Psicosis, estrenada en 1961, fue la
película que multiplicó la fama de Alfred Hitchcock y lo volvió millonario,
además de estar llena de curiosas y exquisitas anécdotas. También marcó un hito en la
historia del género terror, o thriller
como se designa actualmente a este estilo.
Alfred Hitchcok (1899-1980)
A comienzos de 1960, Hitchcock estaba
sólidamente posicionado como el cineasta del suspenso. Sus producciones eran
prolijas, sin mayores altibajos y el suspenso era un condimento distribuido
homogéneamente a lo largo de sus films. Sin embargo, Hitchcock era consciente
que aún no había producido una obra cumbre, una película que pudiera
transformarse en la referente del género. A los guiones de su filmografía les
faltaba un aditamento: el terror.
Fue entonces que cayó en sus manos Psycho (psicótico), la novela de Robert
Bloch, basada sobre la historia real de Ed Gein, un asesino serial, totalmente
desquiciado que mataba mujeres, las mutilaba y hacía con sus pieles pantallas
para lámparas y otras perversidades. Hitchcock no tenía intención de llegar a
tales extremos de depravación, pero en el contenido de la obra había excelentes
escenas que podían paralizar al espectador.
Tenía que resolver dos problemas: el
guionista y los actores adecuados. El primero, Joseph Stefano, realizó una
excelente adaptación del libro después de largas discusiones con Hitchcok en
la que también participó su talentosa esposa Alma Reville. Ya se había decidido
que la actriz sería Janet Leigh, pero había que buscar quien sería el personaje principal, o sea el asesino.
Una entrevista con Anthony Perkins lo convenció de que era el candidato que
encajaba a la perfección. Perkins tenía una mirada penetrante, se movía en
forma inquieta y cada tanto le surgía un tic nervioso. En su diálogo con
Hitchcok le confesó que en su infancia tenía un gran Edipo con su madre y había
deseado la muerte de su padre, cosa que ocurrió como consecuencia de un infarto
cuando él tenía 5 años. Desde entonces no pudo superar el complejo de culpa.
Era un neurótico perfecto.
Anthony
Perkins en una escena del film
Hitchcock recurrió a la compañía Paramount
para que aceptara y financiara el film, pero el directorio consideró que tenía
escenas demasiado fuertes y el proyecto terminaría en un rotundo fracaso.
Finalmente se llegó a un acuerdo reduciendo los costos a una producción en
blanco y negro y él renunciaba a sus honorarios de 250.000 dólares a cambio de
un 60% de las ganancias que llegara a producir la película. Además, puso una
gran suma de su propio bolsillo. Seguidamente le compró a Bloch los derechos de
autor por 9000 dólares. Se había jugado el todo por el todo, en el peor de los
casos se transformaría en un individuo agobiado por las deudas. En el mejor de
los casos recuperaría el dinero y hasta obtendría alguna ganancia, o quizás ¿podría
llegar a convertirse en un éxito?
Hitchock mandó comprar en las librerías los
ejemplares de Psycho para que el público no tuviera conocimiento previo del
argumento. Juntó a todo el equipo de producción y solemnemente le hizo jurar
que no comentarían el argumento a nadie, incluyendo a los familiares más
cercanos. Previo al estreno hizo saber al público que la película tenía escenas
impactantes y desaconsejaba que la vieran personas muy sensibles o con
problemas cardíacos. Obviamente, esto produjo el efecto contrario al despertar
el morbo y la curiosidad de la gente.
La película tiene varias características
destacables. Al principio se ve a Janet Leigh en el papel de Marion junto con
su amante, ambos en ropa interior. Es evidente que tuvieron sexo, pero en
aquellos tiempos no se mostraban escenas explícitas, pese a lo cual constituyó
una novedad en la historia de Hollywood. Y no faltaron las críticas de los
paladines de la moral formal.
Marion roba dinero de la inmobiliaria donde
trabaja y se aleja en su auto de la ciudad de Phoenix en Arizona. Ya de noche y
ante la amenaza de tormenta encuentra un solitario motel y un poco más alejada
sobre una colina se destaca entre los relámpagos una antigua mansión de estilo
victoriano, lúgubre y en completa soledad. Hitchcock se inspiró en La casa junto al ferrocarril, una
pintura de Edward Hooper, pintor realista contemporáneo. Allí vive Norman
Bates, el asesino serial que en su locura conserva un cadáver momificado,
sentado en un sofá y vestido con ropa de mujer. De los ojos solo quedan dos
cuencas vacías y la boca sin labios, completamente abierta, muestra una
dentadura impecablemente blanca como si estuviera lanzando una risotada de
ultratumba. Se trata de la señora Bates, la madre de Norman, pero esta escena,
que es muy impactante y que se muestra casi al final de la película, no
constituye el momento culmine de tensión.
La
casa junto al ferrocarril de Edward Hooper
Marion ingresa al motel y es atendida por
Bates que le ofrece una habitación. Antes de acostarse decide ducharse y
mientras lo hace, es espiada por Bates a través de un orifico en la pared. Aquí
se produce la primera y la más importante escena de horror y sin antecedentes
en la historia de la cinematografía. Mientras ella disfruta de la ducha, la
cortina de la bañera muestra una sombra, muy débil al principio que se va
haciendo cada vez más marcada y próxima hasta que la cortina es bruscamente
descorrida por una figura femenina que blande un largo cuchillo con el cual
apuñala a Marion con repetida furia. Sus alaridos de pánico y de dolor se
acompañan de un fondo musical de alto volumen, constituido por un chirrido de
violines, violas y violoncelos, que una encuesta realizada en Gran Bretaña la
calificó como la banda sonora más terrorífica de la historia cinematográfica.
Ahora la cámara se dirige hacia el piso de la
bañera mostrando la sangre que arrastrada por el agua desaparece lentamente por
el orificio de desagüe que se va agrandando hasta ocupar toda la pantalla y
súbitamente es reemplazado por una gigantesca pupila. A medida que la cámara se
va alejando surge el resto del ojo, luego el rostro y finalmente la cabeza y
parte del cuerpo de Marion apoyado sobre el borde de la bañera. La escena dura
solo tres minutos, pero Hitchock que la consideraba la parte culminante de la
película, le dedicó 7 días y decenas de tomas desde diferentes ángulos.
El día del estreno había cuadras de cola y
los gritos y alaridos de los espectadores se mezclaron con los de Janet Leigh
en la pantalla. Vi la película junto con quien entonces era mi novia, cuando ambos teníamos 21 años. No recuerdo si grité espantado, pero tengo la vivencia de
habernos quedado petrificados en la butaca. Muchas personas, probablemente
decenas de miles, incluyendo a la propia actriz, optaron por no usar cortinas
al ducharse.
Solo en el estreno, la película recaudó
quince millones de dólares y fue la base para muchas otras obras que se
inspiraron con distintas variantes en las escenas de Psycho.
Cuando la filmación terminó, Janet Leigh se
acercó a Hitchcock y le expresó su satisfacción por haber trabajado con él. “Me
dijeron que usted era un tirano insoportable, pero yo nunca lo sentí así”. Acto
seguido ingresó a su camarín para cambiarse. Se escuchó un alarido y Janet
salió entre enojada y sonriente. “La señora Bates me preguntó si podía utilizar
tu camarín por un momento y yo le contesté que seguramente no tendrías
inconveniente alguno en compartirlo con ella”, le dijo Hitchcock con su flema
habitual y la mejor cara de inocente.
Un
detalle final, en Argentina y en muchos países la película se llamó Psicosis, que es una enfermedad mental
grave. El nombre original: Psycho
significa psicótico.
Rodrigo
Fresan. Norman y nosotros. Página 12, 17,08,2010.
José
Pablo Feinman. Detrás de todo gran hombre. Radar Página 12, 03,03,2013.
Peter Brasshaw. My favourite
Hitchcock: Psycho. The Guardian 23,07,2012.
Muchas gracias "AMIGAZO", excelente informaciòn, yo vi la Pelicula, BRILLANTE COMENTARIO:!!!!!
ResponderEliminarABBRACCIONE; PER TUTTI DUE.
Excelente, como siempre
ResponderEliminarMe escondía bajo el asiento en las escenas de terror.
ResponderEliminarvi la pelicula hace mucho y volvi a verla luego de finalizar con la miniserie Motel Bates que relata la historia de este personaje en su juventud, quise ver la pelicula al finalizar la miniserie, han respetado muchas imagenes y partes esenciales de la historia, pero ver psycho me completo el gusto estetico, gracias por esta posibilidad de saber mas de este genialidad estetica y de como se hizo
ResponderEliminarGracias, abrazos
ResponderEliminarMagnífico tu blog sobre la película Psycho d Hitchcock, Ricardo. No conocía los detalles que compró las novelas de las librería para que no se conociese la trama. Tampoco sabía que la casa de psycho en el film estaba inspirada por una pintura de Hopper. Gracias por tan interesante información,
ResponderEliminarFELICITARTE YA VIENE A SER REITERATIVO,RICARDO -¡OTRA VEZ NOS GRATIFICAS DESDE TUS COLUMNAS DE "EL MORDAZ"-!PARTICULARMENTE ME SIENTO INCLUIDA DENTRO DE LOS FANS DE HICHTCOOK .Y ESE ESTUDIOSOBRE SI INCOMPARABLE PERSONALIDAD....ME ATRAJO Y ADMIRO -POR EL ,DESDE LUEGO,Y POR TU ESTUDIO E INVESTIGACION ,TAN CERTERA E INTERESANTE -ABRAZO AMIGO!!MERCEDES
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