El neoliberalismo trajo consigo un
concepto nuevo que yo bauticé como neodictadura. Este título surgió porque,
cuando me refería al gobierno de Macri, me decían: aún no es una dictadura
porque están los tres poderes y subió por elecciones limpias. Quiero dejar
constancia que alcanzar el poder a través de este método no necesariamente
garantiza el desarrollo de una auténtica democracia. Respuesta simple para
quienes revolean este argumento es que Hitler subió al gobierno mediante
elecciones.
Pero volvamos al principio: “el
neoliberalismo trajo consigo un concepto nuevo: la neodictadura”. Hasta casi
finales de siglo XX, la ultraderecha tomó el poder mediante golpes militares,
la mayoría de las veces en forma violenta y dejando un tendal de muertos y
prisioneros. Pero resulta que los milicos son brutos y en muy poco tiempo
cometen tantos dislates que tienen que llamar a elecciones y generalmente gana
un partido de centro o de centro izquierda, que no responde a los intereses del
establishment, constituido por los grandes empresarios y el mundo de las
finanzas. En Argentina debemos agregar a los grandes terratenientes enquistados
en la Sociedad Rural Argentina.
El gobierno de Alfonsín que ascendió
después de los milicos apenas rozó los intereses del establishment. El daño que
les causaba era mínimo, pero los poderosos se encontraban limitados de
movimientos, ya no podían hacer lo que se le antojaba, y eso les molestaba.
Siempre pretendieron un poder ilimitado y, como todo rico, son insaciables,
además, saben que la teoría del derrame ya no se la cree nadie.
Las embajadas
norteamericanas en los distintos países trasmitieron a la CIA las inquietudes
del establishment, que dicho sea de paso son las mismas inquietudes del país
del norte, y la agencia se abocó a estudiar un nuevo método. Así surgieron los
golpes blandos que conducen a la neodictadura. Para ello tienen a su servicio a
expertos en propaganda, sociólogos y filósofos políticos.
La neodictadura se divide en dos
partes: la táctica, que es lo mismo que decir la metodología, y la estrategia,
o sea los objetivos.
Quedó en claro que el método violento
con fuerzas armadas moldeadas y manejables, ha quedado demodé. Los golpes blandos utilizan tres tácticas, una
consiste en una crisis financiera, como la que le hicieron a Alfonsín,
generando una inflación descontrolada, la segunda es un golpe institucional con
apoyo de la justicia y del parlamento, como ocurrió con Lugo en Paraguay y
Dilma en Brasil y la tercera, a través de las elecciones. Este último es el
método ideal, porque tiene visos de legitimidad; también es más complejo y debe
ser elaborado cuidadosamente.
Para lograr el triunfo mediante el
voto popular la neodictadura, en este caso Macri, se apoyó en sus dos pilares
principales: la propaganda y la mentira. Para la propaganda se necesita dinero
y una técnica goebbeliana para generar mensajes adecuados. El dinero no fue
problema, lo aportó el establishment generosamente, a cambio de poner en el
futuro gabinete CEOS de las propias empresas y quitando la retención a las
exportaciones de los terratenientes.
Con el dinero en mano se organizó la
propaganda que consta de dos partes: la primera, un ataque permanente y
sostenido contra el principal partido opositor, al cual se lo acusó de
corrupción, hasta generar en el imaginario colectivo el concepto de “se
afanaron todo”.
La otra parte de la propaganda estuvo enfocada a destacar las
virtudes del candidato del establishment. Esto se manejó con slogan sencillos:
“pensamos en vos”, “queremos una Argentina para todos”, protegeremos los logros
obtenidos y los aumentaremos”, juntos podemos, etc. Estas tácticas no son
novedosas y se encuentran en los postulados de Goebbels.
Uno de los slogans más utilizados fue
“pobreza cero”, lo cual parece una estupidez soberana, ya que en el
neoliberalismo es un objetivo imposible, pero resulta que a la gente incauta,
que es mucha, le gustó. En primer lugar suena lindo, en el fondo de su alma el
votante sabe que eso es inalcanzable, pero piensa: “si ese es su objetivo,
aunque no lo logre, evidentemente hay una decisión del candidato en eliminar la
pobreza”.
El segundo pilar es la mentira, de la
cual el manifiesto de “pobreza cero” fue el primer gran embuste. La mentira fue
esbozada sin ningún tipo de prurito o limitación y es importante expresarla con
el mayor cinismo y a cara de piedra. En la campaña electoral hay que decir solo
cosas buenas, plagadas de promesas optimistas y tentadoras, aunque después no
se cumpla ninguna. Para entonces el nuevo gobierno le echará la culpa a la
pesada herencia y a la necesidad de un sacrificio inicial en aras de lograr un
futuro bienestar.
Para todo esto es imprescindible
tener a los medios de su lado en forma prácticamente incondicional, a los
cuales se les otorgarán las dádivas correspondientes una vez en el poder.
El nuevo presidente ya está
encumbrado en el sillón de Rivadavia, pero tiene dos limitaciones para
transformarse en una neodictadura: el poder judicial y el parlamento. Queda una
tercera que son los dirigentes de la CGT, pero los principios morales y la
conducta, no son el fuerte de los “gordos” y mediante amenazas sobre su pasado
sucio y el empleo de sobornos, se los compra fácilmente. Aquí el gobierno
ha puesto en práctica una nueva herramienta que utilizará sin prurito alguno:
la extorsión mafiosa.
En el poder judicial abundan los
magistrados venales y de esta manera, los tribunales de Comodoro, o Inodoro Py,
como lo llama Aliverti, pasaron a transformarse en una sucursal del gobierno.
Varios de ellos participaron en cargos judiciales durante la dictadura. Por
supuesto hay jueces que no quieren enlodar su imagen, ni siquiera con sobornos,
entonces les inventan cargos inexistentes y se llevan a cabo extorsiones
mafiosas, metodología que es utilizada a discreción y que incluye amenazas a
los familiares, como es el caso de la hija de la Procuradora Alejandra Gils
Carbó.
Las denuncias de presuntos delitos
contra miembros del gobierno anterior son depositadas en jueces adictos,
capaces de inventar los cargos más alucinantes como sucede con el emblemático
Bonadío. Hay que señalar que esta conducta es un afán de venganza y revanchismo
y que para encontrar un precedente semejante en la historia, tenemos que
remontarnos al golpe militar del 55. Todo esto se acompaña de un despliegue
mediático para que la población vea por los canales adictos cómo son sacados
esposados de sus casas y rodeados de docenas de robocops, como si fueran
peligrosos asesinos, DeVido, Boudou, Zanini, D’Elía, etc.
La única resistencia queda en el
parlamento, que también es sometido a presiones y extorsiones mafiosas, además
de hábiles maniobras contra una oposición a la defensiva permanente, aturdida y
proclive a las divisiones, mientras que el gobierno es una estructura
monolítica.
A esta altura ya tiene el control de
casi la totalidad de los medios, después de haber eliminado a los periodistas
más peligrosos, siempre mediante el recurso de extorsiones mafiosas a los
dueños de las pocas radios y canales audiovisuales que se atreven a
enfrentarlo.
Transformó a la gendarmería en un
cuerpo de elit con elementos modernos para combates urbanos, porque sabe que
un proyecto neoliberal, siguiendo las directivas del Fondo Monetario, con
exclusión social, achicamiento del estado, destrucción de la industria y
empobrecimiento social, no se logra sin represión y miedo.
El resultado son numerosos presos
políticos, un desaparecido, un asesinado, un aumento brutal de la desocupación
y la pobreza, la pérdida de las conquistas sociales y las garantías
constitucionales y el enlodamiento de la ética y de los principios morales. Y
esto es solo el principio.
Recientemente, se prohibió el ingreso
al país de extranjeros, miembros de ONG contrarias al libre comercio y que
vinieron a la Argentina a participar del foro internacional sobre ese tópico.
Esto no se veía desde la época de plomo iniciada por Videla.
El festival de endeudamiento está
llevando irremisiblemente a un estallido social. ¿Habrá que esperar a que esto
ocurra, o lograremos unirnos y enfrentar el cáncer que nos está destruyendo?
Hay que tener presente que a esta banda no le importa el país en absoluto,
vinieron exclusivamente para enriquecerse porque son: LA NEODICTADURA.
Muchas gracias " AMIGAZO" , Excxelente material , como siempre!!!
ResponderEliminarLamentablemente es así. Veremos como responde el parlamento y qué pasa con nosotros, los humanos de este país.
ResponderEliminarEl juez Rafecas destrozó jurídicamente a Bonadío
ResponderEliminarRAFECAS expreso: ¨Con el criterio del fallo de BONADIO... STURZENEGGER Y MICHETTI DEBERÍAN ESTAR PRESOS¨...
Se quedó corto Rafecas, no hay ninguno en el gabinete que no haya cometido uno o más delitos graves. Tendrían que estar todos presos. Ojalá yo vea ese día
ResponderEliminarEl ejemplo de Hitler es muy claro. Los trolls pagos y los nabos gratuitos se desgañitan diciendo que este gobierno llegó por voluntad popular.
ResponderEliminarGracias Ricardo. Espantosamente claro.
ResponderEliminarExcelente Ricardo lo comparto en mi Facebook a ver si se leabre la mente a alguno de mis amigos
ResponderEliminar¡Más claro, echale agua! Brillante.
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