viernes, 20 de marzo de 2015

TARNATION

Jonathan Caouette es un niño solitario, carga sobre sus hombros una agobiante mochila de maltrato, abandono, acoso sexual y descarnadas vivencias, producto de una familia totalmente disfuncional. Es hijo de Renee Leblanc quién de pequeña era una hermosa morocha que ganaba concursos en teatros escolares y en la televisión. Este futuro promisorio se esfuma cuando Renee se cae del techo de su casa, y queda con trastornos motores que la condenan a meses de reposo.

Aquí se produce un punto de inflexión donde el mal uso y el abuso de la práctica médica alteran para siempre el destino de Renee y más adelante el de su hijo Jonathan. Una junta médica hace una evaluación del caso y sin fundamento científico que lo avale, indica electroterapia. La mujer sufre interminables sesiones de electroshock que le producen episodios de trastorno bipolar y cuadros esquizo-afectivos que determinan su internación en diversos institutos psiquiátricos.

Durante un período de estabilidad contrae matrimonio con Steve Caouette, un vendedor a domicilio que abandona el hogar cuando ella está embarazada de Jonathan. La vida del niño transcurre entre orfanatos, una madre con altibajos mentales, tutores abusadores y un par de abuelos piadosos.

A los 8 años se le ocurre registrar en forma indeleble mediante filmaciones, el entorno en que vive, incluyendo imágenes de su propia persona. Quizás esta decisión se debió a la búsqueda de una actividad que condimentara con un poco de entretenimiento su vida desquiciada. También es posible que el cine fuera un mecanismo para exorcizar fuera de su persona todas sus desgracias y proyectarlas en una pantalla. Cualquiera sea el motivo, sirvió para que se transformara en uno de los más inquietantes y sorprendentes auto documentales en la historia del cine.
                               Jonathan Caouette

La perseverancia de Jonathan es asombrosa ya que durante 19 años estuvo filmando, al principio con una pequeña cámara super ocho hasta equipos más avanzados. La lente no escatima escenas, desde la más banal hasta la más terrible, lo fútil se mezcla con lo chocante, como cuando se filma asimismo ingiriendo drogas. En otras partes aparece vestido de mujer o teniendo sexo explícito con otro adolescente varón, porque Jonathan se declara definidamente homosexual y además carece de autocensura.





Las escenas de la madre son frecuentes, realizando actividades de la casa, haciendo payasadas delante de la cámara o silabeando frases incomprensivas y babeando en los momentos en que es presa de su trastorno mental. El buen espectador puede percibir que Jonathan la ama, tiene piedad por la forma impiadosa en que la castigó el destino y además, porque al fin de cuentas ambos están en el mismo barco. La filmación es un caleidoscopio de imágenes y episodios que transitan desde lo patético y bizarro hasta lo poético y cómico, pero nunca hay autocompasión y la narrativa es en tercera persona, un dato más que sugiere la necesidad de Jonathan de expulsar de su mente todas las miserias vividas.

Así nace Tarnation, que podría traducirse comoinfierno, el documental que con la ayuda de expertos quedó reducido a 90 minutos, dio la vuelta al mundo, e hizo furor en todos los festivales.


Jonathan Caouette, director, productor, guionista e intérprete de Tarnation, habita en Nueva York, tiene 41 años y mucha vida por delante. El futuro dirá si su obra fílmica habrá resultado la mejor terapia para reconciliarse con su pasado y disfrutar como corresponde los años venideros.



Horacio Bernades. Un ensayo de alta audacia. Página 12, 06/07/2006.

Philip French. TARNATION. That's the story of my life. The Observer, 24/04/2005.

 


Tarnation. Documental autobiográfico 2003. Dirigida y producida por Jonathan Caouette.

7 comentarios:

  1. ¿El fiscal Nisman habrá hecho lo mismo y por eso su ex esposa impidió la investigación de sus equipos electrónicos? A propósito de Nisman:

    El 18f se juntó una multitud para homenajear a Nisman, según Lanata que recontra chequea todo, fueron un millón de personas, según la policía metropolitana de Macri, eran 500.000 y según la federal 50.000. Abundaban los carteles “todos somos Nisman”, “Nisman prócer, “Nisman mártir”, “yegua asesina”, etc.
    La marcha se repetiría nuevamente el 18m para mantener vivo el “magnicidio” cometido.
    Sin embargo, durante solo 30 días se comprobaron varias cosas: Nisman en lugar de indagar sobre la causa AMIA, no movió un dedo, pese al enorme presupuesto que recibía y el personal a su cargo. Gran parte de su tiempo lo pasó en playas caribeñas con la chica de la farándula de turno y fueron varias. Los $40.000 que le daba a Lagomarsino, éste debía devolverle la mitad, lo cual es un fraude porque era dinero del Estado. Paralelamente su ex esposa bloqueó la investigación sobre todos los medios electrónicos que usó el fiscal, ¿por miedo a que se vieran escenas escabrosas? Como si todo esto fuera poco la denuncia de Nisman era un disparate sin sustento alguno.
    Ayer se conmemoró el 18m y el escritor ultraderechista Santiago Kovadloff hizo una semblanza de Nisman ante una multitud… de ¡25 personas!!!

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    1. Si, Ricardo, acuerdo totalmente contigo, toda la informacion que esta surgiendo demuestra claramente que este sujeto era siniestro, inescrupuloso y profundamente antiético, capaz de los manejos mas perversos sin que se le moviera un pelo. Ahora , el pensaria que iba a disfrutar de estos fondos publicos eternamente, no? Una rata. Yo no soy Nisman ni por un minuto. Suerte y saludos. Paula Kaplan

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    2. De acuerdo con todo; y encima esa cucaracha pretendía destituir con sus balbuceos a una presidenta legítimamente elegida y quebrantar el orden institucional. Saludos. Paula Krajnc.

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  2. Terrible! Parece mentira que puedan existir historias como la de este chico, en la que se juntan una mala suerte inicial, totalmente accidental, una pésima praxis médica, de cuyas consecuencias nadie se hace cargo, y una serie de personajes que van entrando en escena, alrededor de la madre y del hijo, como en un desfile de las miserias humanas.
    Nismann no hubiera desentonado en ese coro.

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  3. CADA VEZ SOMOS MENOS LOS NISMAN.

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  4. Volviendo a la película, No la ví, pero el comentario me estimula a verla.
    Sería interesante saber cómo es ahora la vida del niño de entonces.
    Lamentablemente hay muchos niños con vidas desquiciadas. Algunos tienen la resiliencia para poder salir a flote y otros quedan por el camino.

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    1. Está en YouTube, con subtítulos en español https://youtu.be/h3GlrMi40v8

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