domingo, 29 de julio de 2018

EL PADRE DE LOLITA

“Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía.”…En la mañana era Lo, simplemente Lo. En pantalones era Lola. En la escuela era Dolly. Era Dolores cuando firmaba, pero en mis brazos era siempre Lolita.”

Así comienza la novela que Vladimir Nabokov escribió e intentó publicar en cuatro oportunidades hasta que una mediocre editorial francesa lo aceptó. Pasaron tres años más para que los norteamericanos pudieran enterarse de su existencia y acto seguido se desataron polémicas de todo tipo y las ventas del libro se dispararon, especialmente cuando el gran Stanley Kubrick lo llevó a la pantalla. Allí se aprecia la magistral actuación de James Mason junto con la seductora adolescente Sue Lyon, porque en la novela un profesor de mediana edad tiene una obsesión sexual con una niña de doce años, quien además es su hija política.

Escena de la película con James Mason y Sue Lyon

Lo-li-ta, la palabra encierra una textura atractiva, provocadora y morbosa como el relato que surge a medida que transcurren las páginas. La obra tiene tintes eróticos, sin caer en ningún momento en la pornografía, pero además es sórdida y el lector presiente que el desenlace no puede ser feliz.
Volviendo a la excelente versión de Stanley Kubrick, merece destacarse que Sue Lyon resultó ser la de aspecto más seductor entre 800 candidatas y que cuando la película se estrenó, ella no la pudo ver porque estaba prohibida para menores de 16 años. Lolita la lanzó al estrellato y participó en varias películas hasta que se hizo adulta y dejó de ser interesante. Su vida pasó por numerosos altibajos, tuvo cinco matrimonios y se separó de cada esposo al poco tiempo. Más tarde se le diagnosticó trastorno bipolar. Es que Hollywood, puede destruir a cualquiera si no está bien armado, especialmente si se trata de una adolescente que debe interpretar el papel de ninfa seductora. Terminó siendo un juguete roto más en la lista de la meca del cine.

                                     Sue Lyon (1946-)

En cuanto a Nabokov, antes de escribir Lolita sufrió muchos avatares que comenzaron cuando en 1917 estalló en Rusia la revolución y el país pasó a llamarse Unión Soviética. Entonces, la familia decidió emigrar. Algo olfatearon que iban a tener más problemas con los bolcheviques que con el régimen zarista. El abuelo paterno de Vladimir había sido ministro de justicia del zar Alejandro II y su abuela paterna era una baronesa alemana, suficientes antecedentes para caer en la mira del nuevo gobierno. Tanto el joven Vladimir como su padre, eran de ideas liberales y se oponían a las iniquidades autocráticas del régimen zarista mediante publicaciones en los periódicos y en este aspecto, hay que admitir que en la Rusia prerrevolucionaria se gozaba de cierta libertad de expresión que quedaría totalmente truncada durante todo el régimen soviético.

                                    Vladimir Nabokov (1899-1977)

Los sueños del orgulloso y altanero Vladimir de poder ser el mayor escritor ruso de su época se desvanecían a medida que el tren lo llevaba junto con su familia hacia Crimea. Consideró a la revolución comunista una afrenta personal que le arrebató un futuro promisorio al nivel de Pushkin y Dostoievski.

Poco tiempo después se trasladó a Inglaterra y como dominaba desde su infancia el francés y el inglés a la perfección, estudió en Cambridge zoología y lenguas romances con notas satisfactorias. De allí Vladimir se trasladó a Berlín para unirse con el resto de su familia donde sufrió el primer golpe de la vida cuando su padre, a quien quería y admiraba, fue asesinado por un fanático de la ultraderecha.

El ambiente se tornó irrespirable con el advenimiento del nazismo y Vladimir con su esposa Vera Slonim de origen judío tomaron la sabia decisión de huir a tiempo de Berlín. Su hermano prefirió quedarse, jamás le pasó por su mente que por ser homosexual, terminaría su existencia en un campo de concentración nazi.

La familia escapó a Francia y permanecieron en París hasta que el ejército alemán desfiló a través de los Campos Elíseos. Entonces se embarcaron para asentarse definitivamente en Estados Unidos.

En Manhattan Vladimir se desempeñó como entomólogo en el American Museum of Natural History, donde pudo desarrollar su placer favorito: la investigación de los lepidópteros, es decir las mariposas. En este terreno era mucho más que un aficionado, e incluso descubrió una nueva especie de mariposa y la entomología se lo agradeció bautizándola Nabokovia. En una ocasión manifestó que estudiar las mariposas le otorgaba muchísimo más placer que la literatura.

Por entonces se ganaba la vida enseñando los grandes escritores rusos en diversos ciclos de conferencias y en la Universidad de Cornell, con un estilo que resultaba muy atractivo para los estudiantes.

En una de sus excursiones por el oeste de Estados Unidos en busca de mariposas, comenzó a escribir Lolita y cuando faltaba poco para finalizarla, decidió que no servía y el manuscrito hubiera sido presa de las llamas, si no fuera por su esposa que lo alentó a terminar la novela. A Vera, Vladimir le debe su salto a la fama, la posteridad y la riqueza y los lectores le debemos el placer de leer el éxito planetario de LolitaEl libro llegó años después a la Unión Soviética, pero la traducción era tan mediocre que el propio autor decidió traducirla al ruso.

Nabokov pertenece a ese escaso grupo de escritores que siguen produciendo después de muertos. Su fiel hijo Dimitri se encargó de recopilar varias obras, algunas de ellas como sus Cuentos Completos que fueron publicados diecisiete años después de su muerte. Muchas de las piezas de esta recopilación son consideradas obras perfectas y la versión española de Alfaguara, compensa su aparición un poco tardía, con una excelente traducción de María Lozano.

El personaje de Lolita es tan atrapante que además de la versión fílmica de Stanley Kubrick, en 1997 surgió otra versión del director Adrian Lyne con un elenco constituido por Jeremy Irons, Melanie Grifith y Dominique Swain y en mi opinión no le va en zaga a la de Kubrick.

En los ámbitos sociales el término “lolita” se ha popularizado para referirse a preadolescentes consideradas muy seductoras, especialmente si son menores de edad. En Japón se ha desarrollado el término “lolicon”, para referirse al complejo de lolita y la obsesión por las niñas jóvenes, sobre todo en la ficción.

Al mencionar esta obra, el Premio Nobel de literatura Mario Vargas Llosa en 1987 señaló que se trataba de “las más sutiles y complejas creaciones literarias de nuestro tiempo”.

Winston Manrique Sabogal. “Lolita” o el triunfo de la libertad y la belleza. El País, 15/09/2015.
Rodrigo Fresan. Caviar. Radar Libros, suplemento Página 12, 26/08/2001.
Cinco libros para conocer a Nabokov. La Nación, 08/07/2016.
Eloy Tizón. Ruleta Rusa. Revista de Libros. Enero 2018.

Vladimir Nabokob. Lolita. Corgi Books 1955, London.

7 comentarios:

  1. Te felicito por la calidad de esta presentación.
    Un abrazo.
    Julio

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  2. Muy buen artículo. Como sostenés un libro que trata un tema difícil, pero nunca cae en la pornografía. las dos películas a cual más buenas. Felicitaciones

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  3. Adhiero al preciso comentario de Julio.Gracias y un abrazo.
    Edith.

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  4. Oswaldo C de Maryland30 de julio de 2018, 8:58

    Como siempre, excelente tu blog sobre Nabokov, Ricardo. Una coincidencia: así como el hijo de Nabokov siguió publicando obras de su padre despues de muerto, mi hermana Isabel recién ha publicado por Amazon su traducción al inglés de una novela de mi papá (QDDG) llamada "La Mula Ciega":

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  5. Muchas gracias "AMIGAZO", como de costumbre la calidad del MORDAZ , es realmente atrapante!!!

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  6. Muy interesante tu comentario sobre Lolilta y escrito con una fluidez muy agradable. Yo vi las 2 versiones fílmicas y coincido con vos: son las dos buenísimas. Saludos.

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