miércoles, 14 de agosto de 2013

EL PASTOR DE LOS HUMILDES








                                             Enrique Angelelli (1923-1976)

El 4 de agosto de 1976, Enrique Angelelli obispo de La Rioja, subió a una camioneta Fiat 125 junto con el sacerdote Arturo Pinto para trasladarse desde El Chamical hasta la capital de la provincia. Llevaba consigo una carpeta con información confidencial sobre el homicidio de los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, ocurrido días antes. El cadáver de Angelelli quedó en La Rioja, la carpeta apareció días después sobre el escritorio del general Albano Harguindeguy.


Un obispo comprometido con su grey


                                    Angelelli en los barrios pobres de La Rioja



Angelelli había llegado en 1968 a La Rioja designado por el Papa Pablo VI. Pronto se movilizó en ayuda de los amplios sectores riojanos sumidos en la postergación, promoviendo la formación de cooperativas de campesinos y alentando la organización sindical de los peones rurales, los mineros y las empleadas domésticas. Una de las cooperativas solicitó la expropiación de un latifundio que había crecido a través de la apropiación de pequeñas parcelas porque sus propietarios no podían pagar sus deudas. El entonces Gobernador Carlos Menem, prometió que iba a transferir dichas tierras a la cooperativa. El 13 de junio de 1973, Angelelli fue a Anillaco, para presidir las fiestas patronales de esta ciudad. Fue recibido por una turba liderada por comerciantes y terratenientes, entre ellos Amado Menem, hermano del gobernador, y sus hijos César y Manuel. La turba entró por la fuerza en la iglesia, y cuando Angelelli suspendió la celebración y salió de allí, recibió insultos y pedradas. Menem retiró su apoyo a la cooperativa so pretexto de "agitación social". 


El Superior General de los jesuitas, Pedro Arrupe, y Mons. Vicente Zazpe, de la Arquidiócesis de Santa Fe, enviados por la Santa Sede en calidad de auditores, visitaron La Rioja y apoyaron a Angelelli. No fue esa la actitud que adoptó el Nuncio Lino Zanini quién respaldó abiertamente a los revoltosos y los obsequió con crucifijos.

El 24 de marzo de 1976 tuvo lugar el golpe de Estado que derrocó a Isabel Perón. Angelelli peticionó al coronel del ejército Osvaldo Pérez Battaglia, nuevo interventor de La Rioja, para obtener información sobre el paradero de un vicario y varios activistas desaparecidos. Al no obtener respuesta, viajó a Córdoba para hablar con Luciano Benajmín Menéndez, por entonces comandante del Tercer Cuerpo de Ejército. Menéndez advirtió amenazante a Angelelli: "Es usted quien tiene que tener cuidado”. En la misma reunión tuvo un brote mesiánico y le manifestó la aspiración de “ser armado por la Iglesia como Caballero, como cruzado, para no dejar ninguna cabeza marxista y su descendencia sobre la tierra.”


Crimen rotulado como accidente

En una homilía, el sacerdote Carlos Murias dijo que podrían acallar la voz del obispo pero no la de Jesús. El 18 de julio a las nueve y media de la noche, fue secuestrado junto con el sacerdote Gabriel Longueville de la casa religiosa donde vivían. Al día siguiente se hallaron los cadáveres de ambos sobre una vía, uno de ellos con brutales signos de tortura.




                                                  Carlos Murias y Gabriel Longueville


Angelelli, a semejanza de la mayoría de los argentinos, no imaginó que en el poder se había enquistado una banda de asesinos. Tendría que haber huido, pero decidió actuar legalmente y por eso ese 4 de agosto decidieron eliminarlo. El sacerdote Arturo Pinto quién conducía el vehículo vio por el espejo retrovisor un vehículo blanco que se acercaba a gran velocidad. Una vez que alcanzó a la camioneta en que viajaba Angelelli, la encerró con una maniobra brusca que la desvió a la cuneta y la hizo volcar. 


Curiosamente la zona fue rápidamente rodeada por la policía y personal militar antes de que llegara la ambulancia. La autopsia reveló que había recibido fuertes golpes en el cráneo. Pinto fue llevado inconsciente al hospital y en sus noches de delirio dijo frases que posteriormente fueron consideradas como pruebas importantes que abonan la tesis de un accidente provocado. Una de las pruebas más importantes de la causa son documentos del Departamento de Inteligencia de la Policía de La Rioja que contiene un listado de sacerdotes bajo el rótulo de “Elementos del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo”.


La posición de la Iglesia

Angelelli formó parte, junto con Carlos Horacio Ponce de León, Jorge Novak, Jaime de Nevares y Miguel Hessayne, del grupo de obispos que denunció más enérgicamente las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Videla.


El obispo de Viedma Miguel Hesayne, aseguró que la muerte de Angelelli fue un asesinato y declaró que éste le había relatado que estaba siendo perseguido. Después de la muerte de Angelelli, Hesayne recibió una carta anónima en la que le decían “No siga hablando, ya hemos callado a Angelelli”.




                                                     Miguel Hessayne


La Iglesia Católica oficialmente aceptó la "historia del accidente automovilístico. L'Osservatore Romano reportó esa muerte como "un extraño accidente". El cardenal Juan Carlos Aramburu negó que fuese un crimen. Diez años más tarde, aún después que la sentencia pasó por el juzgado del Juez Morales en la ciudad de La Rioja, la jerarquía de la Iglesia continuó evitando hacer referencia a la muerte de Angelelli como un asesinato. En el 2001, la Conferencia Epsicopal Argentina declaró que "la muerte lo encontró mientras completaba una ardua misión, acompañando a la comunidad herida por las muertes de sus pastores".


El día del aniversario, el cardenal Jorge Bergoglio dio misa en la Catedral de La Rioja en memoria de Angelelli. Refiriéndose al obispo dijo "removió piedras que cayeron sobre él por proclamar el Evangelio, y se empapó de su propia sangre", pero no se animó a mencionar la participación de la dictadura en su muerte.


En el juicio que se lleva a cabo actualmente por el asesinato de Angelelli, Menéndez, uno de los sentados en el banquillo, negó haberlo conocido y se explayó sobre la lógica de la “guerra”, diciendo que los terroristas conducidos desde el extranjero en los años ’60 y ’70 querían reemplazar la república por grises organizaciones marxistas. Mientras balbuceaba su remanido alegato, usaba como guía los editoriales de un periódico: el diario La Nación.


El caso se reabre

El Tribunal Oral Federal de La Rioja puso fecha para el debate que deberá juzgar a los responsables penales, aún vivos, del asesinato del obispo. El juicio pendiente hace 37 años empezará finalmente el 4 de noviembre. Hay al menos dos datos significativos sobre el debate. Por un lado, la presencia, en la figura como querellante, del obispado de La Rioja, que a diferencia de lo que sigue sosteniendo la versión oficial de la Iglesia, reconoce e impulsa la acusación por homicidio. Por otro lado, el juicio hablará de la falta de cobertura de la Iglesia y el silenciamiento sobre el asesinato. La acusación fiscal fue taxativa en ese aspecto: dijo que la complicidad no fue sólo por el silencio, sino que fue “activa”. “El terrorismo de Estado actuó criminalmente bajo el amparo de la jerarquía de la Iglesia Católica Argentina, o al menos buena parte de su jerarquía”.



 Luciano Benjamín Menéndez, ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército con jurisdicción en La Rioja y Luis Fernando Estrella, Jefe de la Base Aérea de Chamical. Los demás acusados Jorge Rafael Videla, Albano Harguindeguy, Osvaldo Battaglia y Pedro Malagam, ya fallecieron.

Fuentes:
Washington Uranga. La Iglesia recuerda a Angelelli a 30 años de su asesinato. Página 12, 30/07/2006.
Alejandra Dandan. La complicidad de la Iglesia, Página 12 07/10/2012.
Alejandra Dandan. La cúpula eclesiástica se desentendió. Página 12, 4/09/2012.
Alejandra Dandan.Página 12, 14/09/2012.
Alejandra Dandan. Un juicio que será contra la Iglesia. Página 12, 14,08,2013.

sábado, 10 de agosto de 2013

VÍCTOR HUGO MORALES


                                                          Víctor Hugo Morales



Si digo que Víctor Hugo Morales es el mejor periodista de la Argentina, pecaría de injusto y sería una afirmación casi temeraria. Si en cambio señalo que no hay un periodista que lo supere en calidad profesional, me acerco a una enunciación difícil de rebatir. Si además, agrego que tiene una línea de conducta intachable y no teme decir lo que piensa, se estrecha al máximo el margen de personas, que dentro del mundo de la información, están en condiciones de jactarse de esos atributos.


Víctor Hugo ha venido denunciando al monopolio mediático de Héctor Magnetto desde que se apoderó de la transmisión de los partidos de fútbol, que sólo podían ser vistos si el usuario poseía un decodificador, para lo cual, tenía que pagar a Torneos y Competencias que dependía de Clarín. De lo contrario sólo veía el público de las tribunas gritando los goles y las jugadas hechas con muñequitos, como en un video juego y comentadas por un locutor. Se trataba de un mecanismo absurdo, mezquino y disparatado que limitó durante años el acceso directo a los partidos a millones de personas.


Si eso fuera lo único que podía achacársele al grupo Clarín, estaríamos ante una irritante arbitrariedad. Pero para que dicho emporio disponga de cerca de 250 medios de información entre radios, diarios, revistas, televisión y señales de cable, se necesita haber actuado al margen de la ley. Se requiere haber extorsionado con el control del papel a numerosos competidores hasta apoderarse de sus publicaciones, comprar jueces y perseguir la actividad de todo tipo de asociación gremial entre sus trabajadores.



 La aporpiación de Papel Prensa. De izquierda a derecha Bartolomé Mitre, Magnetto, Videla y Erenstina Herrera de Noble

La lista de irregularidades es enorme, así como es desmesurado el poder e influencia del monopolio para desestabilizar gobiernos, infligir sistemáticamente la ley como es el no cumplimiento de la reforma audiovisual sancionada por el Congreso, evadir impuestos y realizar operaciones de lavado de dinero. Es por eso que el grupo es temible y hasta el presente, sólo se atrevieron a enfrentarlo los gobiernos de Néstor y Cristina y en soledad, Víctor Hugo. Con respecto a los primeros, los medios del monopolio vienen sistemáticamente desde hace 6 años atacando la gestión de la presidenta Cristina. Esto consiste en obviar los logros, agigantar errores, difundir hasta el hartazgo actos de corrupción que después nunca se comprueban, producir información sesgada, anunciar pronósticos catastróficos que tampoco se cumplen e incurrir en la mentira. 


De su lado tiene el sólido apoyo de la arbitraria Sociedad Interamericana de Prensa, jueces venales, el silencio cobarde de los políticos de la oposición, que tiemblan al solo pensar que Magnetto los convoque a su oficina para amonestarlos, y una lista importante de periodistas. Estos últimos, diseminados en todos los medios del monopolio, sirven a Magnetto ya sea por dinero como el mercenario Jorge Lanata, o por simple obsecuencia, adulación y miedo a perder el puesto. En esta categoría, la lista es larga. 

                El titiritero Magnetto y sus muñequitos

Contra toda esa red de poder, se enfrentó Víctor Hugo que recientemente fue citado a una audiencia con Magnetto quién lo denunció por daños. El charrúa expresó: “Nunca se ocuparon de mí hasta que, en 2010, empezaron a relacionarme con el Gobierno y a decir que me entregaron 10 millones de dólares. Desde ese momento hasta ahora, entre Clarín y los diarios que lo siguen junté más de 1.000 páginas dedicadas a mi persona”. Sobre la denuncia por “daños”, el locutor manifestó sus dudas: “No sé si es por lo que he dicho del caso Ángeles y la operación mafiosa de plantar una testigo, si se debe a las críticas por el viejo tema del fútbol y como lo robó, se lo quedó y lo destruyó, no sé si es por el tema Fibertel, que no respeta las tarifas que se le han fijado, o por la presunción de que tiene las manos ensangrentadas por el tema de Papel Prensa”.


 Víctor Hugo en la audiencia con su abogado, el prestigioso constitucionalista Eduardo Barcesat


El ataque a Víctor Hugo Morales no es la primera muestra de la avanzada judicial de Héctor Magnetto contra periodistas. A fines de 2012, el CEO del Grupo Clarín denunció a Roberto Caballero, director fundador de Tiempo Argentino, y a dos de sus colegas por "incitación a la violencia". En su edición del 25 de noviembre de 2012, ese periódico reveló un escrito de 35 páginas, donde los abogados del multimedios acusaron por sus opiniones a Caballero, a Sandra Russo y Javier Vicente. A Magnetto no le tembló el pulso al atribuirles a los periodistas una figura delictiva con penas de tres a seis años de prisión. La demanda también incluyó a funcionarios del gobierno y a legisladores del oficialismo. Como se dijo, se los acusaba de ser "instigadores y determinadores del delito de incitación a la violencia colectiva en perjuicio tanto del Grupo Clarín como de sus directivos en particular".

En aquel momento, el repudio generalizado obligó al CEO a ensayar una maniobra: de acusarlos, pasó a pedir que los periodistas fueran llamados como "testigos". Por último, solicitó a la justicia que ni siquiera hiciera esa citación.
         Víctor Hugo rodeado y alentado por miles de simpatizantes

Espontáneamente y sin que nadie los organizara, alrededor de tres mil personas se convocaron el pasado jueves 8 de agosto en las afueras de la oficina donde tendría lugar la audiencia con Magnetto. Había escritores, artistas, diputados, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y gente común que dejó sus actividades para respaldar al querido periodista. Magnetto no se atrevió a enfrentarlo y a la salida recibió toda clase de abucheos e insultos. Entre empujones y hasta escupitajos logró llegar al auto protegido por gigantescos guardaespaldas, que lo enlataron como pudieron dentro del vehículo, que partió velozmente.


   Magnetto abucheado por la multitud logra introducirse en su vehículo con ayuda de guardaespaldas


Hace 10 años nadie sabía quién era Magnetto. Esta clase de individuos se desempeña en las sombras, no les gusta la exposición. Al periodista Cabezas, el empresario Yabran lo mandó matar en 1997 porque le sacó una foto. Magnetto está condenado a no poder exhibirse, ni caminar por la calle como cualquier ciudadano. Tendrá que guarecerse en sus mansiones y trasladarse en vehículos con vidrios polarizados a sus oficinas. Vivirá enclaustrado por el resto de sus días.
El Mordaz sacó varios artículos sobre este tema los sitios son Libertad de Prensa, Pagni y Pepe o La Nación y Clarín, La gran farsa mediática, Clarín: cronología de un emporio mediático, Sospechoso silencio y Ataque al periodismo. Con solo poner en el buscador la palabra “Clarín”, se accede a todas estas notas y sus respectivas fuentes.
Referencias
Gustavo Montiel. Magnetto no se animó a dar la cara con Víctor Hugo en la mediación. Tiempo Argentino, 09/08/2013.
Laura Vales. Quería tenerlo cara a cara. Página 12, 09/08/2013.
Leandro Filosof: Mordaza legal. Veintitrés, 09/08/2013.
Fracasó la mediación de Magnetto con Víctor Hugo Morales. La Nación, 09/08/2013.

miércoles, 7 de agosto de 2013

OPERACIÓN ÉXITO





Allen Dulles, hermano de Foster Dulles y presidente de la United Fruit

En Guatemala, la United Fruit poseía alrededor de 250.000 hectáreas de tierras cultivables, de las que solo explotaba un 15%. También era dueña de casi toda la red ferroviaria y del único puerto de mar. Se podía decir, que la compañía era un estado dentro del estado y había elegido a ese país de Centro América porque su gobierno “era el más débil, el más sobornable y el más complaciente”. Los vientos, sin embargo cambiaron cuando un desconocido capitán del ejército llamado Jacobo Árbenz, derrocó la dictadura corrupta de Ubico y forzó elecciones que llevaron a la presidencia a Juan José Arévalo. Era éste un profesor universitario con ideas progresistas, que permitió la creación de sindicatos en las grandes explotaciones de la United Fruit.




                                     Juan José Arévalo y Jacobo Arbenz


Cuando Arévalo terminó su mandato, le sucedió Árbenz en 1951 y ya por entonces el gobierno de Estados Unidos consideraba a Guatemala un país que se estaba inclinando hacia la esfera soviética. En realidad no existía elemento alguno para sostener esta suposición. En la cámara de diputados de Guatemala solo había cuatro bancas comunistas sobre un total de 61 y además el país no tenía relaciones diplomáticas con la Unión Soviética. Para John Foster Dulles, el Secretario de Estado de Eisenhower, que tenía una obsesión anticomunista muy parecida a la del tristemente célebre senador McCarthy, el solo hecho de crear sindicatos obreros era una clara señal de desviación marxista.


Cuando Árbenz puso en marcha el plan de reforma agraria promulgado por Arévalo, Foster Dulles quedó totalmente convencido de que la unión Soviética estaba poniendo el pie en Centroamérica. La reforma agraria era imprescindible, ya que en el país imperaba un régimen feudal con 250.000 campesinos sin tierra. Por su parte, la United Fruit poseía el 85% del territorio cultivable, casi no pagaba impuestos y como no quería perder estos privilegios, inició el operativo para derrocar a Árbenz. La empresa poseía conecciones aceitadas con la Casa Blanca ya que varios miembros de la administración tenían relaciones económicas con la compañía bananera, entre ellos el propio Foster Dulles era su principal accionista. 


A la CIA le resultó imposible encontrar un solo elemento que probara algún tipo de vinculación con la Unión Soviética, pero la United Fruit se las arregló para convencer a Eisenhower, que las campañas de alfabetización, la reforma agraria y la organización de los trabajadores en sindicatos, eran una puerta abierta al comunismo.

                                       John Foster Dulles y Dwight Eisenhower



La suerte de Guatemala estaba echada, Eisenhower aprobó la operación SUCCESS (ÉXITO), con un presupuesto de 2,7 millones de dólares para la guerra psicológica y la intervención militar. La primera medida fue aislar a Guatemala tanto en el terreno económico como en el diplomático y en la reunión de la OEA en 1954 en Caracas, Estados Unidos, que siempre ejerció la voz dominante en ese organismo, consiguió arrancar a los participantes una declaración anticomunista. 


La medida siguiente fue una intensa campaña propagandista donde tuvo importante participación la creación de una emisora móvil llamada “Radio Liberación: La voz de la Libertad”. Para la CIA, Guatemala fue un campo de experimentación de nuevas técnicas de guerra psicológica. Hubo profusión de rumores que aseguraban que el gobierno prohibiría la Semana Santa, exiliaría al obispo, confiscaría las cuentas bancarias y adoctrinaría a los niños en el comunismo. Aviones sobrevolaban la capital lanzando panfletos sobre el peligro comunista y se produjeron varios atentados con bombas culpando de los mismos a elementos del gobierno.


Para las acciones militares, el cipayo vernáculo de turno elegido fue el coronel Castillo Armas, quién desembarcó con una pequeña fuerza y algunos aviones que bombardearon equivocadamente territorio hondureño y hundieron un barco inglés.



                
                                            Coronel Castillo Armas


La operación fue un fracaso y además, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, a pedido de Árbenz condenó la invasión. Un iracundo Foster Dulles se reunió con Eisenhower y decidieron que Europa no debía limitar el dominio e influencia de Estados Unidos en América latina. Fuertes presiones de la Casa Blanca determinaron que en la votación final, Estados Unidos lograra que Francia y Gran Bretaña se abstuvieran.


Finalmente, mediante presión, propaganda, chantaje y amenazas veladas, la CIA logró que los militares guatemaltecos depusieran a Árbenz. Castillo Armas entró triunfante en la ciudad y mediante elecciones fraudulentas se erigió como presidente de Guatemala. La totalidad de los avances logrados por Arévalo y Árbenz fueron anulados, se estableció una dictadura durísima que liquidó toda oposición mediante el asesinato y la tortura y permitió el ingreso de la mafia norteamericana para organizar el juego.



 "Gloriosa Victoria", de Diego Rivera. Museo Hermitage, San Petesburgo. La imagen central muestra a Castillo Armas que en actitud genuflexa saluda a Foster Dulles que se apoya en una bomba con la imagen de Eisenhower. Ambos están rodeados por soldados norteamericanos y oficiales del ejército Guatemalteco que se sublevaron contra Arbenz. A la derecha el arzobispo Mariano Arellanos que formó parte del complot. Al fondo obreros en condición de semiesclavos de la United Fruit y más a la izquierda, la infaltable bandera de Estados Unidos en estas circunstancias. 


La operación SUCCESS fue la primera llevada a cabo en América latina para derrocar un gobierno democrático y la segunda en el mundo durante la Guerra Fría. La primera fue la operación Ajax en 1953 para derrocar a Mohamed Mosaddegh por haber nacionalizado empresas petroleras británicas, donde también participó la CIA. 


Eisenhower, refiriéndose a Castillo Armas lo señaló como un “magnífico estadista que disfrutó en todo momento de la devoción de su pueblo”. No pensaba lo mismo un joven argentino, Ernesto “Ché” Guevara quién se encontraba en Guatemala en aquellos días y juró “no descansar hasta terminar con estos pulpos capitalistas”.
Fuentes:
Fontana J. Por el bien del imperio. Una historia del mundo desde 1945. Editorial Pasado & Presente, Barcelona 2011.
Luzzani T. Territorios Vigilados. Como opera la red de bases militares norteamericanas en Sudamérica. Editorial Debate 2012, Buenos Aires.
Striffler, Steve & Moberg, Mark (2003). Banana wars: power, production, and history in the Americas. Duke University Press.
Jacobo Árbenz. Spartacus Educational. http://www.spartacus.schoolnet.co.uk/JFKarbenz.htm