viernes, 24 de junio de 2016

LA DIGNIDAD EN LOS PUÑOS

Un estilo único
Aquel gigante negro de 24 años y un metro noventa y uno, había subido al ring 19 veces, no perdió una sola pelea y llevaba ganadas 16 por knock out. La última en 1964 lo consagró campeón mundial de peso pesado al ganarle a Sonny Liston. Ya estaba considerado por muchos el mejor boxeador de la historia, los negros del mundo lo idolatraban, muchos blancos lo admiraban y no pocos lo detestaban por sus declaraciones punzantes, verdaderas fanfarronadas no exentas de soberbia. Para ellos era un rebelde que no estaba dispuesto a ser “el negro del hombre blanco”.

Poseía un estilo alejado de la ortodoxia de los pesos pesados y se resumía en su frase “flotar como una mariposa y picar como una abeja”. Su principal ventaja radicaba en la velocidad de su brazo y la rapidez de sus reflejos. Estaba en constante movimiento alrededor del rival, en una especie de ballet de pequeños saltos, hasta que súbitamente le lanzaba desde ángulos impredecibles un violento cross a la mandíbula. Se asentaba en la lona con tanta firmeza que le imposibilitaba al contrincante llevarlo contra las cuerdas.

                             Cassius Clay/Muhammad Alí (1942-2016)

El ring sí, Viet Nam no
En 1967 el gobierno de Estados Unidos lo subió de categoría en aptitudes militares y lo convocó a participar en la guerra de Vietnam. La jugada era hábil y especulativa, porque Cassius era por entonces el deportista más famoso del mundo. Si aceptaba, el gobierno lo utilizaría políticamente para justificar la intervención en aquel país asiático, decisión muy cuestionada tanto dentro como fuera del país. Si la rechazaba, le caería sin misericordia el peso de la ley, un mensaje claro para aquellos que rompían la citación del Pentágono.

La convocatoria al servicio militar incluía una ceremonia donde los ciudadanos citados formaban fila y a medida que se los llamaba daban un paso al frente en señal de aceptación. El 28 de abril de 1967, escuchó la voz del oficial: Cassius Marcellus Clay, pero él ya se llamaba Muhammad Alí y permaneció en su lugar. No fue en absoluto una decisión fácil, sabía que significaba el fin de su carrera, varios años de prisión, la pérdida del título, la imposibilidad de salir del país y quedar relegado a la categoría de paria.

Alí no era una persona instruida ni cultivada, pero tenía sabiduría y principios de ética y de honor inmaculados. Sus frases y comentarios respecto de su decisión de no participar en el conflicto bélico, demuestran la solidez de sus convicciones: “Yo no tengo nada contra los vietnamitas, ninguno de ellos me agredió o me llamó nigger, ninguno violó a los míos ni nos hizo perseguir por perros”. En otra oportunidad señaló: ”¿Por qué tengo que ponerme un uniforme y trasladarme a miles de kilómetros de mi hogar para tirar bombas y disparar balas contra vietnamitas, mientras en Louisville los negros son tratados como animales y se les niegan los más simples derechos humanos?” “¿Por qué ir a matar gente hambrienta en el barro, en nombre de la todopoderosa América? Métanme en la cárcel si quieren. Hace cuatrocientos años que los míos viven en una cárcel”.

Durante tres años Alí fue perseguido, combatido y boicoteado por el establishment, censurado en los medios y convertido en un paria, forzado a vivir del préstamo de sus suegros después de dilapidar su fortuna con abogados litigando por sus derechos. Sin embargo, en el resto del mundo comenzaba a crecer en forma avasallante la verdadera imagen de Alí, la de quien no claudicó sus principios y se atrevió a enfrentar a un imperio.

Impactos de la infancia y adolescencia
De cómo y cuándo le surgieron estas convicciones, quizás haya que retroceder a su infancia, la época de la vida en que ciertos acontecimientos se tornan imborrables. Era niño cuando un suceso le regaló material para pesadillas. Emmer Till un muchacho negro de 14 años se atrevió a decirle baby, seguido de un silbido de admiración a una cajera blanca. Lo persiguieron hasta atraparlo, lo torturaron, balearon y arrojaron al delta del Mississippi. Uno de los victimarios sentenció: “Esto es lo que les pasa a los negros que la van de listos”.

También podemos rastrear cuándo y por qué decidió ser boxeador. A los 12 años le robaron su bicicleta que le había costado 60 dólares, una fortuna para un negro de una familia pobre del estado de Kentucky en la década del 50. Un policía del barrio que lo conocía y lo encontró furioso y jurando venganza, le dijo: “Si querés dale una buena paliza, primero tenés que saber boxear y en eso yo te puedo enseñar”. A partir de entonces comenzó una carrera vertiginosa: a los 18 años le dieron la medalla olímpica de oro y a los 22 ya era campeón del mundo.

                               Regreso al ring

Su enfrentamiento con el gobierno le hizo perder el título y durante 3 años se le prohibió competir. Finalmente pudo volver al ring, en parte debido a las gestiones realizadas por Joe Frazier ante Richard Nixon. Frazier quería demostrar al mundo y a sí mismo, que él era el mejor boxeador y para ello tenía que derrotarlo. 

La que se dio el 8 de marzo de 1971 fue otra de las peleas del siglo, Alí no estaba en las mejores condiciones y después de 15 rounds, el jurado le dio el triunfo a Frazier quien retuvo el título. Los dos estaban muy golpeados y terminaron en el mismo hospital, Alí durante unos días mientras que Frazier necesitó un mes para tratarse un cuadro de hipertensión y de infección renal.

Volvieron a enfrentarse en dos nuevas oportunidades en 1974 y en 1975 y en ambas ganó Alí, pero quedaron físicamente destruidos, especialmente Frazier. Su entrenador tiró la toalla en el anteúltimo round, se le habían muerto siete boxeadores en el ring y no quería que su pupilo fuera el octavo.


                                    Tercera pelea con Frazier

Todos recordamos su enfrentamiento con Ringo Bonavena, para Alí fue la segunda pelea después que fuera autorizado a regresar al deporte. El argentino tenía en su historial 50 combates con 46 victorias, era un grandote bueno y transparente que no alcanzó a entender la grandeza humana de Alí y con su voz de pito le decía “gallina” por no haber ido a la guerra mientras insistía en llamarlo “Clay”. En el noveno round Alí recibió un zurdazo que lo puso de rodillas, pero en el número 15 las piernas a Ringo se le doblaban y se aferraba al otro para sostenerse. Cayó tres veces y en la última quedó desparramado sobre la lona.

                            Round 15 y knock out

La vida no los volvió a juntar, Alí fue víctima de la enfermedad de Parkinson a la temprana edad de 42 años, había recibido demasiadas trompadas, especialmente de Frazier y Foreman, que dejaron lesiones irreversibles en su cerebro. La enfermedad lo fue comiendo hasta transformarlo en una piltrafa. Falleció el 3 de junio de 2016, día en que entró en el foro de los más grandes como ser humano y como deportista.

Bonavena ya había muerto 40 años antes de un certero balazo en el pecho enredado en pleitos de faldas y de dinero en el estado de Nevada. Una calle de Buenos Aires lleva su nombre. También lo recuerdan los hinchas de su club Huracán cuando cantan a la salida de los partidos:
Somos del globo
Somos de la quema
Somos del barrio
De Ringo Bonavena.

Marcelo Figureas. El aguante. Suplemento RADAR de Página 12, 12/06/2016.
Rodolfo Rabanal: Cuando el mundo todavía cambiaba. Suplemento RADAR de Página 12, 12/06/2016.
Ángel Berlanga. Muhammad es argentino. Suplemento RADAR de Página 12, 12/06/2016.
Sean Ingle. Muhammad Alí, “the Greatest”, dies at age 74. The Guardian 04/06/2016.

Falleción Muhammad Alí, la gran leyenda del boxeo. La Nación. Cancha Llena 04/06/2016

7 comentarios:

  1. Gracias Ricardo, tus notas, sean la temática que sea, me atrapan!
    Saludos!!

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  2. Gracias Ricardo, tus notas, sean la temática que sea, me atrapan!
    Saludos!!

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  3. Oswaldo C de Maryland26 de junio de 2016, 11:20

    Fenomenal historia, Ricardo. Gracias por compartir.

    Abrazos,

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  4. • El diputado radical Dindart a cargo de la Comisión de Familia cuestionó la Asignación Universal por Hijo, diciendo que las adolescentes se embarazan para cobrarla. La ola de críticas que recibió lo eyectó de la Comisión.
    • Cuestionado por el Senado por los tarifazos, el Ministro Aranguren atinó a decir: “estamos aprendiendo sobre la marcha”.
    • La lobotomizada Laura Alonso puesta a cargo de la Oficina Anticorrupción, para lo cual hubo que modificar el reglamento, porque ella no es abogada, cumple a raja tabla la función que se le asignó: proteger a Macri y su gabinete de las cotidianas irregularidades y delitos financieros que el gobierno comete.
    • El nuevo Director de la Biblioteca Nacional se pasea por el edifico acompañado de 2 uniformados armados. Los empleados más memoriosos manifiestan que una situación semejante solo se vio durante la dictadura de Videla.
    • El fiscal Marijuan que realizó una mediática búsqueda de bóvedas de Lázaro Baez, se exhibió obscenamente en numerosas fotos con la camiseta del seleccionado en el avión y en el estadio durante la final. Dijo que había ido a un congreso de su especialidad. Con todo desparpajo agregó que lo hizo mediante una beca de la embajada de los Estados Unidos. Este fiscal es el que mantiene cajoneada las denuncias de Arbizu sobre evasión de divisas a través del Banco Morgan donde está implicado Prat Gay. También es quien encabezó la tristemente célebre marcha por Nisman. Como se puede apreciar es un fiscal totalmente imparcial.
    • Se quiere hacer una auditoría para evaluar el comportamiento de los fiscales, pero está dirigida a los jueces Rafecas y Cassanello que no siguen las directivas de Magnetto. No tocan a Bonadío que tiene 9 denuncias por mal desempeño de sus funciones.
    • En España Prat Gay pidió perdón a los empresarios porque les expropiamos Aerolineas e YPF. Para completar los actos de contrición Macri invitó al Rey Felipe VI a la conmemoración del 9 de julio. No sabemos si lo va a felicitar por eliminar los indígenas de América en el genocidio más grande de la historia, o si continuando con el síndrome de Estocolmo le pedirá perdón por la revolución de Mayo. El resto de esta noble dinastía no vendrá: su padre Juan Carlos casi octogenario quedó lisiado después de un accidente cazando elefantes junto con su amante de turno. Su hermana, la princesa Cristina no puede salir del país porque junto con su esposo Iñaki Undargarin estafaron al fisco en varios millones de euros y están bajo juicio. A semejanza de Macri, es probable que la princesa, jueces venales de por medio, safe de la cárcel.
    • Mientras tanto continúan las presiones y chicanas contra artistas y ex miembros del gobierno de Cristina.
    • Mientras tanto, se siguen precipitando todos los guarismos económicos, bueno todos no, hay varios que aumentaron: desocupación, pobreza, indigencia, mortalidad infantil y cierre de PYMES y de comercios.
    • Mientras tanto, la oposición, incluyendo a un gran sector del atomizado peronismo, levantan las manos como zombies, aprobando leyes del gobierno que otrora les hubieran dado asco.

    Este no es mi país, no es el que yo disfruté durante 10 años. Se está transformando en una republiqueta, gobernada por un grupo de mafiosos que hacen de la mentira y la corrupción sus principales banderas.

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    1. Muy, muy bueno, si me autoriza, difundo!!!

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    2. Difundilo Roxana, es lo menos que podemos hacer ante esta constante embestida mediática

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    3. Simplemente genial! Gracias!

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