EL MAESTRO DE LA TORTURA

“Cuando se utiliza un elemento de tortura, por ejemplo la picana eléctrica, el dolor debe ser preciso, en el momento preciso, en la cantidad precisa y para obtener el efecto deseado”.

                                      Dan Mitrione

Dan Mitrione (1920-1970) y el coronel Andrés Sélich (1927-1973), dos psicópatas al servicio de la CIA. El primero desarrolló sus actividades en Brasil y Uruguay. El segundo trabajó en Bolivia para la dictadura de Banzer. Fue responsable del asesinato del Che Guevara y de cientos de personas en su país.

Daniel “Dan” Mitrione nació en Italia en 1920 y poco tiempo después toda la familia emigró a Estados Unidos. A Mitrione le gustaba el orden y la disciplina y si se hubiera quedado en su país de origen, seguramente habría abrazado el fascismo con entusiasmo. A los 25 años ingresó a la policía de la ciudad de Richmond en el estado de Indiana y pronto ascendió en el escalafón. Algo deben haber olfateado sus superiores de que el joven podría ser útil para trabajos sucios y de espionaje y lo derivaron a la CIA (Central Intelligence Agency).

La CIA tenía una pantalla denominada OPS (International Development's Office of Public Safety), que se dedicaba a las actividades de contrainsurgencia en distintas partes del mundo. Al menos en Argentina Brasil y Uruguay, su función principal fue entrenar a las fuerzas policiales de esos países y una de las especialidades, era formar cuadros en técnicas refinadas de tortura sin llegar a matar al prisionero. 

El componente psicopático con fuerte sadismo de Mitrione lo convirtió, no solo en un experto en estas tareas, sino que además hizo docencia en el tema. En los países donde estuvo en América latina, estas enseñanzas no se limitaban a la teoría, se capturaban vagabundos que eran sometidos a los procedimientos de tortura ante el auditorio y luego eran eliminados.

Lecciones de tortura en la Escuela de las Américas a militares de América latina. Escena de la película Estado de sitio de Costa-Gravas (1972).

Si bien Mitrione, estuvo recorriendo varios países de Centroamérica ejerciendo esta actividad docente, la mayor parte de sus misiones las realizó en Brasil y Uruguay. Arribó al primero en 1960 con instrucciones precisas de desequilibrar el gobierno democrático de Joao Goulart, un terrateniente anticomunista, pero decidido a redistribuir mejor la riqueza en la población. Aparentemente, esta medida de mejoría social fue mal vista por Washington y Mitrione fue uno de los encargados de cumplir con el plan elaborado por Henry Kissinger dentro del programa PSYOPS (psychological operations).

                     Joao Goulart (1918-1976)

La aplicación del PSYOPS, también llamada guerra psicológica, que más tarde se llevaría a cabo contra otros gobiernos de América latina, particularmente el de Allende, constituía la primera etapa que sería seguida por el golpe militar. Esencialmente consistía en un operativo de desinformación, desacreditando al gobierno de Goulart ante la población y con ayuda de los medios de difusión.

Lyndon B. Johnson dio la orden de ejecutar el operativo llamado Brother Sam para destituir a Goulart con la complicidad de las fuerzas armadas locales bajo el mando del general Castello Branco. Estados Unidos para la ocasión mandó un portaaviones que no necesitó entrar en acción. 

Este episodio marcó un drástico cambio de rumbo entre la política no intervencionista de John Kennedy y la de Johnson quien decidió apoyar las dictaduras latinoamericanas mientras fueran anticomunistas.

Mitrione permaneció un tiempo en Brasil colaborando en la persecución y tortura a quienes resistieron al golpe. También estuvo en la República Dominicana en ocasión del desembarco de marines para instalar el gobierno títere de Balaguer, que estableció una dictadura que dejó una secuela de miles de muertos. En 1967 regresó a Estados Unidos donde dio cátedra sobre la amplia experiencia adquirida incluyendo la utilidad de las torturas. Satisfechos con su información, las autoridades de la CIA lo enviaron a Uruguay en 1969.

En ese país se desempeñó dentro de la USAID (US Agency for International Development), una institución que bajo ese eufemismo y planes de ayuda no militar a países de América latina, era un brazo de la CIA en operaciones de espionaje e inestabilización de los gobiernos no alineados estrictamente con Washington. Por entonces, Uruguay era conducido por el Partido Colorado que no gozaba de popularidad alguna, con la economía colapsada y huelgas repetidas de obreros y estudiantes.

La misión de Mitrione, siguiendo directivas de Richard Nixon y de la CIA, consistió en apuntalar al Partido Colorado y combatir la guerrilla urbana desencadenada por los tupamaros. El objetivo era impedir el triunfo del Frente Amplio, una coalición política de izquierda. Los que eran tomados prisioneros por la policía local y con ayuda del ejército eran torturados para sacarles información.

Richard Nixon y Henry Kissinger, artífices de varios golpes de estado en América latina.

Nuevamente Mitrione se encontró en su salsa, porque si bien la tortura ya se venía aplicando en Uruguay desde 1960, en sus manos se convirtió en una metodología perfeccionada y rutinaria. Los lugares favoritos de Mitrione para aplicar la picana eléctrica fueron las encías y los genitales tanto en hombres como en mujeres.

La presencia de este diabólico individuo no pasó desapercibida por los Tupamaros que decidieron raptarlo y canjearlo por prisioneros. En julio de 1970 un vehículo se cruzó en el camino del auto en que viajaba Mitrione y rápidamente fue introducido en otro móvil y trasladado a un refugio donde escuadrones especiales, la policía y el ejército nunca lograron hallarlo. Durante los 10 días en que estuvo prisionero, la administración de Nixon presionó en todos los ángulos al gobierno de Uruguay para que Mitrione fuera liberado.

La consigna era canjearlo por 150 prisioneros, pero como no hubo respuesta y tampoco se lo podía tener encerrado, ya que tarde o temprano el refugio sería descubierto, el 10 de agosto de 1970 se encontró su cadáver dentro de un auto con dos tiros en la cabeza.

A los funerales asistió el Secretario de Estado de Washington, William Rogers y el yerno de Nixon David Eisenhower. También se hizo presente Héctor Luisi, el embajador uruguayo en Estados Unidos quién en su discurso señaló que “la muerte de Mitrione cosechará la ira de la gente civilizada del mundo entero”.

Pocos días después del funeral Alejandro Otero, un oficial de la policía uruguaya de alto rango, le declaró a un periodista del Jornal do Brasil que Mitrione vino a Uruguay para instruir a la policía sobre el empleo de métodos de tortura y de represión. Indignado, el gobierno de Estados Unidos vertió una declaración tajante diciendo que dichos cargos “eran absolutamente falsos” y que Mitrione era un miembro genuino de la USAID. Muchos debieron haber pensado que justamente por ser miembro de esa institución era muy factible la veracidad de la denuncia de Otero.

En 1978 Manuel Hevia Cosculluela, un agente arrepentido de la CIA que había trabajado con Mitrione en Uruguay, publicó el libro “Ocho años con la CIA”, que puso al descubierto la psicopática y fuertemente sádica personalidad de Mitrione. Relató que éste en su casa había dispuesto una sala a prueba de ruidos donde enseñaba a las fuerzas uruguayas técnicas refinadas de tortura. Señaló que 4 vagabundos fueron capturados por orden de Mitrione y murieron después de interminables sesiones de descargas eléctricas. En su libro Cosculluela relata que Mitrione solía decirle: "por sobre todas las cosas, debes actuar con eficiencia, causar el daño estrictamente necesario, para ello tienes que controlar tus impulsos, trabajar con la meticulosidad de un cirujano y la perfección de un artista. Si el prisionero muere durante la tortura, has fracasado. Reconozco que es un trabajo duro, pero alguien tiene que hacerlo. En esta profesión, que es mi profesión, soy el mejor”.

Alejandra Patar. Dan Mitrione, un maestro de la tortura. Clarín 02,09,2001.

Spartacus Educational. Daniel Mitrione. http://spartacus-educational.com/JFKmitrione.htm

Carlos Osorio, Mariana Enamoneta. National Security Archive Electronic Briefing Book No. 324, 11/08/2010. http://www2.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB324/