domingo, 18 de enero de 2015

DESLOCALIZACIONES

 La ciudad que iluminaba al mundo
Schenectady es una ciudad situada en el estado de Nueva York a 30 kilómetros de Albany, la capital del estado. En 1962 mi esposa Alicia y yo vivimos durante un año contratados como médicos. Schenectady constituía una muestra del llamado sueño americano. Habitada por un importante sector de clase media alta, exudaba bienestar y abundancia. Desde que en 1887 Thomas Edison mudó allí su incipiente industria, la ciudad no dejó de crecer. Sus cien mil habitantes vivían directa o indirectamente de la General Electric (GE), cuyas enormes instalaciones producían desde lamparitas y artefactos del hogar hasta turbinas para aviones y para represas hidroeléctricas. Schenectady ostentaba orgullosa el apodo de “la ciudad que iluminaba al mundo”. También estaba instalada ALCO, una fábrica de locomotoras diésel.

Por entonces se rumoreaba que a la GE le costaba competir con las turbinas producidas por Japón, de igual calidad, pero de menor costo. Una década después, la mayor parte de la planta de GE se trasladó a países asiáticos, donde la mano de obra es más barata, dejando cerca de cincuenta mil empleados sin trabajo. Cuando volvimos a visitar Schenectady en 2003, era una ciudad fantasma, su población se había reducido casi a la mitad y abundaban las viviendas cerradas o tapiadas. Por las calles circulaban pocos autos y la plaza de la Municipalidad, donde antes no se conseguía estacionamiento, ahora sobraban los parquímetros libres.


La calle principal de Schenectady, otrora activa y con abundante público.

Detroit: una sombra del pasado
Detroit, la ciudad del medioeste estadounidense, famosa por albergar a la industria automotriz, donde se instalaron las tres principales fábricas: General Motors, Ford y Chrysler, se presentó en concurso de acreedores en un juzgado federal del estado de Michigan. Símbolo de la industria automotriz en Estados Unidos, Detroit llega ahora quebrada a su 312 cumpleaños, con población disminuida y deudas por 18.500 millones de dólares. 

Después de haber sido una vidriera del poderío industrial estadounidense, se convirtió en la mayor ciudad de ese país en declararse en bancarrota. Entre 2000 y 2010, perdió un cuarto de millón de residentes y una población que en la década de 1950 alcanzó la cifra de 1,8 millón habitantes, batalla ahora para mantenerse arriba de 700 mil. Un recorrido por las calles de Detroit puede resultar, además de peligroso, una experiencia deprimente, calles sucias, desiertas y decenas de miles de departamentos abandonados.


Dos visiones de la periferia de Detroit

El caso de Schenectady y de Detroit, es el resultado de uno de los fenómenos más despiadados del capitalismo neoliberal: la deslocalización. La gran palabra ya está lanzada y es la estrategia que adoptaron los países ricos ante la feroz competencia de las naciones emergentes.
Deslocalización es la transferencia de una actividad productiva de un país a otro: se cierra una fábrica en Estados Unidos y se abre en China, que fabricará los mismos productos y con la misma marca, para ser en parte exportados al propio Estados Unidos. En un sentido más amplio es también la transferencia de todas o parte de las actividades productivas hacia un país emergente de bajos salarios, mediante la creación de una filial o recurriendo a un subcontratista.

La razón fundamental que impulsa a una empresa a deslocalizarse es reducir los costos unitarios de producción a través de salarios más bajos que en el país de origen. Cuando el costo de una hora de mano de obra en la industria manufacturera alcanza en promedio a 24 dólares en Alemania (ya no es tan así), 21 en Estados Unidos, 19 en Japón y alrededor de 17 en Francia, en Polonia o República Checa es de 5 dólares y en China es de 1,70.

La deslocalización es un movimiento que se aceleró a partir de 2003 y no solo se limita a la producción de manufacturas, también se extendió a los servicios: programación informática, plataformas telefónicas, prestaciones de consultoría de todo tipo.

La deslocalización constituye un mecanismo perverso porque a partir del momento en que todo o casi todo se puede producir a menor costo en otro lugar del planeta, los trabajadores de los países ricos quedan desocupados o se ven obligados a consentir maniobras de sus patrones que van en perjuicio de su salario. El temor al desempleo mina la capacidad combativa de los gremios y de los obreros. Esto no es una hipótesis ni una posibilidad, sino un hecho concreto como ocurrió con los 820 empleados de la planta de Bosch en las afueras de Lyon, Francia. La empresa les planteó que si no aceptaban trabajar con horario ampliado sin compensación salarial, la fábrica se desmontaría y trasladaría a un país asiático. No tuvieron otra alternativa que aceptar.

El “milagro alemán”: un producto de la deslocalización
En Alemania la tasa de desempleo es muy baja, por debajo de la mayoría de los países de la Unión Europea, pero el 22% de los trabajadores tienen actividades de media jornada o están en situación precaria, mientras que en Francia o Estados Unidos solo afecta al 14%. Esto le permite a la economía alemana exportar con escasa competencia de otros países, porque además de ser buenos, los productos son baratos.

El factor que permitió este logro, con mínima o nula protesta de los gremios es el temor a las deslocalizaciones. Leoni AG, la principal industria productora de sistemas de cableado para el sector automotriz, de sesenta mil empleados originales hoy cuenta con solo 4000 que trabajan en suelo alemán. En una primera oleada, la empresa deslocalizó su producción hacia los países del este y en una segunda oleada hacia Túnez, Egipto y Marruecos. En Alemania, los obreros de Leoni AG, que no están en cargos jerárquicos, cobran un salario bajo que no llega a los 2000 euros mensuales, mientras que a los bolsillos de Klaus Probst, el CEO de la empresa ingresa esa suma, pero con dos ceros más, es decir doscientos mil dólares mensuales. Esta es otra de las características del neoliberalismo, la diferencia abismal entre obreros y patrones.

   Klaus Probst, presidente de Leoni AG, muy satisfecho con los cambios.

La deslocalización junto con el juego financiero, poniendo el dinero en especulaciones bursátiles en busca de altos rendimientos mediante sofisticadas técnicas de inversión, son los nuevos elementos del neoliberalismo. A esto hay que agregarle, el fraude fiscal, con evasión de dinero no declarado por numerosos empresarios alemanes y un Estado bobo o inoperante que deja a su libre albedrío la ejecución de estas maniobras. Es posible que el resultado sea la autodesrucción del capitalismo, pero eso ocurrirá después de haber arrastrado a la miseria a enormes contingentes de personas.

Michelle York. Schenectady Hits a New Low, And There's No Edison in Sight. The New York Times, 23/11/2003.
Monica Davey, Mary William Walsh. Billions in debt, Detroit tumbles into insolvency. The New York Times, 18/07/2013.
Patrick Artus Marie-Paul Virard. La autodestrucción del capitalismo. Le Monde Diplomatique. Capital Intelectual 2009.
Olivier Cyran. Un paraíso para el empresariado. Le Monde Diplomatique Explorador 2 Alemania: Historia de una Ambición.

12 comentarios:

  1. Excelente nota Ricardo!
    Como siempre la comparti en redes sociales,
    un abrazo para vos y Alicia
    Susana

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  2. ¡impresionante Ricardo!!y vos .que junto con Alicia has vivido alli¿que mas autorizado y veraz puede haber para informarnos?El paraiso del pais del norte,que nos hicieron creer a tantos ingenuos que hasta llegamos a admirar tanto adelanto y progreso material...y como viene bien armado el engaño,que hasta ellos mismos se lo creen..Maria Mercedes

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  3. ESO NOS ESPERA SI GANARAN LOS CARANCHOS INTERNOS.

    CUANDO TODO EL OFICIALISMO, INCLUÌDOS SUS VOTANTES QUIEREN QUE LA REUNIÒN CON EL FISCAL NISMAN SEA TELEVISADA PARA TODA LA POBLACIÒN, LA OPOSICIÒN PIDE QUE SEA PRIVADA...ENTONCES ¿QUÈ ES LO QUE TIENEN QUE OCULTAR?
    MAÑANA LUNES EXIGIR TV PUBLICA PARA DESCHAVAR AL VENDEHUMO NISMAN !!!

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    1. Julito de Laferrere19 de enero de 2015, 8:05

      No se preocupe Julieta, ese sujeto miserable que era el fiscal Nijman se suicidó, incapaz de soportar el papelón que haría ante los miembros del Congreso

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  4. Hola Ricardo:

    Leí con mucho interés tu artículo sobre la deslocalización, que además envié a mi tío Harry, ciudadano alemán residente en Alemania y hoy jubilado. Me pareció que podía interesarte su respuesta.

    Respuesta de mi tío desde Alemania:
    Muchas gracias por tus diversos mails. el de ayer con el artículo de El Mordaz sobre las deslocalizaciones (en neo-alemán: outsorcing) es grandioso.

    Lo que escribe acerca de la situación laboral en Alemania responde 100 % a la realidad.

    Es un verdadero escándalo lo que está ocurriendo aqui desde hace años. Es un neoliberalismo de la peor especie.

    Lo que describe Ricardo acerca de la Leoni, lo viví yo personalmente de cerca. La Leoni era uno de los clientes muy importantes de la empresa en la que trabajé en los últimos diez años. Le hemos suministrado máquinas concatenadas muy sofisticadas para la fabricación completamente automática de cables y sobre todo para las conexiones que se encuentran en los dos extremos de los mismos. Máquinas sumamente eficaces, que ahora se encuentran en el Lejano Oriente.


    El artículo de El Mordaz es muy muy bueno y lamentablemente muy cierto.

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  5. Es imposible no hacer un comentario ajeno a este tema, pero que por su magnitud ampliada al paroxismo por los diarios golpistas La Nación y Clarín, exacerbaron al gorilaje que salió nuevamente a gritar en forma desaforada, acusando al gobierno por la muerte de un juez mentiroso que lo único que hizo durante años fue embarrar la investigación de la causa AMIA.
    Un nuevo intento de golpe institucional contra el mejor gobierno que hemos tenido

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    1. Nuevamente salieron las marchas del odio y de la crispación acicateadas por los medios. Si Nisman era asiduo concurrente de la embajada de USA, podemos asegurar que la CIA está involucrada en este intento golpista para que la Argentina vuelva a las relaciones carnales de la época del turco, el principal culpable de los atentados antijudíos

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  6. Sin duda alguna, el fiscal Nisman fue asesinado. Así lo afirma Jorge Lanata que hiper- recontra-chequea todo y la diputada Elisa Carrió cuyas hipótesis y profecías se cumplieron siempre con exactitud meridiana. Hubo periodistas y políticos que también hicieron la misma sugerencia, pero nos basta, en lo que a credibilidad se refiere, con las afirmaciones de Lanata y Carrió.
    El asesino (para algunos manifestantes de ayer en Plaza de Mayo fue la propia Cristina), tenía que salvar obstáculos que exigían un desafío y creatividad a toda prueba. El departamento estaba vigilado por 10 gendarmes y cámaras desde todos los ángulos. ¿Pero de qué sirve todo eso si el criminal contaba con la capa invisible de Harry Potter?
    Usando este elemento ingresó sin ser visto, aunque uno de los perros de los gendarmes lo detectó por el olfato y empezó a ladrar furiosamente debiendo correr al ascensor.
    Habiendo llegado al departamento se encontró con puertas blindadas y sistemas codificados, pero el delincuente contaba con la última versión de varita mágica, también de Harry Potter, y diciendo las palabras claves “ábrete sésamo”, ingresó sin dificultad.
    El resto fue una pavada, para ello utilizó su poder hipnótico para lo cual el sujeto a hipnotizar debe tener un cociente intelectual limitado. Nisman quedó inmediatamente bajo los efectos de una mente superior, alzó el arma la apuntó contra su sien y disparó. Cayó obstaculizando la salida del baño (lugar del falso suicidio) y el asesino optó por escapar por el inodoro usando nuevamente sus poderes mágicos.
    Sin duda alguna el fiscal Nisman fue asesinado.

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    1. En Hogwarts, escuela de Magia y Hechicería, no te enseñan a hipnotizar, pero sí hay un hechizo que se llama “Imperio” que le obliga a tu contrincante a hacer lo que vos quieras.

      Jaja.. muy graciosa la crónica!

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  7. La opo y la prensa mediática transformaron a un fiscal mediocre, incompetente, mediático y mentiroso, en un mártir de la justicia

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  8. Oliverio de Mendoza22 de enero de 2015, 10:13

    Si esto fue un asesinato, se descarta el gobierno como actor o instigador, por la sencilla razón de que no le convenía para nada la muerte de Nisman. Intervino una mano negra que pueden ser elementos recientemente expulsados de la SIDE o algun otro interés en perjudicar al gobierno. La Nación y Clarín hace un uso miserable del muerto y la opo los sigue obedientemente. Massa ofreciéndose como querellante es patético. Primero hay que descartar totalmente el suicidio y creo que algunas cosas nunca se van a saber.

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  9. Julito de Laferrere23 de enero de 2015, 15:09

    Sherlock Holmes, el inspector Clousseau y Dick Tracy son un poroto al lado de las sesudas disquisiciones de los periodistas de TN, de La Nación y de Clarín

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