¿Cuáles
eran las expectativas que podía tener una mujer cuya juventud transcurrió
durante la segunda mitad del siglo XIX? En el mejor de los casos podría llegar
a casarse con un novio impuesto por sus padres y llevar una vida relativamente
feliz si tuvo la suerte de que el hombre además de ser apuesto fuera un buen
amante. Pero esa fortuna la tuvieron muy pocas, la mayoría eran semianalfabetas
y su vida transcurrió bordando, cocinando y cuidado una numerosa prole.
En
el caso de Francisca Edwiges Neves Gonzaga, alias Chiquinha, se agregó el
agravante de que su padre era un militar que llegó al grado de general. No
obstante pese a ese antecedente casi nefasto, supo brindarle a su hija una
abundante educación al ponerle los mejores profesores.
Jose Basileu Gonzaga, padre
de Chiquinha
Lo
que el general ni remotamente imaginaba, era que el regalo del primer piano hizo que Chiquinha
se apasionara por la música y que ésta sería el vehículo que la ayudaría a
romper con todos los códigos, varios de ellos de ribetes escandalosos para una
época de estrictas reglas sociales, particularmente para las mujeres.
La
madre de Chiquinha debió ser muy atractiva y seductora porque siendo mulata,
hija de esclavos conquistó el corazón del general que la incorporó a su hogar.
Su hija tenía la tez blanca y solo por la presencia de su cabello negro,
tirando ligeramente a mota, se podía rastrear su herencia africana.
Si
Chiquinha no tenía aspecto de mulata, sus genes estaban cargados de la música del
continente negro y en cuanto tenía oportunidad se escapaba a presenciar, en las
calles de Río de Janeiro, los conjuntos de guitarristas que improvisaban choros, una melodía bailable, agitada y
alegre traída por los esclavos de áfrica y que se considera la precursora de la
música brasilera actual. En la sociedad de la época los choros eran despreciados, no por la calidad de los temas, sino por
quienes los tocaban y bailaban.
Chiquinha (1847-1935)
Al
general lo sacaba de quicio que su hija se mezclara con esa gente y este fue el
primero de una larga serie de códigos que Chiquinha rompió, entre otros, haber
compuesto a los 11 años su primera pieza musical.
Para salvarla de esa
contaminación su padre la casó cuando tenía 16 años y contra su voluntad, con el
oficial de la Marina Imperial Jacinto Riveiro do Amaral y fue padrino del
casamiento nada menos que el Marqués de Caixas. El marido nunca comprendió ni valoró
las inquietudes e intereses de su joven esposa. Para colmo o se ausentaba por
largos períodos o la llevaba consigo en el barco, ocasiones que Chiquinha
detestaba porque no disponía de su piano.
Las
peleas eran frecuentes y Chiquinha desafió a su esposo, a su padre y a toda la
sociedad de Río de Janeiro divorciándose de su marido, después de casi 5 años
de matrimonio y un siglo antes de que el divorcio fuera un derecho. Éste en
represalia retuvo los dos hijos menores del matrimonio, mientras que ella logró
conservar al mayor Joao Gualberto. El general la declaró socialmente muerta,
nunca más quiso ver a su hija cuyo nombre estaba prohibido en la casa paterna.
Indiferente
a las rígidas costumbres de la época Chiquinha siguió violando códigos en
aquella sociedad machista: como ganarse la vida trabajando, dando clases de
piano y tocando en salones, donde la concurrencia bailaba su música: polkas,
tangos, valses mazurcas y por supuesto, los choros.
Fue la primera mujer en
Brasil que formó su propia orquesta.
En
ese período conoció su segundo amor: Joao Batista de Carvalho, pero al poco
tiempo se desilusionó de su matrimonio cansada de las infidelidades de su
marido. Después de esta separación se volvió más liberal en su relación con los
hombres, tratando siempre de que sus aventuras no trascendieran.
Por
entonces Chiquinha era una mujer madura, mirada con recelo y rechazo por la clase
alta de Río de Janeiro, pero admirada y respetada por el resto de la sociedad y
los músicos de la época que valoraban su talento creativo, particularmente su
habilidad para combinar entre sí los distintos géneros musicales, innovación
que fue revolucionaria para la música popular de entonces.
También incursionó
en el teatro musicalizando operetas terreno en el que tuvo mucho éxito. Apenas
despuntado el siglo XX, enriqueció el carnaval de Rio con la primera marcha
para estas fiestas. También fue la fundadora de la Sociedad Brasilera de
Actores Teatrales.
Paralelamente,
es imprescindible destacar su activa veta política ya que participó en actos
públicos y discursos a favor de la abolición de la esclavitud, que en Brasil
persistió hasta 1888. El paso siguiente fue su lucha por la formación de la
república y además formó parte de los movimientos feministas para mejorar la
situación de la mujer en la sociedad brasilera.
Después
de varias décadas de vivir sola con sus hijos aunque salpicada con ocasionales
aventuras, Chiquinha cometió la mayor transgresión en su agitada vida. A la
edad de 52 años se enamoró de Joao Batista Fernandez Lage, uno de sus alumnos,
quien por entonces acababa de cumplir 16. Esta vez ella tomó los recaudos
necesarios para evitar el escándalo que podía arruinar su vida, su trabajo y su
fama. Se fue con su amante adolescente a Portugal y después de varios años
regresó a Río de Janeiro de la mano de Joao Batista a quién presentó como su
hijo, amor no filial que duraría hasta la muerte de Chiquinha. Esta relación
fue celosamente ocultada a tal punto que se supo de su existencia después de su
muerte, cuando salió a la luz a través de cartas y fotos de la pareja.
Chiquinha a los 83 años
junto a su inseparable piano
Falleció
a los 88 años el 28 de febrero de 1935. Su música sigue guiando los pasos de
baile de las escolas do samba del Carnaval Carioca, se la escucha en cualquier
lugar donde hay un teclado disponible, o un grupo de gente que quiere
embellecer la noche con la música alegre y ágil de Chiquinha.
Marisa
Avigliano. De escándalo, amor y pianos. Suplemento Las 12 de Página 12,
12/08/2016.
Edinha
Diniz. Chiquinha Gonzaga. Biografía. http://chiquinhagonzaga.com/wp/biografia/
Muchas gracias querido amigo, una historia como todas las tuyas DELICIOSA.
ResponderEliminarABRACCIONNE-
Que buena historia!!!! Gracias
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