A principios
de mayo de 1941, mientras Europa estaba sumergida en la que sería la peor
guerra de la historia, un reducido grupo de hombres de rasgos asiáticos se reunieron en una cabaña de bambú. Los participantes estaban sentados en troncos
de madera y escuchaban atentamente al orador que se hallaba detrás de una mesa
destartalada.
Quién hablaba era un hombrecito pequeño con barba de chivo y
pómulos hundidos. Cada tanto, un acceso de tos interrumpía su discurso, padecía
de tuberculosis y por su aspecto se diría que tenía por delante poco tiempo de
vida. Sentado en primera fila entre los presentes, lo escuchaba atentamente
otro hombrecito más pequeño aún, de aspecto aristocrático, pero de espíritu
revolucionario, cuya mirada de acero sugería una voluntad férrea. Soldados
franceses habían capturado y ejecutado a su hermana y encarcelado a su esposa
que murió bajo las torturas que le infligieron.
El
disertante se llamaba Ho Chi Minh (el que ilumina) y sería presidente de la
República de Vietnam. El otro personaje se llamaba Vo Nguyen Giap y pronto se
convertiría en el estratega militar más brillante del siglo XX. Acababa de
nacer la Liga para la Independencia Vietnamita, que pasaría a la historia como
Vietminh. Ambos derrotarían al ejército colonial francés y más tarde a las
fuerzas del imperio norteamericano que por primera vez mordería el polvo de la
derrota en las selvas de Indochina.
Ho Chi Minh (1890-1969) Vo Nguyen Giap (1911-)
Terminada la
Segunda Guerra Mundial, Ho inició negociaciones con el gobierno francés para
lograr la independencia de Vietnam, pero las conversaciones se hicieron cada
vez más difíciles. El ejército francés parcialmente restablecido de la
desastrosa experiencia contra Alemania, quería recuperar prestigio y no estaba
dispuesto a ceder su colonia tan fácilmente. Leclerc, el hombre de De Gaulle,
que conocía el terreno de Indochina, manifestó que se necesitarían quinientos
mil hombres para doblegar a los vietnamitas y aun así el resultado sería
incierto.
Para Francia
una nueva guerra era inadmisible, pero más insoportable resultaba conceder la
independencia a esos hombrecitos de piel amarilla que, lógicamente serían
fáciles de dominar.
Fue una
guerra revolucionaria, es decir una mezcla de guerra y de revolución. Los
franceses y el resto de los occidentales leían diariamente las noticias que
hablaban de la noble lucha contra el comunismo y se regodeaban con lo que
parecía una sarta inagotable de victorias francesas. Para los vietnamitas, la
guerra era distinta: no luchaban por el comunismo sino para sacarse de encima
al opresor blanco.
Los
franceses no entendían aquella guerra, sólo les preocupaba controlar el terreno
y contar hombres. El espíritu de combate era completamente distinto en cada
lado, para el soldado francés se trataba de una guerra distante, de vanidad y
orgullo, para el soldado vietnamita era sencillamente una guerra de
supervivencia y con una estrategia sin tiempo. Los franceses jamás
comprendieron que el hecho de tener absoluta superioridad militar, era
ilusorio, porque el Vietminh poseía completa superioridad política y cada
labrador, cada mujer de una aldea era un espía que informaba al general Giap
donde estaba la patrulla francesa, cuántos hombres la componían y que armas
llevaban.
Una y otra
vez sucedía lo mismo, los franceses avanzaban lentamente tratando de esquivar
las minas, cuando de pronto, de la nada, surgían los vietnamitas y les caían
encima. Para las fuerzas coloniales, la selva y la noche eran sus enemigas,
para los vietnamitas ambos factores les facilitaban las emboscadas y los
protegían de aviones y tanques.
La guerra se
prolongó durante ocho años y ya resultaba totalmente antieconómica para
Francia. Es así que el alto mando, a cargo del general Navarre, decidió
tenderle una trampa al Vietminh. Situaron en un extenso valle una guarnición
con numerosas piezas de fuego, pensando que el enemigo desconocía las tácticas
modernas y al lanzarse al ataque sería aniquilado por la artillería y la
aviación francesa. El lugar era un valle rodeado de altas cumbres llamado Dien
Bien Phu.
El oficial a
cargo estaba convencido que el Vietminh no tenía artillería y tampoco sabía
cómo emplearla. Se persistía en el esquema de la superioridad profesional del militar
blanco, sobre aquellos campesinos devenidos en improvisados combatientes. Sin
embargo, durante días y noches cientos de hombres, haciendo esfuerzos
sobrehumanos, arrastraron penosamente numerosas piezas de artillería. Las
colocaron en bunkers construidos en la montaña lo suficientemente camuflados
para no ser detectados por la aviación. Además, tenían un conocimiento acabado
del empleo de ese material.
La batalla
comenzó el 13 de marzo de 1954 y ese mismo día el Vietminh, dueño de las
alturas silenció completamente las armas francesas. A la noche, el coronel
Piroth, a cargo de la artillería, se suicidó después de gritar: ¡Es culpa mía!
¡Culpa mía! El fuerte caería 56 días más tarde tras una heroica resistencia de
la guarnición, derrochando valentía que no pudo subsanar la incompetencia de
sus superiores.
Prisioneros franceses después de la caida de Dien Bien Phu
A partir de
ese momento el retroceso de las fuerzas fue permanente, hasta que finalmente se
firmó el acuerdo de Ginebra donde Vietnam quedó dividido en un territorio norte
comunista y otro sur gobernado por Ngo Dinh Diem, un títere de Estados Unidos.
El arreglo era que se harían elecciones para definir si se unificaba o no
Vietnam. Ngo Dinh Diem era un inepto y un desequilibrado mental que se
transformó en feroz dictador. Miles de campesinos huyeron hacia Vietnam del
norte y engrosaron las fuerzas de Giap.
Finalmente, Diem fue asesinado por sus
propios generales. Como el compromiso de llamar a elecciones no se cumplió, el
Vietminh, ahora denominado Vietcong, inició nuevamente las hostilidades.
Estados
Unidos temeroso de un efecto dominó se involucró en esta nueva guerra, primero
durante el gobierno de Kennedy enviando a miles de asesores. Su sucesor Johnson
y el secretario de Estado McNamara, viendo la impotencia de las fuerzas de
Vietnam del Sur ante el avance del Vietcong, se introdujeron de lleno en el
conflicto utilizando como excusa el ataque a una nave americana en el Golfo de
Tonkin.
En Estados
Unidos empezaron las manifestaciones y todo tipo de protestas contra aquella
guerra tan lejana y absurda. Fue un frente interno que abrumó al presidente
Johnson y a su sucesor Richard Nixon y ejerció una importante influencia para
el retiro progresivo de tropas en el frente.
En esta
guerra, Estados Unidos utilizó toda la parafernalia bélica contra las fuerzas
de Giap: bombardeos masivos y constantes, bombas de fragmentación, el uso del
napalm a escala monstruosa y defoliantes que destruyeron las selvas de Vietnam
y todavía hoy, producen secuelas y malformaciones entre los aldeanos.
Superior: el empleo del napalm fue masivo por parte del ejército americano.
Abajo: manifestaciones en Estados Unidos contra la guerra de Vietnam.
Nada
sirvió, las tácticas de la guerra señalan que siempre es mejor aprender del
error ajeno que del propio, pero los norteamericanos en su soberbia, no tomaron
lección de la derrota francesa. Por el contrario, incurrieron en las mismas
inexactitudes y equivocaciones que el ejército colonial.
La guerra
empezó en 1959 y finalizó 16 años después, el 30 de abril de 1975, cuando las
fuerzas comunistas capturaron el palacio presidencial de Saigón y enarbolaron
la bandera del Frente de Liberación Nacional. Un pequeño país de aldeanos, bajo
la dirección política de Ho Chi Minh y comandado por el genial estratega Vo
Nguyen Giap, sin carros blindados ni aviación, había derrotado a la maquinaria
bélica más poderosa de la historia.
Huida en helicóptero del personal de la CIA en Saigon
En estos
días, la presidenta Cristina en su visita a Vietnam, se introdujo en los
túneles de Cu Chi, una red de más de 200 kilómetros bajo tierra que cumplió múltiples
funciones durante la guerra. La presidenta enalteció la gesta de Ho Chi Minh y
su pueblo en su lucha por la liberación de los colonialismos.
Fuentes:
Halbestam D.
Ho. Editorial Bruguera, Barcelona 1975.
Brigha RK. Battlefield Vietnam: a brief history. http://www.pbs.org/battlefieldvietnam/history/index.html
Spartacus Educational. Vo Nguyen Giap. http://www.spartacus.schoolnet.co.uk/VNgiap.htm
Vietnam war. Encyclopaedia Britannica, tomo 12, pag 361. Chicago 1995.
Esto dijo la Presidenta en Vietnam:
ResponderEliminar"Felicitaciones por la valentía, el coraje y el amor a su país y a la paz, porque el amor a la Patria es amor a la paz”. Sobre este punto, Cristina comparó la lucha de los vietnamitas con los sacrificios llevados adelante por caudillos y próceres argentinos. “Estando ahí me lo imaginaba a Chacho Peñaloza, que vivía en una verdadera choza que yo visité; o a Manuel Belgrano ordenando quemar todo en el Éxodo Jujeño para combatir al enemigo.” “De esta manera se construyen las patrias y las historias de una Nación”
Excelente síntesis!!!
ResponderEliminarUna ridícula.
ResponderEliminarSe tendría que haber undido el tunel con la y.... señora presidenta adentro y nos hacian un favor a los argentinos.
No generalices cuando decís "los argentinos", hablá por vos porque soy argentina y no me siento representada por tus expresiones de odio y desprecio.
EliminarAnte el comentario de “Rosario”, escribí: “En primer lugar y de conformidad con las reglas de ortografía, derivadas de la etimología, para que algo o alguien se adentre en las profundidades del mar o de la tierra, no debe olvidarse la “h” inicial, ya que, sin ella, el vocablo no significa nada. A su vez, si el túnel era singular, el favor nos lo “había” hecho y no “habían”. Por su parte, el uso de la “y” indica que, además de las normas ortográficas, la ignorancia alcanza a las de la buena educación y entonces, ante la falta de argumentos, se acude al insulto chabacano.
ResponderEliminarFinalmente, el término ”argentinos”, así, en plural, es abusivo, ya que el comentario no tiene más representatividad que la de la persona que lo emite.”
Es obvio que el comentario me dió en las entretelas del espíritu, pero, cuando quise mandarlo, me salió al cruce una serie de opciones de cuentas y nombres raros y no sé dónde fue a parar mi fastidio. Si lo encontrás, ya sabes que es mío.
Muy linda y muy objetiva tu nota, me trajo muchos recuerdos.
EliminarPara mi generación, la lucha del pueblo vietnamita fue un verdadero ejemplo y enorme motivación.
Recuerdo que Cámpora los invitó a participar de su asuncion, aun cuando no habia relaciones diplomáticas. Me tocó a mí dirigir la manifestación que arrancó de la embajada de Chile donde habló desde el balcón Salvador Allende. Después seguimos hasta el Alvear Palace Hotel donde nos recibio Dorticós y terminamos muy tarde frente a un hotel en la 9 de Julio logrando que los Viertnamitas salieran al balcón a saludarnos. La columna arrancó con algunos cientos y terminó con miles y miles de jóvenes. Realmente inolvidable.
Luego el 1 de Mayo de 1975 asistí en Paris a la celebracion de la victoria. Una manifestacion impresionante por su tamaño y combatividad.
Finalmente fui invitado a participar de los festejor en Vietnam en el mes de Agosto de 1975.Viajé con un delegado francés. Éramos muy pocos de Latinoamerica.
Creo que toda la pólvora que les sobró de la guerra, la usaron en los fuegos artificiales y la fiesta que organizaron con muy fuerte presencia internacional.
Solo como muestra te cuento que pude abrazar al General Giap en la recepción a los delegados extranjeros. Ese privilegio se debió a mi condición de argentino y a su agradecimiento por el envio de varias toneladas de quinina, fundamental para atender las necesidades de los combatientes. Fue el resultado de la gran campaña solidaria que se desplegó en nuestro país.
Abrazo grande
Sergio
Sergio, que experiencias increibles!Que suerte que tuviste de poder abrazar al Gral. Giap, inolvidable, seguramente.Cordial saludo!
EliminarLilita Carrió cuestionó la "foto de la Presidente con el sombrerito en Vietnam"
ResponderEliminarTambién advirtió que "nada es más funcional al kirchnerismo que las figuras de la oposición, entreteniendo con cuestiones baladíes a una sociedad muerta de miedo".
Aclaró que "en la oposición no hay algo distinto" porque existen "políticos responsables del narcotráfico en sus distritos hablando de sexo y política, como si nada pasara".
Lilita Carrió ¡ja ja!
EliminarExcepcional artículo, fotos y Fuentes!
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