El Kärntnertortheater
o Teatro en la Puerta de Carintia, llamado así porque está situado junto a
las murallas de la ciudad de Viena y muy próximo a la Puerta de Carintia, si bien representó las óperas de Mozart, se
dedica mayormente a la lírica italiana, porque su director, Domenico Barbaja
venía del Teatro de San Carlos de Nápoles. Después de un incendio fue
reconstruido y ahora se llama Teatro de
la Corte Imperial de Viena.
El
Kärntnertortheater en la época de
Beethoven
Pero esta noche del 7 de mayo de 1824 se hará una
excepción, está anunciada la representación de una sinfonía, llamada la Novena
del compositor alemán nacido en Bonn, Ludwig van Beethoven. La obra había sido
comisionada por la Sociedad Filarmónica de Londres y se suponía que se
estrenaría en Inglaterra, pero amigos y admiradores de Beethoven le rogaron que
lo hiciera en Viena.
El teatro está a punto de pasar a la historia al ser
la primera sala en estrenar una de las obras más importantes de la música clásica. Si bien el público y autoridades ignoran la
magnitud del acontecimiento, existe gran expectativa en la audiencia porque
Beethoven ya es mundialmente reconocido y además hace más de 12 años que no
sube a un escenario. Existe otra circunstancia que atrae la curiosidad del
público: hace 5 años que la sordera del compositor se ha vuelto total. ¿Cómo
sonará esta obra escrita en la imaginación de su cerebro, sin un piano para
sentir su sonido? ¿Qué pasará si resulta un mamarracho?
Hacía
años, incluso antes de que la sordera empezara a atormentarlo que Beethoven
soñaba con una sinfonía que incluyera un coro. Un himno a la alegría y a la
fraternidad universal. La Revolución Francesa de 1789 con la toma del poder por
la burguesía, produjo un impacto profundo en otros países europeos. Los principios
ideológicos de la ilustración son recogidos también en la Declaración de
Independencia de los Estados Unidos. Las ideas de libertad, igualdad y
fraternidad prenden en las nuevas generaciones que tienden a derribar el
absolutismo. Desde mediados del siglo XVIII tiene lugar en Inglaterra la
Revolución Industrial que crea nueva polarización entre patronos y obreros y
dará lugar a nuevos conflictos sociales. El movimiento cultural Sturm und Drang (tempestad y emoción),
en las décadas finales de siglo supone la disolución de las formas cortesanas
acentuando la libertad y el sentimiento y rechazando el racionalismo riguroso,
anticipa lo que será el romanticismo.
Beethoven
encarna el tránsito del estilo clásico al estilo romántico rompiendo el esquema
cerrado de las formas musicales para adaptarlas a esta incipiente libertad
individual. Es el segundo músico después de Mozart que vive de lo que produce componiendo y dando clases. Ambos han creado un precedente en el oficio de
compositor, despegándose del mecenazgo al que estaban sometidos los músicos de entonces como Haydn, Bach, Salieri y muchos otros, ocupando en los palacios cargos que
jerárquicamente estaban por debajo del que tenía el cocinero real.
La sordera
del compositor, su fama, la incertidumbre ante el resultado de su obra y el
hecho de que por primera vez se incorpora un segmento coral en las sinfonías,
generan enorme curiosidad en el público. La sala está abarrotada
de celebridades, aristócratas, nobleza y sangre real. Nadie quiere perderse el
estreno de la esperada sinfonía y de la que se presume que sea la última
aparición pública del genio alemán, como efectivamente así ocurrirá.
Además la
obra tiene características particulares, es más larga y compleja que cualquier
otra sinfonía que se haya realizado en la historia. La orquesta tiene mayor
número de instrumentos, pero el aspecto más destacado es la inclusión de un
coro y solistas vocales en el último movimiento. Está basado en el poema de Friedrich
Schiller “Oda a la alegría”. Beethoven es el primer compositor en introducir
esta innovación en una sinfonía. Es el resultado de dos años de trabajo
minucioso rodeado de un silencio absoluto.
El poeta, historiador, filósofo y dramaturgo Friedrich
Schiller (1759-1805)
Antes
de comenzar, el director quién presentía que Beethoven incapaz de permanecer
inactivo podría subir al escenario para dirigir los tempos, había prevenido a
los miembros de la orquesta que no prestaran atención al compositor.
Comienza
la ejecución de la pieza y Beethoven, entusiasmado sube al escenario y comienza
a marcar el ritmo con movimientos desmesurados. Por momentos alza los brazos al
cielo para luego inclinarse hasta casi rozar el suelo. Parecía que quisiera
tocar todos los instrumentos y cantar todas las partes del coro.
El
primer movimiento se abre con un clima oscuro, pero que se aclara y afirma más
adelante. El segundo no es lento, como clásicamente se estipula, sino que se
trata de un scherzo muy vivaz, con forma de fuga. En su parte media hay un trío
que parece un himno. Sigue un movimiento de adagio, pensativo y melancólico,
para acabar en el cuarto movimiento, donde surgen nuevamente los temas de los
movimientos anteriores, como antepuerta de una melodía nueva, de alegría
fraternal, que cantan solistas y coro.
Terminada
la obra, hay unos segundos de silencio hasta que el público se recupera del
encantamiento en el que está sumergido y estalla una enorme ovación. Los
sombreros vuelan por el aire y las lágrimas asoman en los ojos del público, de
los músicos y del coro. Beethoven está de espaldas no oye nada, solo sabe que
la obra ha concluido. Entonces la contralto Caroline Unger, se le acerca
emocionada, toma la mano del compositor y lo hace girar hacia el público y
Beethoven toma conciencia del enorme éxito de su obra.
La contralto Caroline Unger
En el año
1972 se nombró a esta sinfonía como el himno de la Unión Europea. Además, se trata de la única composición musical que ha sido declarada Patrimonio de
la Humanidad por la UNESCO.
La Novena Sinfonía ahora viaja hacia las estrellas
de nuestra galaxia, en un disco dentro de la sonda espacial Voyager, para
mostrar a otras inteligencias del universo que los hombres de la tierra pueden
crear cosas sublimes.
Ludwig Van Beethoven (1770-1827)
Esteban Buch. Beethoven’s Ninth.
A political history. http://www.press.uchicago.edu/Misc/Chicago/078124.html
David
Nelson. The Unique Story of Beethoven’s Ninth Symphony. In Mozart’s footsteps. http://inmozartsfootsteps.com/2472/the-unique-story-of-beethovens-ninth-symphony/
Beethoven. Enciclopaedia
Britannica. Macroaedia volumen 14. 1995, Chicago.
Maynard
Solomon. Beethoven. Javier Vergara, Buenos Aires 1983.
Jorge
Maranto Iglecias. Curiosidades de la Novena Sinfonía de Beethoven. 15/04/2011. http://marantoi.wordpress.com/2011/04/15/curiosidades-de-la-9a-sinfonia-de-beethoven/
Hola RIcardo...la verdad es que te agradezco enormemente me envies tus trabajos, este de Beethoven hoy domingo me vino muy bién....por la emoción que me causa y le paso a un buen número de amigos. ¿como andan ustedes?.....ya con bis nietos?......yo si.....la idea que se me cruzó es por que no le mandas este artículo a Victor Hugo Morales ..digo este como el es un melómano tal vez le entusiasme tu trabajo.....bueno es una idea de mi particular entusiasmo
ResponderEliminarUn cariño para Ustedes
Gracias por tu salido Martha, pero seguro que Víctor Hugo conoce esta historia
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ResponderEliminarComo siempre excelente artículo y rigurosa investigación, escrita a modo de "thriller" que despierta la curiosidad y aumenta el interés. Fueron nobles los propósitos de Beethoven, pero cuan lejos estamos de conseguir lo que él y Schiller predicaban. En fin, no nos desalentemos y sigamos luchando para que esto sea posible, Abrazo GRande, Miguel V
Hermosa historia. Ovación merecida!
ResponderEliminarGracias Ricardo, felicidades por su blog.
Un abrazo!
Nancy
Hermoso tu comentario!.Como siempre lo haces:con el informe ,completo y presisa,y el enorme respeto que teprovoca esta maravollosa obra del genio de Bon.¡gracias por esa dedicacion y sensibilidad,querido Ricardo!con admiracion y cariño! Mercedes
ResponderEliminaracabo de mandarte mi comentario,pero,parece que no lo hice bien el envio.,espero sepas comprenderme querido Ricardo,ya que estuve lejos de el uso de mi compu.Te felicito y agradezco otra vez entonces,por tu trabajo :el comentario sobre la Novena:COMPLETO;HERMOSO;como correspondiaa asemejante obra !Te confieso :me case con elAdagio...Un abrazo Mercedes
ResponderEliminar¡Excelente artículo! Me dio ganas de volver a escuchar la Novena ya mismo...
ResponderEliminarMagnífica la sinfonía #9 y el ensayo histórico que escribiste en Mordaz acerca de ella. Gracias por mandarme el blog.
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