lunes, 25 de junio de 2018

BODA DE CAMPESINOS

 En los siglos XV y XVI surgieron en los Países Bajos, hoy Holanda, dos pintores de técnicas similares. Carecían de la perfección detallista de otros de su época y sus combinaciones de colores eran simples. El observador con conocimiento limitado de la pintura flamenca, puede confundirlos entre sí.

Cuando Hyeronimus Bosch murió, faltaban 9 años para que naciera Pieter Brueghel, por lo tanto nunca se conocieron, aunque es probable, que este haya sido inspirado por el primero. Si bien sus técnicas guardan cierta similitud, ambos siguieron caminos diferentes. Bosch está considerado el padre del surrealismo, mientras que Brueghel fue el precursor del realismo. Término que le corresponde con entera justeza.

Si bien Brueghel, visitó Italia y conoció a los artistas florentinos, peregrinación considerada imprescindible para cualquier pintor o escultor europeo, copió parte de sus estilos y nada de sus temáticas. Dejó de lado los temas religiosos y mitológicos y se abocó a describir la vida cotidiana de su pueblo. Así surgieron obras como Cazadores en la nieve, La vuelta del ganado, Juego de niños, Danza de campesinos y Boda de campesinos. Los dos últimos más el agregado de escenas sobre la cosecha, muestran que el tema de los trabajadores rurales fue uno de los favoritos de Brueghel, quien tenía especial predilección por estas gentes y sus actividades campestres. Realizó varias pinturas relacionadas con la cosecha y otros trabajos rurales de este sector humilde de la sociedad.

Salvo excepciones las obras muestran episodios al aire libre y como fondo figura un paisaje relacionado con el tema. Este es otro aspecto que lo diferencia de sus contemporáneos que ponían escenarios neutrales con el solo objeto de completar la obra.



Peter Brueghel (el viejo, circa 1525 a 1530-1569). Autorretrato. Museo Albertina, Viena

En Boda de campesinos los personajes principales se encuentran en un segundo plano, son gente sencilla y humilde, trabajadores del campo que ocasionalmente tienen la oportunidad para reunirse, festejar y escapar del trabajo cotidiano. La fiesta ha sido organizada con gran esfuerzo económico. Una boda renacentista florentina o veneciana hubiera sido todo lo contrario, con abundancia de seda en los vestidos, exquisitos alimentos y despliegue de elegancia en un salón palaciego.



Boda de campesinos. Kunsthistorisches Museum, Viena.

En la pintura de Brueghel el banquete de bodas tiene lugar en un granero, no hay confusión ni apiñamiento y el espacio está lleno de vida. Al fondo se perfila un grupo de personas deseosas de entrar y participar en el festín. La novia que dista de ser el personaje central del cuadro, es la única mujer sin pañuelo en la cabeza, detrás de ella, pende un paño de color verde símbolo de la esperanza, el color adecuado para la contrayente. Tiene las manos juntas con los pulgares cruzados, el pulgar simboliza el dedo de Venus y tiene una connotación sexual y su rostro inocente, muestra satisfacción. Quien no aparece bien identificado es el novio y queda a decisión del observador la elección, quizás sea el hombre de negro sentado frente a la novia, que inclinado hacia atrás jarra en mano expone el perfil de su rostro. La alternativa es el personaje de la izquierda que vestido con mayor elegancia, se encuentra llenando jarras de vino blanco, o de cerveza.

En el extremo derecho de la mesa y casi fuera de la imagen, se encuentra un hombre que evidentemente no pertenece a la clase social de los campesinos. Por su vestimenta se deduce que es noble y su espada en el cinto y el galgo que se encuentra a sus pies y que solo sirve para la caza, señalan símbolos de poder y de estatus. Existe consenso de que se trata del propio Brueghel. Está conversando con un fraile franciscano, quien probablemente ejerció el oficio del matrimonio para los novios.
El primer plano está ocupado por dos robustos meseros que transportan sobre una puerta descerrajada platos de gachas, un alimento de las clases bajas de consistencia cremosa y espesa que se obtiene básicamente cociendo en agua, harina tostada en aceite, leche y caldo. El mesero que va adelante ha suscitado, a lo largo de los siglos, la curiosidad de los peritos en arte, por el hecho de tener tres pies. ¿Se trata de un error o de una diversión de Brueghel? Sin embargo, si se pudiera borrar la figura de este mesero, nos queda en forma completa el cuerpo del personaje que está sentado y recoge uno de los platos de gachas. Para realizar esta maniobra necesita tener ambas piernas separadas y de la izquierda solo se ve el pie ya que el resto de la pierna ha sido tapada por la figura del primer mesero. Un niño sentado se chupa el dedo después de pasarlo por el fondo del plato, tratando de que no queden restos de comida. Quizás Brueghel está sugiriendo que trata de aprovechar al máximo esta oportunidad de alimentarse que solo ocurre ocasionalmente.
Dos músicos amenizan el banquete con sus gaitas, éstos serían juglares que recorrían Europa y por pocas monedas estaban dispuestos a tocar aires populares en este tipo de reuniones. Es probable que después de la comida, los invitados se pongan a bailar alegremente, pero esto es parte de otro cuadro de Brueghel conocido como Danza de campesinos.

Baile de campesinos. Museo de la Historia del Arte, Viena

El cuadro muestra una feria rural en la que se realiza un baile en el patio de una taberna. A semejanza de la pintura anterior hay un marcado contraste entre la sencillez de los bailarines y los de una corte palaciega, vestidos con sus mejores ropas. No hay unanimidad ni concordancia en las actitudes de los personajes, ni siquiera entre los que están sumergidos en el ritmo de la danza, ya que cada pareja baila a su manera.

Un hombre que parece estar ebrio trata de ofrecerle al gaitero una jarra de vino, otros discuten animadamente sentados ante una mesa y más atrás una pareja intercambia un sencillo beso. Los rostros distan de ser delicados, se trata de campesinos analfabetos o semianalfabetos, curtidos por el trabajo al aire libre.

El paisaje del fondo muestra una iglesia y por el banderín que cuelga de la taberna en el que figuran imágenes de santos, se deduce que se trata de una festividad religiosa. Sin embargo, Brueghel se encargó de demostrar que los participantes se encuentran ajenos a toda demostración litúrgica. Así la pintó el artista, tal como seguramente ocurrió y por eso se lo considera el precursor del realismo.


Ramón Rodríguez Campillo"La boda campesina" de Brueghel el Viejo. Geografí,a Historia y arte sábado, 15 de diciembre de 2012

Biografías y vidas. Pieter Brueghel el viejo. https://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/brueghel.htm


2 comentarios:

  1. Muchas gracias " AMIGAZO ", este es un desarrollo pictòrico pero a su vez de una exquisitez Teatral muy exquisita y a su vez sencilla pero concreta, como es costumbre del MORDAZ. Somos privilegiados
    los que recibimos estos presentes. GRAZIE MILLE, carissimo Riccardo e Signora.
    ABBRACCIONE!!!

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  2. Oswaldo C de Maryland26 de junio de 2018, 11:37

    Con gran gusto, Ricardo, leí tu blog sobre dos de mis pintores favoritos. Antiguamente tenía en mi sala o comedor una foto del cuadro de Bosch, "El jardín de las Delicias"

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