viernes, 26 de abril de 2013

LAS DIOSAS NEGRAS DEL JAZZ



Ayer, 25 de abril se cumplieron 96 años del nacimiento de la célebre cantante de jazz Ella Fitzgerald, cuya vida y trayectoria coincidió en el tiempo y en las vicisitudes con la de otra vocalista genial que fue Billie Holiday. Ambas, tuvieron infancias y adolescencias muy duras con el agravante de que eran negras y debieron soportar los prejuicios y la fobia racial a la que fueron sometidas. Pero el talento y la fuerza de voluntad de estas dos mujeres, las llevó a compartir el pedestal donde se encuentran los más destacados vocalistas del género.



BILLIE HOLIDAY

                         Billie Holiday (1915-1959)


Infancia y prostitución

Eleonora Fagan nació el 7 de abril de 1915 en Filadelfia y tuvo una infancia muy carenciada en afecto y bienestar económico. Su madre, Julia Fagan, como empleada ferroviaria estaba obligaba a continuos viajes y Eleonora estuvo bajo el cuidado de su abuela paterna. Cuando aún no tenía 10 años enfrentó un juicio por ausentismo escolar terminando en un reformatorio hasta que fue devuelta a su madre nueve meses más tarde. 


A los 11 años fue violada por un vecino del barrio, quién terminó en prisión y ella nuevamente en el reformatorio. Cuando se reunió con su madre, ambas se mudaron a Harlem y alquilaron una casa cuya dueña regenteaba un prostíbulo. Madre e hija se volvieron prostitutas y cuando la policía intervino el local, las dos terminaron en la cárcel, Julia tenía 25 años y Eleonora solo 14.


Primeros pasos en el Jazz

Eleonora, inició su experiencia como cantante en los night clubs de Harlem y a partir de entonces adoptó el seudónimo de Billie Holiday en homenaje a Billie Dove, una actriz que ella admiraba. No se requirió que pasar mucho tiempo para que tanto el público como los empresarios, se percataran de que Holiday no era una cantante más. La exquisita emisión que fluía de su garganta, se asociaba con un dominio y maestría de la improvisación que no era producto de educación vocal puesto que no recibió ninguna, sino de su fino y entrenado oído. Había que agregar además, que Holiday se posesionaba con su canto, llegando al llanto en algunas canciones y esta emoción la trasmitía a la audiencia, que quedaba impactada con su actuación. 




En 1935 ya era reconocida como una de las mejores voces negras del jazz después del éxito con What a Little Moonlight Can Do y más tarde con Sumertime de la ópera Porgy and Bess.
 

Fama sinsabores y declive

Detallar la vida de Holiday exigiría escribir un tratado por la abundancia de aventuras, desventuras y peripecias que colmaron su existencia. Como artista actuó junto con el pianista Teddy Wilson, fue vocalista en las bandas de Count Basie y Artie Shaw, grabó para las firmas Columbia y Decca y cantó en varias oportunidades en el emblemático Carnegie Hall de Nueva York, a sala llena en todas las ocasiones. 


El estigma de su infancia la persiguió a lo largo de la vida. En sus giras por los estados sureños le gritaban puta y sufrió desplantes y humillaciones por ser negra, hecho agravado por el macartismo que agobiaba entonces a los Estados Unidos. Muchas veces en los hoteles donde se alojaba la obligaron a utilizar el ascensor de servicio.


Conoció nuevamente la cárcel por tenencia de drogas en 1947 y 1949 y siguió cantando después de su liberación. Sus matrimonios fueron desastrosos y las decepciones sentimentales profundizaron su adicción a las drogas y el alcohol. En 1959 fue internada con el diagnóstico de cirrosis hepática alcohólica e insuficiencia cardíaca. Mientras terminaba sus días en el hospital, la habitación estaba custodiada por policías con la orden de arrestarla por tenencia de drogas. Nadie más la acompañó en su agonía. 

La mujer que había ganado fortunas murió sin un centavo.

Frank Sinatra que la admiraba dijo: “Con pocas excepciones, todo cantante importante de Estados Unidos fue marcado por su genio. Es Billie Holiday quién fue y aún es la influencia musical más grande en mi vida artística”. 
Para escuchar haga click aquí: Lady Sings the Blues




ELLA FITZGERALD

                              Ella Fitzgerald (1917-1996)

Una infancia poco convencional
Ella Fitzgerald también conocida como “La Reina del Jazz”, nació dos años después que Billie Holiday, el 25 de abril de 1917. Las dos se encontrarían en más de una ocasión rivalizando en concursos. Fruto de un matrimonio que pronto se separó, quedó con su madre que la llevó consigo a Yonkers en Nueva York. En su adolescencia después que su madre falleció en un accidente de tráfico, fue abusada por su padrastro y huyó de la casa. 

Su primer trabajo estuvo lejos de ser distinguido ya que se desempeñó como guardiana y centinela de un prostíbulo. Casi paralelamente trabajó en un local regenteado por la Mafia donde se llevaba a cabo el juego en forma ilegal. Cuando la policía allanó la vivienda, se llevó consigo a Ella y el juez la mandó a un asilo para negros en el Bronx. Como el lugar estaba colmado de internados, fue trasladada a un reformatorio de donde logró escapar viviendo un tiempo en la calle.


Fitzgerald sube a escena
En 1934, Fitzgerald hizo su debut como cantante en un teatro menor de Harlem. La crónica no nos cuenta cómo después de dos años de errar vagabunda por los barrios negros y viviendo de limosna y pequeños hurtos, logró subir a un escenario. Un año después, se unió a la orquesta dirigida por el baterista Chick Webb, actuando y grabando durante cuatro años hasta que Webb falleció. Entonces Fitzgerald se hizo cargo de la orquesta y grabó 150 canciones hasta que el grupo se disolvió en 1942 y ella se lanzó por su cuenta. Siguió una etapa de intensas grabaciones donde álbumes como las canciones de Cole Porter y de Duke Ellinton, estuvieron en la lista de los registros más vendidos. Actuó en numerosos programas de televisión y en avisos comerciales. La vagabunda mendiga de Harlem, se había convertido en una cantante de considerable fortuna.


                           Con Louis Armstrong

Estaba dotada de una voz aterciopelada, potente y muy melódica, que mostraba su clara y precisa vocalización, sobre todo en el scat, improvisaciones con vocablos sin palabras, técnica que desarrolló y dominó con maestría y dio surgimiento al bop, o nacimiento del jazz moderno.

La importancia y el legado musical que Fitzgerald aportó al jazz de Estados Unidos, fue enorme. Dan prueba de ello que la historia de su carrera se encuentra en el Centro de Archivos del Museo Smithsonian de Washington y que sus arreglos musicales figuran en la Biblioteca del Congreso de la misma ciudad.


La enfermedad
En 1985, la diabetes hizo estragos en su organismo y debió ser internada por problemas respiratorios e insuficiencia cardíaca. Poco después, debieron amputarle ambas piernas por gangrena diabética. Abandonó el hospital porque su deseo fue pasar los últimos días de su vida en el jardín de su mansión junto con su nieta Alice. “Solo anhelo aspirar el aroma del jardín, apreciar el canto de los pájaros y escuchar la risa de mi nieta.” El 15 de junio de 1996, a la edad de 79 años se apagó la voz de la Reina del Jazz.
Para escuchar a Fitzgerald haga click aquí: One note Samba (scat) 

4 comentarios:

  1. Esta bueno el articulo.No se desmayen pero me gusto...

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  2. Autumm in New York y Summer Time, por Ella Fitzgerald, son mis favoritos. Conocía las biografías de ambas. Billie Holiday se hizo muy conocida también por el tema "Strange Fruit", donde hace mención a los linchamientos de negros por el Ku Klux Klan (los extraños frutos que colgaban de los árboles eran los negros ahorcados).

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  3. Viste Adolfo (no k)Se cumplio lo que pronosticabamos ,3 o 4 aportes solidarios al blog y dos nuestros.....Esta gente quiere sangre.Pienso que estan alelados por Lanata.De cualquier forma tengo la primicia:no se va a ocupar del "gordo".La proxima va a ser nuevamente el "procesado" y por supuesto el Borda.El pobre Lázaro no tiene importancia.La represion sangrienta de la Metropolitana le va a dar letra para largo.......

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