Habiendo pasado más de 70 años, el mural Ejercicio Plástico, salió de su
escondrijo para ser llevado a su ubicación final después de una larga historia donde
abundan anécdotas de pasiones, malos tratos e indiferencia. En forma directa e
indirecta, participaron en su ejecución gente del arte, las letras y la política. De todos
ellos, se destacan tres personajes esenciales: el artista, su musa inspiradora
y el mecenas que facilitó la ejecución de la obra.
El artista
David Alfaro Siqueiros
(1896-1974).
El genio creador del mural fue el pintor mexicano
David Alfaro Siqueiros. Junto con Diego Rivera y José Clemente Orozco, Siqueiros
integró la triada maravillosa que con fuerza telúrica imparable revolucionó el
movimiento artístico del siglo XX con la creación de murales. Esta nueva
expresión se basaba en el concepto de que la pintura, especialmente la pintura
comprometida con la época y los problemas sociales, debía estar al alcance de las
masas y no en colecciones privadas o encerrada en galerías de arte.
Activos participantes del partido comunista, Rivera,
Orozco y Siqueiros pintaron murales sobre la colonización, los conquistadores,
la explotación del indígena y las enormes desigualdades sociales del México
contemporáneo.
La pintura de Siqueiros se caracteriza por su
tremenda fuerza creativa, con personajes siempre pintados en gran tamaño y
fuertes colores, que expresan ira, voluntad inquebrantable o dolor, según se
tratara del explotador, del obrero en lucha o del campesino sometido. Sus
inmensos murales se exhiben en los edificios públicos más importantes de
México, entre los que se destaca el Palacio de las Artes.
La musa
Blanca Luz Brum
(1905-1985)
En mayo de 1929, Siqueiros recaló en Montevideo para
participar en un congreso de sindicatos y entonces apareció en escena Blanca
Luz Brum, el segundo personaje responsable del mural Ejercicio Plástico. Escritora
y poeta uruguaya, viuda a la edad de 20 años del poeta peruano Juan Parra del
Riego, Blanca Luz emigró a Perú, junto con su único hijo y se incorporó a una
intensa actividad publicitaria para manifiestos comunistas.
Al poco tiempo, la
expulsaron y regresó a Montevideo donde conoció a Siqueiros iniciándose un
apasionado romance. Se casaron en México y reanudaron sus actividades
proselitistas sin descuidar él la pintura ni ella la poesía. Luego de un
tiempo que incluyó el paso por la cárcel, viajaron a Estados Unidos de donde
pronto fueron expulsados. La corriente marítima los trajo a las playas del Río
de la Plata invitados por Victoria Ocampo para dar tres conferencias en la Sociedad Amigos
del Arte.
Las disertaciones de Siqueiros, con estilo de barricada impactaron a
la audiencia que se dividió en detractores y simpatizantes a tal punto que la
tercera conferencia no llegó a concretarse. El ruido, sin embargo, fue
detectado por un individuo que se constituye en el tercer personaje de esta
historia.
El mecenas
Natalio Botana
(1888-1941)
Entra en escena Natalio Botana, dueño del diario
Crítica que para 1930 se había convertido en la usina periodística más
importante del mundo de habla hispana. En el periódico, pese a su perfil
sensacionalista, colaboraron escritores nacionales y extranjeros de reconocida
fama como George Bernard Shaw y Jorge Luis Borges, entre muchos otros. Botana
tenía en Don Torcuato una casona, aunque el rótulo de palacio le sentaría mejor,
llamada “Villa Los Granados”.
Sería tedioso describir el lujo arquitectónico,
el mobiliario, la biblioteca y las colecciones de arte que abrigaba la mansión. Pablo
Neruda que la visitó por esa época la describió en sus
memorias como “la encarnación de los sueños de un vibrante nuevo rico”.
Botana invitó a Siqueiros a su villa y le encomendó
que transforme en un mural artístico las paredes de una de las habitaciones. Se
trataba de un sótano, o mejor dicho una cripta de forma semicilíndrica destinada
a juegos y otros menesteres menos santos donde además se guardaba y degustaba
una gran colección de vinos. El volumen aéreo de su arquitectura
era de noventa metros cúbicos y la superficie total de doscientos metros
cuadrados. Entre Siqueiros y Botana convocaron a tres
grandes de la pintura argentina Spilimbergo, Castagnino y Berni, a los que se
agregó el escenógrafo uruguayo Enrique Lázaro.
La obra
La realización del mural fue todo un desafío en la
historia del arte pictórico. Hicieron un gran descubrimiento
encontrando la manera de retocar el fresco con silicatos para darle mayor
firmeza y durabilidad, técnica que como se verá luego salvó al mural de
posteriores ataques irracionales. Se emplearon herramientas y
materiales antiguos junto con elementos modernos y por sobre todo
cambiaron el trabajo individual por el trabajo colectivo.
La sensación de
movimiento la dieron montando el ejercicio sobre un armazón fundamental de
circunferencias paralelas y concéntricas, logrando así una multiplicidad sin
límites de curvas y rectas correlativas. Realizaron reproducciones fotográficas
dinámicas sustituyendo a la fotografía objetiva estática. Movilizaban el
objetivo de la cámara siguiendo la trayectoria lógica, progresiva del
espectador.
En síntesis, lograron el
engranaje de la gráfica fílmica y de la plástica constructiva pictórica
monumental. Ejercicio Plástico es en
suma, una clase viva de plástica y de gráfica. Es el resultado de un método
activo de aprendizaje. Es el producto de un esfuerzo y creatividad superiores junto
con el trabajo colectivo y la confraternización de diferentes expresiones
plástico-gráficas en un esfuerzo común más alto como intención humana creadora.
Sus autores decían que había un solo antecedente de estos procedimientos y era la Pintura Monumental
en los frescos exteriores de Los Angeles (California) hechos por el mismo
Siqueiros.
Es tiempo de hablar de la
temática del mural. Por primera y única vez, Siqueiros no pintó escenas de
luchas sociales, él que hasta entonces había comprometido sin concesiones su
arte enteramente con los conflictos humanos, se volcó con pasión a expresar la
belleza femenina. Por eso es tan importante la presencia de Blanca Luz en este
relato. Ella fue su musa inspiradora y Siqueiros la expuso desnuda y repetida
hasta la obsesión en el techo, las paredes y el piso de la cripta. Un verdadero
canto a un puro y artístico erotismo.
Epílogo
Después los caminos se
separaron, Siqueiros para no perder la costumbre fue expulsado de Argentina y siguió
su peregrinaje artístico y político. Respecto de lo primero, sus murales se
fueron superando en técnica y creatividad y trabajó hasta poco antes de su
muerte. Su faceta política siguió siendo la del militante inquieto y rebelde, formó
parte de las Brigadas Internacionales en la guerra civil española y su
comunismo ortodoxo y estalinista lo llevó a participó en un intento de
asesinato a Trotsky. Finalmente murió en 1947 dejando tras de sí maravillosos
murales, junto con esposas, amantes, detractores y admiradores.
Blanca Luz se quedó en
Buenos Aires engarzada en un romance con el propio Botana. En 1935 emigró a
Chile, casándose dos veces más. Paralelamente, su ideología fue tomando un giro
de 180 grados a tal punto que apoyó el golpe de estado contra Allende. Murió en
Chile en 1985.
Por su parte, Botana y su
Rolls Royce se despeñaron en las sierras de Jujuy en 1941, falleciendo a los
pocos días del accidente.
Después de varios dueños
y litigios judiciales, Villa Los Granados fue comprada por la familia Alsogaray. Según
las crónicas de varios diarios, un día la señora dueña de casa decidió conocer
la cripta y escandalizada ante los desnudos del mural ordenó rociarlo con ácido,
pero viendo que las pinturas se resistían les echó cal y cerró definitivamente
la cripta, no sea que su hijita María Julia entrara en contacto con lo que a
todas luces para ella era pornografía pura. Evidentemente, el arte no era su
fuerte.
Finalmente, en 1991 tras
sortear un denso papelerío burocrático, el mural fue retirado de la cripta
mediante un complejo operativo empleando cuidados extremos y técnicas
especiales. Se lo montó en bastidores y quedó guardado en contenedores en un
playón de San Justo. Después de un letargo de 16 años, la red burocrática que
tenía inmovilizada a la obra fue destrabada gracias a las gestiones personales
entre la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner y el presidente
mexicano Felipe Calderón.
Actualmente, el mural se
encuentra en su destino final sobre Paseo Colón detrás de la casa de Gobierno.
Varios especialistas en restauración trabajaron contra reloj para tenerlo listo
en la fecha del bicentenario de la Revolución de Mayo. Delicados pinceles y
elementos de restauración se posaron sobre la pintura con cariño y ternura,
como a un niño maltratado al que se pretende que recupere la alegría perdida
por años de indiferencia y agresiones.
A cargo de la tarea de salvamento
estuvo el restaurador azteca Manuel Serrano quién lo abandonó todo en su taller
de México para dedicarse a pleno a recuperar una obra que para él constituía un
punto de inflexión en su vida. “Llegué a Buenos Aires el 15 de noviembre con
una maleta de ropa, un archivo fotográfico, una serie de planos para conocer
mejor la estructura, algunas ideas, y la ansiedad tremenda sobre el estado en
que hallaría al mural”, confesó Serrano en una entrevista.
Ejercicio
Plástico es
una obra que tiene características que la hacen única e invalorable: es
probablemente el mural más grande que pintó Siqueiros, fue un trabajo en equipo
con otros tres grandes de la pintura argentina, representa la única temática no
política del artista y es uno de los poquísimos murales que están fuera de
México. Podemos agregar una característica adicional, es también la única obra
que Siqueiros, en contradicción con su ideología y la concepción de arte masivo
hacia el pueblo, pintó para un multimillonario y sólo para el círculo de privilegiados
amigos de Botana que tuvieron acceso a la cripta.
Esta es la resumida historia del
patrimonio que se incorporó a Buenos Aires para alegría de todos los que aman
la belleza y el arte.
María Lujan Picabea. Ejercicio
plástico, una historia de resistencia. Clarín, Revista de Cultura 27/09/2013.
Daniel Schavelzon. Ejercicio
Plástico: el mural envolvente de David Alfaro Siqueiros. http://www.danielschavelzon.com.ar/?p=2548
El Mural que vuelve a vivir.
La Nación 05/07/2009.
Silvina Friera. En busca del
esplendor perdido. Página 12 29/11/2008.
Beatriz Vignoli. El arte de
devolver la belleza. Página 12, Rosario 12, 07/08/2011.
Aún no los hay, más debiera haberlos, fue y es una obra única y pertenece al patrimonio de la humanidad, se realizó aquí co la intervención de artistas e intelectuales argentinos y iuguayos, recaló en lugares equivocados, y fue dañado por lo peor de la oligarquía Argentina. Fue reivindicado por el gobierno anterior. Hoy vuelve a estar en peligro pues está a merced nuevamente por lo peor de la actual oligarquía. Juan Manuel dominguez
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