Gustav
Klimt (1862-1918)
En la Viena de 1907,
Klimt era el pintor más renombrado y su arte estaba pasando por lo que se denominó
la etapa dorada al incorporar pan de oro a la pintura, pero también se la llamó
el período erótico del pintor. Varias obras muestran mujeres, algunas
semidesnudas, otras elegantemente vestidas, pero de todas ellas emana una
seducción que obligan al observador a detenerse largo rato contemplándolas. En
los fondos y en los vestidos hay una carga decorativa extrema y colorida que
hace a las obras más llamativas.
En
ese año de 1907 que coincidía con la belle
epoque vienesa, Klimt pintó un cuadro que pasaría por numerosos avatares
hasta finalmente regresar después de décadas a sus legítimos dueños. El artista
había hecho un retrato de cuerpo entero de Adele Bloch-Bauer, una hermosa y
atractiva joven judía cuyo esposo Ferdinand era dueño de una industria
azucarera y figuraba entre los más ricos de Viena. En la mansión de los
Bloch-Baur se organizaban tertulias donde recalaron personajes como el escritor Stefan Zweig, el compositor
Gustav Mahler, el arquitecto Martin Gropius, el filósofo Sigmund Freud y el
pintor Gustav Klimt con sus discípulos más destacados, Oskar Kokoschka y Egon
Schiele.
Adele-Bloch-Bauer
(1881-1925)
Fue en una de esas reuniones donde Ferdinand le
encargó a Klimt el retrato de su esposa Adele. La solicitud era riesgosa porque
el pintor tenía la fama de llevar a su lecho a todas las modelos y a no pocas
de las que posaban. Si Adele y Klimt tuvieron un affaire, quedó en la
especulación de sus biógrafos, basada en que la Judith semidesnuda que pintó el
artista, lucía un rostro muy parecido al de Adele. Sin embargo, nunca hubo pruebas
concretas de infidelidad por parte de ambos, porque el artista también estaba
casado.
Adele falleció de meningitis a la edad de 43
años, 7 años después de que falleciera Klimt. Ambos tuvieron la suerte de no
llegar a presenciar la terrible tragedia que después de dos décadas caería como
un manto siniestro sobre Europa. Ferdinand convirtió el cuarto de su difunta
esposa en una especie de museo de cuyas paredes colgaban los seis cuadros de
Klimt de la familia: dos retratos y cuatro paisajes. En su testamento Adele
había dejado esas obras en donación al museo Belvedere, pero cuando en 1938 las
tropas nazis entraron en Viena todo cambió.
La
Dama de Oro
Los
Bloch-Bauer, hasta sus parientes más lejanos, fueron eliminados físicamente en
las cámaras de gas de los campos de concentración alemanes, otros se suicidaron
antes de caer en manos de la Gestapo y las SS.
Los tesoros artísticos, joyas, dinero, todo pasó a manos de los jerarcas
alemanes, especialmente del mariscal del aire Goering.
Tres
personas se salvaron: María Altmann que era sobrina de Adele, su esposo Fritz
Altmann, quien fue a parar a Dachau, pero los alemanes lo liberaron cuando su
hermano desde Inglaterra les transfirió su fábrica textil. Ambos consiguieron
subirse a un avión con destino a Colonia y alcanzar la frontera holandesa,
guiados por un campesino en una noche sin luna, siguiendo un riachuelo y unos
cables de espinos. En 1942 se instalaron en California y no volvieron a Europa,
al menos mientras Fritz siguió vivo. El tercero fue Ferdinand quién se refugió
en Suiza. De todos ellos, María es el personaje que adquiere protagonismo en
esta saga del famoso cuadro de su tía.
Durante
los años de postguerra, Ferdinand trató sin éxito de recuperar los Klimt y
antes de morir escribió un testamento en el que desautorizaba el que había
escrito Adele, donde constaba que esas obras estaban destinadas al museo
Belvedere.
Respecto
del recorrido de la pintura, existen al menos dos versiones. Una dice que los nazis, conocedores del valor de la obra,
lo declararon patrimonio austriaco para que fuera imposible sacarlo del país.
La otra versión, quizás la más verídica, sostiene que debido a los intensos
bombardeos aliados sobre las ciudades alemanas, un operativo de las SS, trasladó
gran parte del botín de guerra a una mina de sal situada en el poblado de
Merkel. Cuando los aliados descubrieron la mina, después de un largo y
agobiante proceso de clasificación, fueron devolviendo gran parte de las obras
robadas a sus dueños y el retrato de Adele terminó en el museo Belvedere de
Viena donde permaneció durante 60 años.
Para los austríacos era un orgullo poseer esa
obra de Klimt, ignoraban quien era la hermosa mujer y el cuadro pasó a llamarse
la “Dama de oro”. No sabían que se trataba de Adele Bloch-Bauer, una de las
mujeres más ricas, cultas y distinguidas del imperio Austro-Húngaro.
Terminada la guerra muchos trataron de recuperar
sus colecciones, pero las reglas no habían cambiado. Los cuadros robados
estaban en los museos más importantes del país y sus respectivos directores
eran los mismos que cuando los nazis estaban en el poder.
En el búnker del Belvedere, construido durante el
conflicto para proteger las obras, había documentos que demostraban que cientos
de los cuadros del museo, entre ellos los seis Klimt de los Bloch-Bauer, eran
robados. La existencia de este archivo secreto salió a la luz en 1998 cuando la
disputa de los herederos de Egon Schiele por dos de sus cuadros obligó al
Ministerio de Cultura austríaco a que abriera los archivos. Fue
entonces cuando el periodista Hubertus Czernin descubrió el testamento que
había escrito Ferdinand Bloch-Bauer a su muerte en el exilio suizo en 1945. En
él dejaba los seis Klimts a
sus tres sobrinos.
La escandalosa información encontrada animó a
María Altmann, de 85 años, a contratar un abogado y siendo
la única superviviente tras la muerte de
su hermana, inició demandas contra el
gobierno de Austria. El abogado era Randol
Schoenberg, descendiente del compositor Arnold Schoenberg. El juicio duró 6
años porque el gobierno y el pueblo austríaco consideraban que el país no podía
prescindir de la obra. Finalmente, en 2006 mediante un arbitraje, Austria
devolvió las 6 obras de Klimt a su legítima heredera.
María Altmann con el famoso
cuadro
Pronto
María se dio cuenta que por los impuestos y los seguros, le era imposible
conservar los cuadros y vendió la Dama de Oro al director de la Neue Galerie en
135 millones de dólares. Fue una de las subastas más mediáticas de la historia.
Hoy
constituye la principal atracción de ese museo de la Quinta Avenida para
deleite de todo aquél que quiera admirar una obra maestra de la pintura
universal: el retrato de Adele Bloch-Bauer, la tía de María Altmann.
La asombrosa historia detrás de un cuadro de
Klimt. Semana 02/03/2016. http://www.semana.com/cultura/articulo/la-asombrosa-historia-detras-del-retrato-de-adele-bloch-bauer-de-klimt/428906-3
Film
La Dama de Oro. Director Simon Curtis. Años 2015 con Heleln Mirren como actriz
principal.
No hay registros en la historia argentina de que en tan poco tiempo, el gobierno del payaso bailarín de los globos amarillos, se haya vuelto tan impopular por incapacidad, corrupción, mentiras e insensibilidad social.
ResponderEliminarLa gente clama para que se vaya y una de las alternativas que se esgrimen por ahí es la de llevar a cabo piquetes en todas las rutas, como hicieron los campestres en 2008, pero infinitamente más extendido y prolongado.
Contigo Julito de LAFERRERE!..HAY QUE TRATAR DW HACERLE ENTENDER AL RETRASADO MENTAL QUR VERGONZOSMENTE SE ATREVE A REPRESETARNOS....SALUDOS RICARDO!
ResponderEliminarGracias por hacer más conocida esa historia, Ricardo. Me enteré por primera vez de ella durante un curso que estoy tomando sobre crimen y arte. Allí se explicó como los nazis robaron especialmente de las colecciones de arte de los judíos.
ResponderEliminarAbrazos,
Ricardo, como siempre tus notas son conmovedoras, especialmente cuando uno no deja de sorprenderse la destrucción humana y material de la guerra, y más conmueve cuando sucede en la guerra donde no solo trataban de proteger su vida sino también el arte. En momentos de nuestra querida Patria sufre miserias y sufrimientos montan un show Ningún mandatario extranjero viene a los festejos y Macri debe conformarse con el ex rey Juan Carlos, que representa solo el colmo de la idiotez. En el Día de nuestra independencia el gobierno nacional aspira a cederle una base militar en ese hermoso lugar, que es Ushuaia, donde estuve castigado cumpliendo el servicio militar. No supieron ellos el reglo que me hicieron. Un abrazo
ResponderEliminarInvitar al decrépito rey Juan Carlos a la fiesta del 9 de julio es como invitar a Isabel II a las festividades yankis del Día de la Independencia, con la diferencia que al menos la monarquía inglesia no goza del desprestigio de la española. A propósito, parece que el gobierno le dio más importancia al acto en la embajada de USA que a los actos del 9 de julio
EliminarMuy bueno!!!!!
EliminarSé, querido Ricardo, lo mal que te pone todo lo que está pasando. Lo
Eliminardecís en tus permanentes misceláneas, voz a la vez de impotencia, de
rechazo y de lucha; le decía hace una rato a Marcos, "pasando el 9 de julio
con Macri y " sus secuaces", como diría Ricardo".
Sí Mary, qué tanto luchó y dio otrora y desde muy joven. Hasta el corazón.
En fín, amigos, que vemos que con estas políticas económicas ni siquiera tenemos
la oportunidad de equivocarnos.
En este 9 de julio de 2016.
Un abrazo. Edith.
Muy interesante,como siempre,"El Mordaz". Aporta,a quienes lo leemos, Cultura e Información tan escasas en estos momentos ,en que la mentira y la destrucción de la verdad se pasean por las vidrieras de los medios informativos.Te mando un abrazo grande por lo que haces y por supuesto Muchas Gracias
ResponderEliminarEntre los defectos que tenemos los argentinos, se incluye el de ser mentirosos. Resulta que ahora NADIE VOTÓ A MACRI
ResponderEliminarComo siempre tu acertado comentario sobre la realidad desmesurada y tragica que nos agobia...hoy desperté pensando ,casi obsesivamente,que jamás conocí
ResponderEliminarun presidente más Antiargentino ,absurdo monigote ,estrafalario y patético que la democracia haya permitido (????!!!!) que nos represente....Abrazo!Mercedes
Me gustaría saber la verdadera historia de cómo pasó la obra desde el Belbere a la Neue Galerie. De la rapiña de un imperio a otro
ResponderEliminarLeé´bien el artículo y te vas a dar cuenta
EliminarFrente a la Casa de Tucumán el 9 de julio, Macri se dirigió al ex rey Juan Carlos mientras le decía ¡Querido Rey, me imagino la angustia de nuestros próceres en el momento de independizarse de la madre patria!
ResponderEliminarEstuve buscado datos sobre este comportamiento de nuestros patriotas y comprobé que Macri tenía razón. Aquí describo algunas evidencias:
Es el 5 de abril de 1818, en los cerrillos de Maipo y cerca del mediodía. El general Juan Gregorio de las Heras contempla el rostro demudado de San Martín y le pregunta: “¿Porqué lo veo tan triste mi general?, estamos por iniciar el combato contra Osorio y usted necesita mejorar su ánimo”. San Martín le contesta: “¿No se da cuenta Las Heras que esta batalla puede definir nuestro futuro y terminar con la dependencia de España? ¡Cuánta angustia de solo pensar que seremos libres!”
Juan José Castelli le transmite a Cornelio Saavedra que toda España está en manos de Napoleón. Saavedra exclama: “Eso significa que es el momento de declarar nuestra independencia, pero la angustia me encoge el corazón, ¡pobre virrey Cisneros, vamos a tener que derrocarlo!
El general Belgrano hacer jurar a su tropa, a orillas del río Paraná, la nueva bandera azul y blanca mientras exclama:¡Qué dolor, cuanta angustia ya no tendremos más el pabellón de España!
jaja, muy bueno...!!!
EliminarAbrazo
Jajajaja… excelente! Lo reenvío a mis contactos.
EliminarAcá en México no hubo ese tipo de repugnantes veleidades entre nuestros próceres de la independencia.
EliminarContra el tarifazo y el gobierno de los ricos para los ricos.
ResponderEliminarPara todas las personas de bien que viven cerca de la quinta presidencial nos reunimos mañana a las 19 horas en avenida Maipú frente a la entrada principal.
Hasta la victoria siempre
Nos vemos
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