Berthe Morisot fue una
mujer que vivió durante la segunda mitad del siglo XIX y alcanzó a ver el París
de la “Belle Epoque”. Provenía de una familia de posición económica holgada, se
casó y tuvo una hija. Hasta aquí no se encuentran aspectos destacados que
sobresalgan del resto de las mujeres de su época. Sin embargo, si agregamos que
fue una destacada pintora, actividad vedada para las damas de entonces y que
además fue cofundadora y figura clave del impresionismo, movimiento artístico de
vanguardia que causó escándalo y rechazo en su época, la imagen de Berthe se agranda
a los ojos de la historia.
Tuvo la suerte de vivir una infancia y adolescencia
confortable y cabe señalar que sus padres pertenecientes a la alta burguesía,
en una actitud desacostumbrada para la época, le inculcaron a ella y a su
hermana Edma, dos años mayor, el interés por la pintura. Quizás en esta
decisión hayan influido los genes familiares, ya que entre los antepasados
recientes se encontraba Jean-Honoré Fragonard, uno de los pinores más
prolíficos de la época.
Berthe Morisot (1841-1895)
Autorretrato. Musée Marmotan, París.
Por entonces las mujeres estaban imposibilitadas de
ingresar a las disciplinas avanzadas entre las que se encontraban las escuelas
de arte. Por lo tanto, Berthe y Edma recibieron lecciones particulares de arte
pictórico. Al percatarse de la habilidad de las jóvenes, uno do los maestros le
hizo a la madre la siguiente advertencia: “dado el talento natural
de sus hijas, mi instrucción no las convertirá en simples pintoras de salón,
sino en auténticas artistas. ¿Se da usted cuenta de lo que esto puede
significar? Sería revolucionario, e incluso me atrevo a afirmar que
catastrófico en un entorno burgués y elitista como el suyo”.
Aparentemente los padres no tomaron
en consideración estos consejos o supusieron que Berthe y Edma considerarían la
pintura como un entretenimiento en sus temas libres de mujeres de hogar. Pero
ellas empezaron a concurrir asiduamente al Louvre donde elegían un cuadro y lo
copiaban. Un día pasó por allí el destacado paisajista Camille Corot,
considerado como uno de los precursores del impresionismo, observó el talento
de aquellas dos hermanas y se ofreció a incorporarles nuevos conocimientos. Les
enseñó como captar el color de los objetos al recibir la luz del sol y las
estimuló en el hábito de pintar al aire libre.
Cuando tenía 23 años Berthe comenzó
a exhibir sus obras en el Salón de París y al observarlas se percibe la
influencia de Corot: escenas al aire libre donde predominan los tonos suaves y
luminosos. Un ejemplo es el retrato de su hermana Edma sentada en un prado
leyendo un libro que reúne todas las características del estilo impresionista,
seis años antes de que Berthe se incorporara a la vanguardia de ese movimiento
y un año antes de conocer a Eduard Manet. Por lo tanto, es incorrecto quienes
dicen que el autor de Le Déjeneur sur
l’Herbe la introdujo al Impresionismo. La realidad es que ambos
intercambiaron ideas y sugerencias sobre la técnica, donde tanto ella como
Manet se beneficiaron mutuamente. Se puede agregar además, que fue ella quien
lo estimuló a limitar el color negro a su mínima expresión acercándolo a la técnica
de los impresionistas. Fue una amistad que duró toda la vida hasta la muerte de
ambos.
Edma
sentada en un prado leyendo un libro. Museo de arte de Cleveland.
Al observador sagaz que se detiene a
curiosear las pinturas de Berthe, sin conocer al artista, no se le escapa que el
autor es una mujer, no solo por los trazos sutiles e impalpables que le
imprimió al pincel, sino también por los temas, que suelen ser actividades
hogareñas: joven ante un espejo, peinándose, con un abanico, leyendo un libro o
contemplando a un bebé en su cuna. Para estas escenas su hermana Edma sirvió
muchas veces como modelo, pero a los 30 años se casó y abandonó la pintura.
Mujer
con abanico. Musée Marmotant, Paris
Si poco se habla de Berthe Morisot,
menos aún la historia del arte tiene en cuenta a las otras tres mujeres que se
incorporaron al Impresionismo: la norteamericana Mary Cassat, hija de
millonarios que cuando terminó sus estudios en la Academia de Bellas Artes de
Filadelfia, lo abandonó todo y se trasladó a París donde permaneció hasta su
muerte. Su temática es bastante semejante a la de Morisot. Las otras dos son
Eva González de origen español, y Marie Bracquemond. Todas ellas rompieron con
los esquemas tradicionales reservados para la mujer del siglo XIX y con
convicción y heroísmo abordaron el arte pictórico que les estaba vedado.
Las
cuatro mujeres, junto con Auguste Renoir, Edgar Degas, Claude Monet, Camille
Pissarro y Alfred Sisley, crearon el grupo vanguardista denominado “Artistas
Anónimos Asociados”. En 1874 Berthe contrajo matrimonio con el hermano de
Édouard Manet, Eugène y de esta unión nació Julie, también artista y más tarde
casada con el pintor Ernest Rouart. Julie llevó un diario que curiosamente está
escrito en inglés: Growing up with the
Impressionists (Creciendo con los impresionistas). Esta obra ha servido
como fuente de consulta sobre la vida y la época de quienes se plegaron a este
movimiento pictórico de vanguardia. Resulta curioso que los impresionistas, sin
excepción alguna, siendo tan progresistas y tan sensibles a la belleza se
mantuvieron ajenos a los avatares políticos que ensombrecieron Francia durante
esos años y que fueron la Comuna de Paris, la invasión prusiana y el caso
Dreyfus que dividió a la sociedad en dos bandos irreconciliables. Sin embargo,
también en esos años sucedió algo inédito en la historia del arte: un grupo de
pintores hombres, aceptó sin concesiones a cuatro mujeres y juntos
revolucionaron el arte pictórico. En sus obras no hay tristeza ni melancolía,
sino vida y alegría.
El
Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, cuenta con uno de sus cuadros:
“El peinado”, realizado un año antes
de la muerte de Berthe, cuando ya tenía un dominio absoluto de su técnica.
El
peinado. Museo Nacional de Bellas Artes. Buenos Aires.
Mario Goloboff. Berthe
Morisot, la estrella del impresionismo. Página 12, 21/03/2018.
Jonathan Jones. Portrait of a woman, Berthe
Morisot. The Guardian, 18/08/2001.
Marisa Avigliano.
Luciérnaga curiosa. Berthe Morisot. Las 12 de Página 12, 29/08/2018.
Phoebe Pool. IMpressionism.
Thames and Hudson. Londres 1967.
Aurelio
Pérez Giralda. La Mirada de Berthe Morisot. Nueva Tribuna.es, 28/01/2017.
Silvia
Pato. Berthe Morisot, la sobrina nieta de Fragonard. Culturamas, 04/12/2016.
Felicitaciones. Excelente trabajo. Muchas gracias por tu esfuerzo. H. Daniel Dei
ResponderEliminarMuchas gracias Daniel
EliminarMuy lindas las pinturas de Morisot, Ricardo. Excelente blog histórico.
ResponderEliminarAnoche dormí por última vez en la casa que Uds. conocen. Esta noche dormiré en el departamento.
Muy interesante tu artículo . Muchas gracias por éste y los anteriores.
ResponderEliminarQué interesante!
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