jueves, 23 de enero de 2014

LA ECONOMÍA DURANTE LA "LIBERTADORA"


Los pueblos nunca deben perder la memoria.

El período de la autotitulada “Revolución Libertadora”, que ocupó el gobierno durante casi tres años, desde septiembre de 1955 hasta mayo de 1958, se puede analizar desde varios aspectos, uno de ellos es el económico, que pavimentó un terreno de cambios que afectaron fuertemente a la clase obrera y los estratos sociales bajos.

El primer presidente de este golpe militar fue Eduardo Lonardi, de duración efímera en el poder, ya que estuvo menos de dos meses en el sillón de Rivadavia. Fue sacado en forma destemplada por sus mismos socios del movimiento que derrocó a Perón, por ser demasiado contemplativo y no tener suficiente espíritu revanchista.

                                      General Eduardo Lonardi (1896-1956)

De mentalidad neoliberal, Lonardi se rodeó de los representantes de la oligarquía tradicional más rancia al incorporar como ministro de Agricultura y Ganadería al presidente de las Confederaciones Rurales Argentinas y al de CARBAP. El ministro del Interior y Justicia era Eduardo Busso, presidente de la Sociedad Rural Argentina y en el Ministerio de Comercio fue posicionado Augusto Bunge, secundado por un personaje que sería figurita repetida en posteriores gobiernos, tanto cívicos como militares: el ingeniero Álvaro Alsogaray. En puestos menores de esas carteras ingresaron personajes de neto corte conservador.

    Eduardo Busso                          Raúl Prebisch                            Álvaro Alsogaray

En la estratégica jefatura del Estado Mayor, el general Pedro Eugenio Aramburu se hizo inmediatamente a la tarea de complotar para desestabilizar a Lonardi. También desde el comienzo, Álvaro Alsogaray junto con Bunge, se propusieron instalar un modelo económico a medida de las minorías que jamás accederían al poder mediante el voto popular. Necesitaban un consejero, alguien de prestigio y recurrieron a Raúl Prebisch, por entonces presidente de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina). 

Los antecedentes de Prebisch no eran precisamente los mejores. Fue miembro de la delegación que en 1933 firmó el Pacto Roca-Runciman una rendición incondicional a todas las exigencias económicas que impuso Inglaterra. El mismo Julio Roca (hijo), sinceró la situación al decir “Se puede afirmar que Argentina es ahora parte económica integral del Imperio Británico”.
Prebisch puso en marcha su famoso plan cuyos objetivos eran:
  • impulsar al sector agropecuario en detrimento de la industria, siguiendo el ordenamiento internacional de la economía establecido por las grandes potencias;
  • reducir la ayuda crediticia para la industria, especialmente las PyME;
  • cierre del Banco de Crédito Industrial;
  • devaluación del peso y liberación de los precios;
  • congelación de los salarios;
  • ingreso al Fondo Monetario Internacional.
Estas políticas económicas y sociales impactaron en forma directa y negativa sobre la clase trabajadora, produciendo deterioro en su calidad de vida, inestabilidad laboral y pérdida de las conquistas sociales adquiridas a partir de 1945. Entre los integrantes del equipo de Prebisch, emergió a la luz un personaje que resultaría nefasto para la economía del país durante la dictadura de Onganía: Adalbert Krieger Vasena.

La producción se estancó por ausencia de inversión del sector industrial para renovar sus maquinarias. Es llamativo que Prebisch en sus tratados y conferencias estando al mando de la CEPAL expresó ideas contrarias a las que más tarde aplicó bajo el gobierno de la “Libertadora”. Por entonces sostenía que la economía mundial estaba dividida por un lado en el centro industrial constituido por Estados Unidos y Europa occidental y por otro lado la llamada periferia en la que se hallaban los países productores de materias primas o commodities. En ese entonces y con buen criterio, Prebisch declaraba que el intercambio comercial sería siempre en detrimento de los países periféricos que cada vez se empobrecerían más. Proponía como solución, incentivar la industria para aumentar la fabricación de productos elaborados. El de Prebisch es uno de esos casos de la historia, en que el personaje al llegar al poder hace exactamente lo opuesto a lo que proclamó desde el llano. A su favor, podemos decir que creó el Instituto de Tecnología Agropecuaria.

Con la incorporación de la República Argentina al Fondo Monetario Internacional quedaron suprimidos los tratados y acuerdos comerciales bilaterales y se jibarizó la presencia del Estado en la expansión del comercio exterior. El control de cambios quedó prohibido por el FMI, lo que desató una especulación incontrolable con la compraventa de moneda extranjera y el acaparamiento de dólares reemplazó a la producción de bienes. Se puede decir que la “Libertadora” dio inicio al hábito nefasto de los argentinos de acaparar dólares.

Uno de los objetivos de los flamantes economistas fue demostrar que el régimen peronista había sido funesto para la economía de Argentina. Aseveraron que el producto por habitante había crecido sólo el 3,5% entre 1945 y 1955, cuando las propias fuentes de la CEPAL en trabajos posteriores, señalaron que dicho crecimiento había sido del 14,6%. También dijeron que Argentina le debía 579 millones de dólares al Banco de Exportaciones e Importaciones de Estados Unidos, cuando la cifra real eran 57 millones destinados al desarrollo de SOMISA.

El diario La Nación, como era de esperar, recibió alborozado las medidas económicas de Prebisch sobre el mercado libre de cambios señalando que “significa el retorno gradual, pero firme y decidido, a la libertad económica que hemos preconizado constantemente…” El equivalente actual de ese libre cambio es el NAFTA entre Estados Unidos y México en detrimento de la economía de éste último.

Eufóricos titulares de la tapa del diario de los Mitre, elogiando al gobierno de facto, actitud que conservó hacia todas las dictaduras

Para el sector duro de la “Libertadora”, el general Lonardi resultaba demasiado tolerante con los gremios y blando en la persecución a los peronistas. Entre gallos y medianoche lo expulsaron del gobierno informando falsamente a la opinión pública que había renunciado. A pesar de ser un católico ferviente, la jerarquía eclesiástica no movió un dedo para salvarlo. 

La presidencia fue ocupada por el general Aramburu que acentuaría todas las medidas sociales y económicas iniciadas por Lonardi reduciendo aún más el ya deteriorado estilo de vida de la clase trabajadora.

Álvaro Alsogaray fue ascendido a ministro de Industria y comenzó la aplicación de los postulados de la escuela neoliberal de Milton Friedman que sostenían que el Estado de Bienestar, destruía la libertad de los ciudadanos y la competencia, era la base de la prosperidad general. Según esta escuela, la desigualdad social era un valor positivo, necesario para el sano desarrollo del capitalismo de mercado. Era el darwinismo económico en su máxima expresión.

La Constitución de 1949, con sus derechos del trabajador, del niño y de la ancianidad, fue derogada y se volvió a la Constitución de 1853, que atrasaba un siglo con su impronta liberal e individualista. Para apreciar este retroceso, tomemos como ejemplo el del personal doméstico: quedó privado de todos los derechos laborales, incluyendo la licencia por maternidad.

Cuando la “Libertadora” tomó el poder no había deuda externa y el Banco Central tenía 371 millones de dólares. Al retirarse en 1958, la deuda externa era de 1800 millones de dólares y en el Banco Central quedaban 125 millones de dólares.

El déficit fiscal que en 1955 era de 27.000 millones de pesos, en 1958 se elevó a 38.000 millones. En sólo dos años se habían liquidado 3 millones de cabezas de ganado, había caído la producción industrial y aumentado exponencialmente la inflación y la desocupación.

Fuentes
Felipe Pigna. Los mitos de la historia argentina. Planeta, 2013, Buenos Aires.

Arturo Jauretche. En respuesta al plan económico de Raúl Prebisch. Biblioteca Escolar de Documentos Digitales. http://archivohistorico.educ.ar/sites/default/files/VII_03.pdf

Julio C González. Geopolítica y empréstitos. http://www.argentinaoculta.com/geopolitica.htm
Daniel Yergin, Joseph Stanislaw.Raul Prebisch and Dependencia Theory. Commanding Heigths 2002. 

Juan Domingo Perón. Los vendepatria, en Obras Completas, Buenos Aires 1997.

José Natanson. Las últimas de la fila. Le Monde Diplomatique, julio 2013.


Blog de Economía. Economía Argentina, Deuda Externa. Publicado el 15/7/2008. http://www.economix.com.ar/deuda-externa-argentina/

6 comentarios:

  1. Por eso le pregunté si Ud es pelotudo todo el día o para para almorzar?

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    1. Julito de Laferrere23 de enero de 2014, 18:22

      Apareció el ingeniero fracasado de la calle Soler que figura en El Veraz por emitir cheques sin fondo. Vive las 24 horas pendiente de El Mordaz, muerto de envidia porque es totalmente incapaz de escribir algo de mínimo valor

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    2. Jultio y Ricardo. Les propongo un debate serio y sin agresiones, sobre el exitoso modelo para Uds, desastroso (a la realidad me remito), para mí. Anímense !! Y por enésima vez le digo, no soy ese Sr.

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    3. Me parece que ya no hace falta. La Señora ya respondió con nuevas medidas. Espero las sepan implementar. El Coqui podría ser. El pibito Axel más parece un mocoso peleándose con los de Franja por el Centro de Estudiantes que un profesional serio que tiene la responsabilidad de conducir la economía de un país en crisis. Veremos como sigue.

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    4. Alguien me puede decir quien carajo es ese ingeniero fracasado que parece estar siempre en el medio?debe ser alguien importante ya que esa puta que dice llamarse Julito se pone loca con el!!!

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  2. Sería conveniente, en caso que sea de interés, cambiar la foto que dice ser Lobardi, no lo es, es, nada menos, que aquel Gral. Menéndez que protagonizó el golpe frustrado de 1951.

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