Un artículo que desafina
dentro de la armonía de la Constitución
En
Argentina la libertad de culto está garantizada por el artículo
14 de la Constitución Nacional,
aunque el Estado reconoce un carácter preeminente a la Iglesia Católica que cuenta con un estatus
jurídico diferenciado, respecto a las demás iglesias y confesiones. De acuerdo
a la Constitución (artículo 2), el Estado debe sostenerla y según el Código Civil, es
jurídicamente asimilable a un ente de derecho público no estatal.
Por lo
tanto, por obligación constitucional y jurídica, el gobierno sostiene el culto
católico apostólico romano y ofrece una gama de subsidios exentos de impuestos a
la Iglesia Católica, que además goza de privilegios institucionales, como
subsidios y gran autonomía para los colegios privados religiosos y preferencias
en la concesión de licencias para las frecuencias de radio. El
tiempo demostró que ese párrafo de la Constitución acarrearía enormes
inconvenientes y en algunos momentos de la historia llevaría a situaciones en que
militares y obispos asumieran la autoridad de vigilar y castigar cualquier
alejamiento de la única verdad admisible.
Este
permisivo aspecto de nuestra carta magna no se dio en otros países de América
latina. En 1891, la Constitución brasileña aseguró que ningún culto o iglesia
gozaría de subvención oficial, ni tendría relaciones de dependencia ni alianza
con el gobierno, la enseñanza sería laica y el matrimonio civil. En Uruguay, el
divorcio fue ley a partir de 1907 y a partir de 1919, se incluyó en la Constitución
Oriental la separación entre la Iglesia Católica y el Estado. Chile lo hizo en
1925 y ni hablar de México que a partir de 1917, prohibió las escuelas
religiosas, confinó los actos de culto al interior de los templos y proscribió
cualquier actividad o pronunciamiento político de sacerdotes y publicaciones
religiosas. Sólo la Argentina, Bolivia y Paraguay cruzaron el siglo XX sin
aligerar el pesado lastre de la estrecha relación con la Iglesia.
Situaciones límite entre
Iglesia y Estado
Excepto
las dictaduras de facto, en que la Iglesia y los uniformados de turno mantuvieron
“relaciones carnales”, los gobiernos civiles, incluso los conservadores elegidos
mediante el voto calificado, tuvieron en mayor o menor grado, enfrentamientos
con la Iglesia. Esto se debió a que la institución, al imponer el dogma a sus
fieles, supuso que tenía el derecho a extender esa regla a todos los habitantes
del país.
Julio A. Roca (1843-1914) y Eduardo Wilde (1844-1913)
Hubo
dos ocasiones en la historia argentina donde el conflicto entre la cúpula
eclesiástica y el gobierno de turno alcanzó el nivel de ruptura. La primera
situación se dio con la Ley 1420 de enseñanza laica, durante el gobierno de
Roca y su ministro de Instrucción Pública Eduardo Wilde, una de las figuras
intelectuales más prominentes de la llamada Generación del 80. Roca tomó esta
decisión porque consideró que con la inmigración masiva que estaba recibiendo
el país, se habían incorporado nuevos credos que merecían ser respetados. Pero
como la Iglesia Católica consideraba que era la única verdadera, desató una intensa
campaña con encendidos ataques por parte de elementos ultraclericales encabezados
por José Manuel Estrada y que terminaron con la expulsión del país del nuncio
apostólico Luis Mattera. A esto siguió la ley de Registro Civil, que arrebató a
la Iglesia el registro de los nacimientos, matrimonios y defunciones y muestra
hasta qué grado la institución religiosa se había infiltrado en la cosa pública
para transformarse en una teocracia.
El
otro episodio ocurrió durante el segundo gobierno peronista en que fueron
expulsados los monseñores Tato y Novoa por conspirar con los rebeldes de las
Fuerzas Armadas. Tres días después, con la bendición de elementos de la Jerarquía Eclesiástica, la
aeronáutica bombardeó en pleno mediodía la Plaza de Mayo matando a 355 civiles.
Ver El bombardeo a Plaza de Mayo
Escenas del bombardeo a Plaza de Mayo
La aversión de la Iglesia
hacia las libertades individuales
Después
de muchas luchas se fueron obteniendo avances a los cuales la Iglesia se opuso
tenazmente, como la ley de divorcio, que se intentó aplicar en 1902, pero el
Episcopado en pleno se presentó en la Cámara de Diputados y logró bloquearla.
Hubo que esperar hasta el gobierno de Alfonsín, quién logró vencer la
resistencia de la Iglesia y las agrupaciones ultracatólicas. Durante el
gobierno de Néstor Kirchner la distribución de anticonceptivos fue suficiente
para que el obispo Basseoto demonizara al ministro de Salud Pública, usando la
mesiánica expresión de que “debía ser arrojado al mar atado a una piedra”. Una
reivindicación de los vuelos de la muerte, seguramente aprobados con entusiasmo
por monseñor. La educación sexual en las escuelas y el matrimonio igualitario
durante las presidencias kirchneristas, fueron otros temas de fuerte rispidez
entre el gobierno y la Jerarquía Eclesiástica.
Persisten
bolsones de resistencia en provincias donde la Iglesia pisa fuerte y se reza el
Padrenuestro después de izar la bandera, o se dictan clases de religión en
algunas escuelas. Muchas oficinas públicas, decanatos y juzgados, conservan
crucifijos, como el que se exhibe en la sala de los miembros de la Suprema
Corte. Jueces y médicos suelen anteponer el dogma a la equidad de la justicia o
al juramento hipocrático cuando se trata de abortos no punibles.
Mucho
más grave aún fue la creación del Vicariato Castrense, el segmento más podrido
de la Iglesia y, las capellanías hospitalarias. Ambos fundados por dictaduras
militares, el primero bajo el gobierno de Aramburu y las capellanías durante los
años de plomo. Ver Capellanías
Baseotto, Von Wernic y Plaza, tres de los numerosos capellanes que colaboraron activamente con los genocidas
Papamanía
Recientemente,
un acontecimiento insólito conmovió al mundo y en especial a los argentinos: la
designación del cardenal Jorge Bergoglio como Sumo Pontífice bajo el nombre de
Francisco I. El hecho desencadenó una parafernalia de fervor religioso,
comentarios de lo más variopintos y gestos desmedidos que culminaron cuando el
jefe de la ciudad, el procesado Mauricio Macri, decretó asueto en las escuelas
(incluyendo las públicas), el día de la asunción papal y erigió un gigantesco
mástil nada menos que en el Obelisco con la bandera del Estado Vaticano. Quizás
piensa que Bergoglio podría ayudarlo en su campaña política. En ese caso,
subestima totalmente la habilidad diplomática del nuevo Papa.
De
las cientos de especulaciones sobre lo que hará o dejará de hacer Bergoglio, me
conformo con que realice un operativo escoba para limpiar las inmundicias que
ensucian al Vaticano, algo imprescindible si quiere frenar la estampida de
sacerdotes y fieles. No espero de él ni pretendo que haga ningún cambio
sustancial en el dogma, aunque ayudaría muchísimo para que la Iglesia se adaptara
al mundo actual y fuera mirada con más simpatía. En los temas internos, confío que no le hará el juego al monopolio mediático que busca denodadamente
crear un conflicto entre el gobierno de Cristina y la Iglesia. A la cabeza de
esta campaña se encuentra el diario de don Bartolo.
En
estos días, La Nación, bien podría
llamarse Diario Vaticano o El Vocero Papal, por la abrumadora oferta
sobre cualquier aspecto relacionado con el nuevo Papa, hasta incurrir en la banalidad
y la intrascendencia, de considerar “revolucionario” que Bergoglio haya
decidido habitar la residencia Santa Marta en vez del palacio que usan los
papas.
Teniendo
en cuenta los ambiguos antecedentes, no le puedo dar un cheque en blanco al
nuevo pontífice y sólo el tiempo dirá si su comportamiento se acerca al del
cardenal Bergoglio o al del Francisco I que todos esperan.
Fuentes:
Felix
Luna. Soy Roca. Editorial Sudamericana. Buenos Aires 1989.
Horacio
Verbitsky. Cristo vence. Tomo I. Editorial Sudamericana. Buenos Aires 2007.
Elisabetta
Piqué. Otra “revolución” de Francisco: no viviría en el departamento papal. La
Nación 26/03/2012.
Roxana
Sanda. La delgada línea laica. Página 12, suplemento Las 12.22/03/2013.
Washingotn
Uranga. Carta a los hermanos mayores. Página 12, 11/11/2012.
Pacientemente espere durante todo el dia algun comentario sobre la nota de ferreira. nadie le intereso hacerlo ya sea porque estan absolutamente de acuerdo,o porque el tema no les intereso o porque los habituales participantes se fueron aprovechando estos dias de vacaciones que el bienestar del "modelo"les permite.
ResponderEliminarSiempre pense que una verdad a medias es en definitiva una mentira.....La Iglesia en la Argentina merece institucionalmente muchas criticas.Basseotto o Plaza o Von Wernicke son probablemente personajes despreciables aunque fueran...peronists tambien como lo fueron Lopez Rega ,Isabel o muchos otros de los cuales mas vale olvidarse.
No se mencionan a martires como el p.Mujica,Angelleri,Murias o muchos otros.Ni tampoco a Hesayne o cientos de curas heroicos que dan su vida todos los dias en innumerables villas en todo el pais.Cuando tuvimos un Cardenal comprometido con los derechos humanos se lo desprecio y ninguneo.Cuando se convirtio en Papa fuero unanimemente a chuparle las medias,seguramente porque podia agregar votos o consenso.Esta Borocoteada en mi opinion fue al menos despreciable.Que pasara cuando se mande algun comentario sobre la corrupcion?Que se yo!!!! se la comeran tal vez? tal vez si.Evidentemente la honestidad o es el fuerte de este gobierno ni de este blog.Por momentos me siento asqueado y acongojado!!!.
Seguramente sere nuevamente anatemizado por cavernicola y algunas cositas mas.Debo sin dudas ser masoquista para seguir intentandolo
¡Volviste Carlos! y sin insultos y cuidando más tu estilo, que para eso también puede servir el blog. Contestaré en orden algunas cosas de tu nota.
Eliminar1-"Siempre pensé que una verdad a medias es en definitiva una mentira" deberás entonces acordar conmigo en que Clarín y La Nación mienten casi todo el tiempo
2-Nadie niega que dentro del peronismo así como hubo y hay grandes tipos, también hubo y hay unos cuantos despreciables
3- Seguramente no se mencionan algunos mártires eclasiásticos contemporáneos porque el tema es otro, es la relación entre la iglesia y el estado.
4-"Cuando tuvimos un Cardenal comprometido con los derechos humanos se lo desprecio y ninguneo" ¿De quién estás hablando? Seguramente no de nuestro actual Papa,quien de los derechos humanos no ha sido precisamente un adalid.
5- Cristina fue a ver al Papa como jefa de estado frente al jefe del vaticano. Era lo que correspondía. No quiero imaginar lo que hubiera dicho la prensa mediática si no lo hubiera hecho.
6- Si estás asqueado o acongojado por este gobierno, te lo tendrás que aguantar y ojalá que por muho tiempo. Si tu asco y congoja son por este blog, la solucion es más que sencilla: no lo leas más.
Atte
Mariano
Si vamos a escribir sobre los curas mártires, no podemos omitir mencionar el silencio vergonzoso de las jerarquías eclesiásticas, entre ellas nuestro actual Francisco
ResponderEliminarInteresantes los comentarios sobre quienes luchaban por los derechos humanos en la época de la dictadura, mientras ella…, era una exitosa abogada en Rio Gallegos, haciéndose de propiedades deshauciando a deudores hipotecarios enganchados con la tristemente célebre circular 1050, junto con su marido, el hijo del usurero.
ResponderEliminarDon Ricardo siempre despotrica contra los militares, pero curiosamente en su currículum se destaca su paso como consultor en…, el Hospital Militar Central.
(Ver: http://www.antioxidantes.com.ar/Com_001.htm).
Hummm… Atte.
Por favor Adolfo lea lo de mas abajo.Gracias
EliminarLA IGLESIA CATOLICA CALLO A LA HORA DE DEFENDER LOS DERECHOS HUMANOS PERO CALLO LA COLECTIVIDAD JUDIA Y LA PEQUEÑA CUPULA MUSULMANA .SON TODOS UNOS HIPOCRITAS Y HOY BORGER, PRESIDENTE DE LA AMIA, ACUSA AL GOBIERNO POR TRATAR DE DAR UN PASITO CON EL TEMA AMIA
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarel supuesto anonimo soy yo Carlos.Asi pude entrar...........
ResponderEliminar¡Qué vivo que sos Carlos! ¡Lo tuyo es admirable! ¿No tenés nada mejor que hacer?
Eliminar¿Porquè no te armás un blog propio donde puedas poner todos tus insultos y mentiras?
Seria interesante Alicia que detallaras mis insultos/mentiras. Si ...siempre hay algo mejor que hacer pero en algunos momentos de distension me gusta desenmascarar las mentiras de otros sobre todo cuando creo que nublan el entendimiento de mucha gente (bueno mucha no...seran 15 o 20)
ResponderEliminarAtte Carlos