domingo, 12 de enero de 2014

LA MAGIA DE LA MÚSICA

Gustavo Dudamel
En 2005 se tenía que presentar en Buenos Aires el Festival Argerich y todos los preparativos para el evento se venían desarrollando de acuerdo a lo programado, cuando súbitamente los músicos del teatro Colón, caprichosamente se declararon en huelga. A Martha le ofrecieron el Coliseo, pero no tenía orquesta. Fue entonces que alguien pensó en Gustavo Dudamel quién se vino desde Venezuela para salvar el Festival.

                                      Gustavo Dudamel (1981-)

¿Pero quién era Dudamel, un personaje prácticamente desconocido que para colmo se trajo una orquesta compuesta por adolescentes? Sin embargo, las funciones fueron impecables, pero la irracional huelga de los músicos nos privó para siempre de ver a Argerich nuevamente en Buenos Aires.

A partir de 2006, Dudamel escaló posiciones rápidamente dirigiendo la orquesta sinfónica de San Francisco y actualmente es el director estable de la Filarmónica de Los Ángeles. Este fenómeno, considerado uno de los mejores directores contemporáneos, le debe mucho a un líder político que falleció hace poco tiempo y a cuya despedida de este mundo acudió Dudamel, pese a las advertencias sobre lo negativo que tal acto sería para su carrera. Ahí estuvo. Y fue justo. El presidente Hugo Chávez ayudó a Dudamel a formar, a pulir, la Orquesta Sinfónica Juvenil Simón Bolívar
Esa orquesta es obra de ambos. Esa es la orquesta de Dudamel, aunque hoy dirija a las más grandes de este mundo. La Simón Bolívar suena como los dioses.

                                       Hugo Chávez con Gustavo Dudamel

Hace poco lo tuvimos por aquí y dirigió en el Colón a Stravinski y al mexicano Silvestre Revueltas. Un programa bien armado, ya que si de Stravinski ofreció La consagración de la primavera, de Revueltas entregó La noche de los Mayas, un intento ambicioso, bien orquestado, latinoamericano hasta el tuétano, que con toda dignidad podía acompañar la obra cumbre del maestro ruso.

El público se sorprende de la energía que poseen esos jóvenes que logran transformar la música clásica con su aire mesurado y circunspecto en un estallido de exultante alegría. Porque una de las rutinas de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Venezuela es, que al terminar las piezas de rigor expuestas en el programa, hacen un bis que ya es marca registrada en las funciones. Las luces se apagan y al encenderlas todos llevan chaquetas con la bandera venezolana. Y tocan uno de los pasajes de Mambo de West Side Story, la obra de Leonard Berstein. Es un espectáculo de felicidad pura. Los chicos de la orquesta se levantan, bailan y gritan "¡Mambo!" sin dejar de tocar sus instrumentos. Cuando finalizan, arrojan las chaquetas a un público alborozado que no termina de aplaudir.

El director argentino-israelí Daniel Barenboim, hizo escala en Caracas para ofrecer un par de conciertos con su orquesta la West Eastern Divan. Lo que no se esperaba es que lo recibiría la Sinfónica Infantil Venezolana, nada menos que con la compleja obra de Mahler, la Sinfonía N°1. Pasados los primeros minutos, Barenboim no salía de su asombro, no podía creer cómo una pieza tan difícil fuera tocada por músicos de entre 7 y 17 años. "Esto es un ejemplo único, estos niños tienen un enorme entusiasmo y una gran profesionalidad", manifestó.



                                Gustavo Dudamel con Daniel Barenboim en Caracas

Todo comenzó con Abreu
José Antonio Abreu nació en Venezuela en 1939 y a lo largo de su vida alcanzó a ser compositor, pianista, clavecinista y organista, pero también tuvo tiempo de estudiar economía y medicina. Con fuerte inquietud social, le preocupaba la gran cantidad de niños pobres de su país, sin futuro y proclives al robo y la droga. Basado sobre el lema de que la música es un instrumento irreemplazable para unir a las personas y desempeñar una función social útil, desarrolló un método de educación juvenil innovador donde la música sería la herramienta principal para elevar la condición social e intelectual de los niños.



José Antonio Abreu (1939-) con miembros de la Orquesta Infantil de Venezuela

Abreu fundó y dirigió la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil y las Orquestas Infantiles y Coros. Todo este conjunto esta englobado dentro de lo que Abreu denominó “El Sistema”, que actualmente cuenta con 286 centros musicales en todo el país que enseñan a 400.000 niños y adolescentes. Un fenómeno socio cultural sin antecedentes en el mundo por su magnitud y creatividad. Antes de ingresar al plan, la mayoría desconocía lo que era un instrumento musical. La obra titánica de Abreu es que partiendo de esa base de total ignorancia, los convirtió en músicos, muchos de ellos virtuosos. La posta fue seguida por Gustavo Dudamel hasta que su fama lo llevó a dirigir en otros países y alterna entre Venezuela y el extranjero.

La Orquesta Infantil de Venezuela en el festival musical de Sazburgo
Salzburgo, la cuna de Mozart, es una pintoresca ciudad de 150.000 habitantes atravesada por el río Salzach. Combina zonas montañosas en la parte sur con suaves ondulaciones hacia el norte. Conserva intacta arquitectura romanesca, gótica y barroca que contrastan con edificios modernos.

                                                                      Salzburgo

Todos los años Salzburgo realiza festivales musicales que convocan a las mejores orquestas, directores y solistas del mundo. El último de estos eventos se desarrolló entre el 24 de julio y el 11 de agosto de 2013. Alicia y Sergio, corresponsales de El Mordaz en Austria, se trasladaron a Salzburgo para hacer una nota de aquél acontecimiento.

El aspecto más destacado del festival fue la presencia de 1300 niños y adolescentes de numerosas orquestas que forman parte del Sistema Musical de Venezuela. En total ofrecieron 14 conciertos ante un público con sólido conocimiento, que no terminaba de sorprenderse al ver como niños de 7 a 17 años tocaban sus instrumentos con tanta sincronía y virtuosismo. Uno de los momentos más extraordinarios fue cuando bajo la dirección del inglés Simon Rattle interpretaron en forma impecable, una de sus especialidades, la difícil y compleja sinfonía número uno de Mahler. La ovación de 10 minutos del público de pie, muchos con lágrimas en los ojos, fue el merecido agradecimiento que recibieron los niños.

       Simón Rattle dirigiendo en Salzburgo a la Orquesta Infantil de Venezuela

La otra cara de la moneda
El pianista Claudio Espector ex director del Conservatorio Manuel de Falla fue el creador y principal impulsor, a fines de los noventa, del Programa de Orquestas Infantiles y Juveniles de la ciudad de Buenos Aires. Se trata de un proyecto muchísimo más modesto que el Sistema de Venezuela, pero no por ello menos valioso. Por el programa pasaron más de 15.000 alumnos a lo largo de 16 años, muchos de ellos sumamente humildes y una buena cantidad proveniente de villas de emergencia. Espector atravesó varias gestiones sin sobresaltos, pero con la última tuvo varios cortocircuitos. La última es la del Procesado jefe de la Cuidad. Es que el arte y Mauricio Macri son una contradicción.

El gobierno de la Ciudad viene siendo acusado por docentes y padres de alumnos de quite de viandas, suspensión de conciertos, de talleres, y falta de presupuesto de cooperadora para la reparación y reposición de instrumentos (aseguran no haber recibido los 1000 que se habrían comprado).

Espector fue despedido de su cargo y quién lo reemplaza es un ignoto clarinetista llamado Eduardo Idhiyope, cuyo principal antecedente es haber sido compañero de la primaria del Procesado jefe de la Ciudad. En 2008 fue ascendido por decreto a la Filarmónica de Buenos Aires y de tercer clarinete pasó a ser director ejecutivo de esa orquesta, actividad que debió abandonar por conspirar contra el director del Teatro Colón García Caffi. Lo interesante es que sigue percibiendo el sueldo del cargo que dejó.

El contraste entre el apoyo incondicional que recibe el Sistema músico social por parte del gobierno venezolano y lo que ocurre en la ciudad de Buenos Aires, duele, humilla e indigna.

      Claudio Espector con miembros de la orquesta juvenil de Buenos Aires

José Antonio Abreu Anselmi (Valera, Trujillo, Venezuela, el 7 de mayo de 1939) es un músico, político, activista y educador venezolano. Fundó la Orquesta Nacional Juvenil de Venezuela y el Sistema Nacional de Orquestas Sinfónicas Juveniles, Infantiles y Pre-Infantiles de Venezuela
José Pablo Feinmann. Dudamel. Página 12, 21/04/2013
Vuelta por el Universo. La Nación 26,08,2012
José Antonio Abreu. El maestro creador de orquestas. 11/03/2012
Mauro Apicella. Demasiado ruido en la orquesta. La Nación 05/01/2014.
Orquesta y Coro Juvenil venezolano ovacionado en el Festival de Salzburgo. Telesur. http://www.telesurtv.net/articulos/2013/07/25/orquesta-y-coro-simon-bolivar-de-venezuela-triunfan-en-salzburgo-3083.html
Diego Fischerman. Vidas paralelas. Página 12, 24/12/2013.


8 comentarios:

  1. ¡Excelente artículo! Nunca ví a ninguna de estas orquestas en persona, pero sí en la tele y me resultó realmente emocionante lo que se puede lograr con niños tan chicos, además del entusiasmo que demuestran. Y más emocionante aún al pensar que provienen de sectores populares.
    En nuestro país funcionan orquestas infanto juveniles no sólo en la ciudad de Buenos Aires. Conozco, por ejemplo, a una joven música que enseña en una de ellas en Chascomúas. También tuve hace un tiempo una empleada que vivía en una villa del conurbano y cuya hija tocaba el violín.
    Estas actividades, seguramente pueden cambiar la vida de muchos niños de sectores marginados, ya que además de música, enseñan disciplina, cooperación y construyen la autoestima y el sentido de pertenencia.
    Indigna y apena que Macri con su minicerebro no pueda comprender esto. O más bien que no le interese mejorar la condición social de estos sectores.

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  2. Tuve oportunidad de asistir a la función que dio Dudamel en el Colón y aparte de ser un director brillante, es una bellísima persona. Lo visité en el camarín me dio un autógrafo y se abrazó conmigo. Volví a mi casa embargado de alegría

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  3. Gobierno de Macri, cuando activaron la Usina en La Boca, lugar maravilloso, y con musicos, cantantes, clases de tango, etc. es fantástico, toda las personas que lo visitan disfrutan y agradecen por lo bien que lo pasan.
    Norma de Bernal

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  4. Gracias Ricardo, yo tuve el privilegio de ver a Dudamel dirigiendo la Filarmónica de Berlín y es una maravilla. Aparte, mi hija trabaja en el Programa de Orquestas Escuela de la Pcia. de Bs. As., derivado del Programa Abreu, y es una obra magnífica en favor de los chicos.
    Paula

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    1. Hola Paula, Alicia me comentó del programa que desarrolla tu hija, pero yo ya había escrito el artículo. De haber tenido más información lo hubiera incluido. En todo caso mandame unas líneas sobre dicho programa, cuando empezó, que abarca, etc. y lo agrego ya que este artículo va a estar varios días.
      Cariños

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  5. Aún no coincidiendo en todo, admiro mucho el boletín de mi amigo Ferreira, y en especial este número lo quiero compartir con la muy musical familia cordobesa que quiero tanto. Allá y acá muchas felicidades para el año.

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  6. Muchas gracias, Enrique!!
    De verdad, muy interesante la nota... y la actividad de estos muchachos!! Más allá de las opiniones muy-a-favor y muy-en-contra respectivamente acerca de las gestiones de gobierno, esas experiencias de orquestas con chicos en situación de calle/ de riesgo/ de enfermedad/ de... me parecen fascinantes!! Hace un tiempo recibí un archivo (que ahora no lo puedo encontrar, claro) con un vídeo de una de estas orquestas que iban haciendo una gira por distintos lugares de la Argentina, "reclutando" jóvenes músicos, presentándose en hospitales... Cosas realmente conmovedoras

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  7. Excelente artículo, Ricardo. Yo ya conocía lo que pasaba con las orquestas juveniles en Venezuela, pero ignoraba lo que pasó en Salzburgo, es realmente maravilloso. Respecto a Macri, no me sorprende, es un hombre muy coherente, y como vos decís: Cultura y Macri son términos contradictorios. Un abrazo

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