jueves, 18 de septiembre de 2014

ARGENTINA/EEUU: HISTORIA DE UNA RELACIÓN CONFLICTIVA

Después de Inglaterra, Estados Unidos es el caso más destacado de proteccionismo. Fue tan importante para el país del norte ejercer esta filosofía económica, que necesitó de una guerra civil, la de Secesión, para eliminar a los librecambistas sureños, cuya base de sustentación económica era la exportación de materia prima (algodón), mediante un sistema basado sobre la esclavitud.

Estados Unidos aplicó su política proteccionista a rajatabla y en el caso de la Argentina nunca dejó que nuestros productos de agricultura y ganadería ingresaran y compitieran con las producciones de los granjeros y ganaderos norteamericanos. Veamos en orden cronológico las medidas que Estados Unidos tomó con nuestro país.

1867
Terminada la Guerra Civil, el parlamento estadounidense cerró la importación de lanas a nuestro país a través de la ley de Lanas y Manufacturas de Lanas. Esta medida llevó a la quiebra a muchos productores argentinos y debieron sacrificarse millones de ovejas.

1922
El presidente Harding promulgó un arancel que afectó el comercio de carnes, cereales y frutas.


                           Warren Harding (1865-1923)

1926
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, prohibió la entrada de carnes frescas o refrigeradas de regiones con aftosa. La medida perjudicó especialmente a la Argentina, que no estaba libre de la enfermedad. Nuestras exportaciones de carne se volcaron casi en su totalidad a Inglaterra que no tenía inconveniente con la aftosa.

1933
Inglaterra decidió suspender las compras porque le resultaba más redituable negociar con sus ex colonias de ultramar. El pánico cundió entre los ganaderos y la Sociedad Rural Argentina y fue entonces, que en plena década infame, nuestros gobernantes firmaron el humillante y tristemente célebre pacto Roca-Runciman, donde se hicieron concesiones a los ingleses de todo tipo a cambio de que siguieran adquiriendo la tradicional cuota vacuna.


Firma del pacto Roca-Runciman el 1 de mayo de 1933. Quién rubrica el acta es Roca hijo y a su izquierda se encuentra Runciman.

1945
Al término de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos implementó el Plan Marshall de ayuda a Europa, pero ya ubicado como potencia dominante mundial, determinó que sería la única nación que exportaría el excedente de sus productos agrarios al viejo continente. Una vez más, Argentina quedó fuera del reparto.

Por ese entonces, llegó a Buenos Aires Spruille Braden como nuevo embajador del país del norte. Su presencia constituyó la intromisión más desembozada que hizo Washington en las cuestiones políticas de nuestro país. Aterrizó con los avales de haber tenido estrecha amistad con el dictador cubano Fulgencio Batista, ser dueño de minas de cobre en Chile y testaferro de la Standard Oil. Vale la pena dedicar unos renglones al recibimiento que le hizo el diario La Nación: “Hombre de ciencia al mismo tiempo que hombre de ley, hombre de acción ante todo, mister Spruille Braden es un prototipo de los estadistas de su país, eminentemente práctico. Su vida es un ejemplo de fe apasionada en la energía que la Democracia encierra como fuerza propulsora de progreso. Afirmó el ideal de la confraternidad basado en la soberanía individual, como la única forma de alcanzar la victoria del espíritu sobre las pasiones oscuras.”

Violando las normas más elementales de la diplomacia, Braden se introdujo con pasión y vehemencia en la durísima campaña política que siguió al llamado a elecciones como consecuencia de la tremenda sacudida producida por la gesta del 17 de octubre del 45 que transformó para siempre al país. Afortunadamente, las cosas no resultaron como él quería y el mismo senado norteamericano criticó su fracasada gestión en Argentina.

                Spruille Braden (1894-1978)

1976-2000
Los períodos de la dictadura que comenzó en el 76 y las relaciones carnales con Estados Unidos establecidas por Menem, fueron un oasis para la política de Washington y un desastre para nuestra economía.



                 George Bush padre y Carlos Menem

2002
George Bush hijo aprobó la nueva ley agrícola Farm Bill, que profundizó las medidas de apoyo al sector agropecuario de su país, ya que incrementó los subsidios en un 70% con respecto a la ley anterior de 1996.

2005
Llegó al país el mismo George con el propósito de imponer el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas). Este acuerdo económico de haberse aplicado habría sido nefasto para toda América Latina porque limitaba la capacidad de acción de los gobiernos nacionales sobre su propia economía, medio ambiente y sociedad. Otorgaba a los inversores norteamericanos beneficios mayores de los que gozaban los empresarios locales, reducción al mínimo de salarios y de las cargas impositivas y por sobre todo eliminación de barreras arancelarias que hundirían a nuestros agricultores e industriales. Ver: A seis años del no al ALCA

Esa reunión de 2005 en Mar del Plata deberá ser recordada en la historia como uno de los pocos momentos en que un presidente de los Estados Unidos salió derrotado gracias a la sólida unidad de las naciones latinoamericanas con Hugo Chávez y Néstor Kirchner como los principales promotores del epitafio al ALCA. El cipayo diario La Nación todavía sigue lamentándose de esta epopeya y ocho años después, recordando el episodio, sacó un artículo diciendo que fue una oportunidad desperdiciada, generada por prejuicios, ideologías sectarias y el fanatismo.

Momento en que Chávez en Mar del Plata pronuncia su frase histórica: “¡El ALCA al carajo!”

2010
El freno al ALCA y una postura independiente hacia el Fondo Monetario Internacional, con el cual saldamos todas las deudas, enfrió las relaciones con la Casa Blanca y el presidente Obama evitó en sus visitas pasar por estos lares. Esta actitud produjo profunda decepción en los medios hegemónicos cuyos periodistas no se privaron de repetir hasta el hartazgo que nos encontrábamos aislados del mundo.

Sin embargo, proveniente del país del norte, nos visitó un personaje menor: se llama Arturo Valenzuela y era el encargado de asuntos latinoamericanos, o sea del “patio trasero”, como despectivamente nos considera Estados Unidos. Pero este señor no vino a estrechar lazos sino a generar conflicto. Manifestó que en Argentina había falta de seguridad jurídica. Es notable que viniendo del país con menor seguridad jurídica, Valenzuela tenga la insolencia de hacer ese comentario. ¿Qué tipo de seguridad jurídica tuvieron los depositantes o inversores cuyos ahorros se licuaron de la noche a la mañana con la caída de más de 130 de bancos? ¿Qué seguridad jurídica existió para los miles de propietarios de inmuebles que perdieron sus hogares por no poder seguir afrontando sus hipotecas?
En verdad la seguridad jurídica no es el fuerte de un país que hizo temblar a los inversionistas de todo el mundo. Esto fue totalmente ignorado por los medios hegemónicos que destacaron como verdades dogmáticas las estupideces de Valenzuela. Este sujeto también desacreditó a los gobiernos de Bolivia, Venezuela, Ecuador y Chile, que en ese momento era gobernado por Bachelet. En otros términos, criticó a los gobiernos progresistas de la región. La gestión de Valenzuela fue tan soberbia y con tan poco tacto, que en menos de un año fue removido del cargo.


                                 Arturo Valenzuela

2014
Griesa, un oscuro juez de una sección de la ciudad de Nueva York, falló a favor de los fondos buitre, sentenciando que debíamos pagarles la deuda al contado y con intereses. De hacer esto, como sostiene enfáticamente el procesado jefe de nuestra ciudad, estaríamos condenando a un futuro ominoso a varias generaciones de argentinos.

Como broche de cierre, la Suprema Corte de Justicia del país del norte avaló la decisión del juez Griesa.
En contrapartida, jamás hemos recibido de Estados Unidos una mano de ayuda sin que medie alguna intención aviesa en la oferta.

El día que Estados Unidos nos mire con simpatía o apruebe abiertamente el gabinete de turno que gobierne a la Argentina, es porque estaremos “en el horno”, como se dice actualmente.

Mario Rapoport. En el ojo de la tormenta. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires 2013.

A seis años de aquél “ALCA, al carajo”. Página 12, 05/11/11.

Carlos A Canta Yoy. A contramano de la integración global. La Nación 26/11/2013.

Jorge Elías. Es un peligro que Kirchner haga la política del caudillo. La Nación, 13/09/2006.


Fernando Cibeira. Valenzuela, de vuelta a la universidad. Página 12, 06/05/2011. 

4 comentarios:

  1. A todo eso hay que agregar el trabajo de zapa de la Embajada de Estados unidos a donde fueron a llorar sus quejas en los últimos años Magnetto y Van der Koy, Joaquín Morales Solá, Massa y Alberto Fernández, según consta en el informe de Argenleaks de Santiago O'Donell

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En estos días, el encargado de negocios de la Embajada de USA manifestó que sería bueno que Argentina saliera del default. Fue una expresión delberadamente desafortunada para hacer subir el blue y crear incertidumbre.

      Eliminar
    2. El presidente Correa dijo: "En Estados Unidos no hay golpes de estado porque no tiene embajada de Estados Unidos"

      Eliminar
  2. Ricardo usted dice que estaremos en el horno cuando Estados Unidos nos mire con simpatía, ese riesgo ocurrirá en el hipotético caso que nos gobiernen Macri o Massa. Darán marcha atrás con todos los logros sociales, científicos y económicas de esta década ganada

    ResponderEliminar