Rafael
Leónidas Trujillo forma parte de la triste y siniestra serie de gobernantes-dictadores,
a quienes Washington y el Pentágono cuando se refieren a uno de ellos, lo hacen
con la famosa frase: “es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”.
Trujillo fue el producto de Estados Unidos, surgido de la Guardia Nacional,
institución creada por el país del norte, cuando invadió con sus marines la
República Dominicana en 1916.
Dentro de la Guardia Nacional, Trujillo hizo una
carrera meteórica en el escalafón militar, a tal punto que cuando las fuerzas
norteamericanas se retiraron físicamente, aunque no económicamente, del país, lo
dejaron a cargo del gobierno.
Rafael Leónidas Trujillo
(1891-1961).
Mediante
elecciones fraudulentas, se mantuvo en el poder durante 30 años y su régimen,
uno de los más sangrientos de América se basó en tres pilares: el
anticomunismo, la represión a toda oposición y el culto a la personalidad.
Durante un par de décadas tuvo su apogeo, logrando incluso firmar un concordato
con el ultraconservador Papa Pio XII. Fue una época de carta blanca por parte
de Washington y con la iglesia de su lado en que aprovechó para amasar una de
las mayores fortunas del mundo.
Pío XII y Trujillo cuando firmaron el Concordato en 1954
En
este contexto histórico, tres mujeres enfrentaron el poder ilimitado de
“Chapita”, así llamado por su afición a las condecoraciones y medallas. Su
actuación las convirtió en heroínas y mártires. Me refiero a las hermanas
Mirabal, conocidas como las Mirabales. La última de ellas Dedé, recientemente
fallecida el 1 de febrero de 2014, no forma parte de esta historia porque no se
involucró en política y no luchó contra el régimen de Trujillo, lo que le
permitió sobrevivir. En rigor las Mirabales fueron tres: Patria Mercedes,
Minerva y María Teresa, nacidas en 1924,1925 y 1926, respectivamente. Sus
padres fueron Mercedes Camilo y Enrique Mirabal, hacendado y comerciante de
buena posición económica.
Patria Mercedes, Minerva y
María Teresa
El
calvario de las Mirabales tiene fecha de inicio precisa: el 12 de octubre de 1949,
cuando toda la familia fue invitada a un baile organizado por Trujillo en el
palacio de un hacendado adicto al régimen. Existían evidencias de que el
dictador había puesto el ojo en la belleza de Minerva, pero rechazar la
invitación podía traer serias implicancias y el grupo familiar no tuvo más
remedio que asistir.
Parte de lo que trascendió
en aquella fiesta es leyenda. La versión extrema se da en la película “En el
tiempo de las mariposas”, una excelente biografía novelada que muestra que
durante la escena del baile, Trujillo le acarició las nalgas a Minerva,
interpretada en el film por Zalma Hayek, y ella reaccionó aplicándole una
sonora bofetada frente a todos los invitados. La versión moderada relata que
Minerva fue descortés con el dictador y le solicitó que “dejara tranquilo a ese
joven inteligente y preparado que era Pericles Franco”, por entonces su novio y
militante contra el régimen, solicitud que molestó profundamente a Trujillo.
Al día siguiente de la
fiesta, un senador del régimen se presentó a casa de Enrique a indicarle la
necesidad imperiosa de que enviara un telegrama a Trujillo disculpándose por
haber abandonado la fiesta con su familia por "motivos de salud". Aun
así, Enrique fue detenido ese mismo día y trasladado a la Fortaleza Ozama en
Santo Domingo.
Seguidamente, Minerva,
varias de sus amigas y su madre fueron también detenidas y trasladadas al Hotel
República, en la misma ciudad, donde permanecieron bajo arresto domiciliario.
Las prisioneras fueron investigadas sobre las posibles relaciones de Minerva
con miembros del Partido Socialista Popular y, particularmente, con el
dirigente comunista Pericles Franco. Minerva y sus dos hermanas tenían contacto
con esta agrupación que actuaba en la clandestinidad. A ellas se las conocía
con el seudónimo de “Las Mariposas”.
Un riguroso espionaje se
ejerció sobre la familia y dos años más tarde fueron nuevamente encarceladas y
esta vez el encierro duró tres semanas. Enrique Mirabal fue sometido a
numerosas humillaciones y presiones económicas que lo demolieron física y
psíquicamente, causándole la muerte a sólo 4 años de aquella fatídica fiesta.
A pesar del espionaje y de
la inestabilidad en que vivían, dos de las Mirabales Minerva y María Teresa,
desarrollaron carreras universitarias en Derecho y Arquitectura,
respectivamente. Minerva se recibió con honores, pero Trujillo no le otorgó el
diploma, impidiéndole ejercer la profesión. Durante ese período, Minerva contrajo
matrimonio con Manuel Aurelio Tavares y María Teresa, lo hizo con Leandro
Guzmán, ambos militantes izquierdistas. Por entonces, las Mirabales estaban
fuertemente involucradas en el movimiento 14 de junio que se había organizado
para derrocar a la dictadura.
Los últimos años de la década de los cincuenta fueron de inquietud
social en toda América Latina. La caída de varios dictadores y el triunfo de
Fidel Castro en Cuba levantaron la esperanza de cambios profundos en el
continente. En 1960, el régimen hacía agua por los cuatro costados y en
su desesperación el dictador aumentó los arrestos y las torturas a las cuales
no escaparon las Mirabales y sus esposos.
Posteriormente, por presiones
internacionales de la OEA y de la Iglesia local, que ahora se oponía al
régimen, las Mirabales y otros militantes fueron liberadas, pero sus sentencias
de muerte estaban selladas. El 25 de noviembre de 1960, Minerva,
María Teresa y Patria Mercedes, partieron de nuevo hacia Puerto Plata a visitar
a sus maridos presos. Para tal ocasión contrataron un jeep, pues la carretera
elegida era difícil y se encontraba en mal estado.
En el camino de regreso
fueron interceptadas e introducidas violentamente en una camioneta. Las
llevaron a un descampado donde fueron asesinadas a garrotazos y sus cadáveres fueron
introducidos en el jeep que fue despeñado en un barranco para simular un
accidente. El asesinato de las Mirabales tuvo enorme repercusión en la sociedad
dominicana y precipitó la caída del régimen.
A partir de 1960, el gobierno de los
Estados Unidos consideró que Trujillo no solo había dejado de ser beneficioso,
sino que ya era contraproducente, y le soltó la mano.
El
abrazo de dos sabandijas: Richard Nixon y Trujillo
El martes 30 de mayo de 1961, a las
9:45 de la noche, en el km 9 en la carretera de Santo Domingo a San Cristóbal,
el auto en el que viajaba, fue ametrallado en una emboscada por un operativo
organizado y armado por la CIA. El imperio había cambiado de táctica, los
desembarcos de marines se habían convertido en procedimientos demasiado burdos.
El 25 de noviembre fue proclamado Día
Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, aprobado
por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1999, a
propuesta de la República Dominicana con el apoyo de 60 países.
Mi País. Biografía. Las hermanas Mirabales. http://www.jmarcano.com/mipais/biografia/mirabal3.html
Herberth
Perez. Historia de las hermanas Mirabal. http://www.heberth25.tripod.com/id16.html
EL RELATO ES MUY INTERESANTE, PERO YA ESTAMOS TAN ENERVADOS CON EL DISPARATE QUE ESTÁ OCURRIENDO EN NUESTRO PAÍS, QUE ES DIFICIL METERSE EN OTRO TEMA
ResponderEliminarGRACIAS
Estimada:
EliminarComprendo su preocupación y fastidio por el bombardeo permanente de los medios hegemónicos tratando de posicionar a Nisman como héroe de la patria como San Martín. Que yo sepa San Martín no iba todos los meses a la embajada de Estados Unidos a recibir indicaciones. No me voy a dejar llevar por esta vorágine golpista, el blog también trata temas de historia, arte y cultura y los seguiré desarrollando.
El primero de marzo vamos a reventar la plaza y aledaños
Cordialmente
Muy bueno tu artículo!!!! no ocurrió hace tantos años de modo que es más que pertinente recordar ciertos procedimentos.
ResponderEliminarMuy cordialmente
En 2005, cuando Jorge Lanata no era tan mercenario como ahora, publicó un artículo en Perfil denunciando al fiscal Lisman por inoperante, por desviar las pistas, por sus contactos con la CIA y el Mossad y porque los familiares de los muertos de la AMIA se sentían burlados por este señor ahora devenido en héroe por algunos incautos o mal intencionados que fueron a la marcha del 18f.
ResponderEliminarLanata y otros deberían ser incluidos en los programas de enseñanza de periodismo, para que los alumnos tengan en claro lo que jamás debe hacer un buen periodista.
ResponderEliminarLa marcha del 18f no fue por Nisman y menos por los muertos de la AMIA, de los cuales ni se habló, fue para avalar al grupito de fiscales corruptos que la encabezaron
El domingo todos a la Plaza!!! ( del Congreso, que es donde va a hablar Cristina) y luego a Plaza de Mayo.
ResponderEliminarY nada del Silencio que es lo se hace cuando no se tiene nada que decir!
hola Richard como estas te saludo tantísimo tiempoBIEN POR RAFECAS.LO VAN A FUSILAR CLARIN Y LA NAZION.EN FIN.DOMINGO 10 HS ME LEVANTO TEMPRANITO Y AL CONGRESO
ResponderEliminarDOMINGO TODOS TEMPRANO AL CONGRESO PARA APOYAR NO SÓLO A CRISTINA SINO PARA NO DEJAR EN BANDA A RAFECAS!!!
EliminarEl juez Rafecas cuya bohonomía y profesionalidad están fuera de toda cuestión, acaba de desestimar la denuncia del fiscal Nisman por mamarracho sin sustento alguno. Muchos ya lo sabían y por eso se convocó a la marcha del 18f en forma apresurada, había que aprovechar el intervalo antes de que el castillo de naipes elaborado por el fiscal fetiche se desmoronara ante el menor soplido. Ruge de de odio y frustración el gorilaje.
ResponderEliminarToma fuerza la hipótesis del suicido al comprobar Nisman que le vendieron pescado podrido y que no le llegó la información que le iban a completar.
Se acabó la farsa: juez desestima denuncia contra Cristina Fernández, Héctor Timerman, etc., por “inexistencia de delito” y no reunir “las mínimas condiciones para iniciar una investigación penal”.
ResponderEliminarCon el intento de restauración conservadora, vendrá esto y mucho más contra los gobiernos progresistas de la Patria Grande.
¡Prohibido olvidar!
¡Hasta la victoria siempre, Argentina querida!
Comparar a pollicita con Rafecas es como comparar a Escursionistas con el Barcelona
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