lunes, 8 de junio de 2015

ORÍGENES DEL TEATRO

No existió y probablemente no existirá en la historia de la humanidad la explosión de sed de conocimiento y cultura que se dio en el mundo griego. Todas las disciplinas de las ciencias y del arte se originaron o se perfeccionaron allí y el teatro, no podía ser una excepción.

En la Atenas de Pericles, que es lo mismo que decir la del siglo de oro de Grecia, miles de espectadores acudían a presenciar las comedias y las tragedias que fustigaban los vicios políticos o exaltaban los valores de la ciudad estado. 

Los orígenes del teatro griego se remontan al siglo V a.C. y en un principio se trataba de un individuo que relataba una poesía, una anécdota o una leyenda ante un público reducido. Un día, no se puede precisar exactamente cuándo, surgió en el estrado un segundo personaje y se inició un diálogo entre ambos. Ese fue el momento, como lo señala acertadamente Jorge Luis Borges, en que nació el teatro.

El anfiteatro
Pronto surgió un coro, formado por un conjunto de actores que comentaban la acción bailando y cantando. Entonces se requirió mayor espacio para todos los protagonistas y se constituyó la orchestra (zona de baile) y el escenario creció en tamaño y junto con él empezó a aumentar el número de concurrentes hasta que el teatro se transformó en el principal entretenimiento de los atenienses.

Hubo que construir espacios adecuados y se aprovechó el declive de las sierras y montes para construir los anfiteatros, una concepción arquitectónica brillante que por su forma semicircular permitía que todos los espectadores estuvieran a casi igual distancia del escenario. La disposición escalonada en forma de gradas, lograba que no hubiera interferencia visual entre el público. También se habían dispuesto corredores o pasillos equidistantes que cumplían la doble función de permitir la circulación de los concurrentes sin molestar al resto y servían también para separar a las distintas tribus de Atenas cuyos miembros tomaban asiento en el sector que les correspondía. En el centro de la primera grada tenía su asiento reservado el sacerdote de Dionisio (el dios del vino, de las fiestas y del teatro, equivalente al Baco romano), y en torno a él se sentaban las autoridades de la ciudad y el jurado que daba los premios. Como puede verse los estadios deportivos actuales son una mera copia de los diseñados por los griegos 2500 años atrás.

A medida que el teatro se fue popularizando, las instalaciones se multiplicaron, la más monumental estaba situada en Efeso y tenía capacidad para varios miles de espectadores, superando en tamaño a los más grandes teatros de la actualidad. Los romanos, que admiraban todo lo concerniente a la civilización griega, también incorporaron su teatro y realizaron construcciones similares en todas sus provincias, desde España hasta Turquía. Sin embargo, no tuvieron dramaturgos del calibre de los autores griegos y los circos y el Coliseo con sus funciones cargadas de violencia en sus grados más extremos, fueron los espectáculos preferidos por los ciudadanos del imperio.

                     Teatro griego de Efeso

Representaciones
Debido a la magnitud de los recintos, la distancia entre los actores y el espectador más alejado podía alcanzar los 100 metros, comparada con los 25 o 30 metros de los teatros actuales. Para ayudar al público, el actor utilizaba calzado con alzas llamado coturno y las famosas máscaras de la tragedia o de la farsa. En la tragedia no quedaba casi ninguna parte del cuerpo al descubierto y se caracterizaba a los personajes con el atuendo propio de su profesión. En la comedia, la ropa era más ligera y se adornaba grotescamente con barrigas prominentes y falos en el caso de los hombres. No había mujeres entre los actores, pero sí en la audiencia. 

Los protagonistas se veían sometidos a grandes esfuerzos y tensiones, pues en ocasiones, como las Grandes Dionisias, debían interpretar varios papeles en cada una de las cuatro piezas de un mismo autor.

Se incorporaron algunos artilugios mecánicos como la grúa que servía para introducir a seres que venían del cielo y un tablado con ruedas que sacaba a escena figuras yacentes.

        Grupo del coro en una de las representaciones

Los autores y sus obras
Los dramaturgos griegos escribieron obras de exquisita belleza que han trascendido a lo largo de los siglos y varias de ellas se representan actualmente. Seguidamente se describen los grandes temas y autores del drama y la comedia.

Sófocles. De toda su producción literaria solo se conservan 7 tragedias, el resto se perdió, en gran parte con el incendio de la Biblioteca de Alejandría. Actualmente se siguen poniendo en escena varias de ellas como Antígona, Electra y Edipo Rey. Esta última sigue siendo motivo de estudio por los académicos y cuando Freud la vio quedó tan impactado que creó el famoso complejo de Edipo. Se la considera una de las tragedias más perfectas jamás escritas.

Edipo no pudo escapar al oráculo que había predicho que mataría a su padre Layo, rey de Tebas y desposaría a su madre Yocasta. Cuando Edipo decide investigar el asesinato de Layo, descubre que él es el parricida y que había cometido incesto con su madre. Finalmente Yocasta se suicida y Edipo se arranca los ojos y se condena al exilio.



Edipo y la esfinge. Obra de Francois Xavier Fabre (1814-1837)

Eurípides. Este dramaturgo exhibió en sus obras su iconoclastia visión hacia las creencias religiosas y los mitos que constituían el argumento de los dramas griegos. Sus personajes muestran estados pasionales de amor y locura y la figura principal suele ser una mujer que pasa por momentos de grandeza, traición y adulterio en la misma obra. Su creación cumbre es Medea.

Medea fue llevada al cine por Pier Paolo Pasolini en 1969 representada por María Callas

Esquilo. Autor de Los Persas, la única tragedia de tema histórico que celebra la victoria ateniense sobre el ejército de Jerjes en el 480 a.C. En la escena aparece el fantasma de Darío que narra el desastre de la flota persa en Salamina. A través del dolor de los vencidos, Esquilo evoca la justa victoria de los griegos, defensores de su tierra y libertad.

Aristófanes. Su principal obra es Lisístrata, una comedia que plantea una solución insólita a la guerra del Peloponeso entre Atenas y Esparta. La ateniense Lisístrata, secundada por la espartana Lámpito, promueve entre las mujeres de los bandos contendientes una huelga de sexo hasta que los hombres firmen la paz, como finalmente sucede. Usando un lenguaje directo y procaz, Aristófanes refleja tanto el cansancio de la guerra como la libertad de espíritu reinante en la Atenas democrática. La obra se puso en escena en plena contienda.

El público
El público que concurría a las representaciones y que solía llenar el anfiteatro, estaba compuesto por ciudadanos y viajeros de otras naciones. No había zonas preferenciales, salvo la primera fila que como ya se mencionó estaba reservada para las máximas autoridades.

En cuanto al comportamiento de los espectadores, durante sesiones que se extendían desde la mañana hasta la puesta del sol, era de lo más variado. Se comía y se bebía durante los entreactos y en ocasiones se utilizaba parte del refrigerio para arrojarlo contra los actores en señal de desaprobación. No faltaban momentos en que se producían jocosas batallas campales entre el público, que nunca guardaba silencio durante las obras, sino que interrumpía con gritos de aprobación o de desagrado, silbidos y aplausos.

Una vez terminada la obra el jurado votaba y se proclamaba al vencedor. También ocurrieron tragedias reales en los anfiteatros, la más destacada fue el asesinato del rey Filipo de Macedonia, el padre de Alejandro Magno, a manos de un fanático, cuando estaba por comenzar la obra.

Los años de gloria del teatro terminaron junto con el siglo de oro de Atenas, pero dejaron a la posteridad las bases sobre las que se desarrollaron todas las demás obras hasta nuestros días. También nos legaron creaciones cumbres de la dramaturgia que se siguen representando.

Antonio Guzmán Guerra. El teatro en la Atenas clásica. National Geographic. Historia, número 41.
Fernanda del Monte. Edipo Rey. Un análisis estructural. Academia.edu. http://www.academia.edu/3746215/Edipo_Rey._Un_analisis_estructural._Fernanda_del_Monte

The classic greek dramatists. Encyclopaedia Britannica, Macropaedia, vol 20 pags 342-351. Chicago 1995.

4 comentarios:

  1. Cuando uno habla del "teatro en Grecia", automáticamente el pensamiento vuela hacia sus dos componentes fundamentales; contenido, o sea, los autores, y continente, o sea, los edificios.
    Los primeros han sido cuidadosamente tratados por el matutino veraz.
    En el caso de los segundos, tengo la impresión de que algo se chispoteó.
    El más importante de los teatros de la antigüedad griega es el de Epidaurus, construido en el siglo IV a.C. por el arqitecto Policleto para la celebración de las "Asclepeias", fiestas en honor de Asclepios, dios-médico cuyo santuario se encuentra en las cercanías.
    A pesar del paso del tiempo y los desastres de las guerras, el teatro de Epidaurus ha logrado conservarse con poco deterioro. Lo más impactante, quizás, sea su acústica, que permite a alguien sentado en una de las gradas superiores, escuchar lo que se habla en la escena, aunque sea en voz baja. Afortunadamente esto lo pude comprobar haciendo la propia experiencia y luego al asistir, por la noche, a la representación de "Plautos" de Aristófanes, atravesado por una emoción que me provocaba escalofríos. Alli cantó María Callas en una ocasión, la ópera "Medea", pero yo no estuve.

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  2. El EPIDAURUS, fue muy famoso por su espectacular ACUSTICA, Se podia escuchar una moneda que caia desde lo alto. Enrique.

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  3. El EPIDAURO , Fue famoso por su ACUSTICA, excelente se podia escuchar una moneda tirada desde la ultima grada. ENRIQUE

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  4. Excelente artículo e ilustraciones. Me ha dejado sin nada que agregar.
    El teatro griego Éfeso está en la actual Turquía

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