que circulan por corredores exclusivos y de tránsito rápido. Algo similar, pero con unidades flamantes y sin talar ningún árbol, a diferencia del proyecto local del procesado Jefe de la Ciudad.

En orden de calidad descendente, circulan ómnibus semejantes a los nuestros, aunque muchos de ellos se encuentran en estado de deterioro lamentable. Le siguen una especie de combis, la mayoría de ellas en condiciones aún más deplorables con asientos y espacios estrechísimos. En su interior, la altura apenas araña el metro setenta, lo cual es aceptable para la mayoría de los peruanos, pero resulta insufrible para cualquier turista que excede esa talla. Junto con el conductor hay un guarda que viaja en el estribo, con medio cuerpo afuera y que se baja en cada parada (paradores en Lima), pregonando a los gritos el recorrido.
                           Las populares combies

Tomamos uno de estos vehículos, que pululan por todo Lima, donde el conductor manejaba exclusivamente con la mano derecha que saltaba del volante a la palanca de cambios. La mano izquierda la tuvo ocupada en hablar por el celular, que no abandonó durante todo el recorrido y ocultaba hábilmente en las paradas para escapar de las miradas de los inspectores de tránsito. En los semáforos leía el diario apoyado sobre el tablero, que carecía de todo lo que debía poseer esta parte del vehículo. Allí comprobé que se puede conducir sin necesidad de velocímetro, presión de aceite, registro de temperatura y demás componentes totalmente superfluos. Lo que sí funcionaba era la bocina, que el conductor empleaba con pasión reiterada mientras zigzagueaba velozmente entre vehículos y peatones. A ningún pasajero le llamó la atención esta sumatoria de transgresiones e irregularidades, lo que me hace suponer que están acostumbrados y que el vehículo que tomamos no era la excepción sino la regla. Recomiendo este transporte al viajero amante del turismo aventura.

Finalmente, en el piso de la escala, se encuentra un curioso vehículo de tres ruedas y forma de escarabajo, donde caben dos y hasta tres personas que no les importa viajar envasadas. Las dimensiones de estas mototaxis, ubican a nuestro clásico Fiat 600, en la categoría de mediano tamaño. Desaconsejamos este transporte, que abunda en el municipio de Chorrillos, porque los conductores no son de fiar.
                                        Mototaxis

El domingo vimos un espectáculo que en Buenos Aires hace décadas no ocurre. Se trataba de una procesión en homenaje a la Virgen de La Soledad. La encabezaban frailes de hábito y capuchas blancas, seguidos de hombres y mujeres con escapularios y estrictamente uniformados. En tercera línea varias devotas, arrojaban incienso a una imagen gigante de la Virgen excesivamente ornamentada que se desplazaba en una plataforma rodante empujada por una docena de fieles. Cerraba este conjunto variopinto, una banda de músicos con uniforme blanco que tocaban aires sevillanos. Faltaba un grupo de flagelantes para que nos sintiéramos transportados a la España de Carlos V. La procesión no era numerosa, pero sí la multitud de turistas que no dejaba de fotografiarla.

                   Procesión de la Virgen de la Soledad

Ya que estoy en el tema religioso, para el visitante con tendencias sádico-morbosas, le sugiero una recorrida por las mazmorras y salas de tortura de la “Santa” Inquisición que desarrolló sus actividades purificadoras entre 1569 y 1820.

Los museos son imperdibles por su riquísima arqueología, debido a que por esa zona de los Andes habitaron a lo largo de 3000 años, más de 10 civilizaciones. También hay residencias y palacios que merecen ser visitados. Solo mencionaré la Mansión de Osambela Oquendo, en cuya gigantesca puerta de madera estaba apostado el guardián a la pesca de turistas. Nos invitó a pasar y nos dijo que desde hacía 28 años cuidaba el edificio que también era su vivienda. Recibía un sueldo del municipio, pero es probable que sacara más dinero como guía de actividad subrepticia.

                             Palacio de Osambela Oquendo

La mansión que databa de 1808, perteneció al hidalgo español Marqués don Martín de Osambela que dio alojamiento al General San Martín durante su campaña en el Perú. El guía era muy locuaz, mientras nos paseaba por salas, patios y aposentos llenos de historia. Así nos enteramos que desde el mirador de la mansión, el marqués observaba con su catalejo el movimiento de los galeones con los cuales comerciaba. Finalmente, llegamos a la biblioteca y preguntó si alguno de nosotros era médico. Le dijimos que sí y entonces nos mostró un estante con varios incunables. Extrajo uno que resultó ser un tratado de Galeno del año 1570 escrito en latín, el idioma científico de la época. Galeno falleció en el año 200, pero sus aportes a la medicina tuvieron vigencia hasta bien entrado el Renacimiento. Mientras ojeaba fascinado el enorme volumen con figuras y descripciones de vendajes, drenajes de heridas y tratamiento de luxaciones, pensé que estaba profanando una obra que debería estar en una vitrina hermética a temperatura y humedad adecuadas y vigilada por cámaras de seguridad.

La mansión fue más tarde adquirida por María Rebeca de Oquendo, dama de la alta sociedad limeña cuyo hijo dilapidó su fortuna en París y cuando su madre le dijo que no tenía ni un peso partido por la mitad para mandarle, el botarate terminó suicidándose. “Actualmente, es la sede de la Academia Peruana de la Lengua y yo soy su custodio”, nos dijo orgulloso el guía. Lima está llena de edificios tanto o más ricos que éste en historia y anécdotas.

Datos útiles:
  • Quienes después de haber leído las características del transporte en Lima, prefieren permanecer en la aburrida rutina de Buenos Aires, pueden tomar un taxi. Se recomiendan los de color amarillo que están registrados. Ninguno tiene medidores y el precio se pacta antes de subir. Tienen la ventaja de ser muy económicos.
  • Los limeños son muy cordiales, amables y solícitos y saben informar.
  • La comida es más barata que en Buenos Aires y es excelente por sus gustos y variedades.
  • Conocer el barrio de Miraflores, elegante y sofisticado y el barrio de San Isidro, el polo comercial de Perú, con sus modernos rascacielos, son recorridos imprescindibles.
  • Lima es bastante segura si se la transita en horas normales y uno no se pierde en zonas dudosas.
  • Hay escasos mendigos y no vi cartoneros, ni gente sin hogar. Los pobres están en las laderas de los cerros que rodean Lima en construcciones precarias como las favelas de Brasil. Absténganse de visitarlas.
  • Lima está siempre nublada, pero como se encuentra próxima al Ecuador, el viajero incauto nota al término del día que le arde la cara por los rayos UV. Hay que usar protector solar, lo digo por experiencia propia.


2 comentarios:

  1. Hermoso paseo virtual por Lima, Ricardo! Me dieron muchas ganas de ir! muchas gracias por las fotos y por comentarnos el "chiquitaje" del paseo, sin estar parado sobre la formalidad de los que te cuentan solamente lo perfecto del lugar donde estuvieron, desarmandose en loas a la ciudad en cuestion. Buenisimo!

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  2. Muy buen informe del corresponsal viajero de"El Mordaz". Abarca aspectos muy importantes para el potencial turista. Dan ganas de visitar Lima. Excelente Ricardo!

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