De
nuestro reciente viaje a Lima hay varios temas que merecen ser destacados. No
es mi intención transformar el relato en un informe turístico, ya que cualquier
guía lo puede hacer mejor y en forma más acabada. Los aspectos que seguidamente
señalaré son los que al menos para nosotros resultaron relevantes.
Comenzaré
por el casco antiguo de la ciudad que conserva construcciones que datan de
fines del siglo XVI. Hay partes muy pintorescas y otras tienen aspecto casi
sórdido, que se asemejan a los alrededores de la estación Constitución en
Buenos Aires, pero con la diferencia de que la ciudad es sumamente limpia,
mientras que nuestra capital, entre la desaprensión de los porteños y el
mediocre servicio de limpieza, ofrece en algunas zonas, un aspecto definitivamente sucio. Se destaca
el interés de los municipios por tener plazas y bulevares impecables con
abundantes y exquisitos adornos florales.
Adornos florales de Miraflores
Plaza San Martín, con la estatua ecuestre del Libertador y una de las más bonitas
El
transporte merece un capítulo destacado por su condición anárquica y su amplia
y pintoresca gama de medios. En el tope de calidad se destaca el Sistema
Metropolitano que cuenta con ómnibus articulados de gran capacidad que circulan
por corredores exclusivos y de tránsito rápido. Algo similar, pero con unidades
flamantes y sin talar ningún árbol, a diferencia del proyecto local del
procesado Jefe de la Ciudad.
En
orden de calidad descendente, circulan ómnibus semejantes a los nuestros,
aunque muchos de ellos se encuentran en estado de deterioro lamentable. Le siguen
una especie de combis, la mayoría de ellas en condiciones aún más deplorables
con asientos y espacios estrechísimos. En su interior, la altura apenas araña el
metro setenta, lo cual es aceptable para la mayoría de los peruanos, pero
resulta insufrible para cualquier turista que excede esa talla. Junto con el
conductor hay un guarda que viaja en el estribo, con medio cuerpo afuera y que
se baja en cada parada (paradores en Lima), pregonando a los gritos el
recorrido.
Las populares combies
Tomamos
uno de estos vehículos, que pululan por todo Lima, donde el conductor manejaba
exclusivamente con la mano derecha que saltaba del volante a la palanca de
cambios. La mano izquierda la tuvo ocupada en hablar por el celular, que no
abandonó durante todo el recorrido y ocultaba hábilmente en las paradas para
escapar de las miradas de los inspectores de tránsito. En los semáforos leía el
diario apoyado sobre el tablero, que carecía de todo lo que debía poseer esta
parte del vehículo. Allí comprobé que se puede conducir sin necesidad de
velocímetro, presión de aceite, registro de temperatura y demás componentes
totalmente superfluos. Lo que sí funcionaba era la bocina, que el conductor
empleaba con pasión reiterada mientras zigzagueaba velozmente entre vehículos y
peatones. A ningún pasajero le llamó la atención esta sumatoria de
transgresiones e irregularidades, lo que me hace suponer que están
acostumbrados y que el vehículo que tomamos no era la excepción sino la regla.
Recomiendo este transporte al viajero amante del turismo aventura.
Finalmente,
en el piso de la escala, se encuentra un curioso vehículo de tres ruedas y
forma de escarabajo, donde caben dos y hasta tres personas que no les importa
viajar envasadas. Las dimensiones de estas mototaxis, ubican a nuestro clásico
Fiat 600, en la categoría de mediano tamaño. Desaconsejamos este transporte,
que abunda en el municipio de Chorrillos, porque los conductores no son de
fiar.
Mototaxis
El
domingo vimos un espectáculo que en Buenos Aires hace décadas no ocurre. Se
trataba de una procesión en homenaje a la Virgen de La Soledad. La encabezaban
frailes de hábito y capuchas blancas, seguidos de hombres y mujeres con
escapularios y estrictamente uniformados. En tercera línea varias devotas,
arrojaban incienso a una imagen gigante de la Virgen excesivamente ornamentada
que se desplazaba en una plataforma rodante empujada por una docena de fieles.
Cerraba este conjunto variopinto, una banda de músicos con uniforme blanco que
tocaban aires sevillanos. Faltaba un grupo de flagelantes para que nos
sintiéramos transportados a la España de Carlos V. La procesión no era
numerosa, pero sí la multitud de turistas que no dejaba de fotografiarla.
Procesión de la Virgen de la
Soledad
Ya
que estoy en el tema religioso, para el visitante con tendencias
sádico-morbosas, le sugiero una recorrida por las mazmorras y salas de tortura
de la “Santa” Inquisición que desarrolló sus actividades purificadoras entre
1569 y 1820.
Los
museos son imperdibles por su riquísima arqueología, debido a que por esa zona
de los Andes habitaron a lo largo de 3000 años, más de 10 civilizaciones. También
hay residencias y palacios que merecen ser visitados. Solo mencionaré la
Mansión de Osambela Oquendo, en cuya gigantesca puerta de madera estaba
apostado el guardián a la pesca de turistas. Nos invitó a pasar y nos dijo que desde
hacía 28 años cuidaba el edificio que también era su vivienda. Recibía un
sueldo del municipio, pero es probable que sacara más dinero como guía de
actividad subrepticia.
Palacio de Osambela Oquendo
La
mansión que databa de 1808, perteneció al hidalgo español Marqués don Martín de
Osambela que dio alojamiento al General San Martín durante su campaña en el
Perú. El guía era muy locuaz, mientras nos paseaba por salas, patios y
aposentos llenos de historia. Así nos enteramos que desde el mirador de la
mansión, el marqués observaba con su catalejo el movimiento de los galeones con
los cuales comerciaba. Finalmente, llegamos a la biblioteca y preguntó si
alguno de nosotros era médico. Le dijimos que sí y entonces nos mostró un
estante con varios incunables. Extrajo uno que resultó ser un tratado de Galeno
del año 1570 escrito en latín, el idioma científico de la época. Galeno
falleció en el año 200, pero sus aportes a la medicina tuvieron vigencia hasta
bien entrado el Renacimiento. Mientras ojeaba fascinado el enorme volumen con
figuras y descripciones de vendajes, drenajes de heridas y tratamiento de
luxaciones, pensé que estaba profanando una obra que debería estar en una
vitrina hermética a temperatura y humedad adecuadas y vigilada por cámaras de
seguridad.
La
mansión fue más tarde adquirida por María Rebeca de Oquendo, dama de la alta
sociedad limeña cuyo hijo dilapidó su fortuna en París y cuando su madre le
dijo que no tenía ni un peso partido por la mitad para mandarle, el botarate
terminó suicidándose. “Actualmente, es la sede de la Academia Peruana de la
Lengua y yo soy su custodio”, nos dijo orgulloso el guía. Lima está llena de
edificios tanto o más ricos que éste en historia y anécdotas.
Datos
útiles:
- Quienes después de haber leído las
características del transporte en Lima, prefieren permanecer en la
aburrida rutina de Buenos Aires, pueden tomar un taxi. Se recomiendan los
de color amarillo que están registrados. Ninguno tiene medidores y el
precio se pacta antes de subir. Tienen la ventaja de ser muy económicos.
- Los limeños son muy cordiales,
amables y solícitos y saben informar.
- La comida es más barata que en
Buenos Aires y es excelente por sus gustos y variedades.
- Conocer el barrio de Miraflores,
elegante y sofisticado y el barrio de San Isidro, el polo comercial de
Perú, con sus modernos rascacielos, son recorridos imprescindibles.
- Lima es bastante segura si se la
transita en horas normales y uno no se pierde en zonas dudosas.
- Hay escasos mendigos y no vi
cartoneros, ni gente sin hogar. Los pobres están en las laderas de los
cerros que rodean Lima en construcciones precarias como las favelas de
Brasil. Absténganse de visitarlas.
- Lima está siempre nublada, pero
como se encuentra próxima al Ecuador, el viajero incauto nota al término
del día que le arde la cara por los rayos UV. Hay que usar protector
solar, lo digo por experiencia propia.
Hermoso paseo virtual por Lima, Ricardo! Me dieron muchas ganas de ir! muchas gracias por las fotos y por comentarnos el "chiquitaje" del paseo, sin estar parado sobre la formalidad de los que te cuentan solamente lo perfecto del lugar donde estuvieron, desarmandose en loas a la ciudad en cuestion. Buenisimo!
ResponderEliminarMuy buen informe del corresponsal viajero de"El Mordaz". Abarca aspectos muy importantes para el potencial turista. Dan ganas de visitar Lima. Excelente Ricardo!
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