Se
acerca el 17 de agosto, el aniversario de la muerte de San Martín. Me parece
bueno honrarlo con un aspecto de su vida poco conocido y que fue su desempeño
como gobernador de Cuyo.
Un período olvidado de
la historia
Fue
muy escasa la información escolar que recibimos sobre esta etapa de San Martín, ya que siempre se lo destacó esencialmente como militar y como
estratega. Sin embargo, demostró una capacidad como político y como administrador
del gobierno, que pocos llegaron a alcanzar en la historia argentina.
Esta
falta de datos sobre San Martín como gobernador no es casual. Durante ese
período sufrió la tenaz oposición de Bernardino Rivadavia y luego de Carlos María
de Alvear, a quienes les importaba más combatir a Gervasio Artigas y los
levantamientos contra la hegemonía de Buenos Aires por parte de los caudillos,
que la independencia de las Provincias del Sur. Además, basados en la
experiencia de Napoleón que después de sus triunfos se consagró Emperador,
temieron que San Martín hiciera lo mismo. No valoraron ni comprendieron la
grandeza del Libertador. Los historiadores unitarios que dominaron el relato de nuestra historia, minimizaron ese período para no opacar
la imagen de Rivadavia y de Alvear.
Gobernador de Cuyo y
organizador del Ejército de los Andes
En
1814 San Martín llegó a Mendoza para asumir la gobernación de Cuyo, recientemente
creada por el Segundo Triunvirato que la separó de la intendencia de Córdoba.
Por entonces, Cuyo abarcaba a las actuales provincias de San Juan, San Luis y
Mendoza, con sede en esta última.
En
un período de poco más de dos años cambió sustancialmente la situación
socioeconómica de Cuyo, mientras que al mismo tiempo se ocupó de organizar
prácticamente de la nada el ejército de los Andes. Una verdadera hazaña si se
tiene en cuenta que hubo períodos en que la dirigencia de Buenos Aires hizo
todo lo posible para desacreditarlo y sacarlo del cargo.
Un obstáculo adicional
fue la reconquista del territorio chileno por fuerzas españolas provenientes
del Perú, que con la derrota de Rancagua, consolidaron el dominio hispánico en
Chile transformándose en una potencial amenaza para Cuyo.
La
derrota de Rancagua convenció a San Martín de que era necesario eliminar el
foco español en Perú, pero primero tenía que derrotarlos en Chile. A partir de
entonces comenzó a pergeñar la idea de formar un ejército que debía cruzar los
Andes y derrotar al enemigo en el territorio vecino. Existe la hipótesis de que
San Martín conocía esta estrategia elaborada por el general escocés Thomas Maitland.
Lo primero que hizo fue brindarle ayuda a los
cientos de refugiados que habían participado en la batalla de Rancagua y venían
huyendo a través de la cordillera abandonando todas sus pertenencias. Entre
ellos se encontraban dos altos oficiales José Miguel Carrera y Bernardo
O’Higgins, que debido a pasadas rencillas, se detestaban mutuamente sumergidos
en una lucha por el poder. El primero comenzó a complotar contra San Martín,
pero éste tomó la drástica decisión de rodear su campamento intimarle la
rendición y enviarlo a Buenos Aires. A partir de entonces Carrera se uniría a
Alvear para obstaculizar a San Martín. En forma opuesta O’Higgins se
transformaría en uno de sus principales colaboradores.
Durante
su gobierno, San Martín realizó las siguientes obras:
-Expropió
las propiedades de los españoles prófugos y declaró de patrimonio público los
bienes de los españoles muertos sin testar.
-Creó
una fábrica de salitre y una de pólvora y un taller de confección de ropa para
los soldados.
-Creó
canales, desagües, caminos y postas y mejoró los ya existentes.
-Construyó
el paseo de la Alameda y embelleció la ciudad.
-Impulsó
planes de fomento agrícola.
-Fundó
de la mano de Fray Luis Beltrán la metalurgia a nivel nacional, llegando a
tener 700 operarios.
-Organizó
y reglamentó el servicio de correos y de policía.
-Dictó
la ley de protección al peón rural, adelantándose en 130 años a la ley homónima
establecida por el primer gobierno peronista.
-Fomentó
la salud y la educación para todos y fundó el primer colegio de educación
secundaria de Mendoza, el de la Santísima Trinidad.
-Reglamentó
el sistema carcelario.
-Prohibió
los castigos corporales a los niños en las escuelas.
-Fe
el primero en establecer la protección de un producto local: el vino cuyano.
-Estableció
la vacunación obligatoria contra la viruela.
La
política de San Martí le ganó el afecto de los auténticos patriotas y la
resistencia de no pocos poderosos criollos y españoles a los que no les gustaba
este excesivo intervencionismo estatal.
Las consecuencias de
la derrota de Napoleón
En
septiembre de 1815, luego de la derrota de Napoleón en Waterloo, las monarquías
de Austria, Prusia y Rusia firmaron el pacto conocido como la “Santa Alianza”,
cuyo punto central era asegurar la vuelta del absolutismo y combatir todo
intento revolucionario, dentro y fuera de Europa.
Fernando VII, mal llamado “el
Deseado”, el más despreciable de los hombres, según el escritor español Benito
Pérez Galdós, regresó a España después de la principesca prisión en la que se
hallaba, mientras su pueblo se desangraba en la guerra contra los franceses.
Apenas reinstalado en el trono eliminó a quienes habían luchado por su regreso,
derogó la Constitución liberal proclamada por las Cortes y puso todo su empeño
en formar una flota y un ejército para aplastar las revoluciones americanas.
Alvear y su breve
gobierno
En
Buenos Aires, las noticias provocaron gran alarma y el Directorio a cargo de Posadas y del pusilánime Carlos María de Alvear
tomaron la infame decisión de enviar a Manuel Belgrano, Bernardino Rivadavia y Manuel
de Sarratea a la misión imposible de negociar en Europa la coronación de un
príncipe para el Río de la Plata, en lo posible de la familia Borbón. Para
darle un broche de oro a esta ignominia se incluía una audiencia en la corte de
Madrid, para felicitar a Fernando VII por la recuperación del trono.
Alvear, reemplazó a su tío Posadas en el Directorio y estableció un
gobierno dictatorial que no tendría mucho que envidiar al de Rosas, años más
tarde. Sentía una profunda envidia por San Martín, juntos habían zarpado de
Londres en el mismo barco, la fragata George Canning, pertenecían a la
misma logia masónica y hay quienes sostienen que procedían del mismo padre.
Ninguno de estos elementos los unió, Alvear era un oportunista inescrupuloso y
no podía tolerar el crecimiento meteórico de San Martín, por lo que impulsó una
reorganización militar en 3 ejércitos, uno de los cuales incluía a Cuyo y
estaría bajo su mando.
San Martín, que no estaba dispuesto a convertirse en un subordinado de
Alvear, solicitó 4 meses de licencia, y éste se la otorgó por tiempo
indeterminado, enviando a Gregorio Perdriel en su reemplazo. La llegada del
sustituto provocó un levantamiento popular en Mendoza y un Cabildo Abierto
convocado de urgencia, exigió la destitución de Perdriel y la restauración de
San Martín.
San Martín es vivado por el
pueblo de Mendoza
Los días de Alvear estaban contados y recibió el golpe de gracia cuando las
fuerzas de Ignacio Álvarez Thomas, destinadas a combatir contra Artigas, se
sublevaron.
Ante tal difícil situación Alvear tuvo que renunciar y la Asamblea de 1813
fue disuelta.
Alvear fue sucedido por Antonio González Balcarce y éste a su vez por Juan
Martín de Pueyrredon. Recién a partir de este momento, San Martín empezaría a
recibir apoyo económico y material para formar el Ejército de los Andes,
instalándose en Plumerillo. El armado de esta fuerza fue una tarea hercúlea
donde el pueblo de Cuyo contribuyó con hombres y con medios en mucho mayor
medida que la Provincia de Buenos Aires.
Comenzaba la gloriosa gesta militar de
San Martín.
San
Martín, gobernador de Cuyo. El Historiador. http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/independencia/san_martin_gobernador_de_cuyo.php
Felipe
Pigna. La voz del gran jefe. Vida y pensamiento de José de San
Martín, Buenos Aires, Planeta, 2014, págs. 193-213.
Muy oportuno el recuerdo de esta etapa en la obra del Libertador. En estos momentos de entrega del patrimonio de nuestro país destacar las acciones de nuestros próceres es esencial. Abrazo grande
ResponderEliminarBUENISIMO,COMO TODO LO QUE ESCRIBIS RICARDO !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!TE PEGO FUERT EL SAN MARTIN DE PIGNA.NO ERA PARA MENOSS--CARIÑOS
ResponderEliminarMERCEDES
Dos personas están sentadas una frente a otra, una hermosa y joven periodista de la compañía neoyorkina BuzzFeed y frente a ella, rígido, en posición de alumno de escuela, muy incómodo frente a un examen, se encuentra, quien por arte de hados siniestros, llegó a ser presidente de los argentinos.
ResponderEliminarInmediatamente, la avezada muchacha percibe que su interlocutor es el político más mediocre que ha enfrentado a lo largo de su carrera. Con lenguaje balbuceante y vocabulario de un niño de cuatro años, Macri trata de responder, o más bien escabullirse, de las preguntas inquisidoras de la joven quien percibe claramente, por las expresiones de su rostro, que todo lo que dice son mentiras.
Cuando le reitera de porqué hay más de un millón de pobres durante su gestión, la curiosa respuesta de Pinocho es: “los blanqueamos”.
Ante una pregunta sobre la cantidad de personas detenidas-desaparecidas entre 1976 y 1983, Macrì respondió: “Ni idea”.
Después señala que pudieron ser 9000 o 30.000 y al referirse a los años de plomo en lugar de terrorismo de estado lo considera la “guerra sucia”.
Finalmente sobre Hebe de Bonafini, un ícono mundial de la lucha por los derechos humanos, la llama “desquiciada” y en menos de 24 horas recibió un aluvión de críticas de todos los ángulos del país y del exterior.
Un presidente no puede contestar vaguedadas que rozan la imbecilidad y quizás la periodista se pregunte a que se debe la defensa de Macri sobre la dictadura. La respuesta es simple: los Macri, papá Franco y Pinocho, tenían en 1973 siete empresas, en 1983 cuando empezó la democracia poseían treinta y tres con un endeudamiento externo de 300 millones de dólares, cuyo pago fue asumido por el Estado y recibieron subsidios de promoción industrial por 55 millones de dólares y fueron uno de los principales contratistas de obras públicas.
A cambio de eso financiaron los gastos de los militares que fueron a la Escuela de las Américas para recibir enseñanza sobre torturas.
Qué buen símbolo y retrato de un presidente lamentablemente argentino representante de la burguesía y aristocracia más decadentes de nuestra patria!
EliminarMuy bueno Ricardo, un verdadero papelon, ni siquiera Bush hubiera dicho una burrada tan burda!!
Eliminarsi no fuera tan tenebroso, sería sólo ridículo y risible.
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