Al
día siguiente de las elecciones de octubre, la prensa mediática estaba
exultante. Se terminaba el odioso ciclo kirchnerista, volveríamos al FMI y se
recuperarían las relaciones carnales con los Estados Unidos. El país ingresaría
al ALCA y nos alejaríamos de esos gobiernos populistas de América latina que
nos rodeaban. Ni que hablar que la ley de medios no se sancionaría jamás. Los
mismos argumentos, expresiones de deseo y vaticinios, eran repetidos como un
eco por sectores de la oposición a quienes el monopolio Clarín, les marca
agenda, debido a su economía de pensamiento propio.
Muy
pocos días después, la sanción de la ley de Medios Audiovisuales por la Corte
Suprema de Justicia les cayó como un baldazo de agua fría. Inmediatamente
Lorenzetti pasó de ser un honorable juez para transformarse en irresponsable adicto
al gobierno, mientras que la obesa pitonisa lo acusó de corrupto junto con sus cotidianas
amenazas de juicio. Un grupito de legisladores del PRO elevó una nota a los
supremos para que derogara la ley que el mismo tribunal había decretado. Tamaño
dislate mereció que los despidieran con cajas destempladas.
Joaquín
Morales Solá estaba furioso y volcó su indignación en una columna que es de
antología porque perdió toda contención y cayó en un infantilismo literario de
niño indignado. ¿Cómo me hace esto la Corte, cómo no esperaron al menos quince
días para que yo completara mis elogios a Massa, el futuro presidente que
barrerá con este gobierno autoritario? Indignado agarró del brazo a la
momificada Magadalena y juntos marcharon raudos a la Comisión de Derechos
Humanos para quejarse por la falta de libertad de expresión. El Comité se armó
de paciencia para escucharlos, pese a que había temas mucho más trascendentes
que las trivialidades de dudosa veracidad que Morales Solá volcó en la reunión.
Regresaron sin conseguir nada, ni siquiera una palmadita afectuosa en los
hombros.
Joaquín Morales Solá y
Magdalena Ruiz Guiñazú en plañidero reclamo ante la Comisión interamericana de
Derechos Humanos.
Mientras
tanto Cristina seguía con parte de enfermo y el periodismo amarillo lanzó todo
tipo de especulaciones, inventando diagnósticos sin el menor pudor. Nelson
Castro hizo valer su chapa de neurólogo, pero sus disquisiciones sobre los
trastornos cerebrales de Cristina, mostraron que se nutrió en textos médicos del
antiguo Egipto. Por su parte la diputada Donda con todo desparpajo manifestó su
preocupación por el estado mental de Cristina ¿volverá como un vegetal? llegó a
decir sin que le temblara la voz.
Pero
Cristina no volvió dentro de una maceta como muchos deseaban. Cuando apareció
en público esperaban un pato rengo y en su lugar vieron un cisne magnífico.
Recuperados de este desagradable golpe, empezaron las descalificaciones sobre
su presentación criticándole gestos vanales como el perrito faldero que le
regalaron de Venezuela y la falta de anuncios sobre su futura gestión. No
habían pasado más que unas horas cuando el vocero del gobierno anunció los
cambios en el gabinete y todo se volvió a derrumbar para los de la vereda de
enfrente.
Bienvenida Presidenta
“Hay algo difícil de negar. Por ausencia o por presencia, siquiera
fugaz, Cristina Fernández sigue siendo el eje del poder y de la política en la
Argentina”, sostuvo el miércoles 20 el principal columnista político del
matutino Clarín”. “Con un video casero, un discurso previsible y un recambio
módico de funcionarios, retomó el poder. Se puso a la política otra vez en el
bolsillo”, coincidió un analista central de La Nación. Son amargas confesiones
de los medios que desde hace cinco años pronostican derrotas e ignominias y
toman por la realidad sus continuas y fallidas expresiones de deseos,
compulsión que se exacerbó durante el mes y medio de ausencia presidencial.
Massa
hacía días que había desaparecido de la agenda, como si las elecciones
legislativas hubieran ocurrido décadas atrás. El jueves 21, la tapa del diario
La Nación y las dos principales páginas locales, estaban dedicadas a los nuevos
cambios del gabinete. El tigrense figuraba en un modesto lugar de la página 13
que señalaba su visita a Madrid. Considerándose presidenciable, cuando ya nadie
hablaba de él, se presentó como el político del futuro ante diversas
personalidades de España. La única explicación de haber elegido en su
itinerario a un país en grave crisis económica que expulsa a cientos de
jóvenes, muchos de los cuales vienen a nuestras playas, es su identificación
con el gobierno neoliberal de Rajoy. No descarto que les haya prometido
devolverles Aerolíneas e YPF. ¿Será un clon de Menem?
La
llegada de Capitanich como jefe de Gabiente, fue bendecida por todos,
incluyendo a la oposición y los grandes medios. El exitoso gobernador del Chaco
es un hiperkinético que recibió de Cristina las directivas de profundizar el
modelo, dialogar con todos los sectores y fortalecer el rol del Estado como
regulador de la sociedad ante los intereses corporativos. Capitanich por su
parte agregó que los objetivos son generar crecimiento, inversión y empleo.
Personalmente lamento que su fervor católico pueda bloquear la ley de
interrupción del embarazo. No es bueno mezclar el dogma con la política.
En
cuanto a Kicillof como ministro de Economía no ofrece fisuras. Egresó de la
facultad con medalla de oro y con un doctorado calificado con un diez por el
Tribunal de Tesis. A diferencia del Mingo Cavallo ferviente admirador de Milton
Friedman y su catastrófica economía neoliberal de achicar al Estado, Kicillof
es uno de los más importantes investigadores de la obra de John Maynard Keynes.
Trabajó en equipo en la elaboración del plan de recuperación y expansión de
Aerolíneas Argentinas, e integró el comando de la intervención de YPF bajo el
control estatal. Ambas empresas en menos de dos años mejoraron todos los
indicadores productivos, financieros y contables.
El flamante Ministro de
Economía instantes después de haber jurado
Como
entre sus lecturas se encuentra El
Capital de Karl Marx, el periodista Marcelo Bonelli, cada vez que se
refiere a Kicillof, lo presenta como el economista filo marxista, creyendo con
eso que asustará a los empresarios. Lo suyo es muy naive, Bonelli, utilice mejores recursos si es que su coeficiente
mental se lo permite. Este sujeto ocultó el maltrato que recibió Kicillof en un
Buquebús y también omitió mencionar el bochornoso episodio de agresiones e
insultos de todo tipo que le hicieron cuando se presentó ante el Directorio del
monopolio Clarín en representación del gobierno como participante del 9% de las
acciones.
Marcelo Bonelli, encabeza un
grupo que pretende instalar el macartismo en la Argentina
Lo
interesante de los nuevos cambios es que existe muy buena química entre las
distintas figuras como para hacer un conjunto monolítico. Lamento la salida de
Marcó del Pont que pasó al ostracismo, Moreno al menos recibió un cargo en la
embajada de Italia. Personaje incorruptible en un puesto donde le abundaron las
ofertas de coimas, el confrontativo Moreno siempre me resultó simpático y lo
subí al pedestal de ídolo cuando enfrentó a la plana mayor del monopolio Clarín
con una solvencia que los apabulló totalmente. Grosero, pendenciero, se plantó
contra Papel Prensa, contra corporaciones comerciales enormes y contra variados
ladrones de guante blanco. Y en años de gestión no pudieron descubrirle una
sola corruptela. Lo único que tuvo y sigue teniendo es una ferretería. De todas
maneras, convenía reemplazarlo por otro que haga lo mismo, pero con mayor
diplomacia.
Guillermo Moreno
En
fin, esta etapa recién comienza, el gobierno sigue marcando agenda y algunos
que se creían presidenciables quedaron perdidos en la bruma de los vertiginosos
acontecimientos.
Alfredo
Zaiat. El manual económico de Axel. Página 12, 24/11/2013.
Horacio
Verbitsky. Difícil de negar. Página 12, 24/11/2013.
Nicolás
Lantos. El primer día en funciones. Página 12, 23/11/2013.