jueves, 26 de noviembre de 2015

LA DONCELLA DE ORLEANS

      
 La joven campesina
Hacia finales de la Edad Media, ocurrió un acontecimiento insólito en los anales de los conflictos bélicos de Europa y, quizás, del mundo entero. Una jovencita, hija de campesinos, analfabeta y de solo 16 años, cambió la historia de Francia al conducir a su ejército a la victoria contra los ingleses y recuperar el territorio usurpado.

Juana de Arco fue una mujer extremadamente piadosa, que manifestaba tener conversaciones fluidas con los santos, quienes actuaban como intermediarios entre ella y Dios. Poseía, además, gran coraje físico y mental, férrea personalidad y notable sentido común.

                 Casa natal de Juana de Arco en Domrémy

Juana nació en 1412 en Domrémy, región de la Lorena, al noreste de Francia. Por entonces, el reinado era disputado entre el delfín Carlos, hijo del rey Carlos VI de Valois, y el rey inglés Enrique VI de Lancaster, quien estaba aliado con Felipe, duque de Borgoña, cuyo padre había sido asesinado por esbirros del delfín. A partir de entonces, Felipe, en su afán de venganza, se alió con el invasor inglés.

Reims, el lugar tradicional para la coronación de los reyes franceses, estaba en manos británicas, junto con Orléans y otros territorios. Esta situación había postergado durante cinco años la coronación del delfín quien se había proclamado rey con el nombre de Carlos VII. Se trataba de un joven tímido, negligente y totalmente incapaz de encabezar un ejército para recuperar los territorios perdidos.

                   Carlos VII (1403-1461)

Guiada por las voces de Santa Catalina, San Miguel y Santa Margarita, Juana, vestida con ropas de hombre, se dirigió hacia Chinon, donde se encontraban el delfín y su corte. Tras repetidas solicitudes, finalmente se le concedió una audiencia. Aquí ocurrió un episodio curioso, que posteriormente la Iglesia atribuyó a designio divino, pero que, más bien, sugiere que se debe a la sabiduría innata de la campesina.

Los cortesanos decidieron divertirse a costa de Juana: uno de ellos se hizo pasar por el delfín, mientras el pusilánime Carlos, quien también se prestó al juego, disimuló su presencia camuflado entre los demás nobles. La joven no le prestó la más mínima atención al falso delfín, se dirigió directamente a Carlos y luego de un cortés saludo le dijo: “Dios os de larga vida, gentil delfín… Mi nombre es Jeanne la Pucelle. El Rey del Cielo os habla por mi boca y dice que seréis ungido y coronado en Reims”. Le informó que había venido para combatir a las fuerzas inglesas y liberar los territorios ocupados.

Juana derrota al ejército inglés
Juana logró convencer a nobles y a obispos, quienes finalmente descartaron que fuera bruja o poseída por el demonio. Enarbolando un estandarte con la figura de Cristo y armadura de combate, se puso al frente de una modesta fuerza camino hacia Orléans. Juana, a quien sus generales aconsejaron esperar refuerzos, acampó frente al anillo de fortalezas erigido por los ingleses. Sin embargo, durante la noche, las visiones le dijeron que debía atacar inmediatamente. Eso hizo y, sorprendiendo al enemigo durante la madrugada, logró su primer triunfo. Durante los días siguientes fueron cayendo una a una las fortificaciones inglesas a lo largo del río Loire, hasta llegar a Reims, que también fue conquistada.

La actriz Milla Jovovich interpreta a Juana de Arco en el film de 1999 dirigido por Luc Besson

El 17 de julio de 1429 y apenas transcurridos tres meses desde el inicio de la exitosa campaña, Juana logró que Carlos fuera coronado rey de Francia en Reims. Por entonces, Juana, por su coraje y sus sucesivos triunfos, era idolatrada por el ejército y por el pueblo.

El juicio infame
Faltaba conquistar París y, en una de las escaramuzas del combate, Juana cayó del caballo y fue hecha prisionera. Los altos prelados de la Iglesia la detestaban porque actuaba con total independencia de la jerarquía eclesiástica. Los purpurados, quienes simpatizaban con los invasores, la culparon de herejía para desprestigiar a Carlos VII con el argumento de que había sido manejado por una bruja. El empleo de vestimenta masculina y las voces y visiones que Juana consideraba mensajes divinos fueron elementos que el obispo Cauchon, en representación de la Inquisición, utilizó para condenarla. Después de un larguísimo proceso, plagado de irregularidades y datos falsos introducidos por el obispo, fue condenada a morir en la hoguera.

Juana, con solo 19 años y con el clásico bonete de la Inquisición sobre su cabeza que decía “herética, apóstata e idólatra”, perdonó a todos mientras las llamas comenzaban a consumirla. Nadie salió en su defensa, ni siquiera Carlos VII, que había ascendido al trono gracias a ella. Un secretario del rey inglés se adelantó al veredicto de la historia: “¡Estamos perdidos, hemos quemado a una santa!”

Veinte años después, aquel rey timorato, por insistencia de la familia de Juana y quizás por los remordimientos de su conciencia, ordenó reabrir el proceso. Años más tarde, el papa Calixto III revocó la sentencia y, en 1920, la misma institución que la condenó a la hoguera, la santificó durante el papado de Benedicto XV.

¿Sufrió Juana de Arco de algún trastorno mental?
Durante seiscientos años, los académicos vienen debatiendo la causa de las visiones o alucinaciones que tuvo Juana. Para el concepto dogmático y simplista de la Iglesia, fueron mensajes de Dios; este argumento prevaleció durante siglos en un mundo donde todo lo que resultase incomprensible tenía connotación divina.

Los detalles de las visiones de Juana están consignados en el extenso expediente del juicio al que fue sometida y que terminó en su condena. De estos escritos se desprende que las apariciones místicas se le presentaron a partir de los 13 años: “San Miguel se apareció ante mí y no estaba solo, sino rodeado de ángeles celestiales. Lo vi con mis propios ojos de la misma forma en que ahora los veo a ustedes”, fue una de las tantas descripciones registradas por los amanuenses durante los interrogatorios.

Se elaboraron diversos diagnósticos sobre la causa de los síntomas que experimentó Juana. Actualmente, prevalece la hipótesis de una variante de epilepsia parcial que tiene su origen en el lóbulo temporal y no suele acompañarse de convulsiones.

De todas formas, las visiones, alucinaciones o como se las quiera denominar hubieran sido estériles en otra personalidad. En el caso de Juana, la enorme fortaleza espiritual que poseía la llevó a soportar sobre sus espaldas la tarea que solo un gigante hubiera podido realizar. 

Alrededor de su historia se escribieron novelas, obras de teatro y musicales, se erigieron estatuas, y fue evocada por numerosos pintores. Su vida fue llevada a la pantalla en varias oportunidades.

La Doncella de Orléans cambió la historia de Francia y está profundamente arraigada en el corazón de su pueblo.


    Estatua de Juana de Arco en la Plaza de las Pirámides, París

Muhammed L. A retrospective diagnosis of epilepsy in three historical figures: St Paul, Joan of Arc and Socrates. J Med Biogr 2013;21:208-11.

Catholic Encyclopedia. “St. Joan of Arc”. New advent [en línea]. Disponible en http://www.newadvent.org/cathen/08409c.htm. Consulta: 2009.

Will Durant. La Reforma Tomo I, pag 132-140. Editorial Sudamericana, Buenos Aires 1960.


6 comentarios:

  1. Bien informado y con buenas ilustraciones. ¡Como siempre!

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  2. Qué gran gusto me diste, Ricardo, al leer tu blog sobre mi santa favorita!

    No podemos estar seguros de la génesis de las apariciones subjetivas que relataba Sta. Juana de Arco. Pero lo que está documentado objetivamente, que una muchacha campesina de 17 años llegó a ser comandante suprema del ejército de Francia, que tuvo triunfos militares, y que logró la coronación del delfín, es tan inverosímil que me parece difícil descartar la posibilidad de su origen sobrenatural. Creo que se requiere mucha fé en la imposibilidad de lo sobrenatural para dar a tales hechos históricos una explicación exclusivamente natural. A propósito, una de las mejores biografías de la doncella es la del novelista estadounidense Mark Twain.

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  3. Epilepsia? Mas bien me paece una psicosis tipica de las que se desatan en la adolescencia. Una Hebefrenia quizas? No desmerezco con esto el caracter de Juana, claro.

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  4. Epilepsia? No seria mas bien una psicosis de las tipicas q aparecen en la adolescencia? Una Hebefrenia pir ejemplo

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    1. El posible trastorno mental o neurológico de Juana es un aspecto totalmente secundario. El fenómeno inexplicable es que una campesina analfabeta y adolescente, se presente de la nada ante nobles, políticos, sacerdotes y generales y los convenza, organice un ejército y derrote en sucesivas batallas a los ingleses.

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  5. hermosa y triste historia narrada a la perfección!
    Gracias Ricardo!

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