lunes, 26 de octubre de 2015

VIVIR EN LA FRANJA

Recrudecimiento de la violencia
En las últimas semanas volvió a recrudecer el enfrentamiento entre palestinos e israelíes. En una especie de “intifada” de los cuchillos, habitantes de la Franja de Gaza agredieron a cuanto israelí se les puso en el camino. Otros se limitaron a lanzar piedras con la mano o con el uso de hondas. Contra estos ataques utilizando armas primitivas, el ejército israelí respondió con fusiles y ametralladoras de última generación provistos por Estados Unidos. La relación siempre es la de un muerto israelí contra cinco palestinos, porque el ejército no toma prisioneros, ni les sacude bastonazos, ni les dispara a las piernas. Ante la menor sospecha de amenaza o provocación tira siempre a matar.

Piedras contra ametralladoras y tanques

La región vive una oleada de tensión desde principios de septiembre en torno a la disputada Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, que los musulmanes conocen como Noble Santuario y los judíos como Monte del Templo. En los últimos diez días, la escalada se recrudeció de forma dramática con manifestaciones y enfrentamientos en decenas de focos en Jerusalén este, Cisjordania y Gaza, en los que murieron decenas de palestinos (seis de ellos en ataques a israelíes) y cientos sufrieron heridas de munición real y balas de goma recubiertas de metal disparadas por soldados israelíes. En ese mismo período murieron cuatro israelíes y más de 20 resultaron heridos en ataques palestinos.

También hay una docena de heridos entre los miembros de la minoría árabe de Israel, bien por ataques de nacionalistas judíos o en enfrentamientos con las fuerzas del orden en las más de una decena de manifestaciones de los últimos días.
Para comprender este comportamiento desesperado de los palestinos que inducido por una fuerte carga de odio, arriesgan su vida ante una relación de fuerzas totalmente dispares,  hay que conocer cuál es la situación de los habitantes de la Franja de Gaza.


Buscando donde vivir

Un territorio muy pequeño
La zona que comprende a la llamada Franja de Gaza tiene una superficie de 360 km2 y es todo lo que resta de lo que fue Palestina bajo el mandato británico. Se extiende a lo largo de 50 kilómetros de la costa del Mar Mediterráneo y el ancho varía entre 6 y 12 kilómetros. Hacia el este linda con el estado de Israel que construyó un gigantesco muro de separación.

El plan de partición de 1947 incorporó la ciudad y una franja costera (superior en tamaño a la actual), al Estado Árabe que debía nacer, pero nunca nació. Con la creación del Estado de Israel en 1948, llegaron cerca de 200.000 palestinos que se refugiaron en la Franja. Es así que de una población original de 80.000 personas, ese territorio alberga cerca de dos millones de habitantes y se transformó en una de las zonas más densamente pobladas del planeta, con altos índices de pobreza y desocupación. Pese a que la mayoría de sus habitantes recibe ayuda de Naciones Unidas en su condición de refugiados, la población se esfuerza por sobrevivir más que de vivir.
                               La Franja 

Se encuentran aislados del mundo, encerrados en lo que muchos definen como una cárcel a cielo abierto cuando desde 1991 quedó virtualmente clausurada al exterior. Un porcentaje importante de la población tiene autorización del Estado de Israel para trabajar como mano de obra barata en su territorio, el resto no sale porque el ejército israelí lo impide y no son pocos los casos de enfermos que murieron en los puestos fronterizos a la espera de la autorización que les permita ingresar. Tampoco se puede entrar a la Franja y en varias oportunidades, barcos con ayuda humanitaria fueron atacados por naves de guerra israelíes.

La economía de la Franja es precaria ya que Israel permanentemente pone trabas al flujo de materias primas y bienes de capital. Ni siquiera los medicamentos y el material para el mantenimiento hospitalario se libran de rigurosos controles e impedimentos.

La electricidad, el agua, el gas y los combustibles siguen llegando de Israel, siempre a cuentagotas. El bloqueo se asocia con bombardeos que destruyeron gran parte de la infraestructura urbana, como las plantas de energía, industrias, hospitales, mezquitas, incluyendo el aeropuerto internacional que quedó inoperante desde 2001.

El muro
Se empezó a construir en 2002 con el argumento de que había que frenar los ataques suicidas palestinos realizados principalmente por HAMAS. A lo largo de cientos de kilómetros, el muro está compuesto por segmentos de hormigón y otros de alambrados. Las partes de cemento tienen ocho metros de altura, lo que equivale al doble del muro de Berlín. Las de alambre se asemejan a una frontera entre dos países con un cerco en el medio de unos tres metros que en varios sectores está electrificado. A ambos lados hay caminos para el desplazamiento de vehículos militares y toda esta estructura abarca un ancho de aproximadamente 50 metros con variaciones, según la presencia de torres de vigilancia y otras estructuras.

El muro no se edificó sobre la línea de frontera internacional que reconoce Naciones Unidas para delimitar al Estado de Israel. En su mayor parte se encuentra en territorio palestino y con tantos recovecos que una vez finalizado su extensión superará los 600 kilómetros. Esto significó la expropiación de miles de hectáreas sembradas durante décadas por campesinos árabes y se demolieron todas las casas que estaban en su trayecto.

El muro no es lineal, entra en las ciudades y las atraviesa, rodea barrios enteros y traspone campos cultivados. Por lo tanto, no solo separa a palestinos de israelíes sino que también entre los propios palestinos. En 2004, la Corte Internacional de Justicia de la Haya dictaminó que el muro es ilegal y contrario al derecho internacional, pero Israel jamás acató dictámenes de esta institución o de la ONU.


                        La odisea de salir

Esta nueva intifada refleja la situación de una juventud palestina que escapa a cualquier control político, y expresa su cólera contra la ocupación y la colonización israelíes. Entretanto, la comunidad internacional sufre enormes dificultades para hacer oír sus llamados de paz en este conflicto. El secretario estadounidense, John Kerry, mantuvo una conversación telefónica por separado con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, para pedirles que hagan lo posible para restaurar la calma. Por su parte, el presidente estadounidense, Barack Obama, “se declaró preocupado” por la situación en la región. “A largo plazo, el único medio por el cual Israel puede verdaderamente garantizar su seguridad, y el único medio por el que los palestinos pueden realizar las aspiraciones de su pueblo, son dos Estados conviviendo juntos en paz y seguridad”.

Estas palabras bonitas expresadas por el "Premio Nobel de la Paz", no sirven absolutamente para nada y están cargadas de hipocresía porque, ni el Primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ni el presidente de Estados Unidos harían el menor movimiento para frenar la violencia. Ninguno de los dos está dispuesto a considerar a la Franja de Gaza un país libre e independiente, derribar el muro y establecer un libre comercio con Israel y el resto del mundo.

Que el estado de Israel está absolutamente empeñado a boicotear todo tipo de arreglo con la Franja, lo acaba de demostrar la disparatada declaración mesiánica de Netanyahu al decir en un foro sionista que los árabes indujeron a Hitler para que llevara a cabo el genocidio.


                                  Benjamín Netanyahu

El informe sobre la situación socioeconómica de la Franja de Gaza y del muro se obtuvo del libro de Pedro Brieger: “El conflicto palestino- Israelí. Capital Intelectual 2015, Buenos Aires. Brieger es un periodista y sociólogo argentino, titular de la Cátedra de Sociología de Medio Orientede la UBA, colaborador de diarios y revistas y conductor del programa Visión 7 Internacional. De origen judío vivió 11 años en Israel, hizo experiencias en un Kibutz y quedó profundamente desilusionado de la política de Israel con los palestinos.

Otras fuentes:
Otra muerte en la Franja. Página 12, 16/10/2015.
Diez días de odio y violencia. Página 12, 11/10/2015.
Crece la violencia en Palestina ocupada. Página 12, 18/10/2015.
Beatriz Lecumberri. El miedo y la tensión habitan en cada calle de Jerusalén. La Nación, 18/10/2015.

Polémica de Netanyahu por el Holocausto. La Nación 22/10/2015.

1 comentario:

  1. Hola Ricardo! Cómo andás?
    La próxima nota va a ser "Vivir en la Provincia de Buenos Aires"? Qué desastre,.....
    Abrazo

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