Después
de Inglaterra, Estados Unidos es el caso más destacado de proteccionismo. Fue
tan importante para el país del norte ejercer esta filosofía económica, que
necesitó de una guerra civil, la de Secesión, para eliminar a los
librecambistas sureños, cuya base de sustentación económica era la exportación
de materia prima (algodón), mediante un sistema basado sobre la esclavitud.
Estados
Unidos aplicó su política proteccionista a rajatabla y en el caso de la
Argentina nunca dejó que nuestros productos de agricultura y ganadería ingresaran
y compitieran con las producciones de los granjeros y ganaderos
norteamericanos. Veamos en orden cronológico las medidas que Estados Unidos
tomó con nuestro país.
1867
Terminada
la Guerra Civil, el parlamento estadounidense cerró la importación de lanas a
nuestro país a través de la ley de Lanas y Manufacturas de Lanas. Esta medida
llevó a la quiebra a muchos productores argentinos y debieron sacrificarse
millones de ovejas.
1922
El
presidente Harding promulgó un arancel que afectó el comercio de carnes,
cereales y frutas.
Warren Harding (1865-1923)
1926
El
Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, prohibió la entrada de
carnes frescas o refrigeradas de regiones con aftosa. La medida perjudicó
especialmente a la Argentina, que no estaba libre de la enfermedad. Nuestras
exportaciones de carne se volcaron casi en su totalidad a Inglaterra que no
tenía inconveniente con la aftosa.
1933
Inglaterra
decidió suspender las compras porque le resultaba más redituable negociar con
sus ex colonias de ultramar. El pánico cundió entre los ganaderos y la Sociedad
Rural Argentina y fue entonces, que en plena década infame, nuestros
gobernantes firmaron el humillante y tristemente célebre pacto Roca-Runciman,
donde se hicieron concesiones a los ingleses de todo tipo a cambio de que
siguieran adquiriendo la tradicional cuota vacuna.
Firma
del pacto Roca-Runciman el 1 de mayo de 1933. Quién rubrica el acta es Roca
hijo y a su izquierda se encuentra Runciman.
1945
Al
término de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos implementó el Plan
Marshall de ayuda a Europa, pero ya ubicado como potencia dominante mundial,
determinó que sería la única nación que exportaría el excedente de sus
productos agrarios al viejo continente. Una vez más, Argentina quedó fuera del
reparto.
Por
ese entonces, llegó a Buenos Aires Spruille Braden como nuevo embajador del
país del norte. Su presencia constituyó la intromisión más desembozada que hizo
Washington en las cuestiones políticas de nuestro país. Aterrizó con los avales
de haber tenido estrecha amistad con el dictador cubano Fulgencio Batista, ser
dueño de minas de cobre en Chile y testaferro de la Standard Oil. Vale la pena
dedicar unos renglones al recibimiento que le hizo el diario La Nación: “Hombre
de ciencia al mismo tiempo que hombre de ley, hombre de acción ante todo,
mister Spruille Braden es un prototipo de los estadistas de su país,
eminentemente práctico. Su vida es un ejemplo de fe apasionada en la energía
que la Democracia encierra como fuerza propulsora de progreso. Afirmó el ideal
de la confraternidad basado en la soberanía individual, como la única forma de
alcanzar la victoria del espíritu sobre las pasiones oscuras.”
Violando las normas más elementales de
la diplomacia, Braden se introdujo con pasión y vehemencia en la durísima
campaña política que siguió al llamado a elecciones como consecuencia de la
tremenda sacudida producida por la gesta del 17 de octubre del 45 que
transformó para siempre al país. Afortunadamente, las cosas no resultaron como
él quería y el mismo senado norteamericano criticó su fracasada gestión en
Argentina.
Spruille Braden (1894-1978)
1976-2000
Los períodos de la dictadura que comenzó
en el 76 y las relaciones carnales con Estados Unidos establecidas por Menem,
fueron un oasis para la política de Washington y un desastre para nuestra
economía.
George Bush padre y Carlos Menem
2002
George Bush hijo aprobó la nueva ley
agrícola Farm Bill, que profundizó
las medidas de apoyo al sector agropecuario de su país, ya que incrementó los
subsidios en un 70% con respecto a la ley anterior de 1996.
2005
Llegó al país el mismo George con el propósito
de imponer el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas). Este acuerdo
económico de haberse aplicado habría sido nefasto para toda América Latina porque
limitaba la capacidad de acción de los gobiernos
nacionales sobre su propia economía, medio ambiente y sociedad. Otorgaba a los inversores norteamericanos beneficios mayores de los que
gozaban los empresarios locales, reducción al mínimo de salarios y de las
cargas impositivas y por sobre todo eliminación de barreras arancelarias que
hundirían a nuestros agricultores e industriales. Ver: A seis años del no al ALCA
Esa reunión de 2005 en Mar del Plata
deberá ser recordada en la historia como uno de los pocos momentos en que un
presidente de los Estados Unidos salió derrotado gracias a la sólida unidad de
las naciones latinoamericanas con Hugo Chávez y Néstor Kirchner como los
principales promotores del epitafio al ALCA. El cipayo diario La Nación todavía
sigue lamentándose de esta epopeya y ocho años después, recordando el episodio,
sacó un artículo diciendo que fue una oportunidad desperdiciada, generada por
prejuicios, ideologías sectarias y el fanatismo.
Momento en que Chávez en Mar del Plata
pronuncia su frase histórica: “¡El ALCA al carajo!”
2010
El freno al ALCA y una postura
independiente hacia el Fondo Monetario Internacional, con el cual saldamos
todas las deudas, enfrió las relaciones con la Casa Blanca y el presidente
Obama evitó en sus visitas pasar por estos lares. Esta actitud produjo profunda
decepción en los medios hegemónicos cuyos periodistas no se privaron de repetir
hasta el hartazgo que nos encontrábamos aislados del mundo.
Sin embargo, proveniente del país del
norte, nos visitó un personaje menor: se llama Arturo Valenzuela y era el
encargado de asuntos latinoamericanos, o sea del “patio trasero”, como
despectivamente nos considera Estados Unidos. Pero este señor no vino a
estrechar lazos sino a generar conflicto. Manifestó que en Argentina había
falta de seguridad jurídica. Es notable que viniendo del país con menor
seguridad jurídica, Valenzuela tenga la insolencia de hacer ese comentario.
¿Qué tipo de seguridad jurídica tuvieron los depositantes o inversores cuyos
ahorros se licuaron de la noche a la mañana con la caída de más de 130 de
bancos? ¿Qué seguridad jurídica existió para los miles de propietarios de
inmuebles que perdieron sus hogares por no poder seguir afrontando sus
hipotecas?
En verdad la seguridad jurídica no es el
fuerte de un país que hizo temblar a los inversionistas de todo el mundo. Esto
fue totalmente ignorado por los medios hegemónicos que destacaron como verdades
dogmáticas las estupideces de Valenzuela. Este sujeto también desacreditó a los
gobiernos de Bolivia, Venezuela, Ecuador y Chile, que en ese momento era
gobernado por Bachelet. En otros términos, criticó a los gobiernos progresistas
de la región. La gestión de Valenzuela fue tan soberbia y con tan poco tacto,
que en menos de un año fue removido del cargo.
Arturo Valenzuela
2014
Griesa, un oscuro juez de una sección de
la ciudad de Nueva York, falló a favor de los fondos buitre, sentenciando que
debíamos pagarles la deuda al contado y con intereses. De hacer esto, como
sostiene enfáticamente el procesado jefe de nuestra ciudad, estaríamos
condenando a un futuro ominoso a varias generaciones de argentinos.
Como broche de cierre, la Suprema Corte
de Justicia del país del norte avaló la decisión del juez Griesa.
En contrapartida, jamás hemos recibido
de Estados Unidos una mano de ayuda sin que medie alguna intención aviesa en la
oferta.
El día que Estados Unidos nos mire con
simpatía o apruebe abiertamente el gabinete de turno que gobierne a la
Argentina, es porque estaremos “en el horno”, como se dice actualmente.
Mario Rapoport. En el ojo de la
tormenta. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires 2013.
A seis años de aquél “ALCA, al carajo”.
Página 12, 05/11/11.
Carlos A Canta Yoy. A contramano de la
integración global. La Nación 26/11/2013.
Jorge Elías. Es un peligro que Kirchner
haga la política del caudillo. La Nación, 13/09/2006.
Fernando
Cibeira. Valenzuela, de vuelta a la universidad. Página 12, 06/05/2011.
A todo eso hay que agregar el trabajo de zapa de la Embajada de Estados unidos a donde fueron a llorar sus quejas en los últimos años Magnetto y Van der Koy, Joaquín Morales Solá, Massa y Alberto Fernández, según consta en el informe de Argenleaks de Santiago O'Donell
ResponderEliminarEn estos días, el encargado de negocios de la Embajada de USA manifestó que sería bueno que Argentina saliera del default. Fue una expresión delberadamente desafortunada para hacer subir el blue y crear incertidumbre.
EliminarEl presidente Correa dijo: "En Estados Unidos no hay golpes de estado porque no tiene embajada de Estados Unidos"
EliminarRicardo usted dice que estaremos en el horno cuando Estados Unidos nos mire con simpatía, ese riesgo ocurrirá en el hipotético caso que nos gobiernen Macri o Massa. Darán marcha atrás con todos los logros sociales, científicos y económicas de esta década ganada
ResponderEliminar