miércoles, 21 de mayo de 2014

EL FÚTBOL Y LOS MUNDIALES


              Jugador de fútbol griego. Museo de Atenas

Orígenes del fútbol
El fútbol es un deporte antiquísimo y se pueden ver pinturas egipcias y bajo relieves griegos que ilustran a musculosos atenienses haciendo gala de maestría con una pelota. Cuando los romanos llevaron a Britania, su colonia extracontinental, el juego de la pelota, el deporte se quedó para siempre en las islas y sus habitantes, aficionados a inventar juegos, hicieron con el fútbol lo que más tarde harían con otros deportes: le establecieron reglas precisas. Pero esto tomó varios siglos hasta que en 1848, representantes de varios colegios ingleses se dieron cita en la Universidad de Cambridge para unificar criterios y depurar al fútbol de la carga de violencia que lo caracterizaba. Por lo tanto, los ingleses no lo inventaron, pero son los artífices de la forma moderna de jugarlo y los principales responsables de difundirlo por el mundo.

Argentina fue uno de los primeros países de América Latina junto con Uruguay y Brasil en crear equipos de fútbol. Se puede decir que el padre de este deporte en nuestro país fue el escocés nacionalizado argentino Alexander Watson Hutton quién en 1893 fundó la Argentine Association Football League. En 1898, junto con los marineros ingleses y los ingenieros y técnicos que vinieron a instalar los ferrocarriles, Watson Hutton fundó el primer club de este deporte: el Alumni Athletic Club, o simplemente Alumni. En pocos años surgieron otros clubes y nuestro país pasó a figurar entre los primeros de este deporte y sin duda alguna el que produjo los mejores jugadores. Actualmente Argentina tiene 500.000 futbolistas federados.

              Alexander Watson Hutton (1853-1936)

Pasión de multitudes
No existe una explicación racional de porqué el fútbol, no sólo es el deporte más popular, sino también el que despierta las mayores pasiones, aquí y en cualquier país del mundo, exceptuando Estados Unidos donde es desplazado por el béisbol y el fútbol americano. Entrar a indagar las razones de esta pasión es meramente especulativo, limitémonos a señalar que el fútbol es un territorio, predominantemente masculino donde se desbordan los sentimientos en estado puro, las explosiones de alegría y júbilo y la tristeza más profunda, la rivalidad desmesurada, el exceso de ternura y el llanto, la violencia extrema junto a la solidaridad sin límites. 

Este deporte genera sentimientos tan potentes que hasta puede ser causa de conflicto bélico entre países, como ocurrió en la llamada guerra del fútbol en 1970 entre El Salvador y Honduras con motivo de las eliminatorias para la Copa Mundial de ese año.

                         La guerra del fútbol

Los mundiales
Y aquí entramos en el tema de los mundiales cuyos resultados pueden condicionar el estado de ánimo de toda una población durante días y e incluso semanas. La audiencia que tiene un mundial de fútbol se cuenta en miles de millones de personas, cifra que ni remotamente logran otros eventos deportivos o acontecimientos sociales y políticos.

Hasta los más indiferentes del balón pie, son arrastrados por la ola que como verdadero tsunami incorpora a todos los habitantes de un país cuando su seleccionado llega a las semifinales. En los mundiales, un jugador se consagra en ídolo popular si con su gol gana el campeonato y su nombre es conocido tanto en Argentina, como en Alaska, Egipto o Singapur, tal es el caso de Diego Armando Maradona. En contrapartida, se puede perdonar al jugador un descuido en un partido local, pero queda mancillado, deshonrado y humillado de por vida cuando por su mala actuación se pierde la final de un mundial. Esto ocurrió en 1950 cuando el arquero Barbosa no pudo atajar el gol que le dio el triunfo a Uruguay sobre Brasil en su propia cancha, el estadio de Maracaná. Barbosa tuvo que sufrir el resto de su vida que la gente lo ignorara y le diera la espalda.

La tecnología de la imagen permite apreciar primeros planos como si el espectador estuviera dentro del área de juego y los pases y los goles se repiten desde distintos ángulos, dejando expuesto un mal arbitraje, o resaltando la proeza de una jugada excepcional. Gracias al mundial de 1978, el país tuvo acceso a la televisión en color, requisito esencial para que la Argentina fuera sede de este campeonato. El aspecto negativo fue que le dio oxígeno a la dictadura vigente para que siguiera varios años más.

El fútbol rioplatense de Argentina y Uruguay, junto con Brasil, concentra 9 mundiales ganados, mientras que los 13 países de Europa, que han participado en este evento lograron ganar la copa en 10 ocasiones. Inglaterra, la cuna de este deporte solo lo logró en una sola oportunidad que fue en 1964, cuando fue sede del campeonato.

Anecdotario de los mundiales
Uruguay 1930. Fue el primero de estos eventos y la sede fue Uruguay. Argentina llegó a la final y en un clima hostil perdió 4 a 2 contra los locales, pero tuvo el mayor goleador del campeonato: Guillermo Stábile con 8 goles.

Italia 1934. La sede fue Italia que se encontraba bajo la dictadura de Benito Mussolini. El Duce utilizó la competencia como propaganda política, algo que en 1978 repetiría la dictadura en Argentina. Cuentan que le dijo al presidente de la Federación Italiana de fútbol Giorgio Vaccaro: "No sé cómo se hará, pero Italia debe ganar este campeonato; es una orden". Hubo muchas irregularidades en las decisiones de los árbitros a favor de Italia. Uno de ellos, el suizo René Mercet tuvo un desempeño tan caprichoso y parcial que después fue expulsado de la FIFA. Como era previsible, el campeonato lo ganó Italia.

Brasil 1950: El Maracanazo. Brasil era el favorito y venía con fuerza arrolladora ya que en los dos únicos encuentros en que había participado, le había ganado a México 4 a 0 y a Suecia 7 a 1, mientras que el equipo uruguayo había llegado a la final con un desempeño muy modesto. En la mañana del partido, los diarios festejaban por adelantado el triunfo de los locales, incluso se habían acuñado monedas conmemorativas con los nombres de los futbolistas de la selección. En el estadio recién inaugurado y el más grande del mundo, la intranquilidad y la alarma se apoderó de los 200.000 espectadores brasileros, cuando Uruguay empató en el segundo tiempo. El encuentro se mantenía 1 a 1 y faltando pocos minutos para finalizar el partido, Alcides Ghiggia, el delantero uruguayo, se escapó por la derecha acercándose peligrosamente al arco de Barboza.
¿Ghiggia tirará al primer palo o cruzará la pelota al medio? La mayor tragedia de un arquero es que ante una jugada se le ocurran dos cosas a la vez. Barbosa se jugó por el centro atrás, e inevitablemente descuidó el primer palo y Ghiggia la metió por ahí. Barboza se arrojó y alcanzó a tocar la pelota. Ya en el suelo notó un silencio sepulcral en el estadio, tomó coraje y mirando con angustia hacia atrás vio la pelota instalada contra la red. A partir de ese momento su vida cambió para siempre, transformándose en un paria despreciado por todo Brasil. Tabaré Cardozo le escribió una canción: Cuidá los palos Barboza/Del arco del Brasil/La condena del Maracaná/se paga hasta morir.
Al terminar el partido la banda no tocó, como correspondía hacerlo, el himno del ganador, es decir de Uruguay. Es que estaban tan seguros del triunfo que ni siquiera habían llevado la partitura.


                               El gol del Maracanazo por Alcides Ghiggia

Argentina 1978. La sede fue Argentina. Compensaciones económicas a Perú, presión a los jugadores visitantes y hasta la presencia de Videla y Henry Kissinger en el vestuario peruano antes del partido, fueron algunas de las situaciones que cubrieron de sospechas un encuentro que significaba mucho para la dictadura. Todavía recuerdo con tristeza que salí a la calle a festejar como un zombi mientras resonaban en mis oídos los gritos de “gol” y “la copa es nuestra” del obsecuente José María Muñoz, el que inventó la deplorable frase “los argentinos somos derechos y humanos”

En esos días las Madres de Plaza de Mayo giraban en soledad alrededor de la Pirámide ante la mirada curiosa de algunos transeúntes atraídos por los pañuelos blancos de sus cabezas.

El Mundial del 78, un triunfo de dudoso merecimiento, fue un soplo de aire para la dictadura jaqueada por las denuncias internacionales que los grandes medios, Clarín y La Nación ocultaron cuidadosamente. A los torturados presos de la ESMA los habían trasladado a la isla “El Silencio”, cortesía del Episcopado, para ocultarlos de la comisión de Derechos Humanos.

        Mario Alberto Kempes festeja el triunfo argentino

España 1982 El mundial fue en España y lo ganó Italia. Como dato curioso Hungría le metió 10 goles a El Salvador, algo inédito en la historia del fútbol. En la primera ronda le ganamos a esos dos equipos y la gente salió a festejar a las calles olvidándose que acabábamos de rendirnos en Las Malvinas. Yo miraba azorado los festejos de los escuálidos triunfos durante la primera ronda. En esa, al menos, no me prendí. Brasil e Italia nos eliminaron, se acabó la joda y la gente empezó a despertarse del letargo horroroso en el que nos habían sumergido.
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México 1986. Argentina le ganó a Inglaterra por 2 a 1 en los cuartos de final y fue el día de los dos goles de Diego. Sobre el primero, Maradona alcanzó a decir después del partido: “fue un poco con la cabeza y un poco con la mano de Dios”. El segundo tanto lo coronó gambeteando a medio equipo inglés para convertir el mejor gol de la historia de la competencia y uno de los mejores de toda la historia del fútbol. “¡Barrilete cósmico, de que planeta viniste para dejar en el camino a tantos ingleses!”, fue la expresión emocionada del locutor Victor Hugo Morales. Días después, en un estadio azteca repleto, estando el partido 2 a 2 contra Alemania y faltando pocos minutos para el final, Maradona le hizo uno de sus magistrales pases a Jorge Burruchaga quién habilitado, puso el tercer gol contra el arquero Schumacher y fue la segunda Copa Mundial para Argentina.

       “El barrilete cósmico” sostiene la copa mientras lo llevan en andas

Korea Japón 2002. Se trató del mundial de las sorpresas. En la primera ronda, Senegal un equipo ignoto derrotó y sacó del campeonato a Francia, que le había ganado a Brasil por 3 a 0 en el mundial anterior y había conquistado la copa de ese año. En los cuartos de final, Corea del Sur, un equipo con mediocre actuación en los pocos mundiales en que se presentó, le ganó a Italia. Alemania batió un record de goles en un solo partido ganándole 8 a 0 a Arabia Saudita. El justo ganador del mundial fue Brasil, el único que tuvo una actuación pareja a lo largo del campeonato, ganando todos los partidos y quedándose con la copa.

Alemania 2006. Se caracterizó por la participación de varios debutantes: Ucrania, República Checa, Serbia y Montenegro, Trinidad y Tobago, Angola, Ghana, Costa de Marfil y Togo. En total participaron 31 países y si recordamos que en el primer campeonato de 1930, había sólo 11, se aprecia el enorme crecimiento que adquirió esta contienda, en gran parte estimulada por la televisión. Italia ganó la copa derrotando a Francia por penales. Fue la primera vez que ingresó Lionel Messi quién anotó un gol, el único hasta ahora en los mundiales de fútbol.

Sudáfrica 2010. El entrenador argentino fue Diego Maradona, pero está visto que ser el mejor jugador no significa ser un buen dirigente de equipo. El seleccionado argentino mostraba un gran nivel en la ofensiva, pero sufría mucho en la defensa y en los cuartos de final fuimos eliminados por Alemania. La copa la ganó España, un equipo que nunca se había destacado en los mundiales, pero se impuso sobre Alemania en la semifinal y sobre Holanda en la final.

Brasil 2014. La copa nunca salió de América del Sur cuando este continente fue sede de los mundiales y lo más probable que esta vez ocurra lo mismo. Si Messi se activa y el equipo resiste el ataque verbal de 200.000 espectadores, como logró Uruguay en 1930, quizás se produzca otro “maracanazo”.

Sergio Viñeski: Historia del fútbol en Argentina. Programa Gente de a Pie de Radio Nacional.
José Pablo Feinmann. Cuidá los palos Barboza. Página 12, 04/05/2014.


Jorge Marinelli. Historia de una pasión. Un recorrido por los mundiales de fútbol. Buenos Aires, Gráfica Pinter.

José Pablo Feinmann. Cuidá los palos, Barboza. Página 12, 04,05,2014

4 comentarios:

  1. muy buena! comparti!
    un abrazo!

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  2. Un poco de historia de los Mundiales

    Brasil campeón 5 veces: 1958, 1962, 1970, 1994 y 2002.
    Italia campeón 3 veces: 1934, 1938 y 1982.
    Alemania campeón 3 veces: 1954, 1974 y 1990.
    Uruguay campeón 2 veces: 1930 y 1950.
    Argentina campeón 2 veces: 1978 y 1986.
    Como países sede han sido campeones una sola vez:
    Inglaterra en 1966; Francia 1998.

    país sede: CAMPEÓN

    1930 Uruguay, Uruguay.
    1934 Italia, Italia.
    1938 Francia, Italia.
    1950 Brasil, Uruguay.
    1954 Suiza, Alemania.
    1958 Suecia Brasil.
    1962 Chile, Brasil.
    1966 Inglaterra, Inglaterra.
    1970 México, Brasil.
    1974 Alemania, Alemania.
    1978 Argentina, Argentina.
    1982 España, Italia.
    1986 México, Argentina.
    1990 Italia, Alemania.
    1994 Estados Unidos, Brasil.
    1998 Francia, Francia.
    2002 Corea - Japón, Brasil.
    2006 Alemania Italia
    2010 Sudáfrica España
    2014 Brasil ?

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    1. Excelente reseña, gracias Katanga!

      Qué les pasa lectores, están todos muertos?

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  3. Aquí apareció un lector o si se puede decir RESUCITÓ!!!
    Muy buen texto!! Mundial del 78 en Argentina, que bien lo describes. ¨LA COPA ES NUESTRA¨ fué un grito de esperanza para lo que vivia la Argentina en aquella época.

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