domingo, 4 de diciembre de 2011

PROFESOR, NOS RETIRAMOS

“Profesor, nos retiramos” y acto seguido varios alumnos se levantaron y abandonaron el aula. Estos sucedió el 2 de noviembre de este año en el estado de Massachusetts y más precisamente en la cátedra de economía de la Universidad de Harvard.

Le dejaron una nota con el siguiente texto: “Hoy estamos abandonando su clase, como expresión de nuestra desconformidad con el sesgo que usted impuso en el curso. Sesgo que afecta a los estudiantes, a la Universidad, y nuestra sociedad en general. Un estudio académico legítimo de la economía debe incluir una discusión crítica de las ventajas y los defectos de los diferentes modelos económicos. Sus clases no incluyen las fuentes primarias y rara vez se cuenta con artículos de revistas académicas y tenemos muy poco acceso a aproximaciones económicas alternativas. “

 

En la carta los alumnos señalaban que los graduados de Harvard juegan un papel importante en las instituciones financieras y en la conformación de las políticas públicas a nivel mundial. Si falla la Universidad de Harvard a la hora de equipar a sus estudiantes con una comprensión amplia y crítica de la economía, su influencia perjudicará el sistema financiero global. Los últimos cinco años de crisis económica han sido prueba suficiente de ello.

La carta concluye: “Nos estamos retirando de su clase para protestar por la falta de discusión de la teoría económica básica y para dar nuestro apoyo a un movimiento que está cambiando el discurso estadounidense sobre la injusticia económica (Occupy wall street). Profesor Mankiw, le pedimos que considere seriamente nuestras inquietudes y nuestro abandono de la clase”.

 

¿Quién era el receptor de esta dura lección?

Gregory Mankiw, además de ser profesor universitario en Harvard, es un líder de opinión a nivel mundial en economía. Formó parte del comité que asistió a George Bush y su libro Principios de Economía está dentro de los best sellers sobre esa disciplina.

 

                                                               Gregory Mankiw

 Mankiw es un defensor de los desplazamientos empresariales hacia países de mano de obra barata (offshore company), mecanismo que llevó al desempleo a grandes masas de trabajadores y transformó las que otrora eran ciudades pujantes en pueblos fantasmas. Esto lo vimos Alicia y yo con nuestros propios ojos cuando visitamos Schenectady en el estado de Nueva York en 2001, ciudad en la que hicimos el internado en 1963. En aquél entonces, la planta de la General Motors daba empleo a 50.000 personas (la mitad de la población). Decidió trasladarse a otro sitio para reducir costos laborales y hoy día en Schenectady, las casas están abandonadas y las calles se encuentran desiertas. Pasaron décadas desde que se retiró la General Electric y la ciudad aún no pudo recuperarse. No es la única en los Estados Unidos que sufre estos avatares a manos de un capitalismo carente de la menor sensibilidad social.

 

       Calle de Schenectady, 1963                   Calle de Schenectady 2003

 

La incapacidad de las universidades actuales de formar economistas críticos y sensatos responde a factores perversos que ponen a estos centros de estudio al servicio del sistema capitalista en su fase neoliberal. La crisis en la enseñanza de una economía crítica e integral, es producto de la pérdida de identidad e independencia de las universidades que se transformaron en rehenes de los intereses de las corporaciones y por la demanda del mercado. Se las ha presionado directa (o indirectamente) a convertirse en empresas educativas con la misión de formar economistas dispuestos a colaborar con el modelo neoliberal que mantiene a la mayor parte de la humanidad en la exclusión y la pobreza.

 

Desde hace décadas, quienes gobiernan los Estados Unidos olvidaron las reflexiones de Thomas Jefferson, el tercer presidente de ese país, quién con una clarividencia asombrosa se expresó en 1802 de esta manera:
“Pienso que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que ejércitos enteros listos para el combate. Si el pueblo americano permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos y todas las instituciones que florezcan a su alrededor, privarán a la gente de toda posesión. Primero por medio de la inflación, enseguida por la recesión, hasta el día en que sus hijos se despertarán sin casa y sin techo sobre la tierra que sus padres conquistaron”.

Thomas Jefferson (1743-1826)

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