miércoles, 16 de mayo de 2012

DEGRADACIÓN DEL PERIODISMO

La distorsión y decadencia del periodismo, no es exclusividad del monopolio mediático que controla la información en nuestro país. Es un problema universal y grave y en este caso se presenta la situación particular de España, según la opinión de los siguientes expertos en el tema:
Aurora Labio Bernal Profesora de periodismo Universidad de Sevilla
Ángeles Diaz Rodriguez, socióloga, Universidad Complutense.
Luis A. Albornoz. Presidente de ULEPICC (Unión Latina de Economía Política de la Información, la Comunicación y la Cultura)
Concha Mateos, profesora de periodismo. Universidad Complutense
JC Monedero, periodista. Universidad Complutense
Pascual Serrano. Periodista y escritor

Los medios de comunicación están ligados a los intereses de sus dueños
Los medios de comunicación no difieren de otras empresas, son parte del sistema capitalista y buscan los mismos beneficios económicos.
Estamos en la época de los grandes conglomerados de la comunicación. En 1996, Bill Clinton aprobó la ley de telecomunicación A, que permitió el ingreso de cualquier tipo de empresa en la propiedad de los medios, incluso la de armamentos. Esto produjo el ingreso de intereses que son ajenos a la lógica de la comunicación. En el caso de la empresa Lagardere que edita en Francia el periódico Le Monde, junto con el grupo español PRISA, se incorporó una industria de armamentos.

                          Aurora Labio Bernal
  
La construcción de grupos de concentración de medios de información.
En Estados Unidos, entre 1993 y 2003, el número de licencias de radio subió un 5,9%, sin embargo el número de propietarios bajó un 35%, o sea que hay más negocios, pero en manos de menos dueños.
En España, los 4 principales operadores del sector del libro, música, cine, prensa, radio, televisión abierta, y por cable tienen el 84% de promedio de audiencias y controlan el 74% de la facturación.
DASAU, que tiene conexión con empresas armamentistas, cuando ingresó en el negocio de la comunicación admitió que cuando entró en Le Figaro les dijo a los periodistas que había cuestiones que no se podían publicar porque podían poner en peligro los intereses comerciales del país. Con esto queda desvirtuado el objetivo del periodismo ya que los límites de la información deben estar supeditados al honor, la intimidad, la imagen y la protección de la infancia, pero nunca a los intereses comerciales del país.

                               Luis Albornoz

Derechos y libertades
La noticia tiene que estar contrastada, debe ser rigurosa a la hora de elegir a las fuentes que la proveen. Nada de eso puede hacer el periodista porque tiene un tiempo muy limitado para redactar la información y enviarla al periódico.
En la televisión española ya no quedan profesionales de más de 50 años que se han curtido en esa disciplina. La gente joven que predomina, tiene menos experiencia, condiciones laborales precarias y tiene más miedo que el que tiene un trabajo consolidado. El derecho a estar informado o a la libertad de expresión está condicionado por la decisión de las empresas de comunicación.
El último informe anual de la profesión periodística presentado en diciembre de 2009 en Madrid, señaló que la precariedad laboral y el desempleo son la principal preocupación en el colectivo de los periodistas. Hay becarios que realizan trabajos que no son propios de becarios, becarios que no tienen formación, pagas extraordinarias que no se pagan, jornadas de descanso que no se cumplen. En una palabra el nivel de seguridad que tienen los periodistas es muy bajo. Y un periodista que tiene miedo no puede hacer preguntas.
En última instancia quién decide el estilo de la nota periodística es el jefe de redacción.
Se asumió el criterio de que la labor del periodista es generar una mercancía, captar la atención del espectador de forma muy rápida y en competencia con otros medios que persiguen el mismo objetivo. Entonces se recurre a las malas artes: elegir lo anecdótico, descontextualizar, apelar a los sentimientos y afectos del espectador, convertir a los protagonistas de la noticia en víctimas o por el contrario en victimarios.
El 80% de la información que se produce en España, se basa sobre lo que la gente ha dicho, declaraciones de un político o de un empresario. El formato moderno es lograr o aparentar que se está informando cuando en realidad son sólo opiniones. Ese es el mecanismo de seducción vanguardista que se está llevando a cabo.
Cuando un periodista da una opinión disfrazada de información en un medio de comunicación está haciendo algo muy grave, porque la potencialidad del medio convierte esa opinión en algo veraz que no necesita ser contrastado. Rara vez se consultan fuentes solventes en las distintas áreas de la información, que podrían convalidar o descartar el valor de la noticia, en general se recurre a fuentes que están afectadas de alguna manera con la noticia y por lo tanto la información no es fiable.
Los periodistas reconocen que a la hora de informar abusan de fuentes anónimas en el 68% de los casos según una encuesta y que no se confirman adecuadamente en el 83,9% de los encuestados.
Con este marco uno se plantea hasta que punto los medios de comunicación impiden el derecho a la información en la población.
Que el ejercicio final del derecho al acceso a los medios y al acceso a las palabras esté regulado por un criterio económico, no es una fórmula democrática.
                          Concha Mateos

Información y propaganda
La manipulación se considera cuando la víctima no es consciente de ella y por lo tanto carece de reacción defensiva. La mentira se lleva a cabo, pero no es la columna vertebral de la desinformación, puesto que hay muchos otros recursos como el manejo del lenguaje, una de las herramientas más sutiles de la manipulación cotidiana.
Los efectos de la prensa española sobre América latina son devastadores y el principal responsable es el diario El País. El máximo ataque se produjo contra Chávez a tal punto que el ciudadano común español desconoce a casi todos los presidentes de América Latina excepto Chavez, sobre quién tienen una opinión totalmente negativa montada por El País y otros medios. El personaje es ridiculizado, se lo presenta como bufón, totalitario, corrupto, etc.
Se abusa de ciertos términos como golpista y régimen dictatorial y se denigra el término populista cuando en realidad, está significando un estado de bienestar como en los países escandinavos.
En Venezuela durante el golpe de 2002, los medios de comunicación no solo se limitaron a apoyarlo sino que participaron activamente, dejaron de ser independientes y se posicionaron políticamente. Los sediciosos, durante el efímero triunfo contra Chávez, agradecieron a los medios de comunicación RCTV y Globovisión sin los cuales el golpe hubiera sido imposible.

                             Pascual Serrano

1 comentario:

  1. Lo peor es la falta de fuentes confiables y de fechas, tanto en el periodismo cuanto en la catarata de mails con advertencias sobre supuestos riesgos a los que estamos expuestos.

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