De Buenos Aires a Catamarca
De
movida empezamos mal porque en la autopista 9 se nos pinchó una cubierta, lo
que nos obligó a entrar a Rosario en busca de una gomería. Es una pena que una
ciudad tan pujante y con una costanera bellísima, que logró recuperarse de la
catástrofe neoliberal de las décadas anteriores, exhiba a la entrada una villa
miseria indigna de albergar seres humanos, a cuyo lado la 31 de Retiro es un
country. En todo nuestro periplo, fue la única expresión de pobreza extrema que
encontramos.
Por
la moderna autopista que llega hasta Córdoba, recalamos la primera noche en
Colonia Caroya, un pueblo cortado en dos por la Avenida San Martín de 9
kilómetros y cubierta por gigantescos y centenarios plátanos (la más larga del
país con esta característica). En 1877, Nicolás Avellaneda estableció un
convenio con el gobierno de Italia que permitió la llegada de un contingente de
friulanos que se instalaron en la Estancia de Caroya, fundada por los jesuitas
en 1616. Así se inició este pueblo que hoy cuenta con cerca de veinte mil
habitantes. Después de hacer un acopio de los famosos salames, orgullo de los
caroyenses, reanudamos viaje.
Avenida San Martín en
Colonia Caroya
En
Catamarca hicimos posta para pasar la noche y las pocas horas que permanecimos
nos alcanzaron para comprobar dos aspectos que serían una constante en el
viaje: la gran actividad diurna y nocturna de las ciudades de provincia y la
amplia cordialidad de su gente.
En los Valles calchaquíes
Pasamos
por la pintoresca Tafí del Valle donde nos detuvimos para hacer una escala
técnica porque la dirección del auto hacía un ruido preocupante. Nos
recomendaron un mecánico, que según los lugareños “sabe sacar del paso”. En un
taller con piso de tierra me atendió Rogelio con remera y pantalones
agujereados y sucios de grasa. “¿Usted es el señor Rogelio” “Por ahora”, me
contestó”. “Dicen las malas lenguas que usted es un buen mecánico”. “Le
mintieron feo”, me dijo. Revisó la dirección, comprobó que era una cruceta y me
pidió que lo pasara a buscar en 2 horas, tiempo que aprovechamos para visitar
unas instalaciones de los jesuitas, actualmente transformadas en museo. A los
miembros de esta orden se los expulsó de todos los dominios españoles y
encerrados en las bodegas de los barcos fueron arrojados sin contemplaciones en
las costas de Italia. La decisión la tomó el rey borbón Carlos III con el
beneplácito del Papa Clemente XIV. Los indios no estaban para ser educados sino
para trabajar como esclavos para los encomenderos.
Cumplidas
las dos horas regresamos al taller, le pagamos a Rogelio la tercera parte de lo
que nos hubiera costado en mi barrio y no tuvimos más problemas con la
dirección que fue puesta a dura prueba en caminos de cornisa con curvas
permanentes.
En Cafayate, el pueblo se encontraba
en pleno festejo de la Virgen del Rosario a la que llaman “La Sentadita”,
porque fue modelada de forma sentada y colocada en una silla rústica para que
pudiera ser trasladada con facilidad a todos los ranchitos del Valle Calchaquí.
Siempre me pregunté cómo puede haber un solo Jesucristo con tantas Vírgenes
Marías.
La plaza estaba colmada y el 95% de la
población era indígena, morochos, de baja estatura y con ojos rasgados.
Cafayate tiene una importante escuela agroindustrial y fue muy lindo ver
desfilar maquinarias agrícolas conducidas por estudiantes secundarios.
Allí se encuentran las famosas bodegas
Etchart, aunque nosotros visitamos una más pequeña en el pueblo vecino de
Animaná. “Dicen que yo de sólo estar fui
apagándome, como la luz lenta y azul de un atardecer”, así comienza la
canción “Fuego en Animaná” de Cesar Isella y Armando Tejada Gómez y cantada
magistralmente por Mercedes Sosa.
Iglesia
de Animaná
La canción es un homenaje a un
levantamiento obrero protagonizado en 1972 por trabajadores de las Bodegas
Animaná y que constituyó una de las movilizaciones más espectaculares como
consecuencia de la falta de pago de sus salarios. El movimiento trascendió a
los obreros y se transformó en una verdadera pueblada. Cuando los gobiernos
buscaron culpables, todo el pueblo y las zonas aledañas se autoculparon
diciendo que tendrían que juzgarlos a todos, porque todos participaron. Una
nueva versión de Fuenteovejuna, del
gran Lope de Vega. Se puede escuchar la canción “Fuego en Animaná” por Mercedes
Sosa, haciendo click aquí.
Quien quiera llegar a Cachi tiene que
hacer primero la Cuesta del Obispo, un camino de cornisa y de ripio en ascenso
permanente que nosotros lo transitamos con nubes bajas y una visibilidad de 20
metros. Cachi es sumamente pintoresco y comienza a verse el flujo abundante de
turistas europeos, para quienes los precios de hoteles y restaurantes son
regalados. Incluso para nosotros eran sensiblemente más bajos que en Buenos
Aires. En la provincia de Salta y también de Jujuy, hasta el rancho más humilde
perdido en las quebradas cuenta con energía solar que le provee electricidad a
un costo razonable donde antes tenía que arreglarse con lámparas de gas. A lo
largo de la ruta se ven también las balizas recién instaladas para captar las
señales del ARSAT-1.
Calle
e iglesia de Cachi
La
quebrada de Humahuaca
Pasando a Jujuy se encuentra Tilcara,
nos alejamos en La Calabaza que cuenta con confortables bungalows, dueños
simpáticos y una cariñosa versión de pastor inglés llamado Oso. En la ciudad
que es muy pintoresca, se encuentra su famoso Pucará, constituido por los
restos de una ciudad fortaleza en el medio de la quebrada y que por estar a
2500 metros de altura ofrece un panorama de todo el valle. Con 900 años de
antigüedad está constituida por barrios, corrales, una necrópolis y una plaza
de ceremonias. Sobre la misma se alza una pirámide que rompe totalmente el
esquema arqueológico y me hizo recordar al palacio que Carlos V hizo construir
en un patio de la Alhambra. Una estructura maciza y lóbrega que desluce ante la
luminosa belleza arquitectónica de la civilización árabe en su momento de mayor
esplendor.
La pirámide a la que me refiero se
erigió en homenaje a Juan Bautista Ambrosetti y Salvador Debenedetti, los
arqueólogos que a principios del siglo XX trabajaron incansablemente en las
ruinas del Pucará, reconstruyendo en forma un tanto caprichosa parte del
poblado.
Muy cerca de Tilcara está Purmamarca,
muy pintoresca, pero totalmente invadida por el turismo local y europeo.
Milagro
Sala
Una
vez me metieron en la cárcel injustamente ocho meses, por ser pobre, porque no
tenía quién me defienda. Allí me puse a pensar que así como el poder era
injusto conmigo, con cuántos chicos humildes también era injusto. La Justicia
es justa con los que tienen plata, entonces me juré ahí en la cárcel que el día
que saliera iba a luchar para que no hubiera más injusticia.
Milagro Sala
Milagro
Sala
En Tilcara estuvimos indagando sobre
la organización barrial Tupac Amaru creada por Milagro Sala. Esta mujer de 50
años de edad es amada por el pueblo y detestada por un amplio arco de la clase
media. Porque ¿cómo puede una india, una coya, manejar poder y dinero? Ha roto
los códigos tradicionales de la sociedad jujeña, debería trabajar de sirvienta
o volver a su labor de lustrabotas con la que sobrevivió duramente en su
adolescencia, llegando incluso a robar para poder comer. Para colmo es diputada
por la provincia de Jujuy ¡Qué escándalo, que subversión de valores! Un
crecimiento meteórico para una mujer que cuando nació, su desconocida madre
biológica la metió en una caja de cartón y la dejó abandonada frente a un
hospital.
Tupac Amaru construyó dos escuelas donde
enseñan 150 profesores, cuyos sueldos paga la organización. Los fines de semana
los profesores realizan trabajo voluntario en los barrios más humildes de Jujuy.
A las escuelas asisten jóvenes y adultos de 17 años en adelante. En el 2009 se
matricularon 2500 alumnos. En dos centros de salud atienden 42 médicos y hay
farmacéuticos, bioquímicos y enfermeros. Funcionan una farmacia y un
laboratorio. Adquirieron un tomógrafo y un mamógrafo.
En el barrio Túpac Amaru está el CEMIR
(Centro Integral de Rehabilitación para personas discapacitadas). El edificio
es gratuito y abierto a la comunidad. A él son derivados pacientes de los
hospitales provinciales. Hay salas preparadas para diferentes discapacidades,
un gimnasio acondicionado y pileta climatizada. La atención y los remedios son
gratuitos. Se establecieron seis fábricas con fondos del ministerio de
Desarrollo Social que emplean a 600 ex desocupados. En el barrio hay una fábrica
textil y otra de bloques de construcción.
Barrio
Tupac Amaru
La Tupac Amaru trabajando como cooperativa
de vivienda, construyó -con dinero del Gobierno Nacional- un barrio de 1800 casas
con pileta de natación, cibercafé, telecabinas, minimercado y polideportivo con
canchas de fútbol, básquet, hockey y rugby.
Nada de esto registró, cuando estuvo
allí, el diputado radical Gerardo Morales, quien después desfiló por todos los
medios de Magnetto denostando a Milagro Sala y su obra.
En
Humahuaca, lo que más nos gustó fue un grupo de indiecitos entre 7 y 10 años
que con grandes sonrisas nos ofrecieron una canción. Era un coro desafinado y discordante,
pero tenían un entusiasmo conmovedor que nos encantó. Mi primo José Luis que
pasó por Humahuaca tiempo atrás, me contó que un grupo de changuitos se le
acercaron con quenas y charangos. Él pensó que tocarían algún aire local, pero
le obsequiaron con la sinfonía 40 de Mozart que lo emocionó hasta las lágrimas.
Llegamos
a Salta justo después que finalizó el Encuentro Nacional de Mujeres número 28.
Cuando este movimiento se inició por primera vez habían logrado reunir a 500
personas, esta vez fueron cuarenta mil y colapsaron hoteles y alojamientos. En
esta ocasión los temas más convocantes fueron el femicidio y la violencia
familiar, porque días atrás había sido asesinada una maestra rural. El
encuentro culminó con una marcha pacífica que ocupó cuadras enteras. Fue un
sacudón para la pacata sociedad salteña que aún conserva costumbres medievales
como la enseñanza religiosa obligatoria.
No
voy a extenderme con la ciudad de Salta porque todos la conocen, pero siempre
nos impactó la variedad de estilos arquitectónicos, neocolonial, francés,
veneciano, etc., que hacen de Salta una de las ciudades más atractivas del país.
Arquitectura salteña
Visitamos
el Museo Arqueológico de Alta Montaña, único en el mundo por su patrimonio, su diseño
de alta tecnología y su información. Las momias encontradas en la cima del
volcán Lullaillaco a casi 7000 metros de altura se mantienen intactas y vimos
tras los cristales los cuerpos de los niños de 500 años de antigüedad, conservados
en cápsulas con una atmósfera pobre en oxígeno, a veinte grados centígrados
bajo cero y una iluminación filtrada en radiación ultravioleta e infrarroja que
garantizan su correcta preservación. Los incas desarrollaban una parte
importante de sus rituales religiosos en las montañas más altas de su imperio,
donde construyeron los “santuarios de altura” y estos
niños fueron sacrificados a los dioses. Confieso que me embargó la sensación de
estar profanando sus costumbres.
Tanto
a la ida como en el viaje de regreso, fue un placer contemplar los campos con distintos
cultivos que semejan pinturas de Van Gogh. Ya sea por especulación o por
necesidad, abundan las silobolsas, que dicho sea de paso son un invento
argentino que se exporta a Australia, Canadá y Estados Unidos.
En
el regreso paramos en Deán Funes y en un simpático hotel de La Granja en el
centro de la provincia de Córdoba. Por televisión vimos el despegue del Arsat-1
que nos emocionó. ¡Qué lejos de aquellos años de “vayan a lavar los platos”, la
tristemente célebre frase del Mingo a los científicos! Es que hay gente que no
la tiene clara, como el procesado jefe de la ciudad quien condecoró con un
premio a la ciencia a Marcelo Tinelli. Hubiera sido lo mismo si se lo daba al
orangután del zoo.
Mientras
el ARSAT-1 se elevaba airoso buscando su lugar en el espacio, nosotros entrábamos
en la órbita cotidiana de Buenos Aires.
De regreso en la autopista
Córdoba-Rosario.
Gracias por tu relato, Ricardo, en particular, la parte de Milagro Sala.
ResponderEliminarEn ese lugar, esa mujer es un MILAGRO. Magdaluz
Cuando los mediocres y los insignifcantes critican es porque se está en el buen camino como Milagro Sala o Cristina
EliminarSaludos
Aguante la Tupac Amaru, aguante Milagro Sala. Cuando fui al norte escuché criticas absurdas a su obra, como que era un lujo innecesario que esos negros tuvieran pileta de natación. El odio de clase es ciego y necio.
ResponderEliminarMe emocioné al escuchar Fuego de Animaná por la negra. ¡Qué voz, cómo levanta multitudes!
ResponderEliminarMuy lindo el viaje
El diario La Nación es la mejor demostración del odio de clases que tanto mal le hace a nuestra sociedad. En la tirada del 27/10 considera la la Tupac Amaru como una violenta expresión kirchenrista y pone en duda la idoneidad de Milagro Sala en el manejo de los fondos sugiriendo un enriquecimiento ilícito sobre el cual carece de prueba alguna.
ResponderEliminarGracias, viajé un poco con ustedes
ResponderEliminarBesos
ELECCIONES EN BRASIL
ResponderEliminarQue Maravilla. Ahora a brindar por Brasil y America Latina.
Una victoria Historica .....
Abrazo grande
Quién es el galán maduro que posa junto al mojón km 678?
ResponderEliminar¡Qué bueno el proyecto de ley de telecomunicaciones que abre el espectro de la TV a las telefónicas! La Nación está que trina e insinúa un ataque a la libertad de expresión. Se olvida que Clarín es un monopolio absoluto que debe ser desmantelado.
ResponderEliminarYa va a salir la SIP indignada. Entidad que no defiende al periodismo sino a los dueños de las grandes corporaciones mediáticas
ResponderEliminarLos medios hegemónicos dicen, distorsionan, exageran, e incluso mienten con toda libertad. Avalados por la Suprema Corte no pagan impuestos y encima habla de restricción a la libertad de expresión.
EliminarSí, pero estoy en desacuerdo en que Capitanich critique a la Corte Suprema por mantener la cautelar para que el diario La Nación no pague los impuestos. Lo digo por razones tácticas para no crear fricción con ese poder.
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