Era
1920 cuando Hipólito Yrigoyen estaba en la mitad de su primera presidencia, el
negro Cele pateaba las calles de Villa Crespo, el barrio que lo vio nacer, sin
un mango en el bolsillo. Ávido lector de los poetas contemporáneos Alfonsina Storni,
Amado Nervo, Rubén Darío y muchos otros, había tomado conciencia de que ese
género romántico y finamente elaborado, no era su fuerte. Imposible competir
con esos gigantes de rima exquisita y por momentos edulcorada. Él pertenecía al
ambiente de los cafés, donde filosofaban y discutían soñadores, anarquistas,
bohemios y tahúres.
Celedonio Flores (1896-1947)
En
esas andaba, pensativo y sin dinero cuando se enteró que el diario “Última
hora” en su sección “El gorro de dormir” premiaba con cinco pesos semanales al
autor de los versos que allí se publicaban. El negro Cele envió su poema
titulado “Por la pinta” y ganó los cinco pesos, pero logró algo infinitamente
más importante: que lo leyera Carlos Gardel.
Según
la anécdota, Gardel lo citó a un encuentro y cuando vio al negro Cele que sólo
tenía 18 años pero que por su rostro aniñado y baja estatura, parecía menos, le
preguntó su nombre. “Celedonio Flores” fue la respuesta. “Y decime ché pibe
¿quién escribió estos versos tu papá o tu tío?
El
negro Ricardo, el guitarrista de Gardel le puso música y le cambió el nombre y
así nació “Margot”, una de las letras más famosas de la poesía tanguera. Tal es
el nombre del personaje central del tango, en que la mina es descrita con
rencor y despecho por su novio del barrio al cual abandonó en busca de una vida
más holgada que la del conventillo en que vivía:
Yo
recuerdo, no tenías casi nada que ponerte,
hoy
usas ajuar de seda con rositas rococó,
¡me
reviente tu presencia... pagaría por no verte...
si
hasta el nombre te han cambiado como has cambiado de suerte:
ya
no sos mi Margarita, ahora te llaman Margot!
Grabaciones
en pasta de Margot, una cantada por
Carlos Gardel y la otra por Alberto Castillo
A partir de allí nació una entrañable amistad
entre Gardel y Celedonio y el Zorzal le grabó 21 temas, entre
los cuales se encontraba uno de los mayores éxitos de toda su trayectoria: "Mano
a mano", tango en el que un varón salda cuentas con la mujer a la que
amó y le ofrece su desinteresada ayuda para cuando ella sea "descolado
mueble viejo".
Portada de Mano a Mano, cantado por Carlos Gardel
Quizás
uno de los pocos tangos de Celedonio, que Gardel no cantó fue “Corrientes y
Esmerada”, por la sencilla razón de que ya había fallecido en el accidente de Medellín.
Celedonio lo homenajea en las últimas estrofas:
En tu esquina criolla
cualquier cacatúa
Sueña con la pinta de Carlos
Gardel.
En
la poesía tanguera se puede decir que hay dos vertientes principales: una rica
en bellísimas metáforas no superadas por ningún otro género musical y en ese
grupo se encuentran Homero Manzi, los hermanos Virgilio y Homero Expósito,
Cátulo Castillo y otros autores valiosos. Celedonio pertenece junto con
Discépolo a un estilo con abundancia de términos lunfardos, ubicados con gracia
y exquisita precisión que permiten describir con un trazo, escenas que uno se
imagina como si las estuviera viendo.
Ya,
después, en la carpeta, empecé a probar fortuna
y
muchas veces la suerte me fue amistosa y cordial...
Otras
veces salí seco a chamuyar con la luna,
por
las calles solitarias del sensiblero arrabal...
“Canchero”. con música de Arturo De Bassi.
Hacer click aquí para escucharlo por Carlos Gardel
Decime
si
conocés la armonía,
la
dulce policromía
de
las tardes de arrabal,
cuando
van las fabriqueras
tentadoras
y diqueras
bajo
el sonoro percal...
Muchacho,
con música de Edgardo Donato.
Cotorrito
mistongo, tirado
en
el fondo de aquel conventillo,
sin
alfombras, sin lujo y sin brillo,
¡cuántos
días felices pasé,
al
calor del querer de una piba
que
fue mía, mimosa y sincera! ...
El
bulín de la calle Ayacucho,
con música de los hermanos Servidio.
Ya se lo había
dicho: “Del laburo
sin hacer estación,
venite a casa.
No es que yo esté
celoso, te lo juro,
pero si vos no
estás... no sé qué pasa...”
Pero
ella se olvidó, sucia y borracha
llegó
como a las nueve la muchacha
por
seguirle la farra a un gigoló.
Los sopapos,
me dijeron los vecinos,
Parecían,
me dijeron, parecían,
Los
aplausos de una noche de gala en el Colón.
Biaba, con
música de Edmundo Rivero.
Edmundo Rivero cantando el
tango Biaba
Celedonio
llegó a componer alrededor de ciento cuarenta tangos. Como no puede ser de otra
manera, hay varios prescindibles pero cualquier aficionado sabe que otros
muchos son la historia del tango y en varios aspectos alcanzó la categoría de
pionero.
El gobierno
que se instaló tras el golpe militar de 1943, por consejo del vicario castrense
Monseñor Franchesqui, prohibió la difusión de los tangos que tuvieran palabras
lunfardas en su contenido. Celedonio y Discépolo fueron los más afectados por
esa absurda medida, tomada por quienes que no entendían el sentimiento popular
y su modo de expresión, y mucho menos los tangos. Las
letras de las composiciones fueron modificadas a tal punto que amargaron los
últimos años de vida de Celedonio. La censura fue desapareciendo después, pero
él no vivió para verlo. Falleció el 28 de julio de 1947 a punto de cumplir 51
años.
Javier
Barreiro. La elegía en los tangos de Celedonio Flores. http://javierbarreiro.wordpress.com/2010/01/19/la-elegia-en-los-tangos-de-celedonio-flores/
Carlos
Taboada. Celedonio Esteban Flores. El negro Cele. Investigación tango. http://www.investigaciontango.com/inicio/index.php?option=com_content&view=article&id=108:celedonio-flores&catid=43:poetas&Itemid=63
Julio
Nudler. Celedonio Flores. Todo tango. http://www.todotango.com/spanish/creadores/celedonio.asp
¡Muy buen artículo! Me hubiera gustado que hubiera incluído a otro grande, Don Enrique Santos Discepolo y su genial tango “Chorra”, también lleno de giros lunfardos, hilvanando realística poesía.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Fede. Si vas al buscador de El Mordaz (arriba a la izquierda) y ponés "Discepolín" te aparece un atículo completo sobre Enrique Santos Discépolo que escrbí en febrero del año pasado
ResponderEliminarUn cordial saludo
Me gustan los temas de tango, muy bueno el artículo
ResponderEliminarHola Alejandro, si ponés en el buscador la palabra "tango", te aparecen varios artículos sobre el bandoneón, la metáfora en el tango, su relación con el escolazo, el rey del firulete, etc.
EliminarSaludos
Hoy es Celedonio, ayer... estimado Doctor Ferreira, me agrada leer las notas de su blog, y me entusiasma ante todo la versatilidad temática y la óptica ideológica que manifiestan esas notas. No se canse ni se desanime que hay muchos lectores agradecidos, como quien le escribe. Cordialmente
ResponderEliminarJorge Lafforgue
Hola Ricardo
ResponderEliminarSegui con la música …
El del otro dia y
El de tango me encantaron!
Gracias
Abrazo
Como creo haberte comentado alguna vez, cuando el "gobierno" de Ramírez estableció la censura para salvaguardar la "pureza" del idioma, si la sugerencia fue del Vicario, la aprobación calurosa fue del ministro de Instrucción Pública, Gustavo Martínez Zuviría, reconocido escritor, ferviente católico, antisemita confeso y disimulado simpatizante del Neue Ordnung del tío Adolfo.
ResponderEliminarPor supuesto, corrieron los chistes: Guardia Vieja se transformó el Cuidado Mamá, Cucha Cucha en A casa perro y así por el estilo. Para completar el cuadro de estupidez, por la radio, los nombres extranjeros debían decirse en español, de donde Gigli pasó a ser Benjamín, Verdi, José, Wagner, Ricardo y así hasta llegar a Sviatoslav, que, imagino, habrán decidido mencionar sólo el apellido.
Para el caso de Pedro Pablo Ramírez se lo convirtió en Presidente Para Rato, cosa que, para bien o para mal, no sucedió.
En aquellos lejanos días, yo cursaba los últimos años de mi escuela primaria.
JC
Como dijo Groucho Marx: la inteligencia militar es una contradicción y entre el fanatismo y la estupidez, el margen es muy estrecho
EliminarVer excelente versión de Chorra por Edmundo Rivero en: http://youtu.be/63sb3WZdzEs
ResponderEliminarGracias Ricardo por este articulo. Soy un reciente lector del Mordaz y en este caso me transportaste a este maravilloso mundo del tango y sus protagonistas. Si tuviera la posibilidad de acceder a un boleto en el tunel del tiempo una de las cosas que eligiria , a lo mejor, es tener un puestito de diario por el Abasto o una ferreteria en Boedo, alla ponele por los 20.
ResponderEliminarPunto aparte, sumando anecdotas desgraciadas de nuestros militares y sus censuras, por ejemplo, sin ir mas lejos en la ultima dictadura, censuraron a troche y moche, pero gracias a su limitada inteligencia se les escaparon algunas letras de rock increibles, por ejemplo, una de Charly Garcia, 'La cancion de Alicia en el pais', No tiene desperdicio. No la entendieron.Saludos