Una acción apresurada
En junio de 1958, hace 58 años un grupo de oficiales se alzó en armas contra el gobierno de facto de Aramburu. El
general Juan José Valle se encontraba a cargo de las fuerzas leales que
intentaron resistir el golpe que derrocó a Perón en 1955. Derrotado, trató de
negociar las condiciones del cese de las hostilidades. Esto le valió su
detención junto con sus camaradas de armas, pero al poco tiempo logró fugarse
de su prisión domiciliaria y comenzó a deambular por distintas casas, incluso
en villas miserias, escapando del nuevo gobierno. Casi todos los días, la
“Libertadora” fusilaba a un general y Valle sabía que si lo encontraban
correría la misma suerte.
Finalmente,
ya en la clandestinidad se unió al general Tanco y otros complotados para
intentar restablecer el orden constitucional. Enviaron un emisario para
informarle al general Perón de sus planes, pero éste desestimó el operativo,
porque a pesar de la distancia, tenía mejor conocimiento que los rebeldes de
que estaban siendo espiados y el gobierno de Aramburu estaba esperando la
oportunidad de que actuaran para caerles encima. El tiempo mostró que las
premoniciones de Perón eran correctas.
La propuesta de los
contrarrevolucionarios
El
aviso fue desestimado por Valle y Tanco quienes siguieron adelante con el
operativo y tomaron Radio Antártida desde la cual lanzaron su proclama
revolucionaria. En ella manifestaron que el pueblo estaba sufriendo la más
cruda y despiadada tiranía. Del extenso mensaje se destacaban como objetivos
fundamentales:
- restablecer el Estado de derecho
mediante la vigencia plena de la Constitución Nacional y el imperio de la
justicia;
- libertad de prensa y derogación de
todos los decretos y medidas discriminatorias dictados por razones
ideológicas o políticas. Libertad a los presos políticos que por entonces
eran miles;
- reincorporación de empleados y obreros
despedidos arbitrariamente también por razones ideológicas y políticas;
- revisión de las medidas económicas
neoliberales y la separación del FMI, lesivas a la soberanía;
- restitución a la clase obrera de los beneficios sociales conculcados por la “Libertadora” y devolución de los sindicatos a los trabajadores. Ver: La economía durante la libertadora
La “Revolución Fusiladora”
Tapa del libro Operación
masacre de Rodolfo Walsh
El
gobierno militar decidió efectuar un castigo ejemplar y completamente inusual
para la historia argentina del siglo XX disponiendo el fusilamiento de los
sublevados. Entre el 9 y el 12 de junio de 1956, 27 civiles y militares fueron
fusilados, algunos de ellos, en lugares de ejecución clandestinos como el del basural de José León Suárez, dio origen a la obra Operación masacre de Rodolfo Walsh. Ni
siquiera al peronismo en plena dictadura y dominio del poder, se le ocurrió
fusilar a los dirigentes de los varios levantamientos que se produjeron durante
su gobierno.
Juan Carlos Livraga, el
único sobreviviente de la matanza de José León Suarez
La
Unión Cívica Radical, no estuvo a la altura de las circunstancias y al día
siguiente señaló que “fuerzas oscuras de un ejército no depurado han pretendido
levantar la bandera del régimen depuesto”. En la década siguiente, ese partido
vería como dos presidentes radicales serían depuestos por golpes
cívico-militares de la misma ideología neoliberal y tiránica como la que
entonces defendieron.
El
mismo día de los fusilamientos de José León Suárez, un grupo de “niños bien”
invadieron la cárcel de Caseros y pasando por sobre la autoridad de su
director, maltrataron y vejaron durante toda la noche a los presos políticos
que allí se encontraban.
La
esposa del coronel Ricardo Ibazeta, uno de los sentenciados a muerte, se
dirigió con sus cinco hijos a la residencia de Olivos a pedir clemencia por su
esposo. Tras una espera de horas le dijeron que el presidente Aramburu dormía.
Susana Ibazeta pidió entonces que la atendiera la primera dama Sara Herrera de
Aramburu, pero le respondieron que también dormía.
El
11 de junio fueron ejecutados otros rebeldes en Campo de Mayo, en la Plata y en
la Penitenciaría Nacional de la avenida Las Heras. Eran suboficiales que habían
cumplido órdenes de sus superiores, pero ese no fue un atenuante para el
gobierno. Sus familiares no fueron informados hasta recién ocho días después en
que les señalaron los rectángulos de tierra en la Chacarita donde estaban los
cadáveres. Los hogares de algunos de los rebeldes fueron saqueados y destruidos
por las fuerzas del gobierno.
Mientras
tanto, el general Valle estaba prófugo y cuando se enteró de una proclama del
gobierno de que si se entregaba, terminarían los fusilamientos, se presentó en
el Regimiento 1 de Palermo. Él y Aramburu habían sido compañeros, confiaba en
su palabra y que la antigua amistad prevalecería sobre la venganza. Fue
fusilado el 12 de junio de 1956 en la penitenciaría de Las Heras.
Epílogo
La
“Revolución Libertadora” entregó el poder con pena y sin gloria el 23 de
febrero de 1958. Dejó tras de sí una nación mucho más empobrecida que cuando
asumió, una sociedad revuelta y un país inestable. Su mayor fracaso fue el desesperado
intento de borrar al peronismo de la Argentina. Sus fanáticos integrantes nunca
comprendieron que a partir del 17 de octubre de 1945, se había producido en el
país un punto de inflexión irreversible. Hubo un aspecto, sin embargo en el que
triunfaron: la aplicación de una política económica neoliberal que atrasó a la
Argentina durante 50 años.
El
hombre de 67 años se encuentra en un sótano, está sentado en una cama y tiene
las manos atadas a la espalda. Se suceden varios disparos, la pared y las sábanas
se manchan de sangre y Pedro Eugenio Aramburu se desploma hacia un costado sin
vida. Su ejecutor, Fernando Abal Medina, lo tapa con una manta y sube las
escaleras. “Valle y sus compañeros acaban de ser vengados”, le dice al resto
del grupo. Era el primero de junio de 1970 y la dictadura de Onganía se caía a
pedazos.
Restos de la casa quinta La Celma en Timote donde fue ejecutado Aramburu
Fuentes
Felipe
Pigna. Los mitos de la historia argentina. Volumen 5. Planeta 2013.
Rodolfo
Walsh. Operación masacre. Ediciones La Flor, 1972.
Juan
Pablo Feinmann. Timote. Novela Planeta, 2010.
.....Ni siquiera al peronismo en plena dictadura y dominio del poder, se le ocurrió fusilar a los dirigentes de los varios levantamientos que se produjeron durante su gobierno.....
ResponderEliminarDictadura?
En cuál de tus inmejorables fuentes califican de dictadura al peronismo?
Sí ché, qué furcio...
EliminarEn esos días yo estaba de luna de miel, pero no en la luna, y seguí lo más cerca posible los hechos.
ResponderEliminarA Valle lo fusilaron aplicando retroactivamente la ley marcial, es decir, haciendo una suma de aberraciones, y estaba en la Penitenciaría. Según relataron los montoneros años más tarde, quien intentó entrevistas para apelar por su marido, fue la señora de Valle, dado que éste había sido compañero de Aramburu. No logró verlo y acudió a monseñor de Andrea, de gran predicamento en el medio social que encumbró a Aramburu, y era el monseñor el que dormía.
No puedo evitar la preferencia por la historia documentada por sobre la imaginación militante. Por supuesto, esto no significa para nada una expurgación de las barbaridades cometidas en aquella ocasión, pero solo "la verdad nos hará libres".
Finalmente, en esos días, Aramburu andaba por el interior litoraleño y, según trascendió, quien quedó a cargo de la represión fue el almirante Rojas, a quien, a su regreso y siempre según trascendidos, Aramburu habría saludado con un "Negro, te diste el gusto". Tal vez Menem, primer Presidente peronista de la democracia recuperada, podría decirnos si tuvo presente esa responsabilidad del almirante cuando lo visitó en el Hospital Naval y lo saludó con un beso.
Soy vecina de dos de los fusilados en los basurales de J. L. Suárez, los nombres son Carranza y Garibotti, el primero estaba dentro de los q sabían de lo que iba a suceder con Valle, esa noche se transmitía por radio la pelea de Box creo que de Mausse, Carranza era dirigente ferroviario y tanto el como Garibotti vecinos de una barrio llamado Obrero, que el gobierno de Perón edificó para obreros y empleados ferroviarios, en ese momento se llamaba así Barrio Obrero, Garibotti lo alcanza a Carranza y el 2° tratá de que no no lo acompañe al depto. de la Localidad de Florida en la calle H. Yrigoyen, pero, no puede, así como es relatado En Operación Masacre libro que revela la inequidad de las leyes doblemente ya que el los militares habían asaltado el poder y la ley marcial fue decretado después, solo me resta relatar que el gobierno del Dr. Posse padre fue el responsable a partir del gobierno del Dr. Alfonsín de erigir el monolito que recuerda los vecinos fusilados, y hay dos pasajes que los rememoran Cpmo Pjes. Carranza y Garibotti, este añoel actual intendente rindió homenaje en el monolito junto con el partido justicialista, peronista., también destaco que el escritor W. R. escribió el libro junto con una periodista que en este momento no recuerdo el apellido,c reo que ella hizo toda la investigación sobre los fusilamientos.
ResponderEliminar¡Qué emocionante, información de primera mano!
EliminarQuien ayudó A Rodolfo Wlash en su investigación para "Operación masacre" fue Enriqueta Muñiz y así la reconoce Walsh en su libro: "Desde el principio está conmigo una muchacha que es periodista, se llama Enriqueta Muñiz, se juega entera. Es difícil hacerle justicia en unas pocas líneas. Simplemente quiero decir que en algún lugar de este libro escribo “hice”, “fui”, “descubrí”, debe entenderse “hicimos”, “fuimos”, “descubrimos”.
Enriqueta Muñiz, en ese momento de 22 años, se transformó luego en una periodista reconocida, miembro de la Academia Nacional de Periodismo desde 1993.
Buscando sobre el tema en Internet encontré lo siguiente. "Respecto de la reacción de Perón cuenta Miguel Bonasso:
En carta a Cooke, Perón criticó acerbamente «el golpe militar frustrado», que atribuyó a «la falta de prudencia que caracteriza a los militares». Después, los acusó de haberlo traicionado y conjeturó que, de no haberse ido del país, lo hubieran asesinado «para hacer méritos con los vencedores».[
De ser esto así, no lo deja muy bien parado a Perón, que está hablando de gente que se jugó la vida por la causa peronista.
Ya que se habla de Florida y de Vicente lópez quiero agregar que Tanco y otros que se rebelaron, buscaron refugio en la Embajada de Haití por entonces situada en la calle Monasterio de ese partido. El general Domingo Quaranta invadió ilegalmente la delegación junto con un grupo de comandos civiles, dispuestos a fusilar en el lugar a Tanco y sus compañeros. Las gestiones y protestas del embajador por violación de un territorio extranjero les salvaron la vida. Actualmente hay una placa en la vereda que conmemora el hecho y agradece al gobierno de Haití su gestión
ResponderEliminar¿Que se siente haber defendido por años a la jefa de la asociación ilícita que comandó una runfla de delincuentes, ladrones e inútiles que llevó al país a un nuevo default?
ResponderEliminarApareció García, seudónimo del ingeniero fracasado. A todos sus defectos, que son muchos, se le agrega el de CIPAYO
EliminarPrefiero cipayo a salame, cómplice de delincuentes y no lo defiendas mucho a Boludú que para que lo precesen paga 2 pesos.
EliminarJuntate con Laura Alonso, aunque pensándolo bien te sugiero Nelson Castro porque las mujeres no te gustan y LTA, ¿verdad García?
EliminarPor los razonamientos y los slogans éstos deben ser ordenanzas de décima. No les da el caletre para tener algún razonamiento.
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