miércoles, 6 de mayo de 2015

FINAL DE UNA GUERRA INFAME


Hace 40 años, el 30 de abril de 1975, finalizó la guerra de Viet Nam, con la derrota más humillante en la historia de los conflictos bélicos, donde el ejército más poderoso del mundo cayó derrotado por una pequeña nación agricultora y sin tecnología industrial alguna. Es bueno recordar el episodio.

Antecedentes
Terminada la Segunda Guerra Mundial, Ho Chi Minh inició negociaciones con el gobierno francés para lograr la independencia de Vietnam, pero las conversaciones llegaron a un callejón sin salida. El ejército francés parcialmente restablecido de su desastrosa experiencia contra Alemania, quería recuperar prestigio y no estaba dispuesto a ceder su colonia tan fácilmente.

Después de 8 años de conflicto en que Francia quedó económicamente exhausta y perdió decenas de miles de hombres, la última batalla en la planicie de Dien Bien Puh, puso fin al oprobioso colonialismo galo en esa zona de Asia.



Prisioneros franceses después de la caída de Dien Bien Puh

Finalmente se firmó el acuerdo de Ginebra donde Vietnam quedó dividido en un territorio norte comunista y otro sur gobernado por Ngo Dinh Diem, un títere de Estados Unidos. El arreglo era que se harían elecciones para definir si se unificaba o no Vietnam. Ngo Dinh Diem era un inepto y un desequilibrado mental que se transformó en feroz dictador. Miles de campesinos huyeron hacia Vietnam del norte y engrosaron las fuerzas del general Giap.
Diem fue asesinado por sus propios oficiales y como el compromiso de llamar a elecciones no se cumplió, el Vietminh, ahora denominado Vietcong, inició nuevamente las hostilidades.

Intromisión de Estados Unidos
Estados Unidos temeroso de un efecto dominó se involucró en esta nueva guerra, primero durante el gobierno de Kennedy enviando a miles de asesores. Su sucesor Johnson y el secretario de Estado McNamara, viendo la impotencia de las fuerzas de Vietnam del Sur ante el avance del Vietcong, se introdujeron de lleno en el conflicto utilizando como excusa el ataque a una nave americana en el Golfo de Tonkin.

En esta guerra, el país del norte utilizó toda la parafernalia bélica contra las fuerzas de Giap: bombardeos masivos y constantes, bombas de fragmentación, el uso del napalm a escala monstruosa y defoliantes que destruyeron las selvas de Vietnam y todavía hoy, producen secuelas y malformaciones entre los aldeanos.

Dicen que es bueno aprender del error del enemigo para evitar desastres propios, pero Washington y el Pentágono, cometieron las mismas fallas que los franceses. Para mayor desgracia, los enfrentaba el general Vo Nguyen Giap, el más grande estratega del mundo moderno.



          El genio político Ho Chi Minh y el genio militar Vo Nguyen Giap

El soldado norteamericano fue a esa guerra sin convicción alguna y sin saber para qué luchaba. En el otro extremo del planeta había quedado su familia a la cual regresaría con secuelas de los combates en el mejor de los casos o en una bolsa plástica si lo alcanzaba una bala del Vietcong. En contraposición absoluta, los vietnamitas luchaban por su propio territorio, para ellos se trataba de una guerra de supervivencia con una estrategia sin tiempo. Cada labrador, cada mujer de  aldea era un espía que informaba al general Giap dónde estaba la patrulla yanki, cuántos hombres la componían y que armas llevaban. Para las fuerzas norteamericanas, la selva y la noche eran sus peores enemigos, para los vietnamitas ambos factores les facilitaban las emboscadas y los protegían de aviones y tanques.


                     Rotundo rechazo a la guerra dentro de Estados Unidos

Final de una derrota anunciada
La guerra duró 16 años, hasta que el 30 de abril de 1975, levantó vuelo el último helicóptero Chinook desde la terraza de la Embajada de Estados Unidos, con soldados y diplomáticos colgados como racimos. Muchas manos y brazos fueron quebrados por los culatazos de los marines para desprenderlos. No pocos murieron en el intento.

Personal norteamericano de la CIA huye desesperado ante el avance del Vietcong

Como un trágico dominó se desplomaron una tras otra, las ciudades que fueron cayendo en poder de los guerrilleros. Los soldados survietnamitas arrojaban sus armas y emprendían la huida. Finalmente cayó Da Nang, otrora la base orgullo del ejército estadounidense.

Los cohetes disparados por el Vietcong sobre la ciudad, el cierre de establecimientos (incluso varios de los tugurios donde reinaban el juego, la prostitución y el tráfico de drogas), los cortes de luz y la escasez de alimentos deterioraban la situación hora a hora. A los millones de desplazados del interior, que taponaban las rutas aún abiertas pero con una barrera de alambre de púas a los costados, sin agua, sin comida, muchos de ellos heridos o enfermos, se sumaron los soldados en retirada a bordo de todo tipo de vehículos, lo que transformó la situación en caótica, ya que prácticamente nadie podía moverse del lugar.

Thieu y otros muchos funcionarios ya habían huido, no había gobierno. Al mediodía apareció un jeep por la calle principal enarbolando una gran bandera del Vietcong, con sus colores rojo y azul y una estrella amarilla en el centro. Entonces aparecieron los combatientes de Giap, la mayoría de los soldados norteamericanos nunca vieron a ninguno. Eran casi adolescentes, con cascos hechos con fibras vegetales, camisolas de color verde, sandalias fabricadas con caucho de neumáticos, y armados con fusiles chinos de asalto. Ingresaron al Palacio Presidencial, e izaron la bandera del Vietcong. Eran las 12.15 del sábado 30 de abril en que finalizó aquella guerra infame iniciada por el neocolonialismo yanki.

Secuelas de la guerra
Alrededor de medio millón de soldados estadounidenses fueron a Vietnam, de los cuales más de 58 mil nunca regresaron vivos. Se estima que los heridos, mutilados y afectados psicológicamente superaron los 300 mil.
Dos millones de vietnamitas murieron en la guerra, muchos alcanzados por toneladas de explosivos, el napalm o víctimas del “agente naranja”, letal sustancia tóxica, arrojada por los temibles superbombarderos B-52 a lo largo de un decenio.

En 1978 estando yo de visita en la Universidad de Stanford en California, tuve oportunidad de asistir a una conferencia de un médico vietnamita. Hablaba en francés y a su lado un estudiante traducía su disertación al inglés. Con voz suave y calma, aquel médico fue relatando como las fuerzas armadas norteamericanas destruyeron su país, devastaron su agricultura, arruinaron por siglos selvas enteras y bombardearon las ciudades matando mujeres y niños. Atónita y conmovida, la concurrencia tuvo oportunidad de enterarse lo que los medios de información de Estados Unidos jamás le contaron.



En su viaje a Vietnam, la presidenta Cristina visitó los túneles hechos por las fuerzas de Giap

A 40 años de la caída de Saigón. Página 12, 30/04/2015
Halbestam D. Ho. Editorial Bruguera, Barcelona 1975.

Brigha RK. Battlefield Vietnam: a brief history. http://www.pbs.org/battlefieldvietnam/history/index.html

Spartacus Educational. Vo Nguyen Giap. http://www.spartacus.schoolnet.co.uk/VNgiap.htm

Vietnam war. Encyclopaedia Britannica, tomo 12, pag 361. Chicago 1995.


3 comentarios:

  1. Gracias Ricardo, no hay que olvidar !!

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  2. ¡Muy interesante! Viene bien el recordatorio de una invasión más de los EEUU con excusas irrisorias como todaslas demás, sólo que ésta les salió mal y les costó muchas vidas de sus soldados y una derrota vergonzosa

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  3. "Toda concepción nacida de la impaciencia y destinada a obtener una victoria rapida es solo un gran error; fue necesario ganar miles de pequeñas luchas para convertirlas en una grandiosa victoria"
    Vo Nguyen Giap.
    Genial

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