miércoles, 23 de mayo de 2012

GROUCHO MARX Y MAURICIO MACRI




Groucho Marx y Mauricio Macri poseen algunas similitudes, ambos usan bigote, el primero fue un cómico brillante y el segundo pretende ser sensato, pero resulta cómico.
Hay dos frases del genial Groucho que parecen estar dedicadas al actual jefe de la ciudad. La primera es: “Mis principios son estos, pero si no le gustan tengo otros”.
Mauricio Macri carece de ética y de conducta, por lo tanto, carece de principios. Los ejemplos en este aspecto son numerosos pero citaré sólo algunos: Recordemos cuando se postuló para la presidencia y cuando vio que en esa carrera no llegaba ni a placé, siguiendo las recomendaciones de Duran Barba y otros más listos que él, se bajó del caballo, contentándose con ser jefe de la ciudad.

Recodemos cuando firmó la aceptación del traspaso del subte, anhelo que venía exigiendo dese su campaña electoral. Al día siguiente del acuerdo, subió el boleto un 125% y después se negó a gestionar este servicio. Aquí habría que agregar un toque insólito ya que después, sin ponerse colorado, le exigió al gobierno que bajara el valor del boleto. Habría que rebuscar mucho en la historia política para hallar un comentario tan disparatado.

Recordemos también su conferencia de prensa oponiéndose a la nacionalización de YPF y 24 horas después, dio un salto de panqueque cuando nuevamente Duran Barba, o quizás el propio Magneto, le dijeron que casi el 80% de la población y todo el arco político menos él, estaban de acuerdo con la medida.

Pasemos a la otra de las frases de Groucho: “Es mejor permanecer callado y dar la impresión de tonto que hablar y despejar toda duda.”
Realmente sería bueno que Macri hablara lo mínimo posible, no solo por su dicción imperfecta de papa concheta en la boca y sus repetidos furcios, sino por los disparates que dice. El último ejemplo es el conocido relato de levantarse angustiado en el medio de la noche para lamentarse ante la cuna de su hija Antonia, episodio que causó hilaridad y rechifla general. O cuando consultó a la CIA a través de la embajada norteamericana y al Mossad sobre la elección del “Fino” Palacios, que además de ser un desacierto resultó ser mentira. Si hablara menos reduciría drásticamente la sarta de falsedades y contradicciones diseminadas en sus discursos, siempre enfocados en acusaciones y jamás mencionando obras realizadas y gestión.



Hay dos temas adicionales que caracterizan la personalidad de este patán y que no se pueden soslayar, uno de ellos es su afán por victimizarse. Nunca comete errores, la culpa la tienen siempre los demás y por sobre todos ellos la Presidenta.
El otro aspecto y quizás su marca de fábrica sobresaliente, es una total insensibilidad social. En este aspecto los ejemplos abundan y muchos forman parte de las más de 100 leyes que vetó, ignorando olímpicamente que existe una legislatura. Sin seguir un orden cronológico se puede citar parte de esta abultada colección:
  • abandono de hospitales y de la escuela pública;
  • Hospital Borda sin calefacción;
  • centenares de homless que duermen en la calle y en plazas públicas;
  • retiro del apoyo a los talleres artísticos y culturales de la ciudad;
  • retiro de la jubilación a los músicos;
  • retiro de subsidio a la radio La Colifata del Borda;
  • expulsión forzada de “ocupas” sin reordenarles el alojamiento;
  • desplazamiento de 240 familias que estaban a la vera del Riachuelo sin adjudicarles nuevo hogar.
  • indiferencia ante los millones de usuarios que se quedaron sin subte, porque Macri no se presenta a la mesa de negociación junto con Metrovías y el Gobierno Nacional.
  • suba descomunal del ABL;
  • quita de los ómnibus escolares a la villa 31;
  • retiro del subsidio a la fundación sin fines de lucro Teatro por la Identidad;
  • cierre de grados escolares.

La lista puede seguir, pero no quiero abrumar a los lectores con más ejemplos sobre este personaje afecto a la vagancia y a la frívola revista Caras.

El último acto de insensibilidad social se lo dejo a Osvaldo Bayer en este párrafo de la contratapa de Página 12: “Lo que está ocurriendo con el periodista Herman Schiller ya entra en la región de las máximas hipocresías".

“Un periodista de ley, desde hace años tenía una audición más que excelente, de periodismo abierto, franco, honesto y de un coraje a toda prueba. En Radio Ciudad. La radio de la ciudad de Buenos Aires. Se había convertido en la voz de los sin voz. Allí iban todos los sábados voceros de villas de extrema pobreza, representantes de barrios más que humildes, madres que enfrentan la vida en soledad, gente de mano abierta que se preocupa por los niños con hambre y sed de amor y de alegrías, periodistas preocupados por lograr más equilibrio en la dignidad de la ciudad. Sí, toda esa gente. Todos los que siempre han ayudado a vivir contra lo injusto y lo perverso del sistema. Herman Schiller les daba cabida a todos ellos en su audición Leña al fuego. Y de pronto le cerraron la puerta. Macri y los suyos le pusieron llave al cerrojo y empezaron a hacerse los sordos, a mirar sonrientes para el cielo mientras la sequía mata a las flores”.

                           Herman Schiller


Este hecho es ignorado por La Nación y Clarín que cacarean diariamente quejándose de una falta de libertad de prensa que sólo existe en sus fantasías. Macri sobrevive en el mundo político gracias a que estos medios lo miman y protegen como a un prematuro en incubadora, cuando en realidad es un señor grande que debería ocuparse en hacer gestión, en lugar de esquivarle el bulto al trabajo y dedicarse al espionaje, por el cual está procesado.

1 comentario:

  1. Grandes verdades pero todo junto abruma.
    Parece increíble que un solo individuo pueda reunir tanta insensibilidad e imbecilidad.

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