Don
Andrés Nuñez, párroco de la iglesia de Santo Tomé en Toledo estaba indignado con
los lugareños de la villa de Orgaz. Éstos, durante generaciones venían abonando
una especie de tributo que se originó cuando antes de fallecer, don Gonzalo
Ruiz de Toledo, señor de Orgaz determinó que los habitantes debían pagar cada
año a los miembros de la iglesia de Santo Tomé, dos carneros, ocho pares de
gallinas, dos pellejos de vino, dos cargas de leña y 300 maravedíes.
Iglesia de Santo Tomé
Pero
habían pasado 200 años desde el fallecimiento del señor de Orgaz en 1323 y los
habitantes del pueblo, que ya no dependían del sistema feudal de aquel
caballero, decidieron suspender el tributo. El párroco Andrés Nuñez inició
pleito y la justicia le dio la razón, recibiendo una gran suma de dinero, parte
de la cual la destinó a homenajear al beato caballero, quién sin haber sido
conde, el paso del tiempo le confirió ese título de nobleza.
Estamos
ahora en el año 1586 y en este relato ingresa Domenikos Theotokopoulus, pero
los españoles, así como gustaban de simplificar los extensísimos nombres de los
árabes, lo mismo hicieron con Domenikos. Decidieron llamarlo El Greco, ya que
nació y vivió hasta los 26 años en la isla de Creta, perteneciente a Grecia y
así quedó su nombre definitivamente incorporado entre los grandes artistas de
la historia.
El Greco (1541-1614) Autorretrato
El
Greco había sido convocado para pintar el entierro del caballero de Orgaz y por
ello exigió 1200 ducados, una suma por entonces considerable, pero no
desproporcionada para quién después de haber pasado por Roma y Venecia y
habiendo abrevado el arte de Ticiano, Miguel Ángel y Tintoretto ya era un
artista consumado y prestigioso.
Además de sus pinturas religiosas, El Greco
era valorado como excelente retratista. El párroco sin embargo, consideró excesivo
el precio y el pintor se defendió con el argumento de que el cuadro le llevaría
mucho tiempo por su descomunal tamaño. Se consultó a otros artistas que a pesar
de ser inferiores pidieron cifras mayores, por lo que el Consejo Arzobispal,
guardándose su orgullo y pretensiones, decidió retornar al precio original. El
Greco se sintió entonces agraviado y amenazó con apelar al Papa, pero se avino
a un acuerdo después de analizar la posibilidad de un largo litigo con sus
correspondientes costos procesales.
La
idea que tenían los hombres de la iglesia era recrear en una gigantesca pintura
la famosa leyenda que todo Toledo conocía. Según la misma, al morir el señor de
Orgaz, descendieron del cielo San Agustín y San Esteban y lo alzaron entre sus
brazos mientras los estupefactos asistentes escucharon una voz celestial que
sentenció. “Tal galardón recibe quién a Dios y a sus santos sirve”.
El entierro del conde de Orgaz
Con
esta premisa, El Greco pasó dos años pintando esta obra conocida como El entierro del conde de Orgaz de 4,80
por 3,60 metros de ancho. La obra, que se encuentra en la parroquia de Santo
Tomé, se divide claramente en dos partes. En la zona inferior y rodeado por un
buen número de contritos nobles toledanos contemporáneos de El Greco, yace
Gonzalo. Está revestido con una brillante y lujosa armadura negra que solo deja
ver la cabeza, cuyo rostro de palidez grisácea señala claramente que se trata
de un cadáver. La escena representa el momento en que es depositado en su tumba
por San Agustín, vestido de obispo, que lo toma de los hombros y San Esteban,
que lo sujeta por los pies. Junto a ellos encontramos un niño vestido de negro
(el hijo de El Greco), que porta una antorcha y mira al observador mientras
señala la escena. Es el único rostro indiferente, mientras que los nobles
toledanos que rodean al muerto expresan tristeza, dolor y resignación y algunos
de ellos tienen las pupilas humedecidas por el llanto. Las expresiones tan bien
logradas muestran la genialidad de El Greco como retratista. A la derecha se
sitúa don Andrés Nuñez de Madrid, el párroco de Santo Tomé, que abre las manos
y eleva su mirada hacia el cielo, vistiendo la saya blanca de los trinitarios.
A la izquierda aparecen dos figuras con hábitos de franciscanos y agustinos,
siendo estas tres Órdenes las más importantes de la ciudad.
La
zona superior se considera la zona de Gloria, hacia donde se dirige el alma de
don Gonzalo. Se organiza a través de un rombo, crea un movimiento ascendente
hacia la figura de Cristo que corona la composición. A la izquierda vemos a la
Virgen, vestida con sus tradicionales colores azul y rojo y detrás de ella San
Pedro, portando las llaves de la Iglesia, junto a querubines, ángeles y otros
santos. En la derecha se sitúan San Pablo, Santo Tomás -con una escuadra- e
incluso el rey Felipe II, a pesar de no haber fallecido. En esta obra están
presentes todos los elementos del lenguaje manierista del pintor: cuerpos
vigorosos, colores brillantes y ácidos, uso arbitrario de luces y sombras para
marcar las distancias entre los diferentes planos, Algunas
de las figuras, tienen ese aspecto alongado que tanto identifica la pintura de
El Greco y que algunos especularon que podría deberse a un trastorno visual del
artista cuando en realidad, era una peculiaridad inspirada en Miguel Ángel.
Detalle
El
cuadro está pintado en el estilo manierista de El Greco, pero con el colorido
que tomó de la escuela veneciana. Es sin duda la principal atracción de Toledo
y el público que contempla la obra queda extasiado. La sensación mística que
produce es tan fuerte que hay quienes sienten escuchar coros gregorianos, otros
perciben aroma de incienso y no faltan quienes entran en un éxtasis profundo.
Ahora
nos encontramos en el año 2001 y el padre Demetrio Fernández, párroco de la
inglesia de Santo Tomé, está obsesionado
por encontrar la tumba del conde de Orgaz, por deducción lógica supone que debe
hallarse a los pies del cuadro. Una noche de marzo de ese año, levantó la loza
y se puso a cavar con la ayuda de dos voluntarios. Tuvieron suerte, después de
algunas horas, las palas chocaron con algo metálico, habían encontrado el
féretro con los restos de Gonzalo Ruiz de Toledo.
Cuatro años después, algunos lugareños
sostienen que fue el conde de Orgaz quién se le apareció en sueños a Benedicto
XVI y le pidió que lo nombrara obispo al padre Demetrio quién ahora es
monseñor.
Toledo actual y cómo la vio El Greco en el siglo XVI
Fuentes
El Greco. Biografía y vidas. http://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/greco.htm
Enrique Peláez Malagón. El entierro del conde de Orgaz. Proyecto Clío. http://clio.rediris.es/fichas_arte/orgaz1.htm
José María Hernández. Encuentran el esqueleto del conde de Orgaz bajo el cuadro de El Greco. ABC 30/04/2001
Muy lindo, gracias Ricardo!
ResponderEliminarPaula
Ver el cuadro en la iglesia de Toledo es sobrecogedor. Estuve allí en 1997 y entonces me debo haber parado como tantos otros sobre la tumba del conde sin imaginar que se encontraba bajo mis pies. GUAU!
ResponderEliminarMe encanta el estilo de El Greco, lástima que la casi totalidad de sus pinturas abarquen temas religiosos
ResponderEliminarFelicidades por su artículo.
ResponderEliminarUna matización: La negativa de los de Orgaz para cumplir las mandas testamentarias de D. Gonzalo tienen un origen político, ya que durante la guerra de las Comunidades el señor de Orgaz se puso del lado del emperador Carlos I, mientras que los orgaceños estuvieron de parte de los Comuneros. Este desencuentro originó la negativa al pago de la manda testametnaria. (Más información en: http://www.villadeorgaz.es/orgaz-conde-pleito.htm)
Un saludo
Gracias por el aporte. Me pregunto si al haber estado el conde de Orgaz del lado de los poderosos ¿se habrá ido realmente al cielo, como dice la leyenda y el cuadro de El Greco?
EliminarA ud qué le parece?
EliminarSi bien eran contempráneos, es evidente que Dante Alighieri no conoció al señor de Ordaz, por ser un fenómeno muy localista. De lo contrario es muy probable que lo habría situado en uno de los últimos círculos del infierno
EliminarMuy completo e interesante. Excelente calidad y nitidez de las imágenes. Tiene usted un Muy bien 10 Felicitado!, niño Ricardo. Continúe así.
ResponderEliminarGracias seño, puedo ir al recreo ahora?
EliminarMuy bueno el informe, visité Toledo y no falté a la cita de ver el cuadro de El Greco, pero no conocía los antecedentes
ResponderEliminarYo también vi el cuadro y la guía nos dio una excelente explicación sobre cada uno de los personajes, pero no nos informó de los antecedentes históricos. Cuando fuimos en 2001, aún no se había descubierto la tumba del conde. Todo esto está muy bien explicado en este artículo
ResponderEliminarExcelente reseña y gráficos, todo muy interesante.
ResponderEliminarGracias, RF !!!
Abrazo fraterno.
¿Qué le pasó a García, tuvo un brote de lucidez?
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