Los pueblos nunca deben
perder la memoria.
El
período de la autotitulada “Revolución Libertadora”, que ocupó el gobierno
durante casi tres años, desde septiembre de 1955 hasta mayo de 1958, se puede
analizar desde varios aspectos, uno de ellos es el económico, que pavimentó un
terreno de cambios que afectaron fuertemente a la clase obrera y los estratos
sociales bajos.
El
primer presidente de este golpe militar fue Eduardo Lonardi, de duración
efímera en el poder, ya que estuvo menos de dos meses en el sillón de
Rivadavia. Fue sacado en forma destemplada por sus mismos socios del movimiento
que derrocó a Perón, por ser demasiado contemplativo y no tener suficiente
espíritu revanchista.
General Eduardo Lonardi
(1896-1956)
De
mentalidad neoliberal, Lonardi se rodeó de los representantes de la oligarquía
tradicional más rancia al incorporar como ministro de Agricultura y Ganadería
al presidente de las Confederaciones Rurales Argentinas y al de CARBAP. El
ministro del Interior y Justicia era Eduardo Busso, presidente de la Sociedad
Rural Argentina y en el Ministerio de Comercio fue posicionado Augusto Bunge,
secundado por un personaje que sería figurita repetida en posteriores
gobiernos, tanto cívicos como militares: el ingeniero Álvaro Alsogaray. En
puestos menores de esas carteras ingresaron personajes de neto corte
conservador.
Eduardo Busso Raúl Prebisch Álvaro Alsogaray
En
la estratégica jefatura del Estado Mayor, el general Pedro Eugenio Aramburu se
hizo inmediatamente a la tarea de complotar para desestabilizar a Lonardi. También
desde el comienzo, Álvaro Alsogaray junto con Bunge, se propusieron instalar un
modelo económico a medida de las minorías que jamás accederían al poder
mediante el voto popular. Necesitaban un consejero, alguien de prestigio y
recurrieron a Raúl Prebisch, por entonces presidente de la CEPAL (Comisión
Económica para América Latina).
Los antecedentes de Prebisch no eran
precisamente los mejores. Fue miembro de la delegación que en 1933 firmó el
Pacto Roca-Runciman una rendición incondicional a todas las exigencias
económicas que impuso Inglaterra. El mismo Julio Roca (hijo), sinceró la
situación al decir “Se puede afirmar que Argentina es ahora parte económica
integral del Imperio Británico”.
Prebisch
puso en marcha su famoso plan cuyos objetivos eran:
- impulsar al sector agropecuario en
detrimento de la industria, siguiendo el ordenamiento internacional de la
economía establecido por las grandes potencias;
- reducir la ayuda crediticia para la
industria, especialmente las PyME;
- cierre del Banco de Crédito
Industrial;
- devaluación del peso y liberación
de los precios;
- congelación de los salarios;
- ingreso al Fondo Monetario
Internacional.
Estas
políticas económicas y sociales impactaron en forma directa y negativa sobre la
clase trabajadora, produciendo deterioro en su calidad de vida, inestabilidad
laboral y pérdida de las conquistas sociales adquiridas a partir de 1945. Entre
los integrantes del equipo de Prebisch, emergió a la luz un personaje que
resultaría nefasto para la economía del país durante la dictadura de Onganía:
Adalbert Krieger Vasena.
La
producción se estancó por ausencia de inversión del sector industrial para
renovar sus maquinarias. Es llamativo que Prebisch en sus tratados y
conferencias estando al mando de la CEPAL expresó ideas contrarias a las que
más tarde aplicó bajo el gobierno de la “Libertadora”. Por entonces sostenía
que la economía mundial estaba dividida por un lado en el centro industrial
constituido por Estados Unidos y Europa occidental y por otro lado la llamada
periferia en la que se hallaban los países productores de materias primas o commodities. En ese entonces y con buen
criterio, Prebisch declaraba que el
intercambio comercial sería siempre en detrimento de los países periféricos que
cada vez se empobrecerían más. Proponía como solución, incentivar la industria
para aumentar la fabricación de productos elaborados. El de Prebisch es uno de
esos casos de la historia, en que el personaje al llegar al poder hace
exactamente lo opuesto a lo que proclamó desde el llano. A su favor, podemos
decir que creó el Instituto de Tecnología Agropecuaria.
Con
la incorporación de la República Argentina al Fondo Monetario Internacional
quedaron suprimidos los tratados y acuerdos comerciales bilaterales y se jibarizó la presencia del Estado en la expansión del comercio exterior. El control de
cambios quedó prohibido por el FMI, lo que desató una especulación incontrolable
con la compraventa de moneda extranjera y el acaparamiento de dólares reemplazó
a la producción de bienes. Se puede decir que la “Libertadora” dio inicio al
hábito nefasto de los argentinos de acaparar dólares.
Uno
de los objetivos de los flamantes economistas fue demostrar que el régimen
peronista había sido funesto para la economía de Argentina. Aseveraron que el
producto por habitante había crecido sólo el 3,5% entre 1945 y 1955, cuando las
propias fuentes de la CEPAL en trabajos posteriores, señalaron que dicho
crecimiento había sido del 14,6%. También dijeron que Argentina le debía 579
millones de dólares al Banco de Exportaciones e Importaciones de Estados
Unidos, cuando la cifra real eran 57 millones destinados al desarrollo de
SOMISA.
El
diario La Nación, como era de esperar, recibió alborozado las medidas
económicas de Prebisch sobre el mercado libre de cambios señalando que
“significa el retorno gradual, pero firme y decidido, a la libertad económica
que hemos preconizado constantemente…” El equivalente actual de ese libre
cambio es el NAFTA entre Estados Unidos y México en detrimento de la economía
de éste último.
Eufóricos titulares de la
tapa del diario de los Mitre, elogiando al gobierno de facto, actitud que conservó hacia todas las dictaduras
Para
el sector duro de la “Libertadora”, el general Lonardi resultaba demasiado tolerante
con los gremios y blando en la persecución a los peronistas. Entre gallos y
medianoche lo expulsaron del gobierno informando falsamente a la opinión
pública que había renunciado. A pesar de ser un católico ferviente, la
jerarquía eclesiástica no movió un dedo para salvarlo.
La presidencia fue
ocupada por el general Aramburu que acentuaría todas las medidas sociales y
económicas iniciadas por Lonardi reduciendo aún más el ya deteriorado estilo de
vida de la clase trabajadora.
Álvaro
Alsogaray fue ascendido a ministro de Industria y comenzó la aplicación de los
postulados de la escuela neoliberal de Milton Friedman que sostenían que el
Estado de Bienestar, destruía la libertad de los ciudadanos y la competencia, era
la base de la prosperidad general. Según esta escuela, la desigualdad social era
un valor positivo, necesario para el sano desarrollo del capitalismo de
mercado. Era el darwinismo económico en su máxima expresión.
La
Constitución de 1949, con sus derechos del trabajador, del niño y de la
ancianidad, fue derogada y se volvió a la Constitución de 1853, que atrasaba un
siglo con su impronta liberal e individualista. Para apreciar este retroceso,
tomemos como ejemplo el del personal doméstico: quedó privado de todos los
derechos laborales, incluyendo la licencia por maternidad.
Cuando
la “Libertadora” tomó el poder no había deuda externa y el Banco Central tenía
371 millones de dólares. Al retirarse en 1958, la deuda externa era de 1800
millones de dólares y en el Banco Central quedaban 125 millones de dólares.
El
déficit fiscal que en 1955 era de 27.000 millones de pesos, en 1958 se elevó a 38.000
millones. En sólo dos años se habían liquidado 3 millones de cabezas de ganado,
había caído la producción industrial y aumentado exponencialmente la inflación
y la desocupación.
Fuentes
Felipe
Pigna. Los mitos de la historia argentina. Planeta, 2013, Buenos Aires.
Arturo
Jauretche. En respuesta al plan económico de Raúl Prebisch. Biblioteca Escolar
de Documentos Digitales. http://archivohistorico.educ.ar/sites/default/files/VII_03.pdf
Julio
C González. Geopolítica y empréstitos. http://www.argentinaoculta.com/geopolitica.htm
Daniel Yergin, Joseph
Stanislaw.Raul Prebisch and Dependencia Theory. Commanding Heigths 2002.
Juan
Domingo Perón. Los vendepatria, en Obras Completas, Buenos Aires 1997.
José
Natanson. Las últimas de la fila. Le Monde Diplomatique, julio 2013.
Blog
de Economía. Economía Argentina, Deuda Externa. Publicado el 15/7/2008. http://www.economix.com.ar/deuda-externa-argentina/
Por eso le pregunté si Ud es pelotudo todo el día o para para almorzar?
ResponderEliminarApareció el ingeniero fracasado de la calle Soler que figura en El Veraz por emitir cheques sin fondo. Vive las 24 horas pendiente de El Mordaz, muerto de envidia porque es totalmente incapaz de escribir algo de mínimo valor
EliminarJultio y Ricardo. Les propongo un debate serio y sin agresiones, sobre el exitoso modelo para Uds, desastroso (a la realidad me remito), para mí. Anímense !! Y por enésima vez le digo, no soy ese Sr.
EliminarMe parece que ya no hace falta. La Señora ya respondió con nuevas medidas. Espero las sepan implementar. El Coqui podría ser. El pibito Axel más parece un mocoso peleándose con los de Franja por el Centro de Estudiantes que un profesional serio que tiene la responsabilidad de conducir la economía de un país en crisis. Veremos como sigue.
EliminarAlguien me puede decir quien carajo es ese ingeniero fracasado que parece estar siempre en el medio?debe ser alguien importante ya que esa puta que dice llamarse Julito se pone loca con el!!!
EliminarSería conveniente, en caso que sea de interés, cambiar la foto que dice ser Lobardi, no lo es, es, nada menos, que aquel Gral. Menéndez que protagonizó el golpe frustrado de 1951.
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