domingo, 15 de septiembre de 2019

BERTHE MORISOT


Berthe Morisot fue una mujer que vivió durante la segunda mitad del siglo XIX y alcanzó a ver el París de la “Belle Epoque”. Provenía de una familia de posición económica holgada, se casó y tuvo una hija. Hasta aquí no se encuentran aspectos destacados que sobresalgan del resto de las mujeres de su época. Sin embargo, si agregamos que fue una destacada pintora, actividad vedada para las damas de entonces y que además fue cofundadora y figura clave del impresionismo, movimiento artístico de vanguardia que causó escándalo y rechazo en su época, la imagen de Berthe se agranda a los ojos de la historia.
            Tuvo la suerte de vivir una infancia y adolescencia confortable y cabe señalar que sus padres pertenecientes a la alta burguesía, en una actitud desacostumbrada para la época, le inculcaron a ella y a su hermana Edma, dos años mayor, el interés por la pintura. Quizás en esta decisión hayan influido los genes familiares, ya que entre los antepasados recientes se encontraba Jean-Honoré Fragonard, uno de los pinores más prolíficos de la época.

                Berthe Morisot (1841-1895) Autorretrato. Musée Marmotan, París.

            Por entonces las mujeres estaban imposibilitadas de ingresar a las disciplinas avanzadas entre las que se encontraban las escuelas de arte. Por lo tanto, Berthe y Edma recibieron lecciones particulares de arte pictórico. Al percatarse de la habilidad de las jóvenes, uno do los maestros le hizo a la madre la siguiente advertencia: “dado el talento natural de sus hijas, mi instrucción no las convertirá en simples pintoras de salón, sino en auténticas artistas. ¿Se da usted cuenta de lo que esto puede significar? Sería revolucionario, e incluso me atrevo a afirmar que catastrófico en un entorno burgués y elitista como el suyo”.
            Aparentemente los padres no tomaron en consideración estos consejos o supusieron que Berthe y Edma considerarían la pintura como un entretenimiento en sus temas libres de mujeres de hogar. Pero ellas empezaron a concurrir asiduamente al Louvre donde elegían un cuadro y lo copiaban. Un día pasó por allí el destacado paisajista Camille Corot, considerado como uno de los precursores del impresionismo, observó el talento de aquellas dos hermanas y se ofreció a incorporarles nuevos conocimientos. Les enseñó como captar el color de los objetos al recibir la luz del sol y las estimuló en el hábito de pintar al aire libre.
            Cuando tenía 23 años Berthe comenzó a exhibir sus obras en el Salón de París y al observarlas se percibe la influencia de Corot: escenas al aire libre donde predominan los tonos suaves y luminosos. Un ejemplo es el retrato de su hermana Edma sentada en un prado leyendo un libro que reúne todas las características del estilo impresionista, seis años antes de que Berthe se incorporara a la vanguardia de ese movimiento y un año antes de conocer a Eduard Manet. Por lo tanto, es incorrecto quienes dicen que el autor de Le Déjeneur sur l’Herbe la introdujo al Impresionismo. La realidad es que ambos intercambiaron ideas y sugerencias sobre la técnica, donde tanto ella como Manet se beneficiaron mutuamente. Se puede agregar además, que fue ella quien lo estimuló a limitar el color negro a su mínima expresión acercándolo a la técnica de los impresionistas. Fue una amistad que duró toda la vida hasta la muerte de ambos.


Edma sentada en un prado leyendo un libro. Museo de arte de Cleveland.

            Al observador sagaz que se detiene a curiosear las pinturas de Berthe, sin conocer al artista, no se le escapa que el autor es una mujer, no solo por los trazos sutiles e impalpables que le imprimió al pincel, sino también por los temas, que suelen ser actividades hogareñas: joven ante un espejo, peinándose, con un abanico, leyendo un libro o contemplando a un bebé en su cuna. Para estas escenas su hermana Edma sirvió muchas veces como modelo, pero a los 30 años se casó y abandonó la pintura.

                                Mujer con abanico. Musée Marmotant, Paris

            Si poco se habla de Berthe Morisot, menos aún la historia del arte tiene en cuenta a las otras tres mujeres que se incorporaron al Impresionismo: la norteamericana Mary Cassat, hija de millonarios que cuando terminó sus estudios en la Academia de Bellas Artes de Filadelfia, lo abandonó todo y se trasladó a París donde permaneció hasta su muerte. Su temática es bastante semejante a la de Morisot. Las otras dos son Eva González de origen español, y Marie Bracquemond. Todas ellas rompieron con los esquemas tradicionales reservados para la mujer del siglo XIX y con convicción y heroísmo abordaron el arte pictórico que les estaba vedado.
Las cuatro mujeres, junto con Auguste Renoir, Edgar Degas, Claude Monet, Camille Pissarro y Alfred Sisley, crearon el grupo vanguardista denominado “Artistas Anónimos Asociados”. En 1874 Berthe contrajo matrimonio con el hermano de Édouard Manet, Eugène y de esta unión nació Julie, también artista y más tarde casada con el pintor Ernest Rouart. Julie llevó un diario que curiosamente está escrito en inglés: Growing up with the Impressionists (Creciendo con los impresionistas). Esta obra ha servido como fuente de consulta sobre la vida y la época de quienes se plegaron a este movimiento pictórico de vanguardia. Resulta curioso que los impresionistas, sin excepción alguna, siendo tan progresistas y tan sensibles a la belleza se mantuvieron ajenos a los avatares políticos que ensombrecieron Francia durante esos años y que fueron la Comuna de Paris, la invasión prusiana y el caso Dreyfus que dividió a la sociedad en dos bandos irreconciliables. Sin embargo, también en esos años sucedió algo inédito en la historia del arte: un grupo de pintores hombres, aceptó sin concesiones a cuatro mujeres y juntos revolucionaron el arte pictórico. En sus obras no hay tristeza ni melancolía, sino vida y alegría.
El Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, cuenta con uno de sus cuadros: “El peinado”, realizado un año antes de la muerte de Berthe, cuando ya tenía un dominio absoluto de su técnica.


                  El peinado. Museo Nacional de Bellas Artes. Buenos Aires.

Mario Goloboff. Berthe Morisot, la estrella del impresionismo. Página 12, 21/03/2018.
Jonathan Jones. Portrait of a woman, Berthe Morisot. The Guardian, 18/08/2001.
Marisa Avigliano. Luciérnaga curiosa. Berthe Morisot. Las 12 de Página 12, 29/08/2018.
Phoebe Pool. IMpressionism. Thames and Hudson. Londres 1967.
Aurelio Pérez Giralda. La Mirada de Berthe Morisot. Nueva Tribuna.es, 28/01/2017.
Silvia Pato. Berthe Morisot, la sobrina nieta de Fragonard. Culturamas, 04/12/2016.


5 comentarios:

  1. Felicitaciones. Excelente trabajo. Muchas gracias por tu esfuerzo. H. Daniel Dei

    ResponderEliminar
  2. Oswaldo C de Maryland17 de septiembre de 2019, 8:55

    Muy lindas las pinturas de Morisot, Ricardo. Excelente blog histórico.
    Anoche dormí por última vez en la casa que Uds. conocen. Esta noche dormiré en el departamento.

    ResponderEliminar
  3. Muy interesante tu artículo . Muchas gracias por éste y los anteriores.

    ResponderEliminar