sábado, 7 de julio de 2012

WATERLOO

Es la madrugada del 18 de junio de 1815, en la colinas y planicies de Bruselas se levanta con los primeros rayos del sol, la espesa bruma que surge de la tierra fangosa después de días de intensa lluvia. Dos hombres conversan entre sí y periódicamente recorren con sus catalejos las lomadas y planicies que pronto serán un terrible campo de batalla. Sus ropas civiles contrastan con los uniformes de la retaguardia del ejército inglés que forma parte de una fuerza multinacional bajo el mando del Duque de Wellington. Este ejército debía ser reforzado por las fuerzas prusianas bajo las órdenes del general von Blücher, que aún no se habían reunido con las de Wellingon.

       Sir Arthur Wellesley, Duque de Wellington. Pintado por Sir Thomas Lawrence

El sol va ascendiendo y la bruma se va retirando, hacia el oeste, en el horizonte, los dos hombres perciben a lo lejos el brillo de los cascos y las armas del ejército de Napoleón. Ambos pertenecen a la banca Rothschild y su función en ese día consiste en actuar como correos de Nathan Meyer Rothschild, uno de los hombres más acaudalados de Inglaterra.
Las instrucciones recibidas son precisas: deben regresar a Londres con el resultado de la batalla antes que ningún emisario de Wellington. Sin duda que como patriotas ingleses les interesa que éste triunfe, pero por sus venas corre sangre de banqueros, su verdadero país es el mundo de las finanzas. Su principal inquietud y objetivo es que la banca Rothschild tenga la primicia del resultado de la batalla, lo demás es secundario.

                              Nathan Meyer Rothschild

Rothschild, a igual que el resto de sus compatriotas sabe que en ese territorio de Bruselas llamado Waterloo se va a dirimir mediante un sangriento combate el futuro de Europa. O Napoleón recupera su poder y vuelve a dominar a los países vecinos, o es derrotado por la coalición de ingleses austríacos, prusianos y rusos y queda definitivamente eliminado ese molesto emperador que tantas muertes y miserias les ha provocado.
Rothschild pertenece a la segunda generación de dinastía de banqueros y de ellos aprendió que tener una primicia que produzca un fuerte impacto en la bolsa londinense, significa ganar o perder fortunas. Conocer antes que nadie quién será el triunfador de esta decisiva batalla, es la misión que encomendó a sus dos correos.
A las 9 de la mañana Napoleón contempla como se levanta el sol sobre el horizonte. No es aquél sol de Austerlitz, ardiente y lleno de promesas. En su lugar le parece ver un astro pálido de tristes resplandores. Recién a las 11, el Emperador ordena el ataque que deberá concentrarse sobre las casacas rojas atrincheradas a lo largo de las alturas de Quatre-Bras.

                   Imagen ecuestre de Napoleon, pintado por Jaques Louis David 

El día anterior había mandado al mariscal Grouchy, para que con un importante componente del ejército, detecte a las fuerzas prusianas al mando de von Blücher, las ataque e impida que se unan al ejército de Wellington. Las fuerzas de Napoleón son inferiores a las del inglés y su táctica es impedir que se unan, de lo contrario será inevitable la derrota ante la coalición de media Europa.
Grouchy es valiente, recto y sobre sus hombros pesan veinte años de combate al servicio del Emperador. No es un estratega y está acostumbrado a obedecer órdenes, que siempre cumplió al pie de la letra, pero carece de iniciativa. Se pasará el día buscando al ejército prusiano al cual nunca encontrará, mientras el resto de sus oficiales le ruegan volver a reunirse con Napoleón. Según muchos historiadores, la indecisión de Grouchy fue crucial en el desenlace de la batalla, incapaz de modificar la orden recibida por Napoleón seguirá buscando todo ese día a un enemigo fantasma.
En el campo de batalla los ejércitos combaten sin cuartel, de ambos bandos se suceden las cargas de caballería y de infantería, los avances y los retrocesos, los reagrupamientos de fuerzas y los contraataques. El terreno se va llenando de miles de soldados y cientos de caballos muertos y heridos. Ambos bandos están exhaustos, Napoleón se impacienta cada vez más viendo que Grouchy no regresa, mientras Wellington, espera ansioso las fuerzas prusianas de Blücher. Estas serán las únicas en llegar y la batalla se decide a favor del inglés.
                                Carga de los coraceros escoceses

El Emperador logra salvar la vida al amparo de la noche, rendido de fatiga se apea del caballo a la puerta de una miserable posada. Ahora es sólo un prófugo, lo espera la reclusión en la Isla de Santa Helena, donde terminará sus días.
Los correos de Rothschild se dirigen al galope hacia la costa, llegan a Boulogne, una embarcación los espera y cruzando el canal de la Mancha desembarcan en Dover y siempre a galope tendido se dirigen a Londres. El 21 de junio Rothschild vende gran número de sus acciones. “Rothschild sabe, Wellington ha sido derrotado”, corre la voz en la bolsa. Las acciones bajan estrepitosamente y un instante antes de que cierren las actividades, el banquero compra una enorme cantidad de papeles. Al día siguiente The London Gazette, publica en tapa el triunfo de Wellington, las acciones vuelven a subir y Nathan Meyer Rothschild demuestra que la sangre audaz, especuladora y oportunista de sus antepasados sigue corriendo por sus venas.

martes, 3 de julio de 2012

EL GRITO DE ALCORTA

La localidad de Alcorta, se encuentra en el sureste de la provincia de Santa Fe, lindando con Buenos Aires. Allí, en 1912, se generó un movimiento campesino que se transformó en una epopeya en la lucha por sus derechos contra la explotación de los terratenientes.

       Pintura de Lucas Cejas haciendo una recreación del famoso cuadro de Edvard Munch "El Grito"

El grito de Alcorta, que así se llamó la asonada, se extendió por toda la pampa húmeda como reguero de pólvora y si bien no produjo cambios drásticos, introdujo reformas humanitarias para el trabajo agrario y por sobre todo, les demostró a los campesinos, que unidos podían doblegar el destino adverso que los sometía.

El campo se encontraba en manos de unos 600 terratenientes, quienes poseían la quinta parte de la extensión de la tierra y la arrendaban a chacareros y peones para su cultivo. La mayoría eran inmigrantes españoles e italianos. Vinieron con muchas esperanzas y encontraron que los dueños de las parcelas no distaban mucho de los señores feudales del medioevo europeo. Un bien número de ellos regresó desalentado a su país de origen. Otros decidieron quedarse y darían origen a esta gesta histórica.

                                                   Antonio Berni. Chacareros

La estructura social del campo en el momento en que se desató la rebelión, estaba integrada por terratenientes, arrendatarios y subarrendatarios. Estos últimos, se encontraban sometidos a los primeros a través de contratos que establecían rentas impagables, la obligación de comprar herramientas e insumos al terrateniente, quienes además, derivaban sobre el colono, las responsabilidades de una mala cosecha. Se llegó a una situación en que, por más que éste trabajara de sol a sol, no le quedaba ni lo más elemental para subsistir. Contratos y servicios sociales eran términos inexistentes para los señores de la tierra.

Debido a la Ley de Residencia que permitía la deportación de los extranjeros que alteraban el orden, existía el temor hacia cualquier tipo de rebelión. Lo único que podía garantizar una reacción exitosa era un levantamiento masivo y esto ocurrió durante la abundante cosecha de 1912, al comprobar los chacareros que luego de pagar las deudas, nada quedaba para ellos.

Movidos por la prédica anarquista y socialista, el 25 de junio de 1912, los colonos reunidos en asamblea en el local de la Sociedad Italiana de Alcorta, declararon la huelga general por tiempo indeterminado. La huelga rural que se conocería como el “Grito de Alcorta” duró casi cuatro meses y se extendió hacia las provincias vecinas.

Alrededor de 100.000 colonos lucharon con la energía y la pasión de quienes sabían que no tenían nada que perder. Ya no los atemorizó la represión, el soborno, o la amenaza de sufrir las consecuencias de la Ley de Residencia.
 “Antes de doblegar nuestros esfuerzos -rezaba su declaración- debemos conseguir nuestros objetivos; antes de ser vencidos debemos preferir la muerte”. Se nota el fraseo anarquista o socialista, pero la proeza que iban a realizar era algo más que un fraseo.

Sus reclamos eran precisos: arrendamientos a precios más bajos; que los porcentajes para el patrón se tomaran de todo el cereal y no sólo del de mejor calidad; que los chacareros pudieran elegir la máquina trilladora que más les conviniera; que la parte de la producción que le correspondiese al patrón se entregara en chacra y no en los galpones del ferrocarril, y que los contratos duraran cuatro años como mínimo.

El radicalismo progresista de Santa Fe formó una comisión mediadora representando al gobierno, y logró contratos como mínimo de tres años y el arrendamiento por el 30% de la cosecha. La huelga de 1912 tuvo más efectos políticos que económicos. Las reivindicaciones de los chacareros se lograron a medias, pero el “Grito de Alcorta” los movilizó y por sobre todas las cosas los organizó como actores sociales y políticos.

                            Primera Comisión de la FAA

Poco tiempo después, se constituyó en Rosario la Federación Agraria Argentina (FAA), que representó a los chacareros. Su primer presidente fue Antonio Nogueras, un catalán anarquista y la reunión contó con la participación de 115 delegados. No se puede soslayar el papel de Francisco Netri abogado de origen italiano que defendió y arengó a los colonos a la huelga. Fue asesinado pocos años después y se constituyó en uno de los mártires de ese movimiento.


Estos episodios, fueron cuidadosamente borrados por los historiadores afines a los gobiernos conservadores de la época y digamos que muchos argentinos, nos enteramos de su existencia cuando se empezó a hablar del grito de Alcorta en el 2008 con el lock-out de los estancieros. No fueron ellos quienes lo reivindicaron, ni tampoco el entonces presidente de la FAA, Eduardo Buzzi, que actuó como un renegado y se puso al lado de los terratenientes pisoteando la gloriosa trayectoria de esta institución.

Bibliografía consultada:
Rogelio Alaniz. El Grito de Alcorta. Diario El Litoral 27/06/2012.
Teresa Eggers-Brass. Historia Argentina. Editorial Maipue.
El Grito de Alcorta. http://es.wikipedia.org/wiki/Grito_de_Alcorta

sábado, 30 de junio de 2012

DE ISLANDIA NO SE HABLA

De Islandia no se habla, ¿se deberá quizás a que es un país pequeño con sólo 330.000 habitantes y que está muy alejado del resto del mundo?¿o será que al poderoso mercado financiero no le interesa que se hable de Islandia?

Entonces viene la siguiente pregunta: ¿y porqué no le interesa? La respuesta es sencilla y esclarecedora: no le interesa que se difunda que Islandia salió exitosamente de su crisis económica desoyendo totalmente las indicaciones del FMI y la banca mundial.

Europa está en una crisis profunda y sus gobernantes, algunos puestos sin legitimidad alguna, otros porque ganaron elecciones con promesas que después mandaron al canasto, como el caso de Rajoy, insisten en aplicar doctrinas económicas de consecuencias devastadoras.

En Argentina, los mismos economistas que hoy impúdicamente brindan cátedra sobre materia cambiaria, monetaria y productiva, son los que nos llevaron al default y a la extinción del país en una forma que carecía de antecedentes en la historia de la Nación.

Islandia es una economía pequeña que antes de la crisis tenía una serie de beneficios sociales y estándar de vida que se encontraba entre los mejores de Europa. Tuvo el buen tino de no sumarse al euro, manteniendo la soberanía monetaria con la corona islandesa.

El país crecía rápidamente debido en gran parte a la poderosa industria pesquera, pero en 2003 privatizó su sistema bancario y flexibilizó las regulaciones para estimular el desarrollo financiero. Los tres principales bancos de Islandia generaron una bicicleta financiera y estalló la burbuja especulativa.

La banca privada islandesa tomó fondos de corto plazo a tasas bajas en mercados prestamistas de otros países europeos para luego ofrecerlos a tasas altas y a largo plazo en Islandia para financiar el consumo. El flujo de dinero se volcó al mercado inmobibilario que creció en forma explosiva, ayudado por el frenesí especulativo de potencias europeas.

Se tomaban fondos de corto plazo a tasas bajas en mercados financieros de otros países europeos, para luego prestarlos a tasas altas y a largo plazo en el mercado local para financiar consumo.



Se comenzó a hablar del “milagro islandés”, lo que atrajo la atención de inversores extranjeros, especialmente ingleses y holandeses. El fraude y el enriquecimiento de los gerentes de los banqueros locales alcanzó niveles obscenos.
La fiebre especulativa estalló cuando se produjo la crisis en Estados Unidos y en Europa, en 2008. Comenzó la corrida de ahorristas y los bancos no pudieron atender esa demanda, puesto que habían estructurado un sistema con depósitos de corto  y créditos de largo plazo.

Se habían sobredimensionado de tal manera que sus activos eran varias veces el producto de Islandia. Fue así que las pérdidas de los bancos ascendieron a 100 mil millones de dólares, cuando el PBI del país era de 13 mil millones. La Bolsa suspendió toda actividad y el país cayó en bancarrota.

El gobierno islandés nacionalizó los tres grandes bancos privados para evitar su quiebra. Reintegró el dinero a los islandeses, pero no hizo lo mismo con los ahorristas extranjeros. Gran Bretaña y Holanda, los más perjudicados ejercieron fuerte presión y el gobierno islandés aprobó una ley que preveía la devolución de esa deuda a costa del sacrificio de la población.



En 2009, masivas protestas sociales lograron la convocatoria a elecciones anticipadas, provocando además la dimisión del primer ministro y de todo su gobierno en bloque. El pueblo islandés consideró que ya había recibido demasiado abuso y mal trato por parte de banqueros y gobernantes y en 2010 se movilizó activamente hasta lograr un plebiscito lapidario de un 93% por la anulación del pago de la deuda. Mientras, el gobierno nombró una comisión de investigación para dirimir jurídicamente las responsabilidades políticas de la crisis.

Comenzaron las detenciones de decenas de banqueros y altos ejecutivos y consejeros de las entidades financieras. En Argentina tendríamos que haber hecho lo mismo con los economistas del establishment con Cavallo a la cabeza.

Geir Harde, ministro de economía de Islandia. Al otro monigote ya lo conocemos. El primero está siendo enjuiciado, Cavallo tiene la suerte de haber zafado. Ultimamente ha resurgido como el ave Fenix, pero no de las cenizas sino de sus excrementos.

Islandia ha atravesado una situación difícil y aún no se ha recuperado totalmente, pero ya no padece ataques a su deuda pública, ni a su moneda, ni a su sector público. Hoy, su economía se va recomponiendo lentamente al crecer un 3 por ciento en 2011 con un desempleo del 7 por ciento, y la perspectiva de aumento del Producto para 2012 es del 2,7 por ciento en una zona económica dominada por la recesión.

Pese a esa gestión de la crisis, la mayoría de los islandeses todavía padece los costos de esa debacle, porque se han recortado derechos de su Estado del Bienestar, que era uno de los más avanzados del mundo. Islandia ha conseguido recortar su déficit público (del 13 por ciento en 2008 al 8 por ciento en 2010) y todo ello a costa de medidas nada gratas para la población.

Sin embargo, Islandia es un caso que demuestra que las cosas se pueden hacer de otra manera que no sea la socialización de los quebrantos de los bancos o la implementación de la receta ortodoxa que proponen los economistas del establishment. Por esos motivos, de Islandia no se habla.
Fuente utilizadas:

La Nación 22/5/2012

miércoles, 27 de junio de 2012

LOS DEPORTISTAS MALDITOS



La autotitulada “Revolución Libertadora”, intentó borrar de la memoria de los argentinos la imagen de Juan Domingo Perón a quién por decreto era obligatorio bajo pena de sanción llamarlo por su nombre. Quién quisiera hacer referencia a este “execrable” personaje debía citarlo como “el tirano prófugo”.
Sabemos que estas medidas, tan pueriles y burdas, sólo son eficaces mientras dura el poder que las decretó. Con el transcurso del tiempo, se produce un fenómeno de rebote, es como tratar de tapar el sol con la mano.
La “Libertadora” hizo extensivo su odio a todos aquellos que simpatizaron con el régimen depuesto en todos los ámbitos, laboral, científico, cultural, artístico y deportivo. En el mejor de los casos, perdieron su trabajo, se les cerraron todas las puertas y debieron exiliarse.
En el ámbito del deporte hay tres casos paradigmáticos, la tenista Mary Terán de Weiss, José Gatica y la Primera Generación Dorada del básquetbol.
Mary Terán de Weiss
Mary Terán de Weiss, fue la primera tenista argentina que alcanzó los primeros planos del tenis mundial. Disputó 1.100 partidos internacionales de tenis, de los que ganó 832 y de estos triunfos, 28 fueron certámenes internacionales.
Fue número uno de la Argentina en 1941, 1944, 1946, 1947 y 1948. Ganó dos medallas de oro y una de bronce en los Primeros Juegos Deportivos Panamericanos En 1951, era considerada entre las mejores veinte tenistas del mundo.



Su belleza y atrevimiento para la indumentaria de la época la convirtieron en una deportista seductora. Así fue como encantó a Haroldo Weiss, su compañero, con quien se casó en 1943 y luego se afilió al peronismo. En el movimiento buscó difundir el tenis, deporte que era exclusividad de la elite a mediados de siglo. Su militancia la llevó a asumir como jefa de los Campos Deportivos Municipales en 1952 y de la mano de la Fundación Eva Perón consiguió los insumos necesarios para la enseñanza del juego. Por entonces, ignoraba que esa sería su perdición.

Con la instalación en 1955 de la dictadura militar, quedó frustrado el objetivo de sacar al tenis del círculo clasista en que se hallaba. Habría que esperar hasta la llegada de Guillermo Vilas, quién estableció un antes y un después en este deporte y lo abrió al resto de la sociedad.
Cuando el gobierno de Perón fue derrocado, Mary estaba jugando las finales del Abierto de Alemania. Intervenida la Asociación Argentina de Tenis, las nuevas autoridades argentinas, con Enrique Morea a la cabeza, enviaron un telegrama a la Federación Internacional de Tenis para que no la dejara participar más en sus torneos. La solicitud tenía mucho tufo a persecución política y la institución rechazó el pedido y le permitió a Mary seguir jugando, pero su vida como deportista había llegado a su fin.
Durante décadas permaneció ignorada por el Estado, los medios de comunicación y las organizaciones deportivas hasta que víctima de un cuadro depresivo se suicidó en 1984, a los 66 años.

En 2007 con la decisión de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires se decidió denominar Estadio Mary Terán de Weiss, al estadio de tenis construido en el Parque Roca de esa ciudad. Hasta el momento, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, del procesado Macri, afecto al incumplimiento de las leyes, junto con la Asociación Argentina de Tenis que aún conserva bolsones elitistas, se niegan a denominar con su nombre al estadio donde se juega la Copa Davis.

José María Gatica
José Gatica vuelve de la cancha de fútbol, donde vende muñequitos, camina rengueando y parece un anciano. Son pocos los que lo reconocen y saludan, el apenas les responde, está cansado de la vida y bebió más de la cuenta. Intenta subir al colectivo, resbala y la rueda le pasa por encima. “No me dejés solo, hermano", exclama desde el suelo sacudido por espasmos de dolor, mientras la vida se le va escapando del cuerpo. Falleció a las pocas horas de ese 12 de noviembre de 1963. Tenía tan solo 38 años y había sido uno de los más grandes boxeadores argentinos, que en su momento de gloria despertó pasiones de amor y odio como ningún otro en la historia del deporte.



Gatica, oriundo de la provincia de San Luis se desempeñó en su infancia como lustrabotas en Plaza Constitución. La habilidad adquirida en peleas callejeras para conservar su puesto de trabajo, atrajo la atención de un comerciante local que tenía vínculos con el Sailor’s Home, un alojamiento para marineros ingleses que en sus borracheras habían perdido el barco. El ambiente era de bribones y granujas y las diferencias se dirimían a puñetazos.

En poco tiempo, Gatica saltó a escenarios más distinguidos hasta que el 7 de diciembre de 1945, bajo las luces del Luna Park, de un directo a la mandíbula puso en la lona a su rival Mayorano en el primer round. A semejanza de su vida, su carrera deportiva fue fulminante realizando 95 combates de los que ganó 85. A Perón le gustaba el boxeo, pero más le gustaban los deportistas carismáticos que se convertían en ídolos de multitudes, porque convenía a su movimiento. Lo saludó en el ring y Gatica con desenfado le contestó con una frase que pasaría a la historia: “General, dos potencias se saludan”.

Ganó fortunas y las derrochó con la misma rapidez, vestía en forma extravagante y logró dividir al público en el sector paquete del ring-side que despectivamente le decía “Mono” y la popular que le decía “Tigre”. Prevaleció el primer mote, dicho con cariño por sus admiradores y con desprecio por la elite antiperonista.

Cuando Perón fue derrocado, el golpe militar y la Asociación Argentina de Boxeo lo sancionaron de por vida. Hay una escena de la brillante película “Gatica el Mono” de Leonardo Favio con el siguiente diálogo: Gatica “¿Porqué me persiguen?” Segunda voz: “Porque usted Gatica estuvo muy metido en política". Gatica: “Si yo nunca me metí en política, yo siempre fui peronista”.

Los últimos años vivió en una villa miseria junto a su segunda mujer y sus dos hijas hasta que la muerte lo encontró a su salida de la cancha de fútbol.

La primera Generación Dorada del básquet
Acaba de estrenarse Tiempo Muerto, un documental que hace justicia a la Primera Generación Dorada del básquet. La historia indica que la Selección argentina liderada por Oscar Furlong y Ricardo González fue una potencia en el básquet. Estuvo en el podio de todos los torneos en que se presentó llegando a ser campeona del mundo en 1950.



Con el arribo de Aramburu y su golpe militar, que arrasó con todo lo que tuviera relación con el peronismo, el básquet no fue excepción. Un apoyo concreto por parte del gobierno peronista había sido extender licencias laborales que permitieran a los integrantes del seleccionado dedicarse por completo y perfeccionarse. Por aquellos años imperaba todavía la regla del amateurismo, por lo que todos los jugadores trabajaban en otras profesiones para mantenerse.
 Este punto del reglamento sería una de las excusas de los militares para castigar a los campeones aduciendo que los jugadores habían recibido favores de Perón, ergo acusándolos de profesionalismo. Los que enorgullecieron a La Argentina con su impecable actuación deportiva, fueron suspendidos de por vida y la Argentina quedó prácticamente borrada del mapa del básquet mundial.
Tuvieron que pasar sesenta años para que el país se recuperara en este deporte. Tiempo muerto, documental de Iván y Baltazar Tokman vuelve sobre ese grupo de hombres que de héroes nacionales fueron enviados al anonimato de un plumazo.

sábado, 23 de junio de 2012

MOYANO Y LOS MEDIOS


Tener bajo el comando un gremio como el de camioneros, es indiscutiblemente manejar mucho poder. En Argentina, el 90% de la economía se moviliza en camiones y se calcula en alrededor de 500.000, el número que hay en el país de estos vehículos. Es uno de los pocos, sino el único gremio, que puede paralizar una sociedad en el término de 24 horas. Sobre esta masa de transporte, Hugo Moyano ejerce una conducción personalista y vertical.

Es bueno recordar que en Chile, fueron los camioneros que con apoyo de la CIA y millones de dólares aportados por Nixon, contribuyeron a derrocar al gobierno de Allende, para instalar una dictadura feroz de corte neoliberal.

Desde un principio, Néstor Kirchner se aseguró de tener a este sindicato de su lado. El gremialista fue leal al gobierno, especialmente durante el lock-out patronal de 2008, que sin el apoyo del gremio, hubiera sido muy difícil para Cristina superar la crisis y permanecer en el poder.

Algo se rompió cuando ella asumió su segundo gobierno, es probable que Moyano esperara algún cargo de relevancia en el gabinete y sólo tuvo que conformarse con que su hijo Facundo asumiera como diputado nacional por el FPV, que no es poco. También es probable que Cristina ya no deseara tener tan próxima a ella a un personaje sospechado de ilícitos y de imagen tan piantavotos. ¿Hubiera Néstor hecho lo mismo?

Desde hace meses Hugo Moyano viene reclamando el aumento del mínimo no imponible y un ajuste del sueldo de los camioneros. Dejó de asistir a los actos presididos por Cristina y es probable que después de varias ausencias hayan dejado de invitarlo.

De aliado del gobierno, pasó a exigir reclamos y el distanciamiento entre el gremialista y Cristina se profundizó.
A partir de ese momento, el monopolio Clarín y el diario La Nación dejaron de atacarlo. Dejó de ser el personaje execrable y pasó a ser un opositor más. Hábiles estrategas, se aplicaron con empeño a profundizar el distanciamiento entre el gobierno y Moyano, sembrando cizaña y horadando los tenues lazos que pudiera unirlos.

Para la prensa mediática era casi vital lograr meter una cuña en esa relación y romperla. Buscaba debilitar al gobierno haciéndole perder un aliado de envergadura. Por más que Cristina y Moyano fueran conscientes que esta campaña estaba destinada a ese fin, era difícil no caer bajo la influencia de la misma y al menos sobre el gremialista, parece haber surtido efecto. Cuando éste declaró un paro de camioneros de 72 horas La Nación y Magneto no cabían en sí de gozo y lo consideraron de su propia tropa.

Moyano fue convocado al programa “A dos voces” en TN del CEO de Clarín conducido por Marcelo Bonelli y Edgardo Alfano, incondicionales en cuerpo y alma de Magneto. Son los mismos que meses antes lo calificaron de mafioso, narcotraficante, soberbio, etc. Si Moyano tuviera dignidad no debería haber asistido a un programa que lo denigró en varias oportunidades, pero no sólo fue, sino que desde esa tribuna lanzó una convocatoria a un paro general para el miércoles siguiente. Una medida de neto corte político donde Moyano fue funcional a los intereses de Magneto.

              Marcelo Bonelli agradece a Moyano su presencia en "A dos voces"


Bonelli y Alfano contemplaban arrobados como con sólo tirarle un poco la lengua al camionero con preguntas arteramente dirigidas, éste se despachaba con frases fuertemente agresivas contra el gobierno. “A la Presidenta le pido que deje de lado la soberbia y nos escuche”, "El 54 por ciento no autoriza a hacer lo que quiera. Un poco de humildad", "Durante la dictadura nosotros peleábamos y ellos estaban debajo de la cama", "El Gobierno es una corte de mitómanos. Mienten y se creen lo que dicen". Todas estas frases merecieron el entusiasta elogio del ultraliberal economista del PRO Carlos Melconian quién compartía la mesa del programa.

El reclamo de Moyano puede ser razonable, el aumento del mínimo no imponible es necesario después de años de inflación, pero el camionero con sus frases y su acercamiento a Magneto, estiró la cuerda a un punto sin retorno. Además, un reclamo justo no justifica la reacción brutal y extorsiva que adoptó; con el agravante de darle la espalda a un gobierno que viene adoptando medidas anticíclicas para evitar el ajuste que afecta a las sociedades de Europa.

El jefe de la CGT, parecería desconocer que su anémica imagen ante la opinión pública difícilmente pueda mejorar a partir de medidas de fuerza que paralizan el funcionamiento del país. La mayoría de los gobernadores, salvo el indefinido Scioli, fuertemente perjudicados por el paro, lo criticaron abiertamente y gran parte de la CGT no le va a dar su apoyo para la convocatoria a la Plaza de Mayo.

El hecho de que el procesado Macri, junto con Cecilia Pando, después de ponerse un broche en la nariz hayan salido en apoyo del camionero, señala la magnitud de su viraje a la banquina desviándose de la buena senda. A esta altura, Moyano tiene que evaluar en que grado está beneficiando a su gremio o hasta que punto es funcional a los grupos que jamás se preocuparon por los intereses de los trabajadores.

En una exhibición rural, junto con los impresentables Benegas y Del Sel, el procesado Macri, apoyó el lock-out camionero 


miércoles, 20 de junio de 2012

PROCREAR Y LA DESINFORMACIÓN MEDIÁTICA


El diario La Nación nunca tuvo mucho prurito sobre la situación de los jubilados. Difícilmente le haya molestado cuando Cavallo redujo en un 15% los ya magros sueldos que cobraba este sector de la sociedad.

Alegremente, junto con el grupo Clarín, el matutino de los Mitre se plegó a la fiesta de las AFJP comprando acciones del paquete. Las AFJP hicieron su propio negocio a costa de los ingresos de los jubilados que no fueron actualizados de acuerdo a la inflación y el costo de vida.

Cuando el gobierno disolvió a estas entidades financieras y decidió que el dinero sería manejado por el ANSES; Clarín y La Nación, afectados en su bolsillo, criticaron duramente la medida. Ocultaron que a partir de entonces el sueldo de los jubilados se fue actualizando permanentemente y que un gran número de ancianos se pudo incorporar al sistema.
La eliminación de las AFJP fue un duro golpe para estos medios. Sus columnistas, no disimulan el disgusto que les produce el hecho de que Cristina siempre marca agenda. Detrás, muy lejos, dando tumbos en desorientado y confuso pelotón, vienen la oposición y el monopolio mediático, tratando de acomodarse de la mejor forma en esta carrera en la que se encuentran tan relegados.

Criticaron con escaso fundamento y nulo resultado la reforma del Código Civil, la Asignación Universal por Hijo, los créditos a las Pyme, la adquisición de YPF y ahora el gobierno les salió con un plan de viviendas que no tiene, por su magnitud, parangón en la historia del país.
Hasta ahora, la banca privada otorgaba préstamos a tasas usureras que hacía imposible que las familias con problemas de vivienda pudieran acceder a la casa propia. El proyecto, llamado PROCREAR contempla la construcción de 400.000 viviendas, las primeras 100.000 dentro de un año a tasas que oscilan entre el 2% y el 14%.

                           Cristina anuncia el plan PROCREAR

Se trata de una reactivación formidable en el rubro de la construcción y la cadena de decenas de industrias relacionadas. Una medida brillante ante un mundo en recesión gobernado por estadistas preocupados por las finanzas y la salud de los bancos y no por los beneficios sociales de sus respectivos pueblos.

Fue una noticia muy dura para el monopolio mediático y La Nación del domingo 17, tratando vanamente de desacreditar el proyecto PROCREAR sacó un editorial rastrero y malicioso para desinformar a la opinión pública. Señala que El Gobierno vuelve a apropiarse de los fondos jubilatorios mientras desobedece a la Corte Suprema, que ordenó actualizarlos, cuando una cosa no tiene nada que ver con la otra. Todo el editorial consiste en una sucesión de información distorsionada para acusar al gobierno de corrupto. Abundan los epítetos de un encono descontrolado, tales como “sadismo político”, “malversación”, “saqueo”, “desparpajo”, “burla”, etcétera.

Hasta ahora, los vanos intentos de este conglomerado informativo para ahuyentar a los candidatos interesados, es un rotundo fracaso, ya que a la semana de lanzado el proyecto, se presentaron más de un millón y medio de solicitudes. Más aún, se ha filtrado información de que algunos caceroleros de Callao y Santa Fé se anotaron en el plan.

La realidad es completamente distinta a las fantasías saturadas de rencor del diario de los Mitre. El programa para la construcción de viviendas PROCREAR contará con dos activos: un aporte inicial del Tesoro Nacional de 3000 millones de pesos y 1826 hectáreas de tierras en todo el país. Con esos recursos, se podrá financiar íntegramente la edificación de quince mil viviendas. El fideicomiso que administrará el Banco Hipotecario bajo la supervisión del Estado buscará financiamiento adicional para responder a la creciente demanda de préstamos a través de la emisión de títulos públicos, denominados Valores Representativos de Deuda (VRD). Además, podrá recibir desembolsos adicionales del Tesoro y nuevos terrenos, como los que donarían las provincias de Buenos Aires y Santa Fe.

El principal comprador de los VRD será el Fondo de Garantías de Sustentabilidad (FGS) de Anses, mal denominado “la plata de los jubilados”. El FGS no se utiliza para pagar jubilaciones, que ya están financiadas. Está compuesto por los excedentes financieros del organismo previsional y los fondos de jubilaciones y pensiones que se encontraban en manos de las AFJP. En 2008, antes de la estatización del régimen de capitalización, sumaban 98 mil millones de pesos. Hoy supera los 210 mil millones de pesos invertidos en títulos públicos (58 por ciento), plazos fijos (10,2), acciones (7,9) y proyectos productivos e infraestructura.

Sería bueno que los editorialistas del diario La Nación recordaran que las AFJP todos los años le pedían dinero al Estado porque debido a su mala administración, siempre estaban en déficit.

Los VRD que emita el Hipotecario contarán con oferta pública y cotización en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Es decir que podrán ser adquiridos por inversores privados, así como por la ANSES para sumarlos a sus activos públicos.
El proyecto PROCREAR tratará de paliar, no sólo el déficit crónico habitacional que padece el país, sino que también incorporará alrededor de 200.000 personas al régimen laboral.
El objetivo es prestar un servicio y no hacer un negocio como el de las extintas AFJP, a las que fuera tan adictas el diario La Nación.

Ver nota de La Nación haciendo click aquí: El saqueo a los jubilados


sábado, 16 de junio de 2012

EL BOMBARDEO A PLAZA DE MAYO

En los días previos al 16 de junio de 1955, se vivía un clima enrarecido en Buenos Aires. Días antes, lo que debía ser una procesión pacífica por Corpus Christi se transformó en una demostración masiva contra el gobierno de Perón.

La multitud convocada frente a la Catedral, estaba constituida por ese núcleo duro que el oficialismo denominaba “gorilas” y que mantenía un odio visceral e irreconciliable con el peronismo, también había ateos confesos y ciudadanos bien intencionados que estaban cansados de demagogia, de dictadura y del control de los medios. Estos últimos, no imaginaban que ese mismo año vendría otra dictadura que suprimiría los partidos políticos, las garantías constitucionales y daría marcha atrás con casi todos los avances sociales logrados por el peronismo.
Desde una ventana de la curia, los obispos Tato y Novoa saludaban felices a la multitud. El enfrentamiento entre la Iglesia y el gobierno había alcanzado su climax.

Entusiasmados por el apoyo de los purpúreos, los golpistas decidieron pasar a la acción. El 16 de junio de 1955, partieron de distintas bases 34 aviones de la Marina de Guerra. Llevaban en sus colas una “V” y una cruz que significaba “Cristo vence”. Tenían el apoyo incondicional de la jerarquía eclesiástica y eso les ayudaba a mitigar el cargo de conciencia de la matanza que iban a cometer.

El enemigo contra el que debía operar esta brigada aérea eran trabajadores, pero también había alumnos que en ese momento salían del Colegio Nacional de Buenos Aires, porque eran las 12.40 del mediodía. Seguramente también se encontraban madres que paseaban a sus hijos por la plaza de Mayo a pesar de ser un día frío y plomizo.

Ese era el adverdario contra el que tuvieron su bautismo de fuego los pilotos argentinos en sus aviones Gloster Meteor, sus propios compatriotas, de cuyo esfuerzo laboral salía el dinero para cubrir el sueldo de aquellos asesinos uniformados.



Entre las primeras víctimas, se contaron los ocupantes de los vehículos de transporte público de pasajeros. Un trolebús repleto recibió una bomba de lleno, muriendo todos sus ocupantes. Se arrojaron 9500 kg de carga mortal, causando la muerte a 355 civiles y un número indeterminado de heridos que hicieron colapsar a todos los hospitales de la ciudad. Debido a que los confabulados no consiguieron bombas de alto poder explosivo, emplearon contra la ciudad abierta bombas de fragmentación de 50 kg de trotil, provocando rápidamente cientos de víctimas y daños materiales. Terminado el operativo, huyeron cobardemente a guarecerse en aeropuertos uruguayos.



Felipe Piña hizo un comentario lapidario sobre el hecho: “Se perpetró el peor ataque terrorista de la historia argentina. Sus autores eran “respetables” militares y civiles que se frotaban las manos imaginándose el triunfo de un golpe militar que devolvería a la “negrada” a los lugares de la que nunca debió haber salido.”



Esa noche personas leales al gobierno, quemaron varias iglesias que dejaron ex profeso sus puertas abiertas para que la gente viera los daños causados por el vandalismo oficialista. Un señor elegantemente vestido, al ver parte de un altar quemado, dijo con voz grave y trágica “en pleno siglo veinte tenemos que presenciar esta barbarie”. Para él, como para muchos que detestaban visceralmente al peronismo, lo que había ocurrido esa mañana en la Plaza de Mayo era intrascendente.

Al día siguiente vino la excomunión del Vaticano, pero no contra los pilotos por la matanza realizada, sino contra Perón, por haber expulsado 3 días antes a los monseñores Tato y Novoa por conspiradores en connivencia con los rebeldes de las Fuerzas Armadas.

Repasando la historia y sin irnos muy atrás, un hecho similar tuvo lugar 18 años antes, cuando el 26 de abril de 1937, la Legión Cóndor de la Aviación Alemana bombardeó la ciudad de Guernica, un objetivo sin interés militar, sólo para evaluar el efecto de un ataque aéreo sobre un determinado blanco.

Hubo sin embargo, dos diferencias entre el ataque nazi y el de los marinos argentinos. Al menos el primero, no fue hecho contra sus propios ciudadanos. La segunda diferencia, fue que carecimos de un Picasso que mostrara al mundo la masacre que ocurrió ese 16 de junio de 1955 en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires.